Capítulo 9. Jamie Sawyer

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Jamie Sawyer.

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Las cosas se pusieron raras un poco antes de mi cumpleaños. Papá y mamá me dejaron tener una fiesta con mis compañeros de escuela, pero no estuvieron mis amigos Teddy y Liam... O Phoebe.

Espero que no tenga nada qué ver con la pelea que tuvo papá con el señor Grey en el trabajo, mamá estuvo muy preocupada después de eso y los escuché mencionar algo sobre retiro.

Hoy solo estoy aburrido y tratando de dormir en lugar de hacer mis deberes.

—Hey, Jimmy Boy. —Marcie golpea la puerta de mi habitación—. ¿Quieres salir?

Me enderezo un poco para mirarla.

—¿Puedo salir? ¿Mamá dijo que sí?

Mi hermana mayor pone los ojos en blanco.

—Papá y mamá están en una de sus... —sus dedos forman comillas—. "Reuniones especiales". Lo que significa que van al Fairmont y regresan hasta mañana.

Oh, rayos. No me gusta pensar en mis padres teniendo sexo.

—¿Deberíamos preocuparnos por eso?

—Nah... —Marcie hace una seña hacia la puerta—. Date prisa o nos iremos sin ti.

¡Oh!

Me levanto lo más rápido que puedo para ir a lavarme la cara, cambiarme la camiseta y poner gel en mi cabello. Luego bajo las escaleras a toda prisa hasta el auto que comparten mis hermanas.

Maddie es la encargada de conducir hasta una plaza comercial con muchos lugares de comida y un cine, que es a donde nos dirigimos cuando bajamos.

—Elige la película, hermano. —dice cuando pone un billete en mi mano—. Marcie y yo iremos por la comida.

—¡Si!

Película y botanas, la tarde comienza a mejorar. Elijo la única película de acción porque no quiero ver cursilerías con mis hermanas y las espero hasta que piden sus nachos.

La sala está ligeramente oscura cuando entramos, pero puedo ver muchos puestos libres cerca de la mitad.

—Siéntate, Jimmy B. Estaremos acá arriba. —Marcie señala las filas altas y me entrega un bote de palomitas.

—¿Seguras?

Antes de que pueda preguntar más, ellas miran algo detrás de mí y sonríen, lo que solo hace que mi curiosidad aumente. Ahí, en una de las filas centrales está Ted con una chica y levanta la mano a modo de saludo.

—¡Hey! ¡Ted! ¿Pero cómo...?

¡Mis hermanas son unas malditas genios!

Ellas suben más alto en la escalera y yo me dirijo inmediatamente junto a mi amigo. Chocamos puños apenas estoy sentado.

—Feliz cumpleaños, hermano.

—Gracias.

—Ella es Tracy.

Le dedico un pequeño saludo a su cita y evito mencionar a Patricia, lo cual explica las miradas incómodas que me dio en las últimas semanas.

Las luces se apagan por completo e inicia la película con explosiones y acrobacias. Golpeo el brazo de Ted para que mire, pero él ya está metiendo la lengua en la boca de la pobre chica a su lado.

—¡Buuuu!

—¡Sáquenlos!

Las voces apenas se escuchan mezcladas con el sonido de la película, pero la lluvia de palomitas de maíz golpeando mi cabeza y la de Ted son difíciles de ignorar.

—¡Asco!

—¡Que se vayan!

Ted gira la cabeza con el ceño fruncido y comienza a gritar.

—¿Quieres parar de una jodida vez?

—¡No! —chilla Phoebe desde una fila superior.

—¡Aburrido! —le sigue Liam, lanzando más palomitas.

¿Phoebe? ¿Liam?

Phoebs toma un puñado de palomitas y lo lanza de nuevo, esta vez dirigido solo a mí.

—¡Hey! —grito, sintiendo el maíz deslizarse por los bordes de mi camiseta—. ¿Por qué fue eso?

Ella encoge los hombros y sonríe con inocencia, haciendo que recuerde lo que había dicho sobre nosotros siendo novios.

Ted interrumpe mis ideas cuando golpea mi hombro.

—Hombre, juro que se volvió insoportable después del castigo de papá.

—¿Castigo?

—Si. —mi mejor amigo entrecierra sus ojos—. Prácticamente le gritó a papá que era injusto que yo pudiera salir y ella no, solo porque es una chica. Le dije a papá que considerara ponerla en un internado.

Es mi turno de arquear las cejas en sorpresa.

—¿Internado? ¿No es eso un poco exagerado?

Teddy hace un gesto rápido con la mano.

—Es mi hermanita, Bro. Tengo qué mantenerla segura.

Mi mirada se dirige inmediatamente al par de pelirrojas en la fila superior comiendo palomitas y refrescos totalmente concentradas, luego noto al chico rubio un par de filas más abajo con la mirada puesta en ellas.

—Si, tienes razón. Haría cualquier cosa por mis hermanas.

Miramos la película un poco más, siguiendo la historia donde tipo X tiene qué salvar al mundo de un apocalipsis zombi inminente, como todas las películas de la actualidad. Me levanto del asiento con cuidado.

—Necesito una bebida, ¿Quieren algo?

Ted niega y vuelve a susurrarle cosas a la chica, así que salgo de la sala y me formo en la fila de la dulcería. Estoy contando el cambio de las entradas para mí refresco cuando alguien toca mi hombro.

—¿Jamie? —Phoebe mira a todos lados, luego a mí—. Quería desearte feliz cumpleaños.

—Gracias. —no sé si debería chocar puños con ella, abrazarla o solamente estrechar su mano—. ¿Una soda?

—Claro.

Quiero preguntarle por lo que dijo Ted del castigo o del internado, pero lo único que sale de ambos es una disculpa.

—Lo siento. —decimos, luego reímos y continuo con mi disculpa—. Siento que tengas problemas con tu papá.

—Y yo siento mucho que mi papá peleara con el tuyo cuando son mejore amigos.

—Si... —me rasco el cuello de nervios—. Espero que arreglen sus problemas pronto, no me gusta ver a papá enojado.

—Ni a mí. —dice, su mirada bajando al suelo—. Tal vez debería hacer lo que dicen y alejarme de ti.

—¿Es eso lo que quieres? —pregunto cómo último intento, pero es una lástima, me gustaba la idea de tener una novia linda.

Antes de que Phoebe tenga la oportunidad de responder, la melena pelirroja de mi hermana se agita mientras atraviesa la dulcería.

—¡Jamie! ¿Qué pasa?

Se detiene de pronto y nos mira, haciendo que el chico detrás de ella también.

—¡Oye, espera!

Los tres miramos a Liam, luego a Ted que viene pisoteando todo el camino hasta nosotros.

—¡Phoebe! ¿Qué te dije sobre hacer exactamente lo que yo te diga? —apoya sus manos sobre su cintura.

—¡Hey! —lo que faltaba, mi otra hermana se acerca, completando la reunión en la dulcería—. ¿A dónde carajos fueron todos? ¿Qué está pasando?

Nos miramos unos a otros, sin querer admitir nada, luego una idea muy tonta me hace reír. Si Ted y todos los demás están aquí, ¿La cita de Ted pensará que nos deshicimos de ella?

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