Capítulo Final

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Marinette arrullaba a su hija, rogando que estuviera caliente con la manta que tenía enrollada, mientras que ella, en su pijama que solo era un vestido holgado, se congelaba por el intenso frío parisino de la noche, y en lo más alto de la Torre Eiffel, pegaba más el viento.

Estaba parada, puesto que el piso no era tan cómodo para quedarse sentado. En su estado, aquello no era tan bueno, debido a que había dado a luz no hace mucho, sumándole el hecho de que era apenas una joven que recién entraba a la adultez.

El pelirrojo estaba arrimado en el barandal, con la vista en la peliazul. Sus manos agarradas al borde. Ojos rebeldes viendo la escena sonriente.

- ¿Te imaginas si esa niña hubiese sido mía?- Marinette lo miró recelosa. - Estaríamos cómodos en una cama, calmándola de un mal sueño, y mirándola como el más grande tesoro, en vez de estar aquí arriba- se soltó del barandal.

- Nath, por favor, no ganarás nada haciendo esto- intentó Marinette hacerlo recapacitar.

- Solamente me quedan dos opciones, la primera es matar a esa niña que tienes en brazos- Marinette soltó un jadeo de horror y retrocedió hasta que su espalda se topó con la estructura.

- Tranquila, nunca haría eso ni aunque en serio quisiera- rió. - Simplemente recurriré a la opción dos- los ojos de Marinette dictaban la pregunta que sus labios no formulaban.

- Matar a Adrien Agreste-

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- Llámame si la encuentran- dijo antes de colgar y guardar su celular en el bolsillo de su traje.

Saltaba y corría a toda velocidad en los techos de la ciudad del amor. Tikki le seguía el paso a un lado, igual de preocupada que el rubio. Bajaron e iniciaron a trepar la Torre Eiffel lo más cuidadosos posibles para no alertar al pelirrojo de su llegada.

- ¿Cómo estás tan seguro que están aquí?- inquirió Tikki.

- Intuición, talvez- respondió. - Tikki, adelántate y quédate con Mari, cuando me veas, distráelo- la kwami carmesí asintió y subió traspasando el metal. Chat se quedó pensando en un plan, pero al llegar con la misma conclusión, decidió no debatir más.

Al estar abajo del último piso, logró escuchar la conversación entre su novia y el miserable que la retenía.

- ¡Por favor Nathaniel! ¡Ya déjalo en paz, sobre mi cadáver lograrás hacerle daño a él o a mi hija!- el corazón de Adrien dejó de latir por un segundo. ¿Qué diablos estaba ocurriendo?

Se asomó por el barandal y sintió el enojo subir por sus venas al verla llorar frente a la amenaza del chico. Tikki lo vió y salió desde atrás de la joven hacia la cara de Nathaniel, que quedó extrañado al ver a la kwami.

- ¿Qué...?-

- Mira allá- apuntó detrás del joven. Al momento en que Nathaniel se volteó, sintió el duro impacto del bastón de hierro del gatuno en su cara.

Nathaniel cayó con las manos en su cara, notando la sangre que rodaba por su nariz. Chat cargó a Marinette y la llevó hasta llegar al primer piso de la torre, sin embargo, Nathaniel no se quedaba atrás.

- Vete de aquí- le dijo a la peliazul que se negó rotundamente.

Chat Noir se encontró cara a cara con un vengativo Fire Fox, que hizo de la punta de su flauta una gran navaja. Se abalanzó sobre el rubio intentando apuñalarlo. Marinette gritó angustiada, teniendo nada más la compañía de Tikki.

La pelea los llevó hacia la punta de la Torre Eiffel. Lanzándose golpes a la cara y rasguños. Nathaniel hizo sonar lo que quedaba de la flauta y dio lugar a varias apariciones igual que él.

Adrien alargó su bastón para traspasar a los falsos, sin embargo, el pelirrojo ya le había clavado su arma en la parte de atrás del hombro. Esto provocó que Chat diera unos pasos en falso que lo hizo resbalar, y se sujetó de la antena de la torre con una mano.

- Solo ríndete. De esa manera no tendré que matar a tu hija. La criaré como si fuera mía- rió pisando la mano del gatuno. Este soltó un grito desgarrador.

