•Dieciséis años•

— ¡Harry! Niall está aquí buscándote —pude oír a Ann subiendo las escaleras.

Harry y yo nos miramos aterrados, me escondí debajo de su cama antes de que ella cruzara la puerta.

— ¡Mamá! ¡Que golpees antes de entrar! —Harry se puso frente el espejo y comenzó a pasar por su cabello ondulado un cepillo, acomodándose con gel. Se veía hermoso con el cabello así y sus labios humedecidos levemente por un brillo de cereza. Sus pestañas largas y naturales rozaban lo insano y hacían perder la razón.

—Harry… ¿saldrás así? —preguntó ella con rostro de disgusto notando el pantalón de jean ajustado en color negro que traía mi hermanastro.

—Sí, mamá…me veo bien y con Niall iremos a una fiesta súper cool —me reí sin hacer ruido, a veces Harry sonaba tan diva que me daba gracia.

—Harry…pareces…

— ¿Una niña? —Harry dejó de arreglarse y miró a su mamá con falso enojo, pero pude detectar la tristeza en sus ojos verdes—. Soy hombre y me gustan las mujeres ¿está bien? Niall es mi mejor amigo, es gay y así lo quiero, sal de mi cuarto, quiero terminar de arreglarme.

Harry volvió a lo suyo mientras su mamá miraba el suelo con desgano y salía del cuarto. A penas ella se fue, Harry soltó las cosas y se echó a llorar.

A veces me daban ganas de matar a Ann, hacia llorar a Hazz más veces por semana que yo en dieciséis años. Salí de debajo de la cama rápido y él corrió a mí, abrazándome con ahínco.

 — ¿Por qué cree que soy gay? Las niñas me gustan y he tenido varias novias —sollozó contra mi hombro.

—Solo está loca, Harry…por eso deber escaparte conmigo —intenté convencerlo de nuevo con lo mismo que le venía pidiendo hacia semanas, pero solo recibí un golpe en mi estómago—. Está bien, está bien, era una broma…te ves precioso ¿si? Niall y tú son especiales…pero tú eres más hermoso —Harry me miró sonriendo y se acercó a mis labios dándome un beso casto, de hermanos…o al menos eso era lo que él sentía. No quise separarme de Harry, así que lo tomé de la cintura con fiereza y seguí dándole el beso, sin abrir la boca, sin moverme, solo apoyando mis labios sobre los suyos.

—Mmm…Pat —intentó hablar Hazz mientras me agarraba de los hombros—. Vamos a la fiesta.

—Si…-. Susurré separándome por fin de su boca—. Bien, vamos, pero arréglate la ropa y el cabello un poco, estas un desastre.

—Así y todo soy bonito —ambos reímos y yo acaricié su rostro con dulzura. Harry era precioso.

Finalmente me quedé sentado en su cama viendo como acomodaba su cabello al costado y se puso esa ropa ajustada que me volvía jodidamente loco. Harry me abrazó cuando terminó de arreglarse y salió por la puerta mientras yo escapaba de allí por la ventana. Siempre era lo mismo, debía entrar a la casa de su madre como un fugitivo, ver a mi hermano a escondidas, pero eso no importaba en cuanto Harry me sonreía, me abrazara, tomara mi mano y me pidiera que jamás lo dejara solo.

 Niall salía de mi casa agarrado de la mano con Harry y diciéndose secretos. Ese niño no me daba celos por una sola razón: sabía lo que yo sentía por Hazz. Y no era que yo le había contado, simplemente se dio cuenta.

— ¿Vamos, pequeños? —sonreí a los dos mientras Niall besaba mi mejilla saludándome.

—Solo yo soy tu pequeño —Harry se cruzó de brazos haciéndome los mismos berrinches que me hacía a los diez años.

—Bien, bien —me reí junto con Niall—. Vamos, mi pequeño y Niall ¿así mejor? —Harry asintió emocionado y se colgó de mi brazo mientras Niall se colgaba del otro.

—Patch, ¿hasta qué hora nos quedaremos? —preguntó el rubio que casi nunca hablaba conmigo.

—Pues…hasta que se aburran, supongo —respondí con simplicidad.

— ¿Sabes? Ann le dio permiso a Harry de venir a dormir a mi casa…

— ¿A si? —sonreí a Niall mientras caminábamos lento.

 —Sip…y tu puedes venir también, mamá me dijo que podía invitarlos a los dos a dormir.

— ¿Enserio? —Harry parecía demasiado emocionado, aun más que yo.

