3-three

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

El chico castaño se movía de un lado a otro bajo la mirada del doctor Park.

—¿Acaso voy a colapsar si recordara de repente o qué? —preguntaba irritado.

—Seokjin, si estuvieras en Australia con familia y amigos cerca, estarías vigilado o al menos sabrías a quien recurrir por cualquier cosa —decía con tono calmado y profesional—, pero aquí estás solo. Por favor necesito que aceptes la invitación de Taehyung y Jungkook o dejes que tu asistente consiga una enfermera particular. Solo para estar seguros.

El castaño suspiraba, en esa semana había revisado sus papeles, ya que su laptop estaba también arruinada y Seokjin Kim era tan obsesivo que lo que guardaba en su disco duro, era lo mismo que guardaba en papeles al estilo antiguo. El tipo era un jodido trabajólico, no era broma. Necesitaba salir de allí para comenzar a sentirse útil.

—De acuerdo —soltaba presionando el puente de su nariz—. De acuerdo, doctor.

Taehyung se encontraba leyendo un libro, muy sumergido en su mundo mientras se estaba cocinando la carne en el horno para cuando Jungkook llegará de su trabajo y pudieran comer algo. El timbre de la puerta sonaba y lo sacaba de su mundo, estaba escuchando a Frank Sinatra, Jungkook solía burlarse diciéndole que era un viejo en el cuerpo de un jóven.

Tenía razón en algunos aspectos.

Tomando el pomo abría y un tipo jodidamente atractivo estaba parado frente a la puerta con un rostro algo difícil de leer.

¿Estaba sonriendo o solo abultando sus mejillas?.

—Buenas noches, soy Seokjin Kim —decía levantando su brazo en una especie de saludo.

Taehyung reaccionaba.

—¡Eres él! —decía entusiasmado—. Eres el chico del accidente —Seokjin asentía.

—Mi asistente me trajo hasta aquí, el doctor Park-...

—Bogum —soltaba Taehyung.

—Si, creo que ese era su nombre —decía rascando su nuca—. Él me brindó su dirección, dijo que hablo con uno de ustedes y que ya sabían que vendría.

Taehyung seguía en babea o quizás babeando, no estaba seguro. El tipo era poco más alto que él, unos hombros pronunciados con cintura angosta, ojos rasgados color café y un melena larga castañas que no llegaba a sus hombros, pero su flequillo casi cubria sus ojos.

Y sus labios, carnosos y rojos, muy rojos, como si el tipo viniera relamiendolos y mordiendolos constantemente.

—Seguro fue a... —Taehyung tocaba sus bolsillos como si buscará algo, caía de nuevo a la tierra—. Mi celular se está apagado y cargándose...

—Seguro le avisaron a tu chico que vendría —soltaba Seokjin. Taehyung iba a aclarar que Jungkook no era "su chico", pero este lo interrumpía—. ¿Realmente no molesto?

—No, no para nada —se abría paso de la puerta—. Lo siento, por favor entra.

Seokjin pasaba con su maleta y un bolso en mano, ojeaba la gran sala de estar combinada con la cocina. Todo muy rústico y varonil, le gustaba la vibra.

—Dame eso —la mano de Taehyung rozaba la suya para tomar la maleta—. Déjame guiarte a tu habitación —decía con una dulce y peculiar sonrisa.

«Su aroma» pensaba el castaño.

Taehyung llevaba un pantalón color beige algo suelto, un chaleco del mismo color, una camisa blanca debajo y anteojos. La ropa era talles más grandes de lo que el chico necesitaba. Su pelo era abundante y ondulado, al castaño le pareció un oso de peluche en tamaño real, uno muy bonito.

Llegaban a la habitación de huéspedes que los amigos tenían, era inmensa y tenía su propio baño también, una cama de dos plazas un placard y un escritorio. Seokjin se imaginó sin inconvenientes trabajando ahí y le gustó la comodidad instantánea que había sentido.

Taehyung dejaba la maleta a un lado, que le había pesado bastante, pero no quería parecer un flacucho debilucho ante el castaño etéreo frente a él.

—Bien, Seokjin —decía dulcemente, aún con aquella grave voz—. Este será tu cuarto, tienes todo para relajarte —acomodaba sus lentes con algo de nerviosismo.

Taehyung no recordaba cuando fue la última vez que se vió tan nerd, estúpido y virginal frente a un chico atractivo. Se estaba golpeando mentalmente.

—Es una gran habitación —decía Seokjin.

Joder, se veía tan confiado y tranquilo. Tenía una pequeña bandita en su ojo derecho, pero eso no arruinaba para nada su rostro perfecto.

—Es bueno conocerte al fin, queríamos disculparnos —decía sobando sus manos y secando el sudor en ellas.

—Me contaron la historia y recuerdo poco del impacto —decía dejando el bolso sobre la cama—. Creo que todos fuimos víctimas del tipo en cuestión.

Taehyung asentía—. Estoy haciendo la cena ¿Has comido algo?

—Comida de hospital —decía con una mueca.

—Espero te guste la carne mechada al horno

—Oh, dios. Si, por favor —decía casi gimiendo ante la idea de la comida casera.

Taehyung se ruborizaba.

—Genial —se aclaraba la garganta—. Puedes ducharte y ponerte cómodo —decía caminando de a poco para salir de la habitación, aún con cierta distancia entre el castaño y él—. Hay toallones y todo para que puedas bañarte tranquilo

—Genial, muchas... —extendía su mano—. No sé cuál eres, si Jungkook o Taehyung —exclamaba sonriendo.

—¡Oh! —golpeaba su frente—. Yo no me presenté, soy Taehyung, Taehyung —repetía asíntiendo—. Y tú Jin Hyung —decía sonriendo.

Seokjin reía—. ¿Quién balbucea su propio nombre después de un accidente? —decía avergonzado—. Puedes llamarme Seokjin o solo Jin —añadía—. Soy ajeno al Hyung que utilizan aquí....creo —se encogía de hombros.

—Tu puedes decirme Tae —decía con tono adorable el azabache—, o Hyung, no...espera, no sé si eres más grande

—Tengo veintisiete

—Eres más grande, pero puedes decirme Tae o TaeTae —soltaba exhibiendo su sonrisa cuadrada.

—Boxy —decía el castaño con un suave tono de voz.

—¿Disculpa? —preguntaba Taehyung no entendiendo a que se refería con esa palabra.

—Boxy, tu sonrisa es cuadrada —decía sonriendo—. En inglés es boxy. Boxy smile.

Taehyung se ruborizaba otra vez.

—Cierto que eres de Australia —decía tímido.

—Lo siento, te diré Tae —decía con breve reverencia.

—Oh, boxy me agrada —decía batiendo sus manos al aire—, como tú quieras llamarme —repetía con nerviosismo.

Seokjin sonreía—. ¿Seguro mi presencia no molestará a tu novio? No quiero arruinarles la convivencia siendo una especie de carga.

Taehyung estaba congelado y luego comenzaba a reír a carcajadas.
Seokjin no entendía que había dicho que fuera tan chistoso para que riera de esa forma...Tan adorable.

—Lo siento, lo siento —decía el azabache de inmediato—. Esto siempre pasa. Jungkook no es mi novio, nosotros somos amigos —decía sonriendo—. Diría que hermanos separados al nacer, no hay nada romántico entre nosotros

—Oh, yo lo siento —decía incómodo el castaño de labios carnosos.

—Tranquilo, pasa —Taehyung chasqueaba su lengua—. Estamos reconsiderando comprar remeras que digan "no es mi novio" —reía dulcemente—. No te preocupes, somos amigos y ambos quisimos hospedarte, es lo menos que podemos hacer.

Seokjin sonreía—. Gracias —añadía.

Pie suficiente para que Taehyung se retirará—. Me iré a terminar la cena —decía pasando por al lado de Seokjin con paso algo atolondrado y tonto—. Siéntete como en casa —decía extendiendo sus brazos.

De repente Seokjin aspiraba su aroma sin disimulo, Taehyung lo miraba sorprendido.

—¿Qué? —preguntaba al ver al castaño cerrar sus ojos con fuerza.

—Lo siento, tu aroma —decía avergonzado—. Es muy rico y se me hace...no lo sé —rascaba su nuca.

Taehyung se acercaba y lo observaba con cautela.

—¿Se te hace algo así como familiar? —preguntaba consternado.

Seokjin se encogía de hombros—. No lo sé, quizás...o solo me gusta tu aroma —reía con cierta congoja.

Taehyung sentía pena por el chico.

—¿Quieres la marca del perfume que uso? —ofrecía con inocencia—. Quizás te recuerde a alguien y eso te ayude.

Seokjin lo miraba, un silencio se instalaba en medio de ambos, el castaño no apartaba sus ojos del bonito chico de sonrisa cuadrada y Taehyung era prisionero de sus ojos café.

Seokjin relamía sus labios—. ¿Puede oler la fragancia en tu cuello? —preguntaba con cierto rubor.

Taehyung se congelaba ¿Lo decía en serio o se estaba aprovechando de su encanto?.

—Lo siento eso fue jodidamente extraño —decía un Seokjin incómodo.

—No, no, no —decía de inmediato Taehyung, acercándose más a Seokjin—. Hazlo, si eso te ayuda, hazlo —hacía una mueca abultando sus labios—. Hueleme, prometo no tomarlo como algo raro. Inténtalo —le invitaba.

Seokjin reía tímido—. ¿Seguro?.

Taehyung hacía su cabeza a un lado y añadía—. Seguro.

Seokjin tragaba y relamía sus labios, acortaba la poca distancia y acercaba su rostro a un Taehyung neutro, no podía leer la expresión del chico, estaba entregando su cuello para que pudiera sentir la fragancia que se le hacía "familiar".

Su cuerpo estaba a pulgadas del chico bonito, para ser honestos, Seokjin ya sentía nuevamente aquel dulce olor que emanaba del azabache, pero él quería...solo quería sentirlo más de cerca.

Se inclinaba un poco y rozaba su nariz por la piel expuesta y aspiraba.

Un gemido bajo se le escapaba a Taehyung al sentir la nariz y los labios del mayor rozar su cuello. Se maldijo, si que lo hizo.

«Jodido necesitado, imbécil»

Seokjin no había prestado atención a aquel sonido, apretaba sus ojos y volvía a aspirar, pegando por completo su nariz y labios al cuello ajeno. Estaba perdido en la fragancia, era dulce, embriagadora y malditamente familiar.

—Dios... —decía Taehyung bajito y con su cuerpo tenso.

Seokjin reaccionaba, pero no sé alejaba atolondrado, lo hacía de forma lenta, solo su rostro, no su cuerpo y miraba el perfil perfecto de su acompañante.

Una mandíbula bien pronunciada, Taehyung era muy bonito por dónde este lo viera.

—Lo siento, eso fue raro —decía casi con una voz ronca.

Taehyung giraba su rostro y tenía al castaño a solo centímetros, relamía sus labios y tragaba el nudo en su garganta. Seokjin observaba su nuez subir y bajar.

—Puedes hacerlo cuando necesites, si eso te ayuda —decía con voz ronca.

«Imbécil» pensaba después de hablar.

«Bonito» era la única palabra que Seokjin parecía encontrar para describir a este chico.

—O puedo darte la marca —decía con sus mejillas teñidas de rosa.

Seokjin le sonreía—. Veré qué me ayuda más —susurraba.

Se miraban fijo unos segundos, con ojos curiosos recorriendo el rostro ajeno. Seokjin notaba la manía de Taehyung, relamer constantemente esos labios, siempre estaban rojos y con brillo debido a la saliva.

Taehyung podía sentir la tensión en el aire, el calor en su nuca y lo dura que se estaba poniendo su entrepierna.

Se apartaba rápidamente—. Siéntete como en casa, Seokjin hyung.

Se retiraba sin decir más, pero sonriéndole de forma adorable al mayor, quien ahora quedaba completamente solo en la habitación.

—Boxy...

Hoy se me vino este encuentro a la cabeza por dios, que hermoso, por dios como voy a sufrir junto con ustedes.

¿Que les pareció este primer encuentro?. 👀👀👀👀

Please quiero leerlxs

Con amor Niñita Nany 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro