daemon targaryen

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Imagina a Daemon molesto por tu inevitable compromiso.



... ( ͡° ͜ʖ ͡°) 


PD: esto es ASOIAF Y SON TARGARYEN!

 por lo que son sobrina y tío

pero ella ya tiene la mayoría de edad (18).




La princesa Visenya sabía que era el centro de la ira de Viserys y Daemon Targaryen. Y realmente no es como si le importara en aquel instante.

Como cuestionable heredera al trono, su voz continuaba siendo acallada y redirigida por el camino que el Rey tomaría. Decisiones y ordenes que solo saldrían dictadas de la boca de un hombre al mando. Al ser la primogénita y al cumplir por igual la mayoría de edad, había huido lo suficientemente lejos de sus responsabilidades y su tiempo de andanzas había llegado a su fin.

Por otro lado, eso molestaba a Daemon. Ofuscando al dragón heredero que al parecer, nunca sería. Al enterarse que su querida princesa le dio el a Laenor Velaryon en matrimonio. Cayendo en gracia y unión ante Corlys y Rhaenys, de forma que ambas casas se glorificaran y beneficiaran con la joven pareja, dejando atrás viejas y absurdas rivalidades.

Política, de los pies a la cabeza, pensó Visenya.

—Princesa—llamó suavemente la criada a sus espaldas—. Ya está todo listo para su baño.

Ella se volteó y vio como la joven volteaba la última jarra de agua dentro de la bañera y se erguía al lado de la misma con una sonrisa en sus labios. Visenya le sonrió de igual manera y con un asentimiento la despidió de la habitación. Con una leve reverencia, se retiró en silencio, apenas haciendo ruido alguno cuando cerró la puerta tras ella.

Visenya procedió a retirar los pesados aretes de sus lóbulos y arrojarlos con poca delicadeza sobre su tocador, observando por un segundo, el collar que había recibido por parte de Daemon. Se acercó a la bañera dejando caer la bata que cubría su pálido cuerpo y entró al agua, siendo rodeada por el ardiente vapor al cual daba la bienvenida con gusto la sangre de dragón que corría por sus venas.

Reposó su cabeza hacia atrás, mientras desataba con paciencia las finas trenzas de sus plateados y largos cabellos, dejando que el agua lamiese cada miembro de su tenso cuerpo. 

Pero aquella efímera paz no duraría por demasiado tiempo esa noche, y ella lo sabía.

En el instante que las flamas de las velas en cada rincón de la habitación bailaron con la suave brisa que se coló , lo supo. Suspiró, sintiendo los suaves pasos de su tío acercarse, ligeros, a pesar de su imponente carácter y presencia. Por supuesto, no haría ruido alguno. No cuando el guardia se encontraba de su lado, más que el de ella. No había nada ni nadie que lo pudiese delatar.

Permaneció quieta, con sus parpados cerrados, disfrutando de su merecido baño, esperando oír alguna reprimenda de su parte. Lo sintió detenerse a su lado, luego el arrastre de una silla contra el piso, con la clara intención de que supiese que estaba ahí y no se iría con prontitud. Quieto, observando, como un depredador a su presa, esperando el momento justo para actuar.

Con curiosidad, abrió finalmente sus violáceos ojos. Se encontró directamente con los de Daemon, adornando su rostro con una sonrisa de medio lado, que ocultaba muchas malas intenciones, recostado con total confianza contra el respaldo de la silla y sus manos unidas en su estómago, la observaba fijamente, casi sin parpadear.

—Es algo tarde para que estés aquí, tío—dijo ella, rompiendo el silencio.

—Así que... ¿Laenor Velaryion?—preguntó él con una sonrisa apretada y casi burlesca, ignorando su comentario anterior—. ¿En serio?

Ella suspiró y se hundió aún más en el agua, volviendo a cerrar sus ojos, mientras él se acercó, descansando su brazos en la orilla de la bañera. 

Tomó la esponja que se encontraba en el banquillo a su lado y la hundió en el agua, deliberadamente cerca de su muslo. La estrujó y tomando el brazo de Visenya, delicadamente la pasó por su piel. Sus dedos se sentían fríos contra el calor que irradiaba su cuerpo al haber estado en la bañera con la hirviente agua.

