Capítulo 18. Jamie Sawyer

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Jamie Sawyer.

.
.
.

Phoebe está sentada frente a mi totalmente enfocada en su tarea, o al menos eso pensaba hasta que ella levanta la vista y sonríe. Sus ojos se desvían a mi derecha, luego bajan de nuevo al libro.

—¿Terminaste? —gruñe Ted a mi lado.

—Casi.

Intento leer de nuevo mi historieta, pero las ganas de mirar a Phoebe son más grandes.

Tal vez sea mi imaginación, pero desde hace un par de meses ella se ve diferente. ¿Será la ropa ajustada que lleva? ¿La forma de recoger su cabello? ¿El nuevo brillo rojo en sus labios?

Levanta sus ojos azules para mirarme y otra vez suspiro, imaginando que solo estamos ella y yo. Ojalá fuera así.

—Ted, ¿Por qué rayos tengo que estar aquí? —se queja Harry—. Soy perfectamente capaz de hacer la tarea en mi habitación, sin que me vigilen. Mis calificaciones lo prueban.

Teddy frunce las cejas sobre su hermano, luego me mira y arruga los ojos. Sé que no le gusta que yo esté aquí, sentado en la mesa del comedor. En mi defensa, acababa de comer cuando Phoebe se sentó enfrente y comenzó con su tarea.

Tomé mi historieta de la mochila e hice lo mismo, feliz de compartir espacio con mi novia. Al menos hasta que su hermano mayor arrastró al menor y ahora ambos nos vigilan.

—Solo cállate, Harry. Hacemos la tarea juntos, luego Jamie y yo nos vamos.

Eso llama la atención de Phoebe que levanta la cabeza y me mira por encima de su libro.

—¿A dónde van?

—A ningún lugar que te importe. —gruñe Ted al mismo tiempo que yo digo la pizzería.

Me dedica una mirada que me recuerda al señor Grey antes de mirar de nuevo a su hermana.

—No vas a ir, ni lo pienses. Tu y Harry se quedan aquí hasta que papá y mamá lleguen.

—¡Pero quiero pizza! —Harry se queja.

—La traeré, sólo quédense aquí.

Apenas noto que la mirada de Phoebe está clavada en su hermano con sus cejas arrugadas y sin parpadear. Yo golpeo el brazo de Ted para que deje de pelear con su hermanito.

—¿Qué? —me grita.

Señalo a Phoebe, gira la cabeza para mirarla y le regresa el gesto de molestia, mi cuello adolorido de mirar a un lado y a otro. Supongo que sabe que no le va a ganar, porque hace un puchero.

—Phoebe, vamos, solo quiero salir con mi mejor amigo a pasear. Ni siquiera estoy yendo a una cita, solo queremos pizza.

—Cierto. —agrego en apoyo.

Mi bonita novia recoge sus libros de la mesa, luego la rodea y se inclina para besarme la mejilla.

—Está bien, nos quedaremos aquí. Pero más te vale que te comportes.

—¿Yo? —me señalo—. Siempre lo hago.

Phoebe se ríe.

—Le decía a Teddy porque sé cómo es, pero tú también hazlo. No me gusta pensar en ti, solo, y con esas chicas tratando de llamar tu atención.

—¿Y cómo carajos se supone que soy? —gruñe Ted. Harry y Phoebe ponen los ojos en blanco.

Después los dos suben las escaleras hasta sus habitaciones.

Asumo que obtuve permiso, así que me levanto y guardo la historieta dentro de mi mochila.

—¿Nos vamos?

—Si.

Teddy y yo salimos caminando de la casa hasta la plaza comercial que se ubica medio kilómetro más abajo. Sería más fácil si alguno de nosotros tuviera un auto y me pregunto si Marcie me enseñaría a conducir.

Apenas nos sentamos en una de las mesas dentro de la pizzería cuando Ted empieza a sonreír como idiota y a mirar a alguien en el rincón. Un giro discreto me permite ver a tres chicas sonriendo.

—¿Las viste? Son lindas. —hace esa cosa con su cabello, enredando una hebra en su dedo—. No voltees, pero creo que las conozco. Siento que las he visto antes.

Vuelvo a mirar sobre mi hombro, pero los rostros de las chicas no me resultan familiares. Ni bonitas. Todas tienen esos gestos exagerados donde parece que les entró una basurita en el ojo.

—Deben vivir por aquí en algún lado. —le digo, pero él no me escucha porque comienza a levantarse—. ¿Crees que...? ¿A dónde vas?

Se queda congelado a un lado de la mesa por un par de segundos antes de regresar a su silla y dejarse caer.

—Mierda, por un momento lo olvidé Jamie. Estás fuera de esto porque te empeñas en estar con mi hermanita, así que me quedo con las tres. —les vuelve a sonreír y se escuchan risitas—. Yo, por otro lado, soy agente libre.

Estoy un poco confundido cuando él se levanta de nuevo y se acerca a la mesa de ellas, les dice algo en voz baja, luego todos giran para mirarme. Una de las chicas hace un puchero.

Bueno, rayos.

No quería venir y ser ignorado, de verdad pensé que vendríamos a comer pizza y hablar de las cosas que no podemos decir en su casa.

Tomo mi teléfono móvil del bolsillo y lo saco para enviarle un mensaje a Phoebe. Mando un simple hola, luego mi teléfono suena con una llamada.

—¿Jamie? —escucho su voz de inmediato—. ¿Está todo bien?

Ted ya está sentado en la mesa con las tres chicas, por lo que puedo tener esta llamada con Phoebe con tranquilidad.

—Si. todo bien. Solo estaba pensando que nunca me dijiste cuál es tu pizza favorita.

—Pepperoni. —dice rápidamente—. Pero me gusta que tenga pimientos, ¿Crees que es extraño?

—No.

Ella suspira.

—¿Y cuál es tu favorita?

—Hawaiana. Me gusta comer primero todas las piñas, luego el jamón y al final el queso.

Mi novia se ríe tan fuerte que me hace reír también, luego la voz de Harry se escucha de su lado.

—¿Es Ted? ¿Ya viene con la pizza? Me muero de hambre.

—No, es Jamie. —Phoebe le contesta—. Dudo que Teddy este por ahí.

—¿Por qué? —Harry es igual de entrometido que Marcie—. ¿Está con una chica?

La línea se queda en silencio por algunos segundos, luego la voz de mi chica se escucha fuerte y clara.

—James Sawyer, ven aquí ahora mismo. El idiota de mi hermano puede quedarse todo lo que quiera, pero tú debes regresar, ¿Lo harás?

Giro sobre la silla para mirar a Ted, que parece totalmente cómodo con las chicas y despreocupado de nuestro pedido que se enfría sobre la barra.

—Lo haré, nena. Voy para allá.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro