Paul Rovia (Jesús)

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Claire se encontraba en la armería junto Evelyn, la encargada, finalizando el inventario a primera hora de la mañana cuando su walkie talkie sonó.

—Jesús está aquí.

Matt, su mano derecha y hombre de más confianza avisó. Se encontraba de turno haciendo guardia en la entrada de Nirvana.

Sin duda no esperaba visitas inesperadas, no siendo tan temprano. Menos sin avisar. Lo cual la molestó. Evelyn se limitó a darle una mirada de lastima y soltar una pequeña risa, a lo que Claire se retiraba para dirigirse a la entrada. Tomó la radio.

—¿Se encuentra solo?—preguntó a Matt.

—Trae un grupo pequeño con él, todos armados. Esperamos instrucciones.

—Me dirijo hacia allá.

Al filo de la muralla se encontraban las torres de vigías, Matt la estaba esperando abajo. Apenas lo divisó hizo un ademán con la mano, las puertas fueron inmediatamente abiertas dejando ver a los visitantes.

Jesús se encontraba a la cabeza del grupo, seguido de Aaron, y quienes ella supuso, "la nueva adquisición de Alexandria".  Acercándose a paso lento se posó frente a ellos. 

—Las armas deben quedarse en la entrada—recibió miradas curiosas y desafiantes—serán de vueltas cuando se vayan. Simple protocolo de seguridad.

Matt y el equipo de vigilancia los cacheó.

—Claire—comenzó Jesús, negando repetidamente con la cabeza—¿Realmente es necesario?

—Conoces el protocolo—repitió fríamente.

Sus feroces ojos azules se encontraban fijamente con los de ella. Bufando cada vez que las manos de los guardias pasaban por sobre su ropa y la de sus acompañantes en busca de armas ajenas a la vista de ella y sus hombres.

Tobías, jefe de seguridad de Nirvana confiscó todo lo que traían, el gran hombre era invulnerable a las malas miradas, a las groserías, y obviamente a los golpes, nadie quería meterse con él. Ellos no serían la excepción.

—¿Por qué estás aquí?—fue directo al grano Claire—¿Quiénes son ellos?

—Necesitamos hablar en privado.

Ella entrecerró los ojos, dirigió la mirada hacia donde se encontraba el grupo esperando, sus curiosas miradas se posaban por todo el lugar, cada estancia, cada persona que pasaba por ahí, cada arma que portaban. Ella no fue excluida de esas miradas. 

—Supongo que ya deben saber quien soy—se dirigió al grupo—Me llamo Claire, líder de Nirvana.

—Tiene un curioso lugar aquí, señorita...

—Claire, solo Claire. Tú debes ser Rick Grimes—lo cortó. 

El hombre con barba se limitó a mirar a Jesús, dando paso a la pregunta, ¿Cómo es que es que ella sabe de nosotros?

—Síganme.

Dio media vuelta, con Matt y el grupo a sus espaldas, caminaron a la casa residencial, aquella donde Jesús ya había estado repetidas veces con anterioridad. La entrada de Nirvana era un sector abierto y amplio, las áreas verdes eran visibles, incluso desde fuera de los muros, a lo lejos se oían risas y gritos de niños, lo cual en cierta forma, regocijaba a Rick y a su grupo. La gente salía de sus casas solo para observar con curiosidad, saludaban a su líder al pasar y continuaban su camino. No eran estúpidos, Nirvana poseía más que ellos, incluyendo aquel aire de tranquilidad que pocas veces habían experimentado a lo largo de su travesía. 

Una vez dentro, el grupo se esparció, abarcando la gran sala de la entrada, observando cada detalle y movimiento que ahí ocurría. Ella los guio hasta la habitación que utilizaba como oficina principal, donde todo lo "burocrático se llevaba a cabo", bromeaba Matt.

Ella entró primero, seguida de Matt, quien siempre estaba presente, además de preparado para cualquier imprevisto. Jesús le seguía, Aaron, y Rick, quien era el cabecilla del grupo, cerrando la puerta tras de él.

Claire avanzó hasta llegar al escritorio, donde tomó asiento en el borde de éste. Iniciando lo que fuera que ellos querían con un ademan de manos. 

—Y bien...—instó.

—Supongo que están demás las presentaciones—comenzó Rick—¿Cómo sabe tanto de nosotros?

—La información es poder, Rick Grimes—soltó Claire con aires misteriosos—la pregunta es; ¿Qué puedo hacer por ustedes?

—Jesús nos ha hablado maravillas de tu comunidad, suministros médicos, provisiones, armamento...nada con lo que nos hayamos topado antes.

—Y supongo que Jesús —volteó hacia él, quien hasta ahora se ha mantenido al margen—les explicó como  funciona dicha comunidad—enfatizó.

—Nada de alianzas—dijo Jesús, luego de un largo silencio, bajo todas las miradas.

—Nada de alianzas—repitió Claire. 

—¿Por qué?— quiso saber Grimes inmediatamente. 

—Estoy enterada que Alexandria hizo acuerdos con Hilltop—ambos asintieron—¿están conscientes de que Hilltop los arrastró a una guerra?

—Claire...—dio un paso adelante Jesús.

—Hilltop tiene acuerdos con los Salvadores—acusó Claire, mirando fijamente a Jesús—son sus hormigas obreras, trabajan para alimentar a la Reina, se parten el lomo por provisiones, se matan por medicina, ¿y todo para qué?... para quedarse con solo las migajas de lo que obtienen. Y Negan no acepta menos.

—¿Sabes de Negan?—pregunta con curiosidad Rick.

