8. Sigue siendo un sueño.

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Taehyung nuevamente se decía que solamente iba a cerrar sus ojos y nada más. Pero estaba cansado y necesitaba tirarse aunque fuera una hora para después volver a la rutina de siempre. Agradecía internamente que su mamá había tomado la decisión de alquilar el pequeño apartamento arriba de su tienda, tenía un par de sofás cómodos y un somier que tanto él como su hermana aprovechaban cuando el lugar estaba abierto todo el día.

—Acá vamos—Murmuró Taehyung escuchando como Taesook reía de algún video que estaba mirando tirada en los sofás. Se acomodó de costado mirando la pared blanca antes de sentir sus ojos pesados y que estos comenzaran a cerrarse por sí solos. Antes de que se durmiera por completo, hizo un último esfuerzo y colocó la alarma para dentro de una hora y media.

Los hilos rojos brillantes y bien cuidados habían bajado de cantidad y ya no se veían enredados, todos estaban acomodados en perfectas filas tapando la imagen que estaba al fondo. Taehyung nada más pudo distinguir ropa y algunos espejos. Cuando estos hilos se dispersaron Jeongguk se encontraba tomando su mano y recorrían una tienda de ropa que por lo que Taehyung distinguió era de alguna marca reconocida y cara.

— ¿Te gusta esto?—Preguntó el mayor, tomando una remera con cuello de tela gruesa negra con detalles en blanco crema y rojo. Tae hizo una mueca, no era una prenda fea, pero no era algo que veía a Jeongguk usar—. Está bien. No, es horrible. Pienso lo mismo, pero mi mánager dijo que debía de vestirme más decente en vez de vestir siempre de negro. Me gusta la ropa negra ¿Qué problema tienen con eso?

—Hay algunos colores que creo que te iran bien, saldrás un poco de tu zona de confort. Pero te prometo que te verás más lindo—Inconscientemente de las cosas que Tae decía, cuando caía luego en la realidad de lo que salía de su boca lo único que mayormente llegaba a atinar hacer es ponerse tan rojo como la línea que estaba en uno de los hombros de la remera.

Taehyung tomó un polo overzise rojo con algunos detalles en los hombros de color azul y blanco hueso en el cuello de este. Apoyó la prenda sobre el cuerpo de Jeongguk, este poniéndose en posición para que Tae pudiera observar bien por encima como creía que le quedaría. El menor estuvo observando un tiempo con su mano derecha sosteniendo la prenda y la izquierda en su barbilla.

Jeon pareció perderse en esos ojos miel que seguían observando su cuerpo tapado por el polo superficialmente y sonrió. Sonrió, porque Tae le parecía la persona más hermosa del planeta y estaba agradecido que él se cruzara en sus sueños porque a pesar de que eran eso, todo se sentía real y tomar la mano de Taehyung hacía que todo el peso que cargaba en sus hombros pareciera desvanecerse. Asintió a todo lo que el menor decía y ese sentimiento de felicidad se abría paso en su pecho, él parecía ser el elegido en todo.

Recorrieron la tienda un tiempo, tomando algunas cosas que Taehyung elegía para Jeongguk y este tomando cosas a escondidas del contrario que simplemente el verlas sabía que al otro le quedarían fantásticas. Incluso tomó una pequeña mochila negra con tiras finas y las letras de la marca en dorado. Kim no quería decir absolutamente nada cuando los números de lo que habían comprado aparecieron en el recibo porque él sabia que Gucci era caro, pero no se imaginó que Jeongguk comprara a ese punto. El mayor entregó su tarjeta negra sin darle importancia al precio, como si eso no afectara en nada su bolsillo. Si Taehyung no sabría que esto era todo un sueño ya estaría llorando.

—Quiero comprar algo para ti—Dijo Jeongguk, cerca de su oído, causándole escalofríos por todo el cuerpo.

—Está bien—Dijo Tae, era un sueño después de todo—, pero no será caro. Entraremos en cualquiera de estas tiendas.