— ¡Ya dije que sí! —los tres nos reímos y seguimos charlando hasta llegar a la fiesta. Había música fuerte, luces de neón de todos colores, maquina de humo, demasiado alcohol y un montón de imbéciles emborrachando chicos y chicas y metiéndoles mano por todos lados. Apreté a Harry juntándolo a mi cuerpo y él me miró preocupado. No quería que nadie lo tocara.

— ¿Qué sucede? —gritó en mi oído por encima de la música. Antes de que pudiese responderle, un chico bastante más grande que mi hermano, lo agarró del brazo invitándolo a bailar. Harry me sonrió y se alejó con el tipo, dejándome solo con Niall.

—Ven, bailemos…Harry estará bien —furioso como me sentía por los celos, agarré a Niall de la cadera y bailé con él jugando, acercándome a su rostro, mirándolo a los ojos.

Mierda, era jodidamente parecido a mi Harry.

Pronto suspiré y comencé a sentirme mal, como si no pudiese mantenerme en pie. Agarré al rubio de la mano y me lo llevé atrás, para que me hiciera compañía. La música casi no se oía ya.

—Patch, ¿te encuentras bien? —Disentí con la cabeza y cerré los ojos—. Harry estará bien, Pat…

—Déjame hacer una prueba, ¿sí? —agarré a Niall del rostro acercándolo a mí.

— ¿Q-que prueba? —Te besaré, quiero saber si es distinto de besarlo a…él.

— ¿Has besado a Harry? —preguntó abriendo grande los ojos.

—Solo como hermanos…pero no puedo evitar sentir algo en el estomago.

—Está bien, bésame. Me acerqué al rostro de Niall y lo besé con cuidado, casi como besaba a Harry. Sus labios eran suaves y su boca sabía a menta, pero no era nada parecido a lo que sentía con mi hermanastro. Con él ni siquiera habíamos profundizado y me hacía sentir cosquillas en el estomago, en cambio con Niall nos estábamos comiendo la boca, con lenguas incluidas en el asunto, pero no sentía nada. Absolutamente vacio.

— ¡Patch! —me separé de golpe del rubio cuando oí una voz familiar. Era él.

— ¿Harry? —Mi niño comenzó a derramar lágrimas y salió corriendo, empujé sin querer a Niall lejos de mí y salí detrás de mi hermano corriendo con fuerza—. ¡Harry! —grité tan fuerte como pude pero él no me escuchaba—. ¡¡¡Harry!!! De pronto mi pequeño se paró en seco y me miró llorando furioso, cosa que me desconcertaba totalmente.

— ¡Eres un sucio! —se agachó y empezó a tirarme pedazos de barro del suelo.

— ¡Cálmate! ¿¡Que coño sucede contigo, Harry!? —me movía esquivando el barro cuando un trueno nos interrumpió, la lluvia comenzó a caer con fuerza, demasiado rápido, pesada como si las gotas fueran de mil kilos cada una.

— ¡Eres un asqueroso! ¡Besaste a Niall!

— ¿¡Y qué con eso!? —grité desesperado al ver como lloraba furioso mi pequeño.

— ¡Que solo debías besarme a mí!

Aunque la lluvia caía con fiereza, el viento soplaba violento y la música retumbaba, nada se oyó en ese instante. Harry estaba celoso de que besara a su amigo. Harry quería que lo besara solo a él. Harry…mi pequeño lloraba con dolor, oculto con la furia. Me acerqué despacio a él y acaricié su rostro mojado y con algo de barro. Sus pestañas húmedas se veían preciosas.

—Solo debías besarme a mí… —repitió y sus ojitos comenzaron a destilar mas lagrimas y me sentí miserable.

—Solo estaba probando, Hazz…te juro que no sentí nada.

— ¿Por qué lo besaste entonces, Patch? —abracé con fuerza a Harry y susurré en su oído.

—Solo quería saber si sentía lo mismo que cuando te beso a ti… Pronto los temblores del cuerpo de Harry fueron cesando y agarré su rostro de muñeco, dándole un beso en los labios totalmente distinto a todos. Sin profundizar para nada, pero definitivamente estaba dándole un beso. Uno de verdad. Me separé lento y lo miré a sus preciosos ojos verdes.

—Te quiero mucho, pequeño —dije sonriéndole y acariciando su rostro.

—Te quiero mucho, Pat… Y allí estábamos una vez más, parados en medio de la noche, con la lluvia golpeando nuestros rostros y empapándonos enteros. Abrazados, siempre abrazados. …