- Estás más que desubicado si crees que permitiré eso- se soltó. Dió una vuelta antes de caer parado en el barandal de uno de los pisos de la torre.

- ¡Cataclismo!- invocó su poder. Fire Fox volvió a aparecer.

- Tu hija lo pagará- le dijo antes de saltar hacia donde se encontraba parada la peliazul.

Marinette gritó al tiempo que Chat llegó para patearlo en el estómago a Nathaniel haciéndolo retroceder.

- ¡Deja a mi familia en paz!- .

Nathaniel se paró y enterró su flauta en el pecho de Chat, lo más profundo que pudo. Adrien fijó su vista en su atacante, que sonreía glorioso. Colocó una mano en el pecho de Fire Fox para apartarlo, pero había olvidado que había invocado al cataclismo.

Marinette corrió a lado de su amado, que se sacó la flauta de su cuerpo. Nathaniel inició a gritar mientras se destransformaba. Su figura en el suelo no se movía, mientras la kwami salía del collar toda agotada.

Lo más terrible fue ver a Chat Noir caer lentamente de rodillas, cerrar los ojos y que lo que restaba de su cuerpo impactara con el suelo, pero Marinette lo agarró con una mano antes de que aquello pasara. Se arrodilló sintiendo la sangre salir de su pecho.

Encontró el celular y llamó a sus amigos. Nino y Alya no tardaron en llegar, tras recoger el collar y verificar le cuerpo inerte de Nathaniel, se llevaron a la pequeña familia al antiguo hogar de Fu.

- Dios mío, sálvalo Nino, ¡por favor!- lloraba Marinette mientras Alya calmaba a la bebé. Plagg manifestó la destransformación, mirando con pena a su portador.

- Haré lo que pueda- fue lo último que dijo.

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La llegada del amanecer trajó varias noticias alos jóevenes portadores.

La confirmación de que Nathaniel Kurtzberg no volvería a la vida. El cataclismo había logrado llegar más allá de la transformación, pero la policía recibió una franca aclaración por parte de Miss Peacock donde se mencionaban solo los datos relevantes.

Todos los miraculous habían sido encontrados, y los que no tenían portadores estarían guardados hasta nuevo aviso.

Chloe Bourgeois había abandonado Francia. América sería su nuevo hogar y formaría una vida allá.

Y Adrien Agreste no podría despedirse de su amada ni su hija.

Y lo último porque aún no era su hora de irse de la vida. Sin duda alguna, aquella noche no tenía precedentes. El único, bueno, los únicos que lograron recuperar el sueño fueron Plagg y la pequeña Emma. Ambos estaban acurrucados en el suelo.

Alya y Marinette pusieron varias almohadas en el piso de otro cuarto para que Emma durmiera tranquila, y Plagg aprovechó para descansar. El resto esperaba noticias de Nino. Marinette se apoyaba en Alya quien le sobaba la espalda.

Sin embargo, antes de que se volviera tarde, Nino llevó las buenas noticias a ambas mujeres. Entraron (dejando a Emma y Plagg al cuidado de Tikki) y festejaron en sonrisas al ver a Adrien despertando, con ninguna herida a la vista.

- ¿Cómo lo hiciste bebé?- preguntó Alya asombrada.

- Wayzz me explicó- se excusó satisfecho. - Pero estás vivo amigo- chocaron los puños y se regresó con Alya hacia el cuarto donde estaba Emma.

Adrien se sentó para abrazar a la azabache. Tras soltar unas lágrimas de felicidad, ella plantó sus labios sobre los de él. Adrien bajó las manos por su espalda, y se separó mirándola con pura felicidad.

- Al fin somos libres-

Marinette asintió. Desde que aquella locura había comenzado, lo único que sentía era estrés y temor. Y la sensación de poder amar sin miedo era fabulosa.

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Lectoressss. Se q me he demorado pero he tenido mis horrendos exámenes y acabo d entrar en unas pequeñas vacaciones.

Asi que este es el final. Ta daaaaaa... Perdon si no era como lo esperaban, pero aun falta el EPILOGO

Sip. Asi q aun no dejen de leer.

Gracias por todo su apoyo, votos y comentarios q me han hecho continuar escribiendo cuando pensaba en eliminarla e iniciar d nuevo.

Nos vemos
Miraculousteen.


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