—La información es poder—volvió a repetir—Él no sabe de esta comunidad, y tú lo sabes Paul.

La mirada acusadora de Claire caló muy hondo en Jesús, provocando calosfríos.

—Nirvana es una comunidad independiente Rick, no tenemos alianzas con ninguna, pero las conocemos a todas, muy a fondo, incluyendo a Negan, nos hemos mantenido al margen del resto por los hechos ocurridos anteriormente. 

Por como Rick miró a Jesús y Jesús a ella, supo inmediatamente del vacío en la historia en la que se encontraban.

—Muchas comunidades ya han caído, todas a manos de Negan y sus Salvadores, cuando ya no son capaces de racionar lo suficiente para ellos o para él, lo único que queda es un rastro de cadáveres a su paso y las cenizas de lo que una vez fue un lugar prospero, como lo somos ahora, así que si vinieron esperando algo a cambio, mi respuesta es no. Soy lo suficientemente consciente de todo lo que puedo proporcionarles, pero mi respuesta seguirá siendo un no.

Rick rascó su barba, la decidida mirada de la líder de Nirvana no tenía cabida para más propuestas, para ninguna en realidad. Pero Claire notó que no se rendiría tan fácilmente.

Asintió con la cabeza y procedió a retirarse a la estancia principal, una amarga despedida, pero no la ultima sin dudas. Vio que Jesús le hablaba a Rick al oído, mientras ellos se iban, él no se movió de ahí. 

Claire suspiró, le dijo a Matt que los escoltara a la entrada. Le dio una mirada recelosa a Jesús y salió junto al grupo. 

 Ya en la oficina Jesús cerró la puertas tras de él. Claire se encontraba de espaldas, observando al resto de acompañantes siendo escoltados y recibiendo de vuelta sus pertenencias.

—Puedes hablar con Evelyn y con Matt, estoy segura que traes contigo una lista de cosas que necesitas, ya conoces el lugar y el procedimiento de siempre. 

—No me agrada Matt—comentó él—es un lamebotas.

Claire rió.

—No me hables de lamebotas Paul, cuando sigues siendo el de Gregory.

—No soy su lamebotas.

—¿Esclavo?—Paul rió y negó—¿sirviente?, ¿aun le sigues rascando la espalda cuando te lo pide?

—Claire...basta.

—Tú podrías liderar Hilltop, Paul, pero estás a merced de esa... basura que se hace llamar líder, detrás de esas cuatro paredes y su pulcro traje.

—Claire...—advirtió.

—¿Aun piensa que voy a rendirme ante él algún día y a calentar su cama por las noches?

Jesús hizo una mueca de disgusto al recordar ese día. Gregory intentó proponer una alianza, con la estúpida idea de hacerla su esposa. Solo se quedó con el bello recuerdo de una nariz rota.

—Imbécil—susurró él.

Claire se volteó al fin chocando miradas con Jesús. Se acercó a ella.

—Los estás llevando a una guerra.

—Una que podemos ganar Claire... pero necesitamos tu ayuda.

—Muchos morirán, los de él, los tuyos... al igual que los míos. Me pides que los lleve ciegamente a una masacre... si se entera que estoy con vida, y que planeo atacarlo...

—No te encontrará—tomó su cara entre sus manos—no puedo... no puedo prometerlo, pero puedo intentarlo, como lo hemos hecho hasta ahora.

Ella cerró los ojos un momento y suspiró.

Quería confiar, caer una vez más en la tranquilidad que le proporcionaba aquel efímero momento junto a él. Donde no había que huir, esconderse, asesinar o esperar a ser asesinado. Pero lo cierto de la realidad, es que tarde o temprano llega y te golpea. Y prácticamente la sentía encima, podía sentirla, olerla... y dolía.

—No puedo Paul—quitó las cálidas manos de sus mejillas—aunque crean que es egoísta, que nos escondemos, o que quizá no somos capaces de luchar, tú bien sabes porqué lo hago. Toda esta gente, lucha diariamente allá afuera, conseguimos provisiones con sudor y sangre, para que el día de mañana ninguno pase hambre, y Negan en un abrir y cerrar de ojos puede arrebatarlo todo, y no dejaré que lo haga. No otra vez.

Jesús vio el leve brillo de sus ojos y el temblor en sus manos, al aun sostener las suyas. Recordando aquellos tiempos, en los que solo había miedo en ellos, y la esperanza de que algún día aquellos escombros se convertirían nuevamente en un prospero hogar. Él entendía... realmente entendía.

 La acercó a su cuerpo y la abrazó, ella tardó un poco en elevar sus brazos, pero igualmente se dejó estar en su pecho. Ella fue la primera en soltarse, y carraspeando fue abrir la puerta.

—Te esperan en la entrada.

Jesús negó con la cabeza levemente y sonrió hacia ella. Consciente de su incomodidad. Igualmente se acercó y dejó un ligero beso en la comisura de sus labios adrede, el cual duró más de lo que ella habría esperado. 

Ella rodó los ojos y lo empujó.

—Largo.

—¡Volveré!—gritó, yendo en dirección a la entrada.

—Me temo que así será—susurró ella solo para si misma.





Espacio especial para desquitarse conmigo por no actualizar desde el 2018.

Wow, 2018. 

but, i'm back :'D

¡Se vienen domingos de TWD!

Había olvidado que Jesús murió :'v y no regresó a los 3 días, ni para flashbacks aslkdja, ay.

Esto da para una segunda parte, creo yo, quise internalizar más, pero noooooooo me salió la parte romántica que yo quería </3, bueh.

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