*lector masculino y/o femenino.

Imagina ser manipulado por Loki para que ataques a quien intente detenerte

—¡Detente, me conoces!

Detuvo de forma ágil sus patadas, la voz de Natasha hacia eco en la estancia.

—Por supuesto que te conozco—rio con sorna—¿aun continuas metiéndote donde no te llaman, Viuda Negra?

—Eso fue un golpe bajo—sopesó ella.

Arremetió velozmente intentado contrarrestar la seguidilla de golpes que recibía por su parte.

—La gran Natasha Romanoff—se burló, a la vez que soltaba un duro golpe en el estomago de ella—. Siempre la agente, doble cara, hipócrita.

Natasha tomó su estomago, intentando estabilizarse, tropezó hacia atrás, cayendo. Había olvidado la magnitud de fuerza que poseía su contrincante. En el fondo creía que aun se estaba reprimiendo, que lo hacía por ella. Pero en sus ojos solo veía rencor. Mientras trataba de recuperar el aire perdido, su oponente se ubicó sobre ella, llevando las manos a su cuello.

—Te ofrecí una vida, Natasha—ejerció fuerza en su cuello, cortándole la respiración—. Paz, lejos de todo el caos que eran nuestras vidas.

Ya no quedaban fuerzas en ella, se esforzaba por tomar aire, mientras poco a poco perdía la voluntad de continuar luchando.

—Imaginamos un futuro, viajes—sus ojos fijos en ella, una lagrima corrió de uno de ellos, cayendo sobre su mejilla—. Familia—soltó con dolor—, pudimos tenerlo todo, pero los elegiste a ellos por sobre mi.

Como ultimo intento, logró enredar las piernas a su alrededor, pero era inútil, su cuerpo era inamovible. Su visión se volvía borrosa, intentaba a duras penas hacerse del cartucho de descargas en su manga, pero falló. 

Sus ojos se cerraron por lo que pareció solo un segundo, pero ya no sentía la presión en su cuello, ni su cuerpo sobre el suyo, se levantó rápidamente, sintiendo su cabeza dar vueltas.

Ya no estaba.

Llevó sus manos a su cuello, donde las marcas eran visibles, y su mejilla, donde aun yacía aquella lagrima. De los mismos ojos que la veían con amor, esperanza, y la promesa de una vida junto a ella.