Título: Celos
Personaje: Dick Grayson.

Sí, sí, ya sé que tardé más de cincuenta Os para hacer la continuación de este pero la verdad que es se me había olvidado por completo xd
Hasta hace poco empecé a leer comentarios y ví que todas lo pedían y, ¿quién soy yo para negarme a escribirlo?

También estaba pensando en hacer un especial, celebrando que por fin la escuela nos dió un respiro con las vacaciones de semana santa y quiero ver si tienen algo en mente.

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La sala estaba repleta de gritos de emoción y un montón de preguntas  que se perdieron entre el ruido de la multitud.

Mientras Dick tenía un tick en el ojo y Kory le sonreía a la prensa, teníamos a Jason, que elevó una ceja al ver que Roy se estaba tragando a ______. El mercenario se acercó a su micrófono y carraspeó para callar a las masas. Aunque también logró que su mejor amigo y la chica se separaran.

— Al parecer soy el único soltero en el grupo — exclamó con una sonrisa ladina y los ojos brillando con malicia, causando que las reporteras más jóvenes soltaran suspiros —. Ya saben qué hacer, señoritas.

Era tanta la negación de Jason al querer una relación en esos momentos que Roy empezaba a sospechar que era gay, sin embargo, Todd vió aquello como la única oportunidad para que el ambiente no estuviera tan tenso.

— Es todo por el momento. Gotham está nuevamente a salvo. — Cortó Dick con un tono de voz duro. Se levantó y fue seguido por los demás mientras los reporteros intentaban acercarse como buitres hacia ellos. 

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— ¿¡Por qué lo hiciste!? — Gruñó Richard una vez que el equipo se encontró en el cuartel, lejos de las cámaras y el mundo de la farándula.

Impenetrable, Roy continúo con los brazos cruzados.

— ¿Por qué lo hiciste tú?

— ¡No te metas en asuntos que no son tuyos, Harper — gruñó.

— Ella es de las mujeres más importantes en mi vida y todo lo que le suceda me concierne, imbécil.

— Sigo aquí parada, par de idiotas. Dejen de hablar sobre mí como si todo el equipo no los estuviera escuchando — habló ella con un tono neutral, intentando acabar con el nudo que había en su garganta.

— ¡No tenía derecho de poner sus manos encima de ti! ¡Y menos frente a las cámaras!

— ¡Y tú como el estúpido líder del equipo sí puedes besuquearte con cualquier chica! ¿¡No!?

— No comprendo  muy bien qué tiene de malo — dijo Kory, frunciendo las cejas ligeramente. ______ la miró con furia, pero de inmediato su furia se apagó y dió paso una sensación de tristeza. Kory seguía sin entender muy bien las reglas humanas y para ella no era algo importante. Su lógica consistía en si querías a alguien, lo podías besar y tanto ______ como ella lo hacían, así que, ¿Cuál era el problema?

— Tú no lo comprendes — habló Roy, dando un ligero paso al frente — pero alguien llamado Grayson lo hace. Y es allí donde estuvo su maldito error.

Sin decir nada más el arquero salió del lugar, robándole una palomita a Jason en el camino.

— Ve a conseguirte las tuyas cabrón — gruñó el mercenario.

— Yo también me voy — exclamó la castaña, dispuesta a seguir a su amigo. Sin embargo, antes de poder dar un paso Dick la agarró por el brazo y la miró suplicante.

— Déjame arreglarlo.

En ese momento la mente de ______ viajó años atrás, desde el momento en el que lo conoció y quedó encantada con él y sus ojos azules igual de brillantes que un zafiro, su cabello color carbón, esa sonrisa de niño pequeño y las acciones tan dulces que la habían llevado a caer en su hechizo. Se preguntó si debía dejarlo o perdonarlo una vez más, dejar ir otro de esos muchos errores por todos los buenos momentos que había pasado con él; maldita sea la hora en la que se enamoró de Richard Grayson.

Pero ya no más.

Los errores habían quemado su ser desde hace mucho y ya no quería seguir ardiendo. Debía salir de allí antes de convertirse en cenizas.

— No puedes arreglar algo que ya está roto.

Se zafó de su agarre y a grandes zancadas abandonó el lugar.

......

______ permaneció a una distancia prudente de Roy mientras éste caminaba hecho una furia fuera de la torre de los Titanes. El chico llegó al jardín y pateó un pequeño bulto de tierra para después soltar una maldición. Seguido de ello sacó un cigarrillo, pero antes de poder encenderlo la castaña se hizo notar.

— Te vas a matar, Harper — exclamó acercándose ligeramente.

Apenas y el arquero le dirigió la mirada.

— ¿Qué haces aquí? — preguntó, guardando el cigarrillo —. Pensé que para estos momentos ya estarías recordándole a Grayson lo tierno y lindo que es contigo.

— Terminé con él, Roy.

El muchacho se giró bruscamente, abriendo los ojos de par en par y formando una "o" con su boca.

— ¿Qué?

— Estoy cansada de que siempre sea lo mismo con él — suspiró —. Bárbara o Kory pueden soportarlo, pero yo no.

— Me sorprende que recapacitaras tan rápido — dijo medio ido, revelando con la mirada que su mente estaba en otro lugar.

— Y también te quería agradecer... Por lo de hoy — murmuró, bajando la vista ligeramente —. Tal vez si no lo hubieras hecho, yo seguiría perdonando todas esas idioteces.

— Para estoy, ______ — dijo sonriendo. Con un pequeño movimiento de cabeza le indicó que lo acompañara por los jardines a dar un paseo bajo la luna.

Pasaron un par de minutos en silencio, hasta que la castaña lo hizo parar en seco para sentarse en una pