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El dúo dinámico compuesto por Jeon Jungkook y Kim Taehyung había sufrido leves golpes, las bolsas de aire se habían expandido a tiempo y, más allá de algunos rasguños, ambos tenían el cinturón de seguridad y en cierta forma habían sido una especie de refugio para el otro, por lo cual, no habían esado mas de cuarenta y ocho horas internados.

Realmente habían tenido mucha suerte. El tipo—alcohólico—causante del accidente, no había corrido con la misma suerte ya que había muerto al instante del impacto.

Por otro lado, el auto que había recibido un leve golpe por parte del vehículo donde los amigos se encontraban, ese chico había corrido también con suerte o al menos eso parecía.
El chico castaño había sufrido una concusión leve, él se encontraba solo en su auto, con cinturón y bolsa de aire también, sin embargo se encontraba solo con una maleta en el asiento delantero que había impactado contra su cuerpo y a causa de eso, había terminado más golpeado, pero vivo.

Según la documentación encontrada, el tipo tenía una working-holiday visa, eso más su maleta confirmaba que el chico se encontraba en Corea por trabajo. También el teléfono en su chaqueta de cuero era pura y exclusivamente laboral, tenía contactos con gente de la empresa con la que estaría trabajando.

En el accidente también se había encontrado su teléfono personal, pero como este parecía encontrarse reposando sobre la guantera del auto había salido disparado del mismo. Dejando el equipo inservible y con la sim incrustada de forma que no era muy sencillo quitarla sin dañarla, para así saber más sobre el tipo llamado Kim Seokjin.

Cuando había despertado solo murmuraba Jin Hyung, una y otra vez, los doctores estaban algo confundidos ya que al parecer "Jin Hyung" era él mismo. Otra cosa que habían descubierto era la perdida de memoria que el tipo estaba sufriendo, extrañamente, una muy particular.

—¿Sabés por qué te encuentras aquí? —preguntaba el neurólogo.

—Por trabajo, soy arquitecto y estoy para un proyecto especial de la empresa Active Corp.

—¿Podrías repetirme tu nombre y fecha de nacimiento?

—Kim Seokjin, originalmente nacido en Corea. Nos fuimos a Australia cuando tenía cuatro. Mi padre falleció de cáncer y mi madre técnicamente de tristeza. Estoy viviendo en Australia y nací el cuatro de diciembre de mil novecientos noventa y dos. Tengo veintisiete años.

—¿Tienes más familia en Australia o aquí? —preguntab otra vez.

El chico suspiraba.

—No lo recuerdo —decía con algo de frustración—. No conozco a nadie en Corea excepto la gente para la que voy a trabajar. No recuerdo tener familia en Australia, pero me encuentro bien y desearía que me dejarán ir para comenzar mi trabajo.

El tipo era un cabeza dura, sus análisis habían salido a la perfección. El tipo realmente se encontraba bien, los resultados de cada médico indicaban que no había razones para que Kim Seokjin siguiera internado. Había perdido una semana.

Luego de los primeros días, quien sería la asistente de Seokjin había sido contactada y él la reconocía, su asistente era Lalisa Manoban. La misma estaba a cargo de encontrarle un hotel donde quedarse, cosa que ya lo había hecho antes de que Seokjin tuviera su accidente. De hecho, él iba camino a hospedarse esa noche, pero nunca llegó.

Jungkook y Taehyung habían preguntado por el muchacho, pero no podían darle mucha información. Él estaba bien y solo eso podían saber, Seokjin también estaba al tanto de los chicos que preguntaban por él, pero aún no los había visto. Ese miércoles sería la confirmación sobre el alta del muchacho, pero los doctores insistían en no dejarlo solo, ya que podría ir recordando de a poco más cosas sobre su vida y al fin y al cabo necesitaban que alguien tuviera un ojo sobre él.

Taehyung, quien tenía un contacto importante dentro del hospital, sabía que hoy le darían el alta a Seokjin. Park Bogum, el dueño del gato siamés y eterno enamorado de Taehyung era el médico clínico del hospital donde los tres accidentados habían sido hospitalizados.

Ahora ambos amigos estaban en su oficina preguntando otra vez, si podían conocer al chico.

—Bogum ¿Hay forma? —insistía Taehyung—. Siento que le debemos una jodida disculpa y queremos ver con nuestros propios ojos que no le hicimos ningún daño.

Jungkook asentía.

—Los entiendo y estoy a cargo de darle el alta —suspiraba—. El tipo es obstinado, pero no queremos que esté solo. Su asistente vendrá, necesito convencerla de que contraten una enfermera o alguien para que pudieran tener un ojo en él. Puede recordar en cualquier momento.

La puerta era golpeada, Bogum daba vía libre para que la persona entrará. Una chica de cabello castaño corto con flequillo y un rostro redondo adorable.

Lalisa Manoban, asistente actual de Kim Seokjin en Corea.

—Taehyung, Jungkook, ella es Lalisa Manoban —los muchachos hacían una reverencia a la bonita chica y esta respondía de igual forma.

—Chicos, necesito hablar sobre mi paciente —decía Bogum.

—Por favor, doctor Park —decía Jungkook—. Fuimos casi causantes, déjenos verlo y disculparnos. Una semana llevo pensando en el tipo, me está jodiendo la conciencia.

Lalisa lo observaba—. ¿Ustedes fueron las víctimas del otro auto? —los amigos asentían—. Seokjin Oppa está al tanto de ustedes, pero no lo dejan verlos —tiraba una mirada de soslayo a Bogum.

—Lo ve doctor —decía Jungkook—. Somos sus únicos contactos aquí en Corea —miraba a Lalisa—. Aparte de la chica bonita

—Ustedes no son familia y estoy seguro que la señorita Manoban —decían recalcandole a Jungkook ser más respetuoso—. Ya habló con mi paciente para aceptar el cuidado de una enfermera o alguien extra.

Lalisa agachaba la cabeza.

—Sobre eso... —decía con una mueca incómoda—. Él no desea una "niñera" —decía entre comillas—. Tanto él como mis jefes están deseosos de empezar con el trabajo, por favor le ruego que pueda darle el alta si él se encuentra en condiciones.

Bogum suspiraba—. No puedo dejarlo solo, no sería ético. Necesita alguien que lo tenga bajo su radar ¿No puede vivir contigo? —preguntaba.

La chica abría sus ojos casi horrorizada.

—Doctor ¿Cómo le va a pedir eso? —decía Jungkook—. Que viva con nosotros.

Taehyung abría sus ojos en sobremanera y observaba al pelinegro.

—¿Con ustedes? —preguntaba Bogum.

—Si, casi fuimos los causantes de su muerte —exageraba el pelinegro—. Creo que sería justo. Tenemos un cuarto extra para invitados en la casa —insistía Jungkook.

Taehyung asentía.

—Es cierto, si él no quiere una niñera y, claramente su asistente no puede hospedarlo, sería justo que se quedará con nosotros hasta que recuerde y terminé su estadía aquí —Taehyung sonaba más serio que Jungkook.

Y Bogum prestaba más atención al azabache.

—Conociendo su perfil —decía Lalisa refiriéndose al castaño—. Si le damos dos opciones, enfermera o-.... —se aclaraba la garganta—, la pareja de chicos...

—No, no, no, no —decía Jungkook de inmediato al unisono con Taehyung—. Nosotros no somos ese tipo de parejas.

La chica se ruborizaba.

—Oh, lo siento —hacía una reverencia—. Cómo decía, él escogería irse con ellos. Él solo necesita irse y la empresa desea que comience con su proyecto.

Bogum suspiraba.

—Taehyung, Jungkook, por favor salgan. Necesito hablar con la señorita Manoban.

Los amigos se miraban y suspiraban, estrechaban sus manos con el doctor y Taehyung exclamaba:

—No tenemos problema en hospedarlo, aparte si algo surge tengo tu número para contactarte de inmediato —decía mirando fijo al doctor—. Somos su mejor opción.

Bogum suspiraba y los despedía.

En cierta forma, los tipos realmente eran la mejor opción, tampoco podía obligar a la chica a hospedarlo si no podía y, a decir verdad si algo llegará a surgir con el estado anímico de Seokjin el bonito veterinario podría contactarlo de inmediato.

Se sentía doblemente responsable por el chico sin recuerdos, pero a la vez, ese chico estaba a la perfección y lo había demostrado con diferentes pruebas que le habían hecho. El único inconveniente era que Seokjin no recordaba casi nada de sus lazos familiares en Australia y los encargados de revisar el teléfono personal del chico, se habían retrasado con la sim, por lo que ni la empresa, ni Seokjin tenían información sobre su vida personal.  Con su currículum a la empresa le bastaba.

Y a menos que el azabache pidiera que lo investigarán, sus colegas de Corea no harían nada, ya que Seokjin parecía solo estar concentrado en su trabajo, un jodido trabajólico.
Las opciones sobre su estadía eran escasas, pero certeras, ciertamente los jóvenes no tenían inconveniente en hospedarlo y mantener un ojo en el muchacho sin recuerdos.

Un pronóstico seguro, solo había que verificar si el tipo estaba de acuerdo o también pondría resistencia.

Creo que....voy a publicar uno más aparte de este, porque mi cabecita estuvo trabajando.

Con amor Niñita Nany 💜

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