part 3.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

•Trece años•

Me quedé observando a Harry fijamente mientras él cerraba los ojos haciendo fuerza y abrazando a su jirafa de igual forma.

—Vamos, Harry, duérmete de una puta vez —dije exasperado.

 —No puedo con la luz encendida y si me miras de esa forma, me siento…observado —respondió haciendo una mueca.

—Es porque estoy observándote, mocoso —me senté en su cama con sabanas moradas y lo tapé hasta el cuello, dejando un beso en su frente—. Harry, ya eres grande para tener miedo a la oscuridad.

—No le tengo miedo a la oscuridad —respondió mi pequeño haciendo un puchero adorable que me incitaba a perder el control de maneras que hacía tiempo venia pensando con Harry—. Tengo miedo a estar solo, Pat…

—Pero estoy aquí, Hazza…no debes temer —dije mientras acariciaba sus preciosos rulos castaños.

—Mamá se va a molestar si duermes conmigo de nuevo, ya nos dijo que estamos muy grandes para caber en la cama los dos y que no debemos estar juntos tanto tiempo —Harry cerró sus ojos y sus pestañas largas se batieron por un momento, dejándome deslumbrado.

—Tu mamá puede irse a la mierda, eres mi niño y quiero estar contigo todo el tiempo.

— ¡Patch! —Él abrió los ojos y me miró frunciendo el ceño—. No puedes decir que mamá se vaya a la mierda, si ella te oye se molestará mucho y no me dejará estar contigo…ni siquiera deberías estar aquí hoy, si Gordon se entera que escapaste de su casa de nuevo se te vendrá una regañina grande.

—Que se jodan…ellos fueron los malditos que me separaron de ti.

 La furia me recorrió de nuevo el cuerpo al volver a revivir en mi mente el momento en el que papá y Ann habían decidido separarnos a mí y a Harry, alegando que pasábamos demasiado tiempo juntos y que eso no nos haría bien. Papá me obligó a vivir con él, y no es que era desagradable, pero no estaba Harry y eso definitivamente me tocaba los huevos.

Ann había cambiado a Harry a un colegio privado donde usaban uniformes y esa mierda, mientras que yo seguía en la misma escuela pública que había compartido con mi hermanastro durante once años. Odiaba tener lejos a Harry…odiaba no poder agarrar su mano el primer día de clases o no poder dormirme abrazado a su cuerpo. Me sentía confundido por la nueva forma en la que lo necesitaba y deseaba estar a su lado. Esa forma que tenia ahora de mirarlo, tan dulce, tan atractivo…y cuando usaba su ropa ajustada a escondidas de mamá, causaba en mi la misma reacción que una revista porno. Harry me atrapaba y me hacía sentir enfermo...estaba…sintiéndome atraído por mi hermanastro, y aunque era enfermizo, simplemente mientras él no se enterase y me odiara, todo estaba perfecto. Se volvía obsesiva la forma en la que lo cuidaba, como lo celaba cuando me contaba sobre sus novias y como lo protegía cuando me enteraba de que alguien quería hacerle daño. Ann me había prohibido ir a ver a Harry a la salida de la escuela, porque siempre terminaba moliendo a golpes a alguno de sus compañeros. Ella también me prohibía verlo durante mucho tiempo en el día y eso me jodia demasiado. No podía estar sin Harry y me rehusaba a dejar que me limitaran con mi niño.

—Patch, te extraño aquí… —susurró mi hermanito menor dejando escapar una lagrimilla.

—Y yo a ti, Hazz…demasiado, todo el tiempo —suspiré secando las lágrimas que caían de su rostro. Odiaba ver a Harry llorar.

—Mamá dice que podemos pasar más tiempo junto si dejas de golpear a los que se me acercan.

 —Ellos te quieren hacer daño, por eso los golpeo. —Pero algunos quieren ser mis amigos, así como Niall, él es mi amigo.

—Pero Niall no es un problema, él es como tú… —Harry me miró alzando una ceja y se sentó en la cama.

— ¿Cómo yo? —comenzaba a cabrearse—. ¿Un afeminado con pinta de nena? ¿Así soy yo?

—Harry…no he dicho eso —lo acosté de nuevo en la cama observando su pijama de gatito—. Hablaba de que es delicado y dulce y tierno y no quiere hacerte lo que todos los otros quieren.

—No todo el mundo es gay, Patch —ambos reímos y yo besé su frente.

—Contigo cualquiera se volvería para la otra calle —Harry sonrió y se acercó a mi rostro dejando un beso en mis labios, corto y casto, pero para mí significaba cosas distintas a las que significaban para él.

—Buenas noches, bobo —susurró mi pequeño mientras cerraba los ojos y caía instantáneamente en un sueño profundo.

—Buenas noches…cariño. Dejé a mi hermano durmiendo y salté por la ventana de su cuarto. Corrí a toda velocidad hasta llegar a casa y Gordon me esperaba en la puerta.

 — ¿Cómo está? —susurró dándome un beso en la frente.

—Bien, solo le asusta dormir solo…me necesita —dije inflando el pecho.

—Ann no te vio, ¿cierto? —preguntó Gordon mientras entrabamos en la casa.

—No, descuida, papá…ella no me vio.

—Que errada está tu madre en intentar separarlos… ¿en qué rayos piensa?

Mi padre sabía lo que yo sentía por Harry del lado fraternal, porque si hubiese sabido del otro lado seguramente me metía a un manicomio y Ann pagaría. Al menos estaba agradecido de que papá me permitiera salir a la noche a ver a Harry a escondidas, aunque su madre no se enterara y él me cubriera, sabía que no estaba bien. Yo necesitaba a Harry a mi lado y no lejos de mí.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro