Jeongguk sabía que no era bueno para su salud mental el que estuviera deseando que en algún momento Taehyung apareciera en ese lugar.

Estaba en una especie de habitación cuadrada con sus ojos moviéndose de aquí allá, tirado sobre un sofá azul y mirando algo de televisión. Podía escuchar pasos sonar por el lugar, pero estaba muy cómodo tirado ahí como para levantarse e ir a fijarse. Sopló un mechón de cabello que se interponía en sus ojos y puso en blanco estos cuando un tipo de escándalo que lo involucraba salió en las noticias. Él no era tan hijo de puta como ellos decían y hacían creer, él era el tipo de persona que ayudaba al otro, pero que lo mantenía solo para sí mismo.

Jeongguk desde que había comenzado a ganar un poco más de dinero que solo lo ayudaba a pagar un pequeño alquiler y a sobrevivir con los alimentos necesarios, supo que tenía que hacer algo por aquellos que eran como él. Donaba millones cada mes a distintas escuelas para ayudar a que estudiantes tuvieran becas, donaba alimentos, ropa, útiles y demás cosas a orfanatos que nadie quería reconocer. Pero eso lo mantenía en secreto, porque era mejor así y nadie diría que solo lo hacía para que su fama aumentara, que lo hacía porque solo quería llamar la atención.

–Hum, ¿Jeongguk?–Escuchó la suave y gruesa voz que le erizó cada vello de su cuerpo. Se sintió atacado por la sonrisa de labios pegados que el contrario le dedicaba. Era tan lindo y tierno jugando con sus manos que Jeon lo atribuyó al hecho de que se encontraba nervioso–, ¿estás bien?

Se sentó normal dejando un espacio para que Taehyung también se sentara, palmeando el lugar vacío antes de contestar–: Sí ¿Y tú? ¿Cómo te encuentras?–Era la primera vez desde que habían comenzado a cruzarse en sueños que hablaban de cómo se encontraban y por alguna razón a Jeon le gustó ese pequeño momento que estaban teniendo.

–Hum ¿Tratando de sobrevivir?–Preguntó con una risa burlona. Negó con su cabeza y encogió sus hombros–. Supongo que bien.

– ¿Por qué supones? ¿Y por qué tratando de sobrevivir?–No quería incomodarlo, pero algo dentro de él le decía que por favor preguntara porque o sino no podría quedarse tranquilo.

Taehyung se lo pensó durante un largo tiempo. Era un sueño así que él podía contarle muchas cosas a este Jeongguk y nadie lo sabría porque siempre quedaría en su cabeza como un simple recuerdo. O eso era lo que se decía y de lo que intentaba convencerse porque una parte dentro de él sabía que algo no estaba  bien con todo eso que venía viviendo.

–Puedes contarmelo si quieres–Jeon no quería presionar, pero ahí estaba tratando de hacer todo lo posible para hacer entrar en confianza al otro porque quería saber qué era eso que atormentaba al muchachito frente a él.

–Tengo detectado el trastorno de ansiedad desde los once años. Al principio mis padres creyeron que era algo que hacía para llamar la atención, nos habíamos mudado de país hacía relativamente muy poco y ellos bien sabían que no quería estar ahí. Todo se complicó cuando empezaron a ser ataques más seguidos, al punto de que antes de que cumpliera doce esos simples ataques de ansiedad que duraban minutos se convirtieran en ataques de pánico que llegaban a durar una hora. Mamá se asustó mucho e hizo todo lo posible para conseguirme tratamiento. Me medicaron y estuve con ese tratamiento y yendo a terapia durante diez años más. Tengo veinticuatro, dejé de asistir al psicólogo hace tres años y dejé el medicamento hace unos meses. Creí que no estaban funcionando y realmente quería acabar con toda esta mierda, pero es tan dificil. Los ataques siguen siendo más fuertes que antes, pero no quiero volver a depender de la terapia y la medicina. Quiero sentirme libre.

