Taehyung miró a Sook antes de volver su vista a su celular que vibraba con una llamada entrante. Se levantó del sofá y salió al patio trasero de su casa mirando el cielo algo nublado y luego los frondosos árboles, y las flores de colores brillantes. El aire seguía siendo pesado a pesar de que una tormenta estaba a punto de avecinarse. A pesar de los años que pasaban aún no llegaba a acostumbrarse que estando recién por ser primavera el ambiente se sentía pegajoso y molesto. No quería ni imaginarse lo que sería en Diciembre cuando el verano viniera e hiciera amarlo a todos esos que les gustaba irse de vacaciones a alguna playa. Por suerte para cuando llegara, él ya estaría en Corea disfrutando del invierno. 

– ¿Hola?–Preguntó, sabiendo quien era la persona que estaba llamándolo. 

–Hola Taehyung, habla Seokjin–Hubo un momento de silencio del otro lado mientras Tae escuchaba como Seokjin insultaba a alguien y luego algunas cosas caían–, te quería preguntar algo con urgencia. El presidente de la empresa me llamó hace unos minutos y me preguntó cuándo tú terminabas tus clases. 

–Terminan el tres de Diciembre y el diez estaría rindiendo el último final. Si lo doy bien me entregan el título a la semana siguiente o sino tengo que esperar hasta Febrero del próximo año para poder darlo de nuevo y aprobar. 

–¿Lo rendirás bien?—Sonrió con burla y asintió recordando un tiempo después que hablaban por teléfono. 

–Claro que sí, esta semana me dan el tema que me tocara y será más un proyecto final. 

–Bien, necesitamos que abordes un avión al otro día de que rindas. El presidente me dijo que Dan, la muchacha que está embarazada tiene que adelantar su renuncia. Su embarazo no está yendo bien y necesita descansar, estando aquí dice vivir bajo estrés y más con lo quisquilloso que se convierte Min Yoongi cuando no le gusta algo y quiere que todo salga como él lo dice. 

–Está bien, arreglaré todo para esa fecha. No tengo problema con eso, le pediré a mi madre que me envíe el título. 

–Muchas gracias, Taehyung. Mientras, trataremos de sobrevivir. 

–Lamento no poder estar ahí antes. 

–Tú no te hagas drama por eso, asegúrate de que tu proyecto salga a la perfección y demuestra esos sentimientos que me demostraste a mí a través de tus dibujos y las fotos que me enviaste. 

–Muchas gracias, Seokjin. 

–Dime Jin, cariño. Te dejo porque todo esto está siendo un problema y en unos minutos haré que Yoongi sea un maldito enano volador. 

Tae rió y negó con la cabeza, imaginando la situación antes de decir–: Está bien, ten un buen día. Adiós. 

Escuchó el adiós del otro lado y luego el pitido de la llamada cortándose. Suspiró y sonrió para sí mismo, antes de volver a entrar a su casa en el momento que vio como un relámpago cortaba lo oscuro del cielo. Su hermana lo miró unos momentos y sonrió. 

– ¿Llamada importante de Seúl?–Preguntó obvia. 

–Exacto. Me adelantaron la fecha del trabajo. Termino de presentar mi proyecto final y tengo que volar hacia Corea–Se tiró en el sofá viendo la televisión y luego volvió sus ojos a su melliza–, Sook tengo algo que decirte. Es un secreto que estuve guardando desde hace algún tiempo. 

–¿Por qué me estoy asustando? ¿Pasó algo? 

–No sé si es algo por lo que asustarse o preocuparse. Creo que te alteraras y luego tal vez, me golpees. Espero que no. ¿Te acuerdas que hace unas semanas dije que había soñado con una persona que conocía de muy, muy lejos y que descubrí que era mi hilo rojo?–La menor asintió efusivamente–. Esa persona es Jeongguk, Sook. Yo... No sé... Cuanto esos sueños pueden llegar a la realidad, pero hay veces que me asustan porque se sienten tan reales y no hay forma de que pueda controlarlos. 

– ¿Qué? ¿Estás conectado a Jeongguk?–Estaba estupefacta mientras miraba a su mellizo a los ojos para descubrir algún indicio de broma o mentira. 

–Lo sé, sé que suena como una locura y probablemente no me creas. Pero escucha, en ningún momento pensé en este tipo, en ningún momento vi una foto de él ni nada por el estilo. Y lo más extraño y loco, es que él no fue al único que le vi el hilo ¿Entiendes? El mejor amigo de Jeongguk, ese del que tanto también me hablaste, estaba ahí y pude ver su hilo. Esto me está volviendo casi loco porque no entiendo absolutamente nada, no sé si es una forma del Universo de decirme que puedo ver esto o qué diablos. Me está cansando esta mierda y estoy asustado. 

–No, no digas eso. No critiques lo que el Universo tiene para ti, te eligió para que estés con Gguk. 

–Pero sigue siendo extraño para mí. No soy una persona fanática ni creyente de estas cosas, Sook. Me cuesta demasiado creer que puede ser verdad y no algo inventado por mí mismo. ¿Tal vez me gusta Jeongguk en el fondo y por eso sucede esto? No lo sé, me estoy estresando demasiado con esto y no quiero hacerlo porque cuando eso sucede la ansiedad se vuelve insoportable. 

–Llévalo lento ¿Sí? Trata de hacerte preguntas, pero no te agobies. Si quieres puedo ir a algunos lugares para averiguar un poco más. 

–Sí, está bien. Iré a dormir, estoy muerto–Murmuró con una mentira antes de seguir su camino a su habitación, se tiró en su cama con su cara pegada en la almohada. 

Se puso cómodo antes de volver a recostarse y fingir que dormía cuando Taesook entró en la habitación que ambos compartían. El plan le resultó fallido porque a los minutos se quedó dormido pidiendo para sus adentros que ningún sueño volviera a atormentarlo.