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Cuando creyó que todo volvería a la normalidad, cuando creyó que todo quedaría en el olvido, cuando creyó que podía seguir con su simple vida, fue mandado a llamar justamente una semana después de haber visto al rey por última vez.

Fue muy tonto de su parte pensar que el rey se había olvidado de él solo por el hecho de que pasaron siete días sin saber nada, pensó que a lo mejor su capricho había pasado y había decidido no molestarlo más.

─ No faltes a su Majestad el rey no le gustará que lo desobedezcas ─ mencionó el Guardia Real que había tocado su puerta para dar el mensaje de Yoongi.

Bufo molesto esto le parecía una injusticia, odiaba no tener más opciones que obedecer ─ gracias por todo ahí estaré esta noche ─ soltó de mala gana antes de cerrar la puerta, ni siquiera permitió que el Guardia le respondiera.

─ Que querían Jiminnie ─ preguntó su madre que había visto al robusto hombre de armadura hablar con su hijo, más no había escuchado la conversación.

Jimin fingió una sonrisa ─ nada madre, solo era un Guardia del Palacio me dijo que el rey quiere que vuelva a presentar mi baile ─ mintió.

─ Mi Jimminie yo sabía que volverías al Palacio mi instinto me lo decía, quién se podría resistir a tu baile ─ mencionó feliz al pensar que su hijo tenía mejores oportunidades para demostrar sus habilidades en el baile y ahora lo llevará hasta la realeza ─ siempre supe que llegaras lejos ─ soltó orgullosa.

Jimin no pudo evitar sentirse mal, su madre estaba tan equivocada, si supiera que solo era el juguete sexual del rey, sintió la tristeza alojarse en su pecho, eran pocas las veces que la veía tan emocionada y le dolía saber que la razón sea una mentira.

Se tragó las ganas de llorar y solo sonrió forzadamente fingiendo que nada pasaba.

─ ¿Entonces lo hicieron? ─ Yoongi se encontraba sentado en su trono mientras bebía de su vino.

─ si señor uno de mis hombres, llevó el mensaje al Doncel, él estará aquí está noche como usted lo ordenó ─ mencionó Jackson quien se encontraba a una buena distancia del rey.

─ Muchas gracias Jackson, puedes retirarte ─ mencionó el rey antes de de beber el último sorbo de su vino y otro sirviente se acercara para tomar el recipiente vacío.

Jackson hizo una reverencia y salió de la Sala real para seguir con sus obligaciones.

Pocos minutos después de que el general saliera de la sala Yoonah una de sus concubinas y la mayor de todas pidió permiso para entrar y poder estar en compañía de su rey.

Yoongi permitió que la castaña entrará, últimamente no les había prestado mucha atención a sus concubinas y no le gustaba la idea de dejarlas descuidadas y menos a Yoonah, Yoongi la conocía de hace años, ella se llevaba bien con su difunta esposa, y después de su muerte Yoonah no lo dejó solo ni un momento y lo apoyó cuando más la necesito, no era que tuviera preferencia con sus concubinas a todas las amaba igual, pero la diferencia es que Yoonah al ser la mayor era más experimentada y era la que más cerca estaba de ser su consorte, aparte que se comportaba como si lo fuera, siempre cuidaba del harem y lo aconsejaba de forma sabía.

─ Mi rey espero no molestarlo ─ mencionó la hermosa castaña quien vestía un hermoso Hanbok color rosa pálido.

─ para nada me alegra mucho tu compañía ─ sonrió.

─ Mi rey porque está tan distante ─ mencionó triste la joven y hermosa mujer ─ ya no nos busca ni acude a nosotras cuando algo le inquieta, ahora se le puede ver muy pensativo, hay momentos en los que se queda viendo a la nada, parece que su cuerpo estuviera aquí, pero su mente se encuentra en este lugar ─

Yoongi se maldijo en silencio por ser tan obvio, era verdad que su mente estaba en otro lugar, pues el hermoso Doncel se rehusaba abandonar sus pensamientos, manteniendo ocupada su cabeza y no prestando ni la más mínima atención de lo que ocurría a su alrededor.

─ esto es algo normal, no es algo grave por lo cual tengas que preocuparte ─ mencionó restándole importancia.

─ o será que... El muchacho de hermoso baile tiene algo que ver ─ a Yoonah no se le escapaba nada, ella conocía muy bien a Yoongi, sabía que a pesar de ser rey también era hombre y tenía sus necesidades, ellas como sus concubinas jamás se habían negado a satisfacer a su rey en todos los sentidos posibles, pero vamos, ya hace tres años que era viudo necesitaba algo más que simples noches de placer, necesitaba alguien que estuviera a su lado, a su compañera o compañero, alguien que reinará junto a él y lastimosamente ellas como sus concubinas no podían debido a que sus familias no estaban a la altura de la realeza.

─ Qué dices... Claro que no ─ mencionó con una sonrisa nerviosa en su rostro.

─ perdón si me he equivocado ─ hizo una reverencia ─ es solo que desde que ese joven apareció usted a actuado raro, incluso lo a mandado a llamar, jamás había hecho eso y mucho menos con un simple aldeano ─ agregó la castaña.

─ No tienes de qué preocuparte ─ fue lo único que dijo, odiaba ser tan expresivo o quizá odiaba que Yoonah lo conociera tan bien, pues podía engañar a las personas, podía negar todo lo que quisiera que el Doncel no le hacía sentir nada, pero en el fondo sabía que sus palabras contradecían a lo que empezaba a sentir por el menor.

Nuevamente Jimin era escoltado por los grandes pasillos del Palacio, esto ya se estaba volviendo una odiosa costumbre, solo quería estar en su humilde casa, junto a su madre mientras le ayudaba a preparar la cena, no adentro del Palacio, no cuando lo obligaban, no cuando no tenía más opciones.

Su expresión era fría y seria, algo muy raro en él, ya que todos lo conocían como el alegre y risueño park Jimin, bueno, quizá esas personas que lo conocían por esa faceta no se imaginaban el motivo o el porqué de su expresión.

La única que estaba enterada era su amiga Jihyo, ni siquiera su propia madre sabía el verdadero motivo de sus visitas al Palacio.

─ Espérame aquí ─ dijo uno de los guardias antes de entrar a la Sala del rey, fueron pocos minutos los que tuvo que esperar para que el mismo Guardia volviera a salir por donde entró ─ puedes entrar ─ dijo haciéndose a un lado para que Jimin ingresara a la Sala.

Lo primero que vio cuando entró fue a Yoongi que lo miraba con una ligera sonrisa, extrañamente todo su enojo desapareció al momento de que sus ojos se conectaron.

Nervios, eso fue lo que sintió, se sintió tan pequeño cuando estuvo a unos pasos del rey, sus manos empezaron a sudar y su corazón a latir desenfrenadamente.

─ Hola Jimin, cuanto tiempo sin verte ¿ me extrañaste ? ─ preguntó con una sonrisa sarcástica.

Jimin negó con la cabeza gacha, lo que menos quería era mirarlo a los ojos, su mirada gatuna lo hacía perder la razón.

─ siéntate ─ indicó el banquillo junto a la pequeña mesita que sostenía una tetera humeante, junto con dos tazas de té.

Jimin obedeció y se sentó como su rey le había pedido, jugaba con sus manitas que estaban ocultas por la camisa azul que traía puesta, Yoongi se sentó en el otro extremo de la mesa en el banquillo que sobraba, sonrió al ver al menor tan tímido, se miraba adorable con sus mejillas levemente sonrojadas.

─ Me alegro que hayas venido ─ tomó la tetera y sirvió el té a ambas tazas.

─ Toma bebelo ─ dijo apuntando a una de las tazas, Jimin lo miró dudoso y luego su mirada se dirigió a la pequeña taza como si dudara de beber o no.

─ Tranquilo, esta vez no tiene ningún tranquilizante ─ mencionó Yoongi en un tono divertido.

Con un poco de miedo y desconfianza tomó la taza de té y la dirigió a su boca no sin antes soplar antes de beber, pues estaba demasiado caliente.

Cuando el ambiente ya no se sintió tan tenso y Yoongi noto que Jimin se había relajado comentó ─ sabes estuve pensando en ya no molestarte y dejarte en paz ─ Jimin dejó de beber de su té para prestarle atención ─ pero simplemente no pude, no se que me hiciste pero no sales de mis pensamientos y siento la necesidad de verte todo el tiempo ─ soltó con sinceridad.

Jimin estaba sorprendido no solo por sus palabras, también porque nunca pensó que haya sido mandado a llamar solamente para beber el té en compañía del rey, esto cada vez se volvía más extraño.

─ Yo no entiendo a qué viene todo esto ─ mencionó confundido.

─ A que quiero verte más seguido, quiero conocerte, quiero saber de ti, Jimin tu... Tu me interesas─ soltó sin pena.

Jimin mordió su labio interior, todo carecía de lógica ¿acaso el rey lo quería cortejar? No, no podía ser eso, era imposible, que el rey estuviera interesado en un simple y pobre aldeano como él, esto tenía que ser una broma.

Holaaa por fin después de varios días pude actualizar, perdón por la tardanza pero aquí tienen su capitulo, disfrutenlo.

Se viene un buen cambio de Yoongi hacía Jimin, también un poco de drama jsjsjs.

Comenten y dejen su voto.

22/7/20.

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