Y eso fue lo que hicieron mientras paseaban por el centro comercial, metiéndose en algunas tiendas que Taehyung elegía y que a Jeongguk no le gustaban, entonces lo tomaba suavemente del brazo y lo sacaba diciendo alguna excusa que hacía reír al menor. Así habían hecho con aproximadamente cinco tiendas hasta que encontraron una que a ambos les agradaba, el lugar estaba decorado con luces y madera, había un sillón triple en el medio del lugar de color salmón con esponjosas almohadas decorando.

Jeongguk lo hizo sentarse en el sofá y cerrar los ojos mientras se ponía a elegirle diferentes estilos de ropa. Cuando tuvo una gran cantidad, en una montaña al lado del menor, el mayor tomó las manos del otro mientras destapaba sus ojos, una sonrisa en su rostro mientras veía como el contrario se mordía el labio con fuerza.

—Ahí tienes—Dijo señalando la pila de ropa. Taehyung rió y negó con la cabeza.

—Es mucha—Miró a Jeon y luego rodó sus ojos.

—No importa. Si te gusta toda, nos llevaremos toda ¿Está bien?—A pesar de que Tae estaba algo reticente a eso, asintió con la cabeza y con sus brazos cargados se metió al vestidor.

Quiso seguir su camino hasta el lugar en donde debía de probarse la ropa, pero un conjunto de un pantalón acampanado de color marrón claro, una remera corta de tirantes color negro y una chaqueta de gamuza blanca llamaron su atención, mordió su labio inferior un poco perdido en lo lindo que era y en cómo le quedaría, pero tampoco era algo que podría comprar y usar con libertad porque a pesar de que estaban en un siglo en el cual habían muchas cosas que ya se aceptaban sin ningún problema, Taehyung tenía miedo. Miedo de qué dirían las demás personas si él se vestía con ropa que iba dirigida al género femenino. Dejó los pensamientos de lado y se dijo a sí mismo que la ropa no tenía por qué tener género y tanto él como una mujer podían usarla sin ningún tipo de problema y todo el mundo debía de guardarse sus comentarios si es que eso no les agradaba. Se metió dentro del vestidor y con un suspiro se desnudó para luego comenzar a probarse los distintos conjuntos.

Jeongguk notó la mirada del lindo muchachito cuando observó el conjunto a metros de él. Pudo ver desde la alegría hasta el miedo y eso por alguna razón le molestó. Porque se hacía una idea de lo que él estaba pensando, de como él seguramente quería ese conjunto, pero no quería llevarlo por el simple hecho del qué dirían los demás.

— ¿En qué lo ayudo?—Preguntó una muchacha que vio a Jeongguk buscando a alguien a su alrededor.

—Quiero este conjunto. ¿Has visto al muchachito que estaba conmigo hace unos momentos?—La muchacha asintió y una pequeña sonrisa se coló en sus labios. Jeon estaba medio sorprendido porque hacía tiempo que en sus sueños cuando alguien desconocido aparecía su rostro siempre se veía borroso. Pero esta chica, en su rostro, podían verse todas y cada una de las facciones que poseía—, lo necesito en su talla, pero no tengo idea.

—Creo que tengo una idea, pero le traeré dos ¿Está bien?

—Bien, bien. Tú eres la experta aquí—Murmuró rascando su nuca y soltando una risita nerviosa.

La muchacha se dio media vuelta mientras entre los percheros buscaba las prendas de los diferentes talles que ella creía que el muchacho podía ser. Le daba ternura el como el de cabello negro y largo se estaba comportando alrededor de su novio, porque quería creer que eso eran después de observarlos tratarse. Cuando tuvo los diferentes talles, los colocó en las manos de Jeon y con una seña de sus manos espantó al muchacho para que fuera en dirección a los vestidores.

—Tae, preciosura—Dijo con la voz temblandole. Taehyung asomó su cabeza y observó a Jeon con el ceño fruncido—. Toma, quiero verte en esto. Sé que lo quieres así que no pongas un pero, te verás hermoso—Murmuró el mayor con una sonrisa tocando sus labios en el momento que vio como Tae se sonrojaba.

—No creo que sea apropiado, Gguk—Dijo en voz baja, algo desanimado.

—Sí, será apropiado. Pruebatelo, quiero verte desfilar.

Taehyung hizo lo que Jeongguk le dijo y cuando estuvo cambiado se observó en el espejo de cuerpo entero que estaba en la pared del probador haciendo una mueca de satisfacción cuando notó como las curvas de su cuerpo se acentuaban a la ropa. Salió del lugar jugando con sus manos y mirando el suelo cuando escuchó la respiración entrecortada de Jeon y el como parecía haberse ahogado con algo.

—Te lo dije, era innecesario. Me veo ridículo.

— ¡No! ¡N-No! T-Te ves, Dios, te ves tan bien. Eres tan precioso y esa ropa se ajusta tan bien a tu cuerpo, Tae. En verdad tienes curvas preciosas—Jeon mordió su labio inferior con fuerza mientras recorría el delicado rostro de Taehyung y luego, su precioso cuerpo—, estoy seguro que si te vieran más de uno mataría por tenerte modelando para ellos. Yo también lo hago, mataría por verte modelando algún conjunto de alguna colección—No podía entender cómo es que él se escondía debajo de capas y capas de ropa de un tamaño mucho más grande del que en realidad era. Tenía una curvatura preciosa en su pequeña cintura, acompañada de unas lindas caderas y Jeongguk sabía que también cargaba con un lindo culo.

Abrió su boca, dispuesto a decir otro cumplido porque le encantaba el Taehyung con mejillas sonrojadas y que lo miraba con una ceja levantada como diciendo: "Sí, ya sé todo lo que me estás diciendo, pero me gusta que lo hagas". Maldijo al Universo en cuanto todo lo negro se llevó su sueño y se dijo a sí mismo que era hora de diferenciar los sueños de la realidad. Porque eran y seguirían siendo eso... Simples sueños.

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Taehyung maldijo entre dientes, asustado y con las mejillas rojas cuando su alarma sonó, haciéndolo saltar. Se levantó con pereza y arrastrando sus pies en el suelo se movió hacia el pequeño baño que el departamento tenía.

— ¿Qué haces, Taehyung?—Preguntó Sook desde el marco de la puerta. Tae la miró unos segundos antes de rodar sus ojos y secar su cara.

—Nada, ¿qué puedo estar haciendo, Taesook?

—No lo sé. Estoy aburrida, ¿podemos salir a comer? Muero de hambre. Mamá no me alimentó.

—Vives comiendo, Sook. Te comiste...—Observó el sofá en el que su hermana estaba recostada cuando salió del pequeño baño y contó los paquetes de galletas— ¿Cuatro paquetes? ¿Es en serio? ¿Y sigues teniendo hambre?

—Sí. Sé un buen hermano mayor y llévame a comer.

—Ve tú, tengo cosas que hacer.

— ¿Cómo qué? ¿Balbucear el nombre de Jeongguk en sueños?—Kim rió, fuerte y con nerviosismo, sus mejillas sintiéndose más calientes.

—Estás loca. Yo no hablo dormido.

—Sí, lo haces. Y al parecer sueñas cosas sucias porque decías algo como: "No creo que sea apropiado, Gguk"—Taehyung se atragantó con su propia saliva tratando de recordar en qué momento había dicho eso—. Eres un pervertido, ¡te estás poniendo rojo! ¿Quién iba a pensar que el lindo de Taehyungie iba a tener sueños mojados con quien él antes odiaba? Supongo que saber que era tu hilo rojo, cambió tu parecer sobre su persona.

—Cállate. Puede que en lo último tengas razón, pero nunca tuve un sueño húmedo con Jeongguk. Él... en mis sueños parece ser un buen chico.

Ambos se miraron un momento antes de que Taehyung murmurara algo por lo bajo y caminara en dirección a la salida del departamento, bajando las escaleras. Llegó a la tienda sorprendiendose de la cantidad de personas que había, viendo a su madre suspirar cuando lo vio ubicarse en un lugar para atender a una señora.

Tae respiró hondo cuando Broken gods, uno de los tantos éxitos de Jeongguk, comenzó a sonar en toda la tienda. Kim admitía que el artista tenía un gran talento para componer canciones, podía sentir como el sentimiento de lo que Jeon quería reflejar se le metía en el pecho logrando que algo líquido y caliente le atacara hasta en lo más profundo de su alma. Mordió su labio inferior y sonrió a la señora que pedía algunas de las ofertas que tenían en vidriera.

Tenía que hacer todo lo posible para aguantar un poco más.

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