–Y supongo que ha sido difícil incluso los años que estuviste con todo eso. No voy a criticarte porque eres grande y puedes tomar las decisiones que quieras. Pero creo, que deberías preocuparte por el deterioro de tu salud mental y no lo veas como una dependencia de algo, velo como una ayuda para encontrar la libertad que deseas al no tener que soportar más la ansiedad. Mientras estabas en tratamiento ¿Has tenido alguna recaída?

–Cientos de miles. Nunca pude controlar eso de no recaer, seguía haciéndolo por más que me decía que no debía hacerlo y que todo se complicaría una vez más–Taehyung se levantó de su lugar y caminó por el espacio observando cada cosa que había en el cuadrado que ambos estaban. Para ser un sueño las cosas eran muy reales y podía sentir cada textura bajo su tacto, algo realmente sorprendente–. ¿Cómo estás realmente, Jeongguk?

–Un poco más liviano–Murmuró mordiéndose la piel de su dedo pulgar. Taehyung reparó en la ropa del muchacho y soltó un suspiro. Vestía completamente de negro y tenía unas botas que a simple vista parecían demasiado pesadas, su cabello estaba bastante largo llegandole por la altura en donde su barbilla se encontraba. No recordaba verlo así, no sabía si en la actualidad él tenía el cabello así de largo–, digo, creo que llorar alivianó todo el malestar que causó el hecho de que me estoy sintiendo muy presionado.

–Tienes que cuidarte tú. Tanto por tu salud mental como tu salud física. Tu cuerpo va a desgastarse–Jeongguk asintió con su cabeza y sonrió.

–Entonces; Kim Taehyung, veinticuatro años ¿Qué más puedo saber de ti?

– ¿En verdad quieres saber más?

–Claro que sí, por algo estoy preguntando, lindo. A ver, te contaré un poco sobre mí ¿Sí? Soy artista, rapeo un poco y hago vocales. Me gusta crear videos con diferentes ediciones y a veces escribo, estoy graduado en producción musical y a veces doy clases de piano a algunos niños. No soy tan famos...–Jeongguk paró abruptamente lo que estaba diciendo y miró al castaño que se inclinaba hacia adelante muerto de risa–. ¿Qué te pasa?

–Nada, nada. Recordé un chiste, nada más. Lo siento–Taehyung podía decir que él no estaba realmente consciente de la fama que tenía.

–Okey, chiste interno–Rodó sus ojos, pero Gguk sospechaba que él sabía algo que no le iba a decir. A pesar de que la intriga comenzaba a hacerse más y más fuerte, la dejó a un lado e hizo una seña con su mano dándole a entender al otro que seguía él.

–Estoy en mi ultimo año de fotografía y en unos meses volveré a Corea porque conseguí trabajo allá...

– ¿Eres coreano, pero no estás viviendo en Corea?

–Exacto. Tengo como hobby el dibujar y hacer algunas ediciones en photoshop. Tengo una melliza y somos bastantes unidos. Quiero de mascota un Pomerania, pero todavía no pude cumplir eso–Hizo un puchero de lo más tierno que hizo a Jeongguk preguntarse muchas cosas y tomarse el pecho en donde su corazón se ubicaba porque había un opresión molesta, pero que de alguna forma le agradaba–. Y creo que nada más. Hum... Me gustan tus tatuajes.

– ¿En serio? Muchos dicen que me veo como un alcohólico, drogadicto y delicuente. Me gusta tu sonrisa.

–Claro, tienes arte en el cuerpo y no muchas personas saben apreciar eso. Siguen con sus etiquetas y mente cerrada. No puedes hacerles entender algo que en realidad debería apreciarse. Mi sonrisa no tiene mucho.

Tú eres algo así como un arte aún no descubierto. Quiso decir Jeongguk, pero sin embargo echó su cabeza un poco más en el asiento del sofá y sonrió.

– ¿Tú tienes algún tatuaje?–Taehyung asintió y levantó su dedo índice y corazón, indicando el número de tatuajes que tenía.

–Este de aquí–Colocó su cabello castaño algo largo detrás de su oreja, mostrando el tatuaje de llamas que tenía en la parte del antehélix–, y uno en la cadera–Que realmente él no iba a mostrar. Y tampoco iba a hablar del tatuaje que tenía en su nalga derecha porque era muy privado.