—¿Es esto lo que realmente quieres?—cuestionó en Alto Valiryo.

¿Por qué te importa ?—quiso saber, preguntando de igual forma—. Además... alguien me dijo que el matrimonio solo es un acuerdo político...

—No sabía que gustabas de los caballeros sosos...

—Oh, por favor Daemon—elevó la voz, quitando el brazo de entre sus manos—. Ambos sabemos que te da exactamente igual quien sea, solo porque no eres tú en su lugar. Y... Tú ya tienes una esposa...

—Espero con ansias el día en que dejes de recordarme tal innecesaria información.

—Son hechos, tío. No información innecesaria como te gusta llamarlo...

Él salpicó agua contra su rostro, haciendo que detuviera sus palabras de golpe. ganándose una mala mirada de ella. Soltó la esponja, cayendo de vuelta en la bañera y se levantó, quitando su presencia de su campo visual.

Se posicionó detrás de ella y la bañera, llevando las manos a su cuello, hundiendo sus pulgares y masajeando la tierna piel de su nuca con delicadeza.

—¿Crees que tu futuro esposo note que su princesa ... ya no es una doncella?

—¿Piensas regodearte con tal hazaña?

—Hasta el final de mis días—rio Daemon, haciendo que ella le salpicara agua, esquivándola con éxito, sin quitar las manos de sus hombros.

Masajeó con suavidad los tensos puntos entre su cuello y hombros, bajando poco a poco por su espalda y luego de vuelta, llevando las caricias hasta su pecho y estómago. La princesa se relajó bajo su toque, soltando ligeros resoplidos de satisfacción, cuando sus dedos finalmente llegaron a su entrepierna.

Abriendo sus muslos aún más para él, colocó su pequeña mano contra la suya, meciendo sus caderas buscando sentir el roce de la misma, que tantas veces había recorrido su cuerpo.

Dejó caer la cabeza hacia atrás, chocando con el caliente aliento de Daemon, a la vez que dejaba cortos besos en su cuello, quitando de su camino los húmedos cabellos de Visenya.

— ¿Seguirás pensando en mi cuando te toques por las noches? —jadeó en su oído, raspando los labios ásperamente contra la oreja—. A pesar de estar compartiendo la cama con otro hombre...

Ella mordió su labio con fuerza y tomó la muñeca de él bruscamente, deteniéndolo de continuar con su función, frenando de golpe el éxtasis que se aproximaba y calentaba su vientre. La levantó salpicando agua alrededor, haciendo retroceder a  Daemon a la par que ella se colocaba de pie y salía de la ya tibia bañera.

—¿Entonces será así, tío?— cuestionó—. ¿Nuevamente con amenazas y promesas vacías?... tal vez desees mi cuerpo, Daemon, pero tú no me quieres a mi. Si de verdad me quisieses, solo me tomarías y llevarías contigo a Dragonstone, donde me convertirías en tu esposa, proclamarías tu amor y me harías tuya cada noche. En cambio, te sientas ahí a observarme desde lejos y gimoteas como un niño pequeño al cual le han arrebatado su juguete favorito. Y a pesar de estar comprometida, no harás nada al respecto... como un cobarde...

Daemon tomó de forma casi brusca su nuca e hizo presión con sus dedos a la vez que resoplaba con ira sobre sus labios entreabiertos.

—Tú no tienes la menor idea de lo que quiero...

—Te conozco mejor que nadie—rebatió suavemente—. Sé lo que deseas con solo verte a los ojos... Y me deseas, pero tu deseo más grande es portar una corona...

Visenya pudo observar el debate interno en lo profundo de los ojos de Daemon, además del desbocado latir de su corazón bajo la palma contra su pecho.

Sin más fuego que escupir, el dragón se retiró de sus aposentos, soltando bruscamente su agarre, sin dar una mirada atrás. 

Con la cabeza en alto y orgulloso.

Como solo Daemon podía ser.





Oh, Daemon... pero, ya vieron a Aemond? ( ͡° ͜ʖ ͡°) jeje

había olvidado que tenía esto en borradores desde que

se estrenó el episodio, así que decidí finalmente dejarlo salir.

Ojalá les guste!


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