Capítulo 17

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Capítulo dedicado a Champsito muchas gracias por todo 💜. Estaré dedicando capítulos a partir de ahora a todas las personitas que han ido dejando su apoyo a la historia hasta ahora. Espero que los capítulos me alcancen y no se me quede nadie. 😅

El celular de Jungkook vibraba y sonaba, desde la mesita de centro, en su sala. Jeon abrió los ojos, confundido, percatándose de que estaba en su sofá. Lo siguiente que notó, fue el calor corporal de Jimin, cuya espalda se apoyaba en su torso, mientras la mano de Jungkook le descansaba casualmente en la cintura, ambos usando sus pijamas. Silenció el molesto sonido y repasó los sucesos de la noche anterior.

Habían pasado aproximadamente dos semanas desde que se confesaron que se gustaban, y comenzaron una relación amorosa. Hasta ahora, todo se había reducido a momentos domésticos, cotidianidad, conocerse; masturbaciones mutuas y un par de mamadas que Jeon le había hecho, nada más allá de lo que habían compartido durante el celo. Dormir juntos había estado fuera del radar. Jimin no lo había mencionado, ni insinuado, y Jungkook no quería presionar. Esta sería, aunque accidental, su primera noche juntos. Quién iba a decir que haber reclinado el sofá para más comodidad y quedarse dormidos viendo una película, iba a llevar a esto.

El cuerpo de Jimin se acoplaba al suyo con tanta naturalidad. Si bien la diferencia de estaturas no era abismal, la masa muscular sí generaba cierto contraste. Muchos podrían pensar que el papel de cada uno estaría definido, siendo Jimin un alfa recesivo y Jungkook, uno tan dominante. Sin embargo, era demasiado pronto para hablar de roles, o establecerlos, cuando Jungkook ni siquiera los veía necesarios. Las cosas, a su tiempo, se darían de la mejor manera posible, tal y como todo entre ellos, hasta el momento.

Se levantó, intentando hacer el menor movimiento posible. Sabía que Jimin había estado haciendo ejercicios en las mañanas, en la pequeña habitación que tenía como gimnasio, para volver a ponerse en forma después de tantas lesiones. Quería dejarlo descansar lo más posible, se estaba esforzando mucho. También, Park había estado trabajando sin parar en papeleos y haciendo llamadas, desde que Jeon le facilitó las vías seguras de comunicación y recuperación de datos.

El detective acomodó la sábana para cubrirlo mejor, echándose a reír cuando un par de palomitas de maíz saltaron de entre los pliegues. Había sido una noche divertida. Pero, de nuevo, ¿qué no era divertido con Park Jimin? El chico era ocurrente e hilarante. Hacía un contraste tan fuerte con el serio hombre de negocios, que también era, que parecía imposible que fueran una misma persona.

-Qué tengas buen día. -Le apartó el cabello suavemente y le dejó un beso en la frente, antes de irse a la Estación.

-¡Jungkook, llegas tarde! -le gritó Yoongi, en cuanto lo vio entrar.

El omega se había incorporado a trabajar poco más de una semana atrás, como si nada hubiese sucedido. Jungkook sabía que no era así, pero no había insistido, el propio Min frenó sus intenciones. Parecía el Yoongi gruñón de siempre, pero algo era diferente, lo notaba en su semblante pensativo recurrente y su actitud, más a la defensiva que de costumbre, cuando le preguntaban por su salud, producto a su ausencia. En su momento, si se sentía preparado, se lo diría.

-Lo siento, Yoon. Sabes que sin el café de Soyeon, no tengo motivos que me animen a llegar temprano.

-Dijo el maníaco al trabajo, que hoy apesta a oporto y lavanda, más de lo normal. Busca una excusa mejor.

Jeon se había percatado de que todos notaron el cambio en su aroma, pero nadie había hecho más que un par de insinuaciones bromistas, que no llegaban a más porque él mismo les cortaba las alas. La convivencia con Jimin, así como el incremento del contacto entre ellos, había hecho mezclarse sus aromas. Ya que anoche durmieron juntos, era normal el incremento de la intensidad. Sin embargo, por las características del olor, de seguro nadie pensaría que se trataba de un alfa, la combinación de Jimin era bastante inusual y suave.

-Además -continuó Yoongi-, esa justificación barata del café, durará poco. Con Namjoon de alta del hospital, será cuestión de tiempo tenerlo de vuelta, con nuestro preciado café. Un riñón menos no lo dejará fuera por mucho.

-Tienes razón. Es Nam, al fin y al cabo.

