Lo cubrí la boca para silenciar sus gemidos mientras terminaba en su interior, y ella expresaba su satisfacción gritando minutos después, al llegar al orgasmo. Me dejé caer exhausto en la cama a su lado, tras varios días de tensión.

—Eso ha sido increíble—dijo la chica jadeante.

—Me gusta complacer—respondí con una sonrisa.

—Pues lo haces de maravilla, jefe— elogió, pero mi mente divagó. 

Desde la pelea con Luka, seguí sus instrucciones y fui a disculparme con la chica, solo para descubrir que le había otorgado días libres debido a mi imprudente "error."

"¿¡Para qué demonios me dice que vaya a pedirla disculpas si luego no estará?!"

—¿Podemos repetir?—preguntó Marina, una de mis stripper.

—Quizás—respondí con una sonrisa, pero mi móvil vibró. Era un mensaje de Alan.

¿De verdad no vas a venir? Nik acabará con todas las bebidas de tu local.

El mensaje iba acompañado de una imagen, donde se veía a Gian y Nik con dos botellas en la boca. Suprimí una sonrisa y me apresuré a escribir.

Siempre y cuando lo pague, puede beber hasta reventar.

Recibí más fotos a través del grupo compartido que se iban turnando, pero mi expresión se volvió seria al notar algo particular en la última imagen que me enviaron mis amigos." ¿Estaba tan molesto que ya la veía por todas partes?"

Hice zoom en la imagen de Gian para observar mejor; estaba sentada junto a un chico en la barra. Le escribí a Nik en privado y le pedí una foto de la barra. Lo hizo sin cuestionar, pero noté que Gian parecía bastante afectado.

Solo la veía de perfil, pero la reconocí. En la foto, el chico acariciaba su mejilla. "¿Será el novio del que mencionó?" Antes de reflexionar, me levanté abruptamente, vistiéndome apresuradamente.

—¿Ya te vas? Pensé que íbamos a repetir—dijo Marina con gesto decepcionado.

—Lo siento, algo surgió, quizás más tarde—respondí, saliendo de la habitación tras vestirme.

Caminé hacia mi coche y luego al club donde estaban mis amigos.¿ "Qué demonios estoy haciendo?" Aunque dije que no quería beber con ellos, allí iba, por haber visto la foto de una simple stripper.

Al llegar, el club estaba abarrotado. Mis amigos eran los protagonistas, acompañados de varias chicas. Miré hacia la barra, pero ella ya no estaba. "¿Se habrá ido?"

Busqué por todo el club, decepcionado al no encontrarla. ¿"Qué estoy persiguiendo?" Pasé de largo antes de que mis amigos me vieran y me dirigí al despacho en la segunda planta.

Me dejé caer en el sillón y encendí el monitor con las cámaras de seguridad." ¿Quizás debería llamar a alguien para entretenerme?"

Pasé pantalla tras pantalla sin prestar mucha atención hasta que mi dedo se detuvo al ver una vez más a aquella chica. "¡Es ella!" Pero no estaba sola; estaba con un tipo de cabello rizado, dándose el lote a base de bien. "Incluso eso sería quedarse corto."

Ella estaba encima de él, moviéndose mientras seguían besándose. "¿Esto es en serio?" Por alguna razón, presenciar esto me generaba una profunda molestia y mal estar; apreté los puños.

Los minutos pasaron, y continuaron con sus acciones, el hombre le metió la mano bajo la falda. No podía ver claramente, pero por su expresión, imaginé hasta dónde llegaban sus manos. "¿Me armó un escándalo acusándome de pervertido, pero ahora permitía que ese imbécil la masturba en público?"

Mis manos apretaban con tanta fuerza que mis nudillos se volvieron blancos. Enfurecido más que nunca, apagué el proyector de golpe. Sé que si seguía viendo eso, acabaría yendo al reservado y sacándola de allí a la fuerza. "¿Por qué demonios me afecta tanto?"

¿Es por la obligación de disculparme con alguien que finge dignidad? Cuando claramente, se nota que de digna tiene poco. ¿O será por el hecho de que no estoy acostumbrado al rechazo?

Encendí nuevamente el monitor y lo que vi me enfureció tanto que me levanté de golpe, golpeando fuertemente la mesa.

—¿¡Qué diablos?!

"¿¡En serio le estaba haciendo una mamada?!" En medio de la agitación, temí perder la cordura; mi sangre fluía con intensidad, el corazón palpitaba a un ritmo frenético, y la posibilidad de que mi cabeza estallara cruzó mi mente. "¿Acaso no saben que hay cámaras?" Pensé con incredulidad. "Supongo que no lo saben , si están haciendo todo eso."

Sin embargo, una idea inmediata calmó mi irritación de manera significativa, y una sonrisa astuta se dibujó en mis labios. Entré en el ordenador y opté por archivar la grabación.