03.- El plan de Luffy

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

—Ey Luffy... —logró articular un aturdido Sabo, sin poder girarse. Sin siquiera mirar, lo había reconocido al instante.

El jovencito soltó su agarre y se acercó a la silla junto a (t/n).

—Hola chicos, ¿cómo están? —dijo con entusiasmo y antes de añadir cualquier cosa, ya se había sentado y sacaba de su mochila un gran sándwich de carne asada (el inconfundible olor invadió el espacio cercano), un jugo y fruta.

(t/n) devolvió las cosas al rubio y se volvió a sentar esperando que Sabo hiciera lo mismo; pero puso una sonrisa sentida y dijo:

—Lo siento chicos debo dejarlos, no quiero llegar tarde a clases. (t/n) nos vemos en un par de horas más para almorzar ¿sí? —dijo tomando su bolso y se incorporó por completo.

Shijshijshij otwa mez llwgwaste twrde (t/n)w —dijo Luffy con la boca llena, apenas dándose a entender.

—¡Luffy termina de comer! —le reclamó Sabo.

El chico tragó, obediente, dándose golpecitos en el pecho para que pasara.

—Debes ser más responsable (t/n)— expresó Luffy de pronto, con aires de seriedad.

—¡¡Tú también deberías!!— exclamaron Sabo y (t/n) con un poco de exasperación, al unísono.

Shishishishi—. Carcajeaba Luffy con su particular forma de reír. Probablemente estaba repitiendo lo que le decían todo el tiempo y no cumplía. ¡Vaya chico!

—¡Sabo! Vete ya, nos vemos luego —le dijo (t/n) dándole unas palmaditas en el hombro.

—Sí, tienes razón —respondió el rubio recuperando la tranquilidad—. ¡Nos vemos! y tú, Luffy, ¡vete a clases! —terminó de decir Sabo, trotando hacia la salida mezclándose entre la gente.

La chica lo siguió con la mirada mientras movía su mano a modo de despedida.

—¡Y (t/n) recuerda que tú invitas hoy por cubrirte en la mañana! —le gritó a la chica antes de desaparecer, guiñando un ojo y sacando la lengua.

Luffy siguió riendo ante la mirada atónita que (t/n) le dedicaba a Sabo. «Y yo pensé que lo había dejado pasar, tendrá que esperar sentado», pensó la chica un tanto decepcionada mientras se cruzaba de brazos. Pensó también, por un momento, pedirle prestado a Nami; pero en cuanto esa idea cruzo su mente, la descartó de inmediato luego de recordar los tremendos intereses que añadiría su amiga. Cuando se trataba de dinero, era mejor conservar la amistad.

De pronto, se dio cuenta de algo obvio: no eran ni las once de la mañana y estaba Luffy con uniforme de instituto comiendo su almuerzo en la cafetería de la universidad.

El instituto quedaba a dos cuadras del campus, siendo parte de la misma comunidad y era muy fácil para Luffy fugarse de vez en cuando. Estaba cursando ya el último año, así que erróneamente se lo estaba tomando con más relajo de lo que debería.

—Luffy, ¿qué haces aquí? —preguntó (t/n) con tono de falsa molestia. No podía enojarse en serio con Luffy, pero debía simular y reprenderlo por sus malas prácticas.

—Ah sí... vine a la práctica de Ace, esta semana es el partido de apertura de temporada — respondió relajado, haciendo caso omiso al tono reprobatorio de su amiga.

(t/n) se arrepintió de inmediato de preguntar y cambio el semblante totalmente.

—Ah...—musitó desviando la mirada, visiblemente incómoda.

Ante la sola mención del nombre del tercer hermano, inevitablemente frunció el entrecejo y levantó su mano para terminar su café, olvidando incluso que no quedaba nada.

—De hecho, vine a decirle a Sabo que fuéramos a la práctica, pero me ganó el hambre shishishi —añadió riendo el chico en tanto se llevaba el sándwich por última vez a la boca, no habían pasado ni cinco minutos y ya estaba terminando su vistosa merienda.

Estaba muy enfocado en lo que hacía y no era muy despierto cuando se trataba de sentimientos; pero entendía la incomodidad de la chica y sabía perfectamente que era por Ace.

—Aun no resuelven sus problemas ¿verdad? —preguntó el menor con toda la inocencia del mundo.

—Mmm, no. Tu «hermanito» no se portó muy bien conmigo. No sé si se pueda resolver... —respondió (t/n), encogiéndose de hombros.

—A mí me dijo que fue tu culpa —añadió el chico sin intención.

(t/n) solo soltó un bufido mirando hacia el techo y dejó caer su cabeza en la mesa. «Por supuesto ese idiota anda diciendo eso, ya quisiera tenerlo delante ¡para estrangularlo!», pensó (t/n) conteniendo las ganas de desahogarse con Luffy. No era que no le tuviera confianza, simplemente no quería abrumarlo con cosas que probablemente no entendería.

—Oh, ya quisiera que nos volviéramos a llevar bien, antes salíamos todos y era muy divertido, extraño que nos visites (t/n). Tenemos casa nueva, ¿te contó Sabo? Menos mal el abuelo les hizo caso a los chicos —dijo el pequeño con una mejilla llena de comida, ignorando totalmente el comportamiento de su amiga—. Ahora vivimos los tres solitos. Solo faltas tú (t/n), shishishi

—Eso lo dices porque siempre terminaba cocinando, Luffy —dijo (t/n) ignorando la sensación que le provocaba pensar en su hermano.

Luffy, por su parte, la miró con los ojos muy abiertos, (t/n) no pudo evitar reír por la reacción, le había pillado.

—Es que eres la única que entiende mi hambre —confesó con una amplia y brillante sonrisa.

(t/n) suspiró suavemente, no tenía sentido molestarse cada vez que escuchaba su nombre. Aunque no quisiera, si tenía relación con Sabo y Luffy, era inevitable tener algo que ver con Ace. Los tres conformaban un paquete completo.

                                                           
*

(t/n) estaba de camino a la próxima clase, era solo una hora y no tenía ganas de asistir; pero, ya que estaba allí, mejor era entrar a hacer nada por los pasillos. «Podría haberme quedado con Luffy hasta el almuerzo» pensó arrepentida.

Arrastrando los pies con el mínimo de ánimos, llegó al aula donde se impartiría la clase y se sentó al final del salón — su lugar favorito—, al lado de la ventana, desde allí se podían ver los jardines del campus y el edificio de ingeniería.

(t/n) se acomodó de inmediato, poniendo un cuaderno de apuntes y un lápiz sobre la mesa. Todo estaba dispuesto para comenzar las clases, quedaban unos cuantos minutos y la profesora aun no entraba al salón, por lo que decidió desviar su atención a lo que veía a través de la ventana.

Sin duda era un agradable día de otoño, inusualmente el sol brillaba en el cielo despejado, corría un viento agradable y la temperatura era templada, ideal para estar afuera sentado en la hierba. «Cuando salga de aquí lo haré», se dijo mentalmente la chica.

Con la cabeza apoyada en la mano, pasó de hacer planes a pensar seriamente en lo que había dicho Luffy. «Yo también extraño estar con ustedes» ...

Quizás era tiempo de dejar las cosas atrás, pero es que no podía evitar tensarse y enojarse con la sola mención del chico. Habían pasado todo un año ignorándose, rehuyéndose o discutiendo incluso cuando ya había pasado suficiente tiempo desde que habían terminado. Probablemente era buena idea dejar a un lado cualquier resentimiento y dar el primer paso para reconciliarse. Sin embargo, ¿cómo iba hacerlo? ¿Cómo dejar todo atrás? ¿Hacer como si nada hubiese pasado? Parecía que lo evitaba o se molestaba ante su presencia solo para protegerse. ¿De qué? «¿Qué es lo que podría pasar si lo dejo entrar a mi vida de nuevo?», pensó (t/n) con un poco de melancolía.

No era la primera vez que estos pensamientos venían a ella, muchas veces había querido dar el primer paso hacia la reconciliación, pero no era fácil. Recordar la tristeza que sintió por culpa de él, le hacía levantar un muro sin dar oportunidad de que incluso volvieran a ser amigos. Pero, algo debía cambiar, no podía seguir escondiéndose por siempre ¿o sí? «Me pregunto qué está haciendo Sabo, quizás debería hablar de estas cosas con él», pensó (t/n). Estiró la mano y tomó el celular del bolsillo para enviar unos mensajes, justo en ese instante la vibración le notificó uno entrante.

Nami
—Hola (t/n), ¿Luffy está contigo?

         —hola Nami! Mmm no, estuvo acá, pero lo dejé en la entrada y vi cómo se fue corriendo hacia el instituto.

«Esto me huele mal. Ese Luffy, ¿dónde se habrá metido?», se preguntó (t/n) algo preocupada.

Nami
—nop, ese bruto ¡No está aquí!
¡Te juro que lo voy a amarrar el asiento!...

«No lo dudo, Nami enojada da miedo».

Nami
—¡Si ves a esa cabeza hueca, dile que se aparezca! tenemos una presentación y él comienza.

             —Sí, Nami linda
si lo veo le digo.
Suerte con eso.

Nami
Nos vemos más tarde.

                                    —ok ☺️

(T/n) no sabía cómo era que Luffy había aprobado siquiera el año anterior, considerando que tenía tantas faltas. Probablemente se había hecho amigo de alguien, Luffy era ese tipo de persona. Tampoco se explicaba cómo le daban tanta responsabilidad a ese loco. Realmente se compadecía de Nami, siempre cuidándolo y salvándole el pellejo con los deberes en el instituto.

De pronto una nueva vibración le aviso de otro mensaje:

Luffy
—(t/n) ns vmos en el jardiin. Soepresa :D

Y eso era todo.

La chica parpadeó un par de veces, a pesar de las faltas ortográficas se entendía perfectamente la intención. ¿En que andaba este pequeño? Se lo imaginó escondido por ahí en algún arbusto, era algo típico de Luffy rehuir de las clases, ¿a qué se habrá referido con una sorpresa? ¿será comida?, lo dudo», se preguntó y respondió (t/n). Luffy nunca había sido tan misterioso, «al menos ahora sé dónde puede estar...»

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro