21-twenty one

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TaeHyung se encontraba parado al lado de la cama que le pertenecía a SeokJin en ese momento. Lo veía bajar las persianas y quedarse un momento parado frente a la ventana, la luz tenue en la habitación lo hacía verse más grande e intimidante. Su pantalón de dormir color negro y la remera en cuello V blanca que, llevaba puesta, se pegaba a sus hombros y descendía por su angosta cintura.

TaeHyung lo veía en silencio y de repente lo notaba girar.

— ¿No te gusta el ruido de la lluvia? —preguntaba, con sus manos dentro de su pantalón amarillo, tambien de dormir, pero de tipo escocés a cuadros.

SeokJin lo miraba y pasaba saliva, notaba el cabello rizado de TaeHyung en muchas direcciones y consideraba que se veía adorable.

—No, no me gustan —añadía, sonriendo secamente—. Puedes acostarte

—Hazlo conmigo —replicaba el menor, abriendo las mantas.

El arquitecto se acercaba y obedecía, se metía en su lugar y TaeHyung en el otro. Ambos en silencio y con un trueno que resonaba haciendo saltar al azabache. Aquello había logrado que SeokJin riera, genuinamente esta vez.

—Me alegra que te rías, aunque sea de mi —afirmaba, metiéndose rápidamente en la cama.

SeokJin alzaba su mano y cubría bien el cuerpo de TaeHyung mientras quedaban cara a cara y en otro silencio extraño, cargado de muchos sentimientos confusos. TaeHyung suspiraba y se animaba a acercarse mucho más.

Pese a que también había estado, en cierta forma, dejando que SeokJin le evitará, ahora lo tenía frente a él y ¿Solo se trataba de dormir juntos, cierto?.
Él podría pasar su mano por la angosta cintura y abrazarlo mientras lo tenía frente a él con esos ojitos tristes y confundidos.

¿Qué estás haciendo, TaeHyung?, se preguntaba a sí mismo.

Pero ahí estaba, acurrucándose más cerca como si extrañará aquella cercanía, pero TaeHyung no había tenido muchos momentos melosos con otros hombres. Él era meloso, cariñoso, pero ningún hombre llegaba a cumplir sus expectativas, excepto por aquel francés que había vuelto a su país y lo había dejado con el corazón roto, como él recordaba.

No estaba seguro, ahora comparando, si SeokJin era igual o más que aquel tipo. Estaba muy sumergido en sus pensamientos cuando notaba la mano del castaño en su mejilla.

— ¿En qué piensas, Boxy? —preguntaba la voz ronca de SeokJin.

TaeHyung bajaba a la tierra y abría sus ojos—. No lo sé —admitía—. ¿Puedo saber por qué no te gustan las tormentas?

SeokJin suspiraba.

—Es bastante obvio —replicaba—. Conocí a mi esposo, mejor dicho, nuestra primer charla o cita fue en un día muy lluvioso, por lo que... Eran algo así como nuestros días favoritos.

TaeHyung apretaba sus labios—. Mmm... —soltaba y Jin lo miraba alzando sus cejas—. Solo es un poco de lluvia —respondía.

SeokJin reía apenas y asentía—. Lo sé —le daba la razón.

Bajando la mirada y evitando verlo de frente.

—Tienes que sanar —susurraba el azabache—, puedes recordarlo, rememorarlo y sonreír, pero no puedes atarte a su recuerdo de esta forma.

La mano que SeokJin tenía en su mejilla era quitada y lo veía estirarse y cambiar de posición, lo que lograba que TaeHyung tuviera que soltarlo y correrse un poco para que SeokJin pudiera quedar boca arriba.

Se había sentido desplazado y estaba seguro que lo había ofendido, pero de repente el arquitecto estiraba su brazo para que la cabeza de TaeHyung pudiera descansar sobre este.

—Ven aquí —pedía.

TaeHyung pasaba saliva y se acomodaba sobre su brazo, y pasaba el suyo por encima del pecho de SeokJin.

—Creí que te habías enojado —susurraba.

SeokJin reía y TaeHyung temblaba por el vibrato de su pecho y pensaba que el sonido de su risa, el calor de su cuerpo y la calidez que sentía al escucharlo tan cerca y el vibrato de su cuerpo, era perfecto. Como si fuera su lugar.

—No estoy enojado, boxy —afirmaba—, solo siento que cuando dicen eso, no están al tanto de lo que es perder a la persona que amas y no por un desacuerdo, una infidelidad o una pelea de los mil demonios ¿sabes?.

TaeHyung lo escuchaba en silencio mientras sus dedos dibujaban círculos en su pecho.

— ¿Qué le pasó? —preguntaba finalmente.

SeokJin suspiraba, se tomaba unos segundos e intentaba que su voz fuera estable. Hablar de esto era totalmente nuevo, especialmente porque los cercanos a él, sabían su historia. Sabían cómo había perdido a Jimin por lo que, revivirlo y hablarlo con alguien que no fuera un psicólogo, era nuevo y aterrador, porque sentía que si lo hablaba y de a poco relataba lo que había sido de ellos, se desvaneceria.

