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El viernes había llegado, había tocado su puerta y sin invitación pasó a su sala, Jimin no podía creer cómo todos los días comenzaban a ser rutinarios, no sabía con exactitud el porqué de sus cambios de humor repentinos.

Era lo mismo, cada día se preocupaba por llevar consigo aquel aparato que por cierto ya se encontraba apagado, se esmeraba en su aspecto y mantenía una leve esperanza antes de subir a aquel vagón, pero aquella pequeña esperanza que renacía día a día se veía pisoteada e inservible una vez que se encontraba solo frente al asiento que usualmente aquel chico solía tomar.

No había nada que hoy le hiciera levantarse y salir de su cama, no tenía ni siquiera ganas de ir a la facultad, y eso daba mucho que decir sabiendo que Park amaba de sobre manera sus clases.

Toda la mañana había permanecido con aquel semblante, estudiaba las posibilidades de lo que pudiera estar ocurriendo, el porqué de la ausencia tan repentina de aquel chico de cabellos rosados. Miró por unos minutos el teléfono móvil, era un poco más grande que el tamaño de sus manos, quizás Taehyung tenía razón...

La tarde anterior durante un pequeño descanso entre clases, el chico castaño notó la preocupación e incertidumbre que emanaba del pequeño cuerpo de Jimin, y como buen amigo le planteo un consejo. Buscar información dentro de aquel aparato, no estaría siendo un vulgar chismoso, solo sería tomar una pequeña información para cerciorarse si aquel chico se encontraba bien y claro está, encontrar así una manera de devolverle el móvil.

Así que asintiendo un par de veces intentando convencerse de que estaba haciendo bien tomó el aparato conectándolo al cable blanco que salía de la toma de corriente. Solo unos segundos le llevaron al móvil encender la pantalla notificando de esta manera que comenzaba a recibir la energía necesaria para hacerlo funcionar. Dudando todavía y mirando como el cilindro de batería se llenaba una y otra vez presionó un par de segundos aquel botón de encendido, sintió una corriente en todo su cuerpo y tan pronto como aquella pantalla le mostró un fondo de pantalla en tonos grises sus mejillas se tornaron cálidas y de un tono carmesí.

Por suerte aquel no tenía algún tipo de contraseña, así que solo deslizó su dedo por la pantalla mostrándole un nuevo fondo de pantalla y un par de iconos, no había ningún tipo de red social, se decepcionó un poco por aquel echo sin embargo buscó de inmediato la galería, la encontró.

No había mucho realmente solo un par de fotos, todas eran de algunos apuntes de algún tema, nada importante. Sin embargo había una carpeta con el nombre de "J.H.S" que parecía valer la pena, había un total de veinticuatro fotografías, era él, parecían fotografías tomadas por otra persona, Jimin sonrió, aquel chico se veía sin desperfectos, al menos ante los ojos de Jimin. Siguió hurgando hasta que encontró fotos de otro chico, un chico que mostraba una amplia sonrisa ante la cámara, su piel un poco más morena que la del chico misterioso, su cabello era castaño, se veía realmente feliz. Jimin cambió la foto y encontró una más de aquel chico, pero esta era diferente, en ella no solo se encontraba aquel desconocido, sino también el chico de piel blanquecina, ambos demasiado cerca el uno del otro. Las manos de Jimin temblaron y sintió que algo le obligaba a dejar de seguir husmeando por ahí.

Concentrado en el objetivo de su misión, fue a la lista de contactos, para su sorpresa solo había un contacto, "J.H.S", otra vez las misma iniciales. Si aquel chico solo tenía un número telefónico guardado era porque el dueño de aquel número era muy cercano, aquella persona "J.H.S", podría darle información.

Sin dudarlo más marcó aquel contacto mostrándole en seguida la pantalla con la llamada saliente. Tragó saliva y llevó el aparato hasta su oreja. La llamada demoró en ser aceptada, se preguntó a si mismo si debía colgar y marcar de nuevo, más sin embargo se escuchó una voz gruesa del otro lado de la línea.

< ¿Min Yoongi? ¿Eres tú?... Debo admitir que esto me ha tomado por sorpresa creí que no ibas a llamarme nunca más, ¿ha pasado algo? Por favor encontrémonos. >

Aquellas palabras llevaron a Jimin al borde de la confusión, rascó el cuero cabelludo y asintió convenciéndose de que ese no era tema en el que debía meter sus narices, no se podía permitir preguntarle a aquel chico cual era la relación con el dueño de aquel nombre tan especial, Min Yoongi. Al menos ahora conocía el nombre de aquel chico soñado.

< Oh lo lamento, no soy Min Yoongi, yo he encontrado su teléfono celular, eh querido devolvérselo pero no he tenido la oportunidad de reunirme con él, tampoco sé dónde vive, por ello te estoy llamando, ¿podrías ayudarme?

< ¡Oh...! que gran decepción creí por un momento que eras Yoongi. Supongo que sí puedo ser de ayuda, no debes preocuparte más por ello, dime dónde puedo verte y seré yo quien le entregué el móvil >.

Jimin guardó silencio por algunos minutos, eso no estaba nada cerca del resultado que esperaba obtener, quería ser él mismo quien le entregara el aparato al chico, era su única oportunidad de entablar una conversación amplia y tendida, no iba a permitir que le fuera arrebatada así de pronto.

< Está bien, ¿conoces el parque que está en Seongdong-gu, te veré ahí, ¿te parece bien en una hora?>

< Me parece perfecto, por cierto, mi nombre es Hoseok. >

< Yo soy Jimin... te veré ahí Hoseok. >


  🍃Polvo Estelar🍃
 

 

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