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Yoongi había salido disparado de aquel vagón, su mejilla se sentía cálida, como si hubiese estado acostado en algo, no le dio importancia y menos cuando toco su bolsillo en busca de las llaves de su apartamento, escuchó un tintineo y las sacó victorioso, era la primera vez que su montón de llaves no se enredaba con los auriculares de su celular, se paró frente aquella puerta delgada café marrón, buscó la llave principal y sin que sus manos temblaran logró insertar la llave girándola un par de veces haciendo que la puerta se abriera con un último empujón. Aquel departamento era tan pequeño, no había gran cosa, solo contaba con una cocina, en ella solo podía caber lo indispensable por ejemplo, una alacena pequeña de dos puertas, incluso Yoongi había tenido que decidir si guardar ahí la comida o los utensilios para servirse y preparar la comida además de aquella mini alacena había una parrilla eléctrica y un fregadero bastante pequeño. En su habitación con suerte cabía una cama individual y un escritorio pequeño, una silla y un closet, aquel departamento también contaba con un cuarto de baño ubicado en medio de la cocina y su habitación, aquel tenía solo lo que se necesitaba, la ducha, un lavabo y por supuesto un inodoro.

Era demasiado pequeño pero ya se había acostumbrado, además no podía quejarse, sus padres le habían pagado la universidad y le enviaban dinero cada mes para que se enfoque en lo importante, en seguir con sus estudios.

Al entrar por completo echó un vistazo a su alrededor, era un desorden, desde la puerta de entrada podían verse todos los platos sucios amontonados en un solo lugar, apilados unos sobre otros, latas de atún que se desbordaban del bote de basura, envolturas de ramen y galletas en el piso de todo el lugar, botellas de refresco unas vacías otras aun con un poco de líquido, cerró sus ojos respiró profundo, más tarde limpiaría aquello, claro, si es que tenía las suficientes ganas de hacerlo.

Entró a su habitación y como era de costumbre cerró la puerta, no era normal que quisiera privacidad en su habitación sabiendo que vivía solo, pero a él le hacía sentir seguro estar en encerrado en esas cuatro paredes. Hizo a un lado las mantas, los libros, las envolturas y la ropa que estaban en su cama y se dejó caer, por fin estaba en casa.

Tomo sus piernas pegándolas a su pecho y se enfrascó en un nuevo sueño. La noche anterior no había dormido nada, entre trabajos y tareas por terminar se quedó dormido sobre uno de sus libros, sin embargo a los pocos minutos se despertó sobresaltado, había tenido la misma pesadilla otra vez, así que con el miedo de cerrar los ojos y soñar con lo mismo se quedó despierto, se sentó en la esquina de su cama, abrazó sus rodillas y miró por la ventana que estaba justo enfrente de su cama.

Yoongi estaba cansado, a sus veintiún años se sentía estancado, la carrera que estaba estudiando no le gustaba, de hecho, ninguna era de su gusto, mil veces intentó buscar en sí mismo un talento, una habilidad que le diera la motivación suficiente para encontrar un sueño, pero cada día era lo mismo, sus esfuerzos terminaban con los mismos resultados del día anterior, estaba asustado. A sus dieciocho años sus compañeros del colegio ya tenían planes, sabían que era lo que querían, mostraban sus habilidades y se mostraban apasionados por lo que querían, pero Yoongi no.

En sus intentos por querer tener un sueño preguntó a su madre, se puso curioso e interesado la cuestionó: ¿Qué es lo que hacía de niño?

Su madre lo pensó por unos minutos y le dio una respuesta, "te sentabas a ver televisión y de vez en cuando jugabas con el pequeño gato blanco", ¿qué clase de respuesta era esa?

Yoongi esperaba algo más, pero, su madre no tenía la culpa. Yoongi se sintió derrotado pero no sé daba por vencido, los días se volvieron rutinarios, del colegio a casa y de casa al colegio, no le gustaba salir con sus amigos, no le gustaba ni siquiera estar sentado en aquella silla incomoda, no le gustaban sus ruidosos compañeros, odiaba a sus profesores, odiaba todo lo que le rodeaba, Yoongi estaba cansado, pero sus padres le dijeron que si seguía sus estudios y continuaba con una carrera universitaria, todo estaría bien. Sus padres siempre tenían razón, entonces así debía ser. Pasó los últimos días de preparatoria refugiado en los libros estudiando para el famoso examen de admisión, sus deseos por descubrir si tenía un talento quedaron abandonas en el bote de basura, estaba cegado por la "dulce alternativa" que le habían impuesto sus padres, estudiar, por ello ahora estaba en este punto, estudiando una carrera que era aburrida tediosa y que Yoongi sabía que en el futuro se cansaría tanto como ahora, estaba estancado.

Sus ojos se abrieron de golpe y en seguida guió su mirada hacia la ventana, la noche ya había caído y las estrellas ya comenzaban a titilar. Estiró su cuerpo y dejó escapar un suspiro cansado, frotó sus ojos y se levantó de la cama, caminó hasta la cocina, removió un par de ollas y platos del lugar y encontró un paquete de galletas se sirvió agua en el mismo vaso que el día anterior tenía jugo de mango y volvió a su habitación.

Tranquilo perdió su vista en aquel cielo estrellado y comió lentamente aquellas galletas dulces, aquel silencio era peligroso, era peligroso estar tan solo.

Podía abandonar la carrera y buscar un empleo, aquella era una buena solución para sus problemas, pero, ¿qué les diría a sus padres quiénes se esforzaban tanto para pagar la cuota semestral? Seguro si abandonaba ahora, sus padres estarían decepcionados de él.

Si buscaba un empleo y se independizaba era también una buena solución, pero, ¿de que buscaría empleo? Nunca había tenido necesidad de hacerlo, siempre se la vivía en ese mundo de estudiante, ¿de que podría trabajar si no sabía hacer nada? Todos aquellos pensamientos le martillaban la cabeza haciendo una bomba de tiempo interminable, era un círculo vicioso, siempre llegaba a la misma solución, quedarse justo ahí, quedarse estancado, quizás es verdad que el tiempo lo cura todo, quizás con suerte se acostumbraría a aquella carrera... Todo se resumía en un quizás.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y se obligó a tomar un trago de agua intentando evadir aquellas saladas gotas, su cabeza no le dejaba tranquilo, se sentía tan miserable, patético y cobarde, un inútil... creyó que se estaba volviendo loco porque comenzó a contar cada una de las mordidas que le daba al trozo de la galleta, sin embargo el contar le alejaba un poco de los demás pensamientos.

Yoongi estaba cansado emocionalmente, Yoongi odiaba todo lo que le rodeaba, Yoongi ya no podía más, solo que él mismo no podía aceptarlo, tenía miedo de aceptar sus verdaderos deseos, y es que, nada le ataba a seguir con esto, Yoongi quería terminar con todo.


🍃Polvo Estelar🍃  

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Creo que la persona que esta leyendo esto ha tenido pensamientos negativos en algún momento de su vida, hay distintos factores, y realmente es molesto que los adultos solo te digan "no tienes problemas mayores, hay personas que no tienen nada, tu tienes todo". 

Es molesto que no te entiendan o que quieras ser escuchado y que nadie te preste atención suficiente. 

Si en algún determinado momento necesitas ser escuchadx, sientete libre de enviarme un mensaje privado. 

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