Con esta nueva discapacidad, probablemente la vida de Namjoon tendría algunas limitaciones a partir de ahora. Sin embargo, no lo veía quedándose en casa eternamente, o cambiando de trabajo. Ese hombre tenía sangre de detective corriendo por sus venas.

-Ya me voy a mis rondas -volvió a hablar Min-, pero te dejé parte del papeleo adelantado. Agradece tener un amigo que se conduele de tu alma solitaria.

-Estoy agradecido, Gran Yoongi, no sé qué sería de mí sin usted -bromeó. Jackson aún no le ponía nuevo compañero, pero estaba bien con ello.

El papeleo era algo tedioso, a veces, pero nada que no pudiera manejar. Septiembre había comenzado y Seúl había regresado un poco a la monótona y tranquila normalidad. Si sumaban a ello que el FBI y la Milicia se habían hecho cargo del posible Beowulf, no les quedaba demasiado entre manos, por el momento.

-¿Necesitas que pase a ayudarte en algo, en la tarde? Hoy estoy desocupado. -Min se giró para hablarle, desde la puerta.

-No. Estoy bien, gracias. Esta tarde me estaré reuniendo con Kim Taehyung.

-¿Kim Taehyung? ¿Pasa algo con él? -Los hombros del omega se tensaron visiblemente, a pesar de que intentó mostrarse desinteresado.

-No sucede nada. Jimin quiere reunirse con él y haré de intermediario. Cosas de administración empresarial que quieren discutir en persona. Ni idea.

Para Jeon, no había pasado desapercibida la forma en que Yoongi reaccionaba cada vez que el nombre «Kim Taehyung» entraba en conversación, después de volver de su celo. Este parecía ser uno de los detalles desconocidos que le quedaba pendientes por averiguar. Desde antes, con la primera mala impresión mutua que tuvieron, su amigo no se mostraba muy afable hacia el joven alfa. Sin embargo, la renuencia parecía haberse intensificado, por algún motivo. ¿O acaso se estaba perdiendo de algo?

Se dispuso a dejar de lado sus pensamientos dispersos y comenzar a ordenar informes, cuando sintió un par de nuevos toques en la puerta.

-Señor -saludó a Jackson.

-Buenos días, Jeon -respondió-. Ven a mi oficina, tenemos que hablar.

-Enseguida.

Unos minutos después, cuando Jungkook tocó y anunció su entrada en la oficina del Teniente Coronel, este lo hizo pasar. Wang lo esperaba dentro con otro hombre, un alfa, desconocido a ojos del detective.

-Jeon, ¡qué bueno que llegas! Quería presentarte a tu nuevo compañero, mientras Namjoon se reincorpore. Empezará la semana que viene. Solo vino a ultimar detalles del papeleo, pero pensé que sería bueno que se conocieran.

En ese instante, el desconocido se volteó. Era un hombre alto, puede que un par de centímetros más que Jungkook, y casi igual de fornido. Tenía una presencia imponente, un aroma intenso y feromonas poderosas, que no se molestaba en ocultar o contener. Parecía el tipo de alfa acostumbrado a mostrar su poderío.

-Joo Jaekyung. Encantado. -Le extendió la mano.

-Jeon Jungkook. Un placer. -La estrechó de vuelta, percatándose del agarre fuerte y mantenido, más de lo necesario.

No hubo reverencias, ni mínimas inclinaciones de cabeza. Ese apretón de manos era lo más respetuoso que estarían dispuestos a brindarse. Ambos eran alfas, fuertes y dominantes, no iban a ceder territorio en un primer encuentro. Jungkook no solía ser de los que andaba meando para marcar terreno, pero algo en este tipo le daba mala espina, no quería ceder.

Jackson se aclaró la garganta, llamando la atención de ambos y dando por terminado el incómodo momento.

-Jeon, el agente Joo ha venido transferido del FBI. Era uno de los mejores en trabajo de campo. Tú y Namjoon tenían una eficiencia de trabajo inigualable, no imagino a nadie mejor que Jaekyung para seguirte el ritmo.

-Es raro que alguien deje el FBI por voluntad propia -fue la respuesta de Jungkook.

-Problemas personales -resumió, con claras intenciones de no dar más detalles. Miró a Jackson-. Iré a imprimir las copias faltantes, Señor, volveré en un rato.

Jackson asintió y, una vez que el hombre estuvo fuera y lo suficientemente lejos para no escuchar, miró a Jungkook para decir:

-¿Se puede saber qué carajos fue eso? Jeon, si hay un alfa que no me preocupa que controle sus feromonas e instintos, ese eres tú. ¿Tengo que empezar a preocuparme?