Si, era una sensación extraña, los recuerdos seguirían en su memoria y pensar que casi los perdía también, lo hacían temblar. Su garganta se cerraba, la carraspeaba y buscaba su voz para intentar responder a la pregunta de TaeHyung.

—Él... —volvía a suspirar.

TaeHyung alzaba la cabeza para verlo y se levantaba un poco para tener su rostro más alto y cerca. Su mano subía a la mejilla del arquitecto y lo acariciaba con dulzura y sin apuro.

—Lo siento, no tienes que contestar —mencionaba con esos ojitos dulces.

SeokJin relamia sus labios ante lo comprensivo que el azabache era y luego notaba su cuello, una marca, lo cual le recordaba que su cuello debía de lucir igual o peor, ya que, TaeHyung lo había besado y chupado con verdaderas ganas en la ducha y aún así, jungkook, no había dicho nada, más allá del chiste de la lengua comida por TaeHyung.

SeokJin suspiraba y mordía su belfo por todo el enredo que había ocasionado. Si él hubiera conocido a esos chicos en una ocasión totalmente diferente, estaba seguro que, más allá de creer que eran atractivos, no hubiera cedido ante ninguna especie de... Vinculo o revoltijo de sentimientos.

—Hyung... —la voz de Tae lo hacía elevar la mirada y lo veía prendido de sus labios con sus ojos deseosos.

—Dime... —mencionaba, acomodando el pelo de TaeHyung tras su oreja.

Él sabía, claro que lo sabía, si TaeHyung se lo estaba rogando con esos ojos brillosos y confusos. Pero antes de hablar, el joven veterinario llevaba sus dedos a los labios carnosos del arquitecto y los acariciaba con vehemencia y hasta un poco de admiración.

—Dios, boxy, no leo mentes —susurraba en la habitación alumbrada de forma tenue.

—Lee la mía —susurraba y elevaba sus ojos para verlo de frente—. Soy un libro abierto contigo

Boxy...

¿A qué le tienes miedo? —cuestionaba el menor—. ¿Serle infiel a un recuerdo o que te gusten dos personas?

SeokJin fruncia su ceño mientras ladeaba su cabeza hacia un lado. No podría decir con exactitud que TaeHyung parecía enojado, pero estaba mas serio que en otras ocasiones, era extraño verlo así, aunque si lo pensaba bien, lo había visto serio en ciertas ocasiones o enojado con Jungkook y era un contraste bastante notorio.

—Probablemente ambas —mencionaba finalmente—. ¿Cuál es la razón para tu tono áspero? —cuestionaba luego.

TaeHyung relajaba su entrecejo y abría sus ojos.

—Lo siento, no quise sonar de esa forma... Pero deberías dejar de estar tan retraído, nunca sanarás si no te arriesgas. Si no te abres... Si no lo sueltas.

SeokJin miraba hacia un lado y otro trueno resonaba, otro suspiro que parecía desinflarlo cada vez más y no tenía ganas de ver a TaeHyung frente a él. Pero luego volvía sus ojos al chico encima de él con una pregunta bastante directa y es que SeokJin era un hombre que iba al grano y eso había quedado bastante claro, aún con su perdida de memoria, no era un tipo que gustaba de huir de lo que le pasaba, siempre y cuando no tratará sobre Jimin.

— ¿Qué me prometes si me arriesgo? —preguntaba.

TaeHyung abría sus ojos enormemente.

— ¿Qué? —soltaba desorientado.

SeokJin se sentabana finalmente y TaeHyung imitaba su acción.

—Hablar de mi esposo es difícil, contar sobre lo que sucedió a alguien más sería como soltarlo, de a poco y dejarlo ir...

—Eso es bueno —susurraba TaeHyung.

— ¿Cómo sería bueno olvidarme de él? —cuestionaba.

TaeHyung negaba de inmediato—. Nadie está pidiendo que lo olvides, se te está pidiendo que avances —se acercaba más y tomaba el rostro del arquitecto, quién estaba apoyado sobre el respaldar de la cama—. Soltar el dolor te hará bien. No sería olvidarlo, solo sería soltarlo para que puedas tener algo igual en un futuro cercano —admitía.

Y no sabía porque su garganta ardía ante aquello.

SeokJin asentía.

—Me lo dijeron tantas veces —suspiraba cansino—. No lo veía necesario, de hecho, duele. Realmente duele —afirmaba y recibía una mirada de ternura por parte de TaeHyung, quien volvía a acariciarlo—. Por eso te pregunto: ¿Qué me prometes si suelto el recuerdo de mi esposo?

TaeHyung se quedaba sin aire, su caricia cesaba, estaba casi sin habla, y sentía que quería salir corriendo de la habitación. No esperaba una pregunta así y de hecho no estaba seguro a qué se refería SeokJin, por lo que, se colgaba de aquella mínima confusión en su cabeza.

—Te prometo que serás feliz —añadía con una voz temblorosa—, te prometo que no cargaras con esa mochila de tristeza que solo logra que te pierdas lo bueno de la vida y para ser honestos ¿qué querría tu esposo para tí?.

