7. Hermoso.

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Había cerrado sus ojos un momento cuando volvió de la universidad, se había dicho a sí mismo que nada más permanecerían cerrados por unos minutos antes de seguir con sus labores. Pero sabía que había caído al mundo de los sueños en el momento que muchos hilos finos de color rojo enredados entre sí le difilcultaban la visión, estos se encontraban muy bien cuidados y le sorprendió un poco que ninguno se veía estropeado ni nada por el estilo, así que simplemente lo dejó pasar.

Los hilos parecieron dispersarse frente a sus ojos y soltando un suspiro, observó el lugar. Estaba nuevamente en Busan, en el estacionamiento en donde habló por primera vez con Jeongguk. Pero el idol no estaba solo sino que se encontraba Hoseok y dos chicos más a los cuales no reconocía; su hermana nunca se los había mostrado en alguna fotografía de Jeon ni tampoco habían salido en algún vlog que el cantante hubiera hecho.

—Hola—Dijo Jeongguk sonriendo. Se colocó a su lado y luego miró a los muchachos nuevos, un poco más allá de donde ellos estaban parados.

La cabellera rubia llamó un poco su atención, el tierno rostro de uno de los muchachos se le hacía conocido de algún lado, pero estaba inseguro de dónde. Jeongguk le señaló con la cabeza a ambos chicos, pero a pesar de que sabía que él los conocía, Taehyung nunca había tenido contacto con ninguno de los dos.

—Hola—Murmuró. Tae por alguna razón se sentía demasiado cohibido como para acercarse hasta el lugar en donde Hoseok y los otros dos estaban.

Era una especie de mesa en donde el chico nariz de botón estaba sentado mirando en dirección al mar, mientras que el que era más palido y parecía un gatito, miraba en dirección de Hoseok con el rostro arrugado en disgusto.

—El pálido que parece enojado con el mundo, se llama Min Yoongi. Es mi asesor de imagen y modista. Él parece siempre molesto, pero es un buen tipo. El otro chico no lo conozco, me sorprendió verlo acá, quiero suponer que es amigo de Hoseok, oh espera ¿Te presenté a Hoseok? Es mi mejor amigo, productor y a veces se comporta como mi mánager.

Sí, lo conozco. Quiso decir, pero cerró la boca y asintió mirando al de mayor altura. Sus ojos brillaban y Taehyung se sintió gustoso de verlo así por alguna razón que desconocía. Él parecía feliz y Tae también lo estaba. Su cuerpo se tensó un momento cuando Jeongguk tomó su mano y la entrelazó con la suya, sintiendo su cuerpo cómodo por el repentino calor que lo envolvió. Parecía algo involuntario que él había hecho, como si tomarlo de la mano hubiera sido de lo más normal para el cantante.

— ¿No te molesta, no?—Preguntó el artista levantando sus manos entrelazadas, mostrándole a Taehyung los tatuajes que tenía en su mano. El menor pudo notar unas iniciales en sus nudillos, una carita, un corazón y una corona. También en el dorso tenía una fecha con los números en una tipografía que a Taehyung le gustaron.

—No, no hay problema—Murmuró. Jeon estiró un poco su brazo haciéndolo caminar hacia donde sus amigos estaban.

No quería ir hacia ese lugar porque no sabía socializar. Se le hacía muy difícil y siempre terminaba tartamudeando, trabandose en el intento de decir una palabra con algo de coherencia. Pero de igual forma se dejó llevar porque Gguk pudo ver su cara de pánico y le dio un suave apretón que hizo a Taehyung relajarse contra el costado del cuerpo contrario.

—Hey, chicos. Él es Taehyung—Hoseok lo miró con el ceño fruncido, de arriba abajo y luego movió su cabeza, saludando con ese simple gesto.

—Hola taehyung, soy Jimin. Es un gusto—Ese nombre le sonaba tanto de algún lugar, pero por más que quería hacer memoria no podía. Parecía tener una gran laguna mental que le hacía doler la cabeza.

—Hola, igualmente.

—Mi nombre es Min Yoongi y se podría decir que también es un gusto—Kim quiso reír ante los gestos que el tal Yoongi hacía, tenía un porte bastante engreído con su mirada despectiva hacia él. No le tomó mucha importancia y solamente sonrió.

—Igualmente—Dijo en voz baja. Jeongguk lo atrajo más a su costado apretando su mano, negando con su cabeza y murmurando algo que Tae no llegó a entender.

— ¿Quieres ir a caminar por la playa?—Jeon podía sentir la incomodidad del ambiente, Taehyung no estaba sintiéndose bien en ese lugar y menos lo hacía con Hoseok mirándolo de esa forma. Gguk prefería mil veces la mirada de desprecio de Yoongi antes que la mirada curiosa y algo furiosa de Jung; el tipo se volvía un arma de doble filo cuando se comportaba de esa manera.

Antes de que pudiera responderle al mayor, la escena cambió y Taehyung terminaba de contar un chiste, chiste que había hecho al muchacho de cabello rubio reír a carcajadas; con sus ojitos desapareciendo y sus pequeñas manitos tapando su boca. Kim sabía que era un asco para contar chistes además de que cargaba con un humor negro de mierda que a más de uno llegaba a molestar e incomodar, pero parecía que había sido gracioso lo que había contado y su pecho se sintió más liviano. Jeongguk tenía uno de sus brazos sobre los hombros del menor y miraba la escena con una sonrisa. En el momento que cruzaron miradas, Gguk le hizo una seña con la cabeza a Taehyung para que mirara hacia el frente en donde Yoongi miraba con mucho amor a Jimin que aún seguía riendo.

— ¿Vamos a caminar por la orilla?—
Preguntó haciéndose un poco para atrás cuando sus ojos se cruzaron con el hilo rojo de Jimin y Yoongi, ese hilo rojo brillante, grueso, bien cuidado y que parecía más corto que cualquiera que él hubiera podido ver. Yoongi y Jimin estaban enlazados y algo hizo que su corazón latiera con fuerza, y felicidad.

—Claro—Respondió Jeon mirando a Taehyung con una ceja alzada. El mayor estaba algo confundido; Hoseok había desaparecido de repente y Tae parecía haber visto algo que lo había hecho realmente feliz.

Con una mano en la espalda baja de Taehyung y un empujoncito ambos empezaron a caminar hacia la playa, el aire caliente y el aroma a sal pegando en sus narices, y rostros. Sus manos seguían unidas mientras el sol iluminaba cada una de sus facciones y la arena caliente se colaba por las sandalias que llevaban puestas. Taehyung se preguntó si Jeongguk no tenía calor con toda la ropa negra que llevaba puesta, por suerte no llevaba esas botas que parecían demasiado pesadas como la última vez.

—Eres muy hermoso, Taehyung. Tan hermoso como el atardecer que estamos a punto de ver. Tan hermoso que quiero tener una maldita cámara en mis manos para tomarte una fotografía y tenerla siempre de recuerdo, llevarla conmigo para todos lados.

Taehyung se sonrojo, tan furiosamente que el color en sus mejillas contrastaba con su piel dorada que parecía tener un brillo único bajo el sol del atardecer. Jeongguk sonrió ante tan tierno gesto y su mano derecha, y la que estaba libre, fue a parar a una de las mejillas del contrario, acariciando la suave textura que estas tenían. Y... tenía tantas ganas de probar esos labios, de llenarse de su aroma y acariciar cada centímetro de piel canela, pero en ese preciso momento Jeon se dijo que alguien estaba en su contra porque la negrura del despertar se llevó todo y abrió los ojos.

Odiaba todo.

-ˏˋ⛓🖇🌼🦋ˎˊ-

Sí. Definitivamente Jeongguk odiaba todo el maldito mundo. Despertó en el momento que su alarma sonó con fuerza en sus oídos, asustandolo y haciendo que pegara un pequeño salto que le causó gracia. En el momento que apagó el incesante sonido, otro que indicaba una llamada entrante sonó y gruñó con fuerza mirando hacia el techo de su habitación. Manoteó su celular y cortó la llamada que namjoon estaba realizando antes de sentarse en la orilla de la cama y entrecerrar los ojos al sol que estaba pegándole, y molestando en estos.

Miró el mensaje que Hoseok le había dejado y frunció el ceño ante lo que este decía, sin embargo una risa se escapó de sus labios y negó con la cabeza.

Hoseok:

Soñé contigo.

Y también con Yoongi.

Raro

Y turbio

Muy turbio.

Tú:

bR0

¿Será por qué me extrañas?

Dejó el aparato arriba de su mesita de noche antes de levantarse y dirigirse hacia el baño, hizo sus necesidades, lavó sus dientes y se dio una ducha rápida en donde calculó los minutos que le quedaban antes de que Namjoon llegara y pateara su culo por no estar contestando sus estúpidas llamadas. Se secó, se cambió rápidamente y tomó su bolso junto con las maletas que había preparado la noche anterior, bajó hacia el lobby de su edificio y esperó en ese lugar antes de ver una camioneta negra llegar frente a la puerta. Se intentó preparar mentalmente para lo que venía, el regaño y probablemente el golpe que Namjoon estaba dispuesto a darle.

— ¿En dónde mierda estabas? No contestas tus malditas llamadas y hace dos horas que estoy intentando contactarte. ¿Sabes la mierda que tengo que pasar por tu maldita culpa?

No debía reírse de su hyung, pero ahí estaba tratando de taparse con la capucha de su camperon negro, mordiéndose los labios y encogiéndose de hombros ante lo que el mayor decía.

—No te burles de mí, pequeño saco de mierda—Farfulló echando su cabello hacia atrás antes de hacer una seña a los de seguridad para que tomaran las cosas del artista y las subieran al auto—. Mueve tu culo antes de que te golpee.

Jeongguk lo hizo, sin rechistar ni nada por el estilo. Tomó su bolso y se lo colgó en el hombro. Hacía unas semanas que se había mudado de edificio y agradecía que aún los reporteros no pudieran encontrar su hogar porque siempre llegaba y salía lo más escondido que podía, le molestaba un poco que invadieran su privacidad. Y más lo hacía con el incidente de la fan loca que intentó robar su ropa interior, él en serio se había asustado luego de eso.

Subieron a la camioneta y esta arrancó, llegando unos cuarenta y cinco minutos más tarde al aeropuerto. Claro, que los reporteros no sabían dónde vivía, pero sabían que él viajaba esa mañana para Estados Unidos, así que, un mundo de gente estaba en el lugar intentando tomar una foto del joven artista que era mundialmente famoso. Jeongguk se mantuvo cerca de su CEO y las personas que estaban contratadas para mantener su seguridad mientras avanzaban por el lugar, saludó y sonrió a varios que hacían preguntas, pero que tenía prohibido responder.

Su nombre gritado se escuchó en todo el aeropuerto por las personas que habían logrado que él llegara a esa fama. Sus fans estaban respetuosamente en dos filas mientras él pasaba, algunas queriendo tirarse encima de él, pero su seguridad reteniendolas. Sin embargo Jeongguk no se molestaba con que ellas quisieran un abrazo, pero eso era algo que él no podía hacer, tenía muy en claro que dejar que sus fans se acercaran era una muy mala idea. Y más con su CEO estando a su lado. Saludó con su cabeza y una enorme sonrisa que hizo a más de una querer fallecer ahí mismo, Jeongguk hace tiempo no se veía de esa forma; tan feliz y contento.

Con una última reverencia, una última sonrisa y un último saludo con sus manos jeongguk se retiró para poder hacer todo el papeleo y subirse al avión con dirección a Estados Unidos.

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