7 años después.

Hago las cuentas, no llegó a fin de mes ¡Maldición! A este paso...

—Papi.

Katty me llama sentada en la silla la cual, no llega ni a verse toda su pequeña cabecita a través de la mesa.

—¿Qué sucede, princesa? —le sonrió aun estando estresado.

—¿Por qué mami no me quiere? —pregunta con esos pequeños ojitos humedecidos que me parten el corazón al medio.

—Mamá te quiere ¿Por qué dices eso?

Niega con la cabeza.

—No... Ella, me dijo... —se refriega uno de sus ojitos.

La mató ¡Juro que la mato!

—¡Papá te quiere así, hasta el infinito! —abro los brazos en grande para demostrárselo —más que nada en el mundo.

Vuelve a negar con la cabeza.

—Pero mami no... habla con mami para que me quiera... —pidió entre sollozos.

Suspire cansado.

—Claro, papi hablará con mami.

Regreso al papel y si no hago algo pronto, no podré pagar ni siquiera el alquiler este mes y el casero no va a hacer benevolente como la otra vez, ya voy atrasado. Debo... ¡Maldita sea! Debo rebajarme otra vez a esa arpía, que encima trata a Katty como si fuera basura ¿Qué clase de madre le dice esas cosas a su hija?

Obviamente, Crista Ricoy.