❝Gardenias❞

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–¿Por qué tengo que ir?–Preguntó por quinta vez Rose mientras apagaba su televisión.

–¡Porque mi mamá te invitó!–Contestó Sirius rodando sus ojos.

–Ya hice suficiente en la cena ¡¿Y ahora la comida de cumpleaños de Effie?!–Siguió la pelirroja–No señor, no le voy a mentir en la cara de nuevo, me va a matar si lo sabe–

–Firmaste un contrato Mandona–Recordó el Black.

Rosalie soltó un suspiró cansado, vio a Lily sentada en su cama, su melliza asintió con su cabeza dándole a entender que lo que decía el ojigris es cierto, así que la mayor de las mellizas Evans buscó apoyo en su fiel cuñado.

–James...–

El Potter levantó su mirada, que hasta ahora había ocultado en un libro de cuentos infantiles para evitar participar en la conversación.

–Rosie no...–Pidió en un susurro.

La Evans hizo un puchero adorable a su cuñado que de inmediato sonrió enternecido como si estuviera viendo a una niña pequeña en lugar de a su cuñada de casi 18 años.

–No caigas James–Regañó Lily a su novio.

–Pero mírala–El ojiavellana la señaló y sonrió de nuevo–Es como un gatito–

–Cornamenta eres un débil de mente–Se burló Sirius de su mejor amigo.

–¡Solo mira esos ojitos!–

El Black suspiró y vio a su "compañera del crimen", como la había nombrado hace poco, ella aún tenía ese puchero adorable y por primera vez en su vida quedó sin palabras para discutir con ella.

–¡Bien!–Aceptó el ojigris levantando sus brazos en señal de derrota–¡No vayas a la comida de mi mamá!–

–Gracias–Rose se lanzó al puff de color púrpura que tenía en el suelo al lado de la televisión para luego sonreír–Esto de tener cara de bebé aún funciona–

–Siempre consigues todo con esa mueca–Se quejó alguien.

Los cuatro Gryffindor se voltearon para ver a la rubia en la puerta, Petunia entró sin pedir permiso en la habitación de su hermana menor y la vio de mala gana.

–Siempre funcionó ¿No?–Siguió la mayor de la hermanas–Con papá, con tu ex-amigo el raro, ahora incluso con estos–

–Estos tienen nombre–Defendió Rose a los dos azabaches.

–Pobre e inocente Rosie, que Dios nos ampare si no consigue lo que quiere la maldita serpiente–Insultó la rubia.

–¡Oye!–James se levantó y se acercó rápidamente a su mejor amiga–Rose no es una serpiente y no deberías tratar así a tú hermanita–

Lily también se levantó, pero su melliza no le dio tiempo a defenderla antes de colocarse frente a la ojiverde como símbolo de protección, siempre fue así, Rose al ser mayor se sentía responsable de Lily.

–Esa cosa no es hermana mía–Se burló Petunia.

–No me gusta faltar el respeto a las damas, pero ¿Por qué mejor no te vas a pastar cara de caballo?–Le dijo Sirius sin pensarlo.

Las mellizas lo vieron con la boca entreabierta, pues sabían bien lo mucho que le afecta a Petunia el ser comparada con ese animal en específico.

Y aún así Rose sonrió orgullosa a su "enemigo" por el insulto a su hermana mientras que Lily le dio un buen zape a su novio por reírse de lo que dijo el Black.

–¡Le voy a decir a papá!–Aseguró la rubia Evans secando sus lágrimas.

–Dile y yo le diré que te escapaste hace una semana con alguien que ciertamente no era la morsa–Amenazó Rosalie.

Petunia palideció y salió corriendo segundos después para encerrarse en su habitación de un portazo, todos se quedaron en silencio viendo el lugar que hace unos segundos ella ocupaba.

–Bueno...–Comenzó el chico de gafas con un tono burlón–Si tiene cara de caballo–

Rose y Sirius estallaron en carcajadas dándole la razón mientras que Lily luchaba contra la sonrisa que se formaba en sus labios, no quería ser mala con su hermana.

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Esa noche, mientras despedían a los dos azabaches de la casa, Lily y James se habían alejado a las escaleras del pórtico para leer la carta que Remus había enviado luego de enterarse de su nuevo plan ultra secreto que sólo conocían ellos.

La mayor de las mellizas Evans y el mayor de los Black se alejaron a la esquina del pórtico para fingir con la familia que los miraba por la ventana que se llevan tan bien como los otros dos, no les estaba saliendo muy bien puesto que discutían.

–¿Qué le voy a decir a mi mamá?–Insistió el ojigris.

–Tú ya aceptaste que yo no vaya–Recordó la pelirroja.

–No fue una pelea justa, Rosalie Evans, usaste esos ojitos bonitos ¡Es trampa!–Acusó el mayor.

–¿Mis ojos son bonitos entonces Fido?–Molestó la ojiazul.

Él no respondió, simplemente rodó sus ojos para luego dedicarse a ver cualquier cosa menos a la chica que tenía al lado para evitar que se diera cuenta del pequeño sonrojo que surgió al darse cuenta de lo que dijo.

–Bien...–Aceptó de repente la Evans–Pero solo será por una hora y luego me voy, no voy a mentirles a Monty y Effie más de lo necesario–

–¿Vas a venir?–Cuestionó el Black con una sonrisa.

–¿Tengo opciones?–

–Gracias a Godric porque no sabía que inventarle a mamá–Celebró el azabache.

Antes de que ella pudiera responder se vio a si misma en la situación más extraña de su vida al ser abrazada por voluntad propia de Sirius Black.

James abrió su boca de par en par y codeó suavemente a su novia para que viera lo mismo que él veía en ese momento, Lily casi se va de espaldas.

–Merlín hace milagros–Murmuró la pelirroja menor.

Henry Evans estaba con un tic en el ojo a través de la ventaja al ver como su niña, y aunque nunca lo admita también es su favorita, le correspondía el abrazo al ojogris con una media sonrisa.

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Rosalie contaba los golpes que se daba contra la pared de su habitación mientras esperaba a que Sirius llegue por ella, no sabía porqué había aceptado ir al final, bien podría estar dormida en lugar de ir a ese almuerzo.

Sabía que Lily se fue esa mañana a casa de Marlene, la habían invitado pero ella ya le había prometido a su estúpido "novio" que podría pasar por ella, aunque estaba más que segura de que le haría alguna broma porque no entendía porqué más querría ir por ella.

–Ciento noventa y dos...–Decía golpeándose contra la pared mientras esperaba en el puff.

–¡Rosalie te buscan!–Anunció Elizabeth Evans a su hija.

–¡Ya voy!–

La pelirroja se levantó y tomó su bolsa con hechizo de peso pluma donde había guardado el pastel de calabaza que preparó para el almuerzo de los Potter, de haber sido otra persona no cocinaría, pero Effie Potter podría ser bien su persona favorita luego de su padre.

–Qué guapa, mi niña–Alagó Henry besando su frente cuando apareció en la sala–Mi perfecta Rosie, la niña de mis ojos y mi corazón–Murmuró.

–Y luego dices que no hay favoritas–Se burló la ojiazul.

–Nunca lo he dicho en voz alta–Se defendió el señor Evans.

–No creo que haga falta que lo diga, señor, todos lo sabemos–Bromeó alguien.

Los dos pelirrojos se voltearon para ver a Sirius en el sofá con un enorme ramo de rosas y una sonrisa muy forzada que se mantenía en su rostro dándole un aspecto aterrador frente a cualquiera.

–Son para tú mamá–Explicó el Black al notar la mirada burlona de Rose en sus flores.

–Definitivamente porque si me las das a mi te mato–Amenazó la mayor de las mellizas.

–Tan adorable como siempre, Rosalie–Molestó Vernon Dursley entrando.

Al parecer ese día Petunia había invitado a su novio para comer con sus padres, ella dijo que para dar compañía en lo que las mellizas no estaba y Rose dijo que era para comer por ambas mellizas.

–Tan bigotón como siempre, morsa–Refunfuñó la pelirroja.

–A mi novio no le hablas así–Regañó Petunia entrando.

–Se hace tarde–Recordó Sirius levantándose al notar la tensión entre las dos hermanas Evans.

–Sirius tiene razón, Rosalie–Apoyó Henry para evitar una nueva pelea–Diviértete con los Potter, saluda a Euphemia y Fleamont de nuestra parte, no vuelvan tarde–

El Black le entregó el ramo de rosas a la señora Evans para luego tomar la mano de su "novia" y salir de ahí rápidamente al notar las intenciones que ella tenía de no quedarse callada ante su hermana mayor.

–¿Por qué me sacaste? Le iba a decir a esa dientes de castor que...–Se quejó la pelirroja siendo arrastrada por su jardín.

Ella dejó de hablar al ver la moto estacionada en la entrada, eso no fue lo que la impresionó porque la había visto muchas veces, sino el enorme ramo de gardenias que estaba sobre la moto.

–Gardenias–Murmuró la ojiazul–Mis favoritas...–

–Lo sé, esas sí son para ti–Contestó el ojigris con una sonrisa torcida.

–Te dije que no me dieras flores–

–En primer lugar me dijiste rosas, en segundo lugar mi mamá insistió en que las trajera–Se defendió con un tono más serio.

La Evans decidió ignorarlo, se acercó a la moto y tomó sus flores para luego olfatearlas, ocultando a la vez la sonrisa que había surgido al preguntarse cómo es que el Black sabía sus gustos.

–Vamos ya o llegaremos tarde y yo odio llegar tarde–Apuró la pelirroja tomando uno de los cascos.

–Se dice gracias, mandona–Refunfuñó el mayor antes de subir a su moto.

La ojiazul no le respondió, se puso el casco luego de guardar sus flores en su bolsa con hechizo de expansión y peso pluma, subió en la parte de atrás de moto para luego bajar su mirada al torso del Black con algo de duda.

–No, definitivamente no voy a abrazarte, las pulgas se pegan–

–O te abrazas o te caes, decide niña–Molestó Sirius con una sonrisa.

–Qué poco me gusta, que poco me gusta–

Nota:

Hoy no iba a actualizar, pero me pareció bonito subir este capítulo en este día.❤️✨️

Feliz día del orgullo Slytherin a todos mis compañeros.💚✨️

¿Qué les pareció este nuevo capítulo?❤️🥺

¿Qué piensan de Sirius y Rosalie hasta ahora?✨️

¿Y qué les parece la pareja que hacen James y Lily?❤️🛐

James y Rose los cuñados inseparables. ❤️🛐✨️

Como dato curioso: Antes de que James y Lily fueran pareja, James ya era el mejor amigo de Rose así que ella pasaba mucho tiempo del  verano en la mansión Potter.🥺

¿Teorías?

El verdadero "Del odio al amor hay un paso".✨️🛐

Bye.✨️