Y SeokJin comprendía.

Le bastó la respuesta, le bastó la voz temblorosa de TaeHyung y le basto ver sus ojos de cervatillo asustado que le hacían cuestionarse si el apodo "Bambi" habia sido correcto para jungkook, porque TaeHyung se veía aterrorizado.

—Vamos a dormir —pedía sin ganas de continuar con la charla—. Haré mi mayor esfuerzo.

TaeHyung pasaba saliva y dibujaba una sonrisa dubitativa—. Seré más que oídos cuando estés listo para hablar al respecto.

¿Solo oídos? ¿Solo eso?

SeokJin asentía y para sopresa del menor, lo tomaba de la nuca y besaba dulcemente en la mejilla. Poniendo todo de si para no tocar esos labios que le gritaban ser besados y cuando creía que saldría ileso, TaeHyung tomaba su rostro y lo besaba. Con sus labios cubría los suyos por completo y SeokJin se derretía al sentirlos nuevamente. La lengua de TaeHyung empujaba entre sus belfos para que le permitiera entrar y el arquitecto lo dejaba. Él se dejaba besar, abría sus labios y la lengua TaeHyung se adueñaba de la suya.

SeokJin estaba perdido ante la textura de los labios ajenos, el sabor de la lengua de TaeHyung, la forma en que lo besaba necesitado. SeokJin se perdía y no estaba comparando. Él no estaba comparando y había recordado que tampoco había comparado a TaeHyung con Jimin en la ducha. Tampoco había comparado el abrazo sorpresivo de Jungkook y su boca astuta a la de su eterno amor.

Solo habían pasado unas horas, pero tampoco estaba seguro que no lo volvería a hacer luego, por lo que necesitaba dejar de besar a TaeHyung, pero este lo tomaba por el cuello y tiraba de él para tenerlo encima. Ahora TaeHyung yacía bajo su cuerpo y enroscaba sus piernas a las caderas de SeokJin.

Boxy... —pedía, intentando escapar de los besos ajenos.

Te dije que no quiero pensar en el "que tal si..." Ni de forma intensa, tampoco quiero pensar en el mañana —susurraba, volviendo a besarlo, enroscado de brazos y piernas—. Solo en el hoy, hyung.

Ese es el problema. Pensaba SeokJin.

Y hoy solo necesito dormir —pedía dulcemente, subiendo una mano por el muslo de TaeHyung para intentar que aflojara sus piernas y éste lo hacía.

No podía negarse que su cuerpo había respondido y sentía la roca entre las piernas de TaeHyung chocar con la suya propia, pero no, así no, no ahora.

—Solo duerme conmigo —sonreía forzadamente, mientras acomodaba el pelo de TaeHyung—. Mañana acordé ver a Jinyoung antes de que vuelva a Australia, necesito dormir y me gustaría que puedas quedarte y dormir, pero si sientes que no puedes-...

—Dormiré —afirmaba TaeHyung, sintiéndose un poco avergonzado—. Lo lamento

— No te lamentes, lo deseo. Pero ahora-... Aún no ¿si?

TaeHyung relamia sus labios y asentía, luego de eso un dulce beso en su frente era depositado y SeokJin se acomodaba a su lado, el azabache no podía verlo de frente por lo que le daba la espalda, pero una mando del arquitecto pasaba por encima de su abdomen y lo atraía más cerca. Por el momento, se dejaba abrazar, lo sentía ofaltear su cabello y no quería ni siquiera preguntarse si su esposo cruzaba su mente o no, así que solo apretaba los ojos y se disponía a intentar dormir, respetando lo que el mayor deseaba en ese entonces.

Aunque él quisiera ser más intenso y pensar menos, SeokJin, este SeokJin, el original con todos sus recuerdo en orden y toda su escencia en su personalidad, al parecer tenía un tiempo diferente.

Jungkook por su lado había agradecido tener la maldita costumbre de musicalizar sus momentos de sexo, pero esa madrugada lo tenía desconcentrado, por eso había intentando ponerse al día con su trabajo. Haber llegado y notar las sutiles marcar en el cuello de su amigo y como este le evitaba le habían hecho sentirse extraño.

No estaba seguro si por saber con exactitud quién era el causante de estas o porque su mejor amigo estaba distante. O un poco de ambas.

Luego, cuando había despertado al arquitecto las marcas más notorias en el cuello de éste, las había preferido ignorar. Jungkook sabía que había perdido esa batalla y eso estaba bien o al menos se esforzaba en creer que no le afectaba tanto. Él era más carnal, TaeHyung más sentimental, pero esa madrugada no había podido tocarle un pelo a su amante de piernas largas y sosprendentemente, por primera vez, antes de un buen polvo, él también había llegado a la conclusión de que solo quería dormir.

Jesú' que angst, altas ganas de cancelar el fic.

Nah mentira, es que no soy fan de lo angst >.< Tampoco si me sale bien o no. Bueno... Si ven errores me chiflan con amorcito u.u

Con amor niñita Nany 💜

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