-No, señor. Es solo que... me da mala espina.

-Cuando me advertiste de la posibilidad de un traidor interno, moví mis mejores contactos para conseguir un buen reemplazo. Él viene con muy buena recomendación, de alguien de confianza.

-Lo siento. Tal vez estoy siendo paranoico.

El Teniente Coronel se dejó caer pesadamente en su silla y dejó salir un largo suspiro.

-Demos por cerrado este tema, al menos por el momento. Tienes hasta la próxima semana para adaptarte a la idea. Puedes retirarte.

Jeon pasó el resto del día trabajando en su escritorio y adelantando informes. Su actitud ante su nuevo compañero había sido inesperada, por completo, no tenía idea de que su alfa reaccionaría así. Era raro que sus instintos se equivocaran, pero si Jackson confiaba en el tipo, le daría el beneficio de la duda.

Con todo listo, pasadas las dos de la tarde, salió rumbo a su encuentro con Kim Taehyung. Habían quedado de encontrarse en un parque a un par de cuadras de la universidad, donde Jungkook lo recogería para llevarlo a su apartamento. Acordaron un punto de encuentro no muy cercano a la universidad, a nadie le gustaba ser visto subiendo al auto de un policía, frente a todos sus compañeros.

-Buenas tardes, Taehyung -saludó al joven, cuando entró al auto.

-Buenas tardes, detective -respondió con cierta dureza y la nariz arrugada.

Jeon no entendía la actitud defensiva. Él y Kim solo se habían encontrado una vez, pero no lo recordaba tan reacio, incluso le pareció haber visto cierto respeto y admiración del chico hacia él.

-Perdón por robarte tu tiempo. Graduándote en pocos meses, debes estar ocupado.

-Es una petición de Jimin, jamás me negaría. -Se encogió de hombros, dando por obvia su respuesta-. Además, es la primera vez que podré verlo desde todo este desastre, quisiera ponernos al día.

-Entiendo.

Después de ese breve intercambio de palabras, un silencio incómodo se instauró entre ambos. Jungkook no sabía qué decir para cambiar el ambiente, pero la postura tensa de Taehyung daba a entender que los intentos de charla no eran bienvenidos. No obstante, al cabo de unos minutos, Kim habló:

-¿Sabe cómo conocí a Jimin, detective? -Su voz seguía mostrando enojo reprimido-. Su padre me sobornó.

-¡¿Qué?! -Los ojos de Jungkook se desviaron de la carretera y perdió el control de la dirección por un instante.

-Sí. Pero no fue por algún motivo altruista de película, donde el padre busca cualquier método para dar amigos a su hijo solitario. Me dijo que me acercara a él, me ganara su confianza y luego le hiciera la vida una pesadilla, que lo pusiera en su lugar como el debilucho que era.

»No era un mal trato para el precio, pero nunca pude llegar hasta el final del plan. Conocer a Jimin cambió mi mundo. Desde el inicio, fue amable y transparente. Reconoció mi potencial y me vio como a un igual, no como al chico pobre y fuera de lugar en una prestigiosa universidad. -Tae sonrió, nostálgico-. Lo vi trabajar más duro que nadie, a pesar de su posición privilegiada. Tenía más talento que muchos y se esforzaba más que todos. Dejé de pensar en él como un inútil niño de papá. En algún momento, mi meta fue no quedarme atrás y poder pararme orgulloso a su lado.

-¿Alguna vez le dijiste? ¿Le contaste que te acercaste a él con malas intenciones, y por dinero? -indagó Jeon, totalmente absorto en la historia.

-Lo hice... ¿Sabe qué hizo? Me abrazó y me dijo que siempre lo supo, pero que nunca dejó de creer en mí. Porque sabía lo que yo valía. Me sentí indigno y, a la vez, demasiado afortunado. Ese día, prometí estar siempre de su lado, sin importar que el mundo estuviera en su contra. Ni toda mi vida será suficiente para agradecerle lo que ha hecho por mí.

Jungkook se quedó pensativo. Ciertamente, la rama de Administración de la Universidad de Seúl estaba plagada de hijos de empresarios y políticos, incompetentes y consentidos, pero respaldados por el poder de sus padres. De seguro, alguien como Kim, sin ningún respaldo, debe haberla tenido difícil. La historia, por la forma en que la contó, debía ser más profunda que eso, pero Jeon no ahondaría más. De por sí, el motivo por el cual Kim se lo había contado era un misterio.

-¿Sabe por qué le cuento esto, detective?

-Me lo estoy preguntando, desde que comenzaste.

-Jimin es una persona sumamente importante para mí, mi mejor amigo. Por más que hemos compartido juntos, durante años, su olor jamás se ha impregnado en mí, de la forma en que permanece en su piel ahora mismo. -El enojo era palpable tras la máscara de calma.

-Taehyung, no es lo que piensas...

-Jimin -interrumpió- es un gran amigo y un gran alfa, a pesar de su condición. Lo respeto mucho a usted, detective, pero si por algún motivo se está aprovechando de él, o lo está sometiendo de alguna manera, le juro que...

-Te equivocas, Taehyung. -Esta vez fue Jeon quien cortó los reclamos-. Sé tan bien como tú el valor de Jimin. Créeme, entre nosotros no ocurre nada de lo que estás pensando. Sería incapaz de hacerle eso a Jimin. -Lo miró con intensidad, la sinceridad dibujada en su rostro.

Jungkook se guardó los detalles de su relación con Jimin. No tenía en planes ocultarla, pues no se avergonzaba de ello, pero no era el momento adecuado, ni le correspondía a él decirle. Si Taehyung iba a saber sobre ellos, debía ser de boca de Jimin.

Cuando llegaron a casa, Jimin se reunió con ellos apenas atravesaron la puerta, abrazó a Taehyung con fuerza y efusividad. Se quedó mirando a Jungkook por un momento, en silencio, haciéndolo preguntarse si se habría dado cuenta de que durmieron juntos. Un tenue sonrojo apareció en las mejillas del joven Park, mirando entre su amigo y Jeon, dejando su atención fija en el detective, cual si buscara su consentimiento. Jungkook, comprendiendo de qué se trataba, asintió con una sutil sonrisa. Del mismo modo en que él le había contado a Namjoon y a Yoongi, entendía que Jimin también quisiera contarle a su mejor amigo. Se sentía feliz por ello, en realidad.

Lo próximo que sintió el detective, fueron los labios de su novio posarse temblorosos en los suyos, en un contacto ligero, pero lleno de nervios. Sus manos, acto seguido, se unieron, y se pararon lado a lado frente a su visitante.

-Tae, sé que lo conoces, pero quiero presentarte a Jungkook como mi pareja. Eres mi mejor amigo, quería que lo supieras.

La mirada de Taehyung era incrédula. Todo tenía sentido ahora. Jeon había tenido razón, lo que pasaba entre los dos no era nada de lo que había imaginado. Sin embargo, no recordaba haber visto a Jimin tan relajado y feliz alrededor de otro alfa, u omega, antes. Si eso estaba bien para él, respetaría su decisión. Si Jeon resultaba un imbécil, siempre podría cortarle las pelotas y ocultar el crimen.

-Seguro tienen mucho en que ponerse al día y bastante trabajo por hacer -dijo Jungkook-. Los dejo solos. Estaré en mi oficina si necesitan algo.

-Claro. Gracias. Ah, y, Jungkook -llamó Jimin-. Hoy es mi turno de cocinar, pero creo que demoraremos bastante en el trabajo pendiente. ¿Puedes encargarte, o pedimos domicilio?

-Hay oferta de comida tradicional coreana, hoy, en nuestro restaurante regular. Pidamos eso, si te parece. Cualquier cosa, lo dejo a tu elección. Por supuesto, Taehyung es bienvenido.

El resto de la tarde, Jimin y Taehyung se dedicaron a trabajar en documentos y a conversar sobre el tiempo de desaparición de Jimin, según lo que Jungkook pudo escuchar en un par de viajes a la cocina. Jeon no sabía qué tanto le contaría su novio a Kim, pero por la furia en su rostro y el torrente de feromonas de enojo, le dijo lo suficiente. En algún momento, lograron canalizar la ira en trabajo duro, pues se enfrascaron en un debate puramente laboral y solo se escuchaba el sonido de sus dedos al teclear en la laptop.

Durante la cena, todo transcurrió en medio de conversaciones amenas y casuales, donde Taehyung se atragantó y se quedó sorprendido, más de una vez, por la naturalidad de las interacciones entre Jungkook y Jimin, cargadas de muestras de afecto, igualdad y buena comunicación. No se trataba de una actuación, en busca de dejar una buena impresión, sino algo que fluía como una corriente calma alrededor de ambos.

Hubo más trabajo, por varias horas. Pasaban de las diez cuando Jungkook, acabando de entrar a la ducha, escuchó la puerta principal cerrarse y el sonido del taxi que Taehyung había pedido, marcharse. Supo, entonces, que el tiempo laboral había por fin terminado. Demoraron bastante, aunque Jeon supuso que habrían tenido mucho pendiente.

El sonido de unos pasos se escuchó en su habitación, fuera del baño, unos minutos después. Pensando que Jimin lo buscaba, llamó desde el interior:

-Me estoy duchando. ¿Necesitas algo? -No hubo respuesta. Por si acaso, añadió-: Ya casi voy saliendo.

Con una toalla envuelta alrededor de su cintura y otra secando su cabello, Jeon salió del baño, casi chocando con el cuerpo de Jimin, de pie a casi un metro de la entrada.

-¿Jimin? ¿Qué pasa?

La mirada de Jimin era determinada, en medio de su silencio. Avanzó hacia Jeon el par de pasos que los separaba, haciéndolo retroceder hasta chocar con la puerta cerrada tras él. Jungkook tragó saliva audiblemente y sintió el aire escapar de sus pulmones cuando Jimin se arrodilló frente a él y acarició su pene sobre la toalla, para luego quitársela y dejarlo totalmente desnudo, con su erección despertando visiblemente.

Jungkook no entendía qué estaba pasando, ni por qué. Hasta ahora, Jimin nunca le había hecho una mamada. No es que Jeon no lo deseara, pero no había querido forzar a Jimin a ninguna posición sumisa, sabía por lo que había pasado. Sin embargo, todo pensamiento lógico lo abandonó cuando el calor de la boca contraria se envolvió alrededor de su pene.

Jimin se deslizaba lenta y constantemente por la gruesa y larga longitud de Jungkook, ahuecando sus mejillas en cada succión, lamiendo y saboreando el glande, para volver a descender. Sus manos acariciaban sus bolas y masturbaban la parte que no era capaz de introducir hasta su garganta. Cuando las miradas de ambos se cruzaron y Jeon pudo ver el fuego de la excitación en los ojos de Jimin, si por su mente pasó en algún momento que se estaba obligando a darle placer, descartó la posibilidad. Su novio estaba disfrutándolo, también.

El detective vio cómo su novio sacaba su propio pene del interior de su ropa y, arrodillado en el suelo entre sus piernas, comenzó a masturbarse al mismo tiempo que lo engullía. En un movimiento ágil, Jeon agarró en un puño el cabello de Jimin, sin ejercer demasiada presión, y comenzó a marcar el ritmo, combinándolo con pequeñas embestidas de sus caderas, al mismo compás del movimiento de la mano de Jimin en su propio miembro.

En medio de jadeos y gemidos silenciosos, ambos llegaron al clímax, casi al mismo tiempo. Sin darle tiempo a que se alejara, Jungkook levantó a Jimin y juntó sus bocas en un beso intenso y demandante, saboreando su propia esencia en el proceso. Se quedaron abrazados por unos segundos, recargados todavía de la puerta, mientras se recuperaban del orgasmo.

Park jadeaba en sus brazos, todavía tembloroso, cuando lo miró y dijo:

-Quiero dormir contigo, otra vez -dijo, con toda la seguridad que pudo reunir.

Jeon se quedó en silencio y ajustó el agarre en su cintura, para anclarse a tierra. Una sonrisa se dibujó en sus labios, automáticamente: Jimin sí estaba consciente de que habían dormido juntos y quería volver a hacerlo. La sola idea de poder volver a abrazarlo y dormir acurrucados toda la noche, le provocaba un regocijo indescriptible en su pecho

-Me encanta esa idea. -Lo besó con devoción.

-S-solo dormir, yo...

Jungkook lo silenció con su dedo índice y le dedicó una mirada entrañable. Debía ser ilegal que se viera tan tierno cuando estaba nervioso, incluso siendo un alfa. Su corazón no podía soportar tanto.

-Solo dormir, cariño. Me encanta ese plan. -Lo besó, de nuevo, y se fundieron en un abrazo.

¡Holiwis! Pensé dejar la actualización para mañana, porque ya era tarde, pero tengo de guardia, así que probablemente estaré más ocupada. Hoy tuve día complicado y luego tuve que ir con mi mamá al hospital y pues el tiempo voló.

De salud estoy bastante mejor, aunque creo que el dengue me dejó algo inmunodeprimida y me agarró una gripe asesina. De ayer para acá es que he sido persona de nuevo. 🥲

Sobre el capítulo. ¿Qué les pareció la aparición de José Javier? Jajajaja idea loca XD. ¿Se esperaban esa historia detrás de la amistad de Tae y Jimin? Creo que tenía eso en mente desde que empecé el fic jjjj. Y el kookmin se va calentando 😈, esperen con ansias los próximos encuentros. 🔥🔥🔥

Chao chan 😘

Hasta el próximo viernes.

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