—Dime de una maldita vez que es una broma. Necesito oír que es una broma.

Una sonrisa se asomó en sus labios. Una nerviosa sonrisa.

Damon negó lentamente con la cabeza, dando razón a los rumores que Lilith había oído sobre él. Rompiendo el poco control que quedaba en ella.

Soltando un gruñido, enterró sus uñas en el cuello del vampiro a una velocidad casi imperceptible. 

Él trató de apartar sus manos, logrando que el esfuerzo fuese inútil. 

—Es mi única oportunidad de ser normal— jadeó forzosamente. 

—¿Normal? —balbuceó escéptica—. ¿Quién eres y qué has hecho con Damon Salvatore?

—Estoy siendo sincero contigo. No voy a mentirte. 

—Lo haces por ella... por Elena —afirmó—. Sabes que Klaus sería feliz de darte la cura, con el fin de destruirte.

Lo soltó, dando un par de pasos hacia atrás. 

—Lo sé, he pensando en los pro y contras de mi decisión. 

—Envejecerás, enfermaras y eventualmente... morirás. Junto a la perra que los destruyó. Si ya Katherine era un problema, una segunda idéntica a ella lo hace aún peor.

—Lilith... — quiso avanzar hacia ella.

—No, no estaré para ti esta vez, Damon.

Oírla pronunciar esas palabras lo quemaban por dentro. Más a ella.

De pronto soltó una pequeña carcajada. Damon frunció el entrecejo.

—Solo existe una cura, Damon. Solo uno de ustedes tendrá la oportunidad de tenerla. Y dudo que vayas a ser tú, o si quiera Elena — escupió el nombre con asco.

Él no estaba al tanto de esa información. Quedó descolocado por completo ante la noticia.

—Klaus... no lo había mencionado.

—Por supuesto que no, es Klaus. Siempre se guardaría la información importante hasta el final, cuando ninguno de ustedes tuviera más opción. Rebekah también desea esa dichosa cura. ¿Crees que no luchará por obtenerla?

—Tú me conoces mejor que nadie, incluso mejor que Stefan—murmuró—, sabes que no me gustan este tipo de trucos y juegos enfermos que planea Klaus.

—Sé que eres estúpido. Pero también sé que es inútil hacer que cambies de opinión.

El dolor iba impreso en cada una de las palabras.

—¿Te irás con ella? — continuó—, piensas que podrán vivir felices, lejos de toda la mierda que es este pueblo. ¿Qué sigue? ¿Hijos? ... ¿Un maldito perro? 

—Ella es todo lo que siempre quise. 

—Claro, si te gustan las perras.

—Me gustaste tú, ¿no? — contraatacó.

—Touché— sonrió—. Pero te gusté. Fui la única que siempre estuvo ahí, Damon, protegiendo tu culo de los Originales. A ti y a Stefan. Incluso salvé a Elena una vez, como me arrepiento. 

Él dio un par de pasos hacia ella tomando delicadamente sus manos.

Ella no se resistió.

—Sabes que te amé, te conocí antes que de ser lo que soy ahora. E incluso así, te quedaste, me protegiste, me aguantaste. Me amaste. 

Una lagrima se deslizó por su pálida mejilla, Damon la limpió antes que siguiera camino a los labios. Labios que fueron tomados por él. 

La besó, saboreando lo salado de sus lagrimas, llevándose consigo el dolor y la tristeza que ambos compartían.

Se separaron con una sonrisa cómplice en sus labios. 

Lilith golpeo su pecho suavemente, desapareciendo apenas en un parpadeo de la vista del vampiro.

De pronto la culpabilidad lo golpeó. Sintiendo una gran perdida y vacío en su corazón. Corazón que no tenía hasta que la conoció. 

Supo entonces que no saldría tras ella. Pero tampoco por la cura. Ni por Elena.

¡Boom! Drama ;-;

(Con respecto a las que comentaron anteriormente)

¿Jamás se cansan de Damon, Dean o Stilinski?

¿No? xd