–Puedes darme más información ¿Sabes?–Tae rió sabiendo con qué intenciones lo decía.

–Es solo una rosa, nada más.

–Debe ser sexy–Jeon mordió su labio al terminar de decir esto haciendo que Taehyung negara con la cabeza.

–No sucederá, Jeon.

Eso fue lo último que ambos escucharon antes de que todo se pusiera negro y despertaran.

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Tae sabía que algo raro estaba sucediendo porque se sentía más liviano y extrañamente feliz. Su pecho no estaba apretado como días atrás que parecía asfixiarse por cada sentimiento que recibía.

Sus ojos mieles atravesados por un rayo de luz solar se veían más claros y preciosos, achino estos en un intento de que la luz no siguiera molestandole la vista. Pero de igual forma sonrió, revisando su teléfono celular y viendo que tenía varios mensajes de su compañero avisando que la señorita Gomez no se presentaría en la clase que tenía ese día y podía decir que había mejorado un poco más.

Bajó las escaleras de su casa una vez que realizó su rutina de mañana, se lavó los dientes e hizo sus necesidades. El estar solo, no le bajó los animos y simplemente siguió sonriendo preparándose el desayuno, mandándole un mensaje a su madre y avisandole que ese día no asistiría a la universidad porque su profesora había decidido faltar.

Se dispuso a comer de sus tortitas y tostadas acompañadas de un delicioso café con leche. Se sentó en la isla de la cocina decidida a darle un vistazo a sus redes sociales antes de meterse a bañar e ir hacia la tienda de su madre porque era temporada de rebajas y las personas que iban se volvían completamente locas si no había alguien para atenderlas.

Casi se atragantó con una tostada y memelada de frutos del bosque al leer un tweet que en otro momento hubiera pasado de largo, pero que ahora por algún motivo tenía la urgencia de leerlo. Jeongguk estaba siendo tendencia número uno en su país y él estaba ansioso por saber qué sucedía.

El primer tweet trataba del artista contándole a sus fans que ese día se había levantado tarde, pero que hace tiempo no dormía tan bien. En el segundo les contaba que había estado tan desaparecido porque había pescado un resfriado, pero por suerte sus hyungs lo estaban cuidando muy bien y para evitar que empeorara lo obligaron a descansar, pero él ya se encontraba más que perfecto de salud. El tercero, fue raro, se suponía que él estaba escribiendo hacia sus fans, pero este parecía dedicado a una sola persona en particular y Tae quería morirse por lo que decía. Literalmente él había publicado: "Ojos mieles y tatuaje de una rosa en la cadera" Junto a un emoji con corazones en los ojos.

En serio, Tae iba a morirse en ese instante atragantado. No podía ser verdad, se suponía que simplemente era un sueño, pero ahora que leía eso podía notar que por alguna razón ellos estaban conectándose. Suspiró, tratando de calmarse. Sí, había escuchado a Jeongguk hablar extraño como si estuviera congestionado y ahora descubría que tenía gripe y mierda, estaba nuevamente tan asustado.

Cerró sus ojos con fuerza y apretó sus puños sobre la encimera de granito, diciéndose a sí mismo que no era nada malo y que realmente si esos sueños seguían, no iban a encontrarse en la vida real por más conectados que ambos estuvieran. Pero el tumulto de sentimientos fueron insportables y largo el aire que estaba reteniendo para apoyar su frente en la fría textura de la encimera y negó.

Tecleando algunas cosas en su teléfono, decidió dejar lo que sobró de su desayuno a un lado y moverse al baño para poder ducharse y salir de su hogar. Necesitaba mucho aire fresco.

Desde su cuenta comenzó a publicar tweets incoherentes que ni él podía llegar a comprender del todo. Fueron todos publicados a la vez, quejándose en los primeros que no podía ser lo que estaba sucediendo, que no podía llegar a creer del todo y que quería realmente que siguiera pasando en sueños, algunas incoherencias preguntando que clase de drogas le metían al agua o el aire y por último, aclarando que para él aún todo seguía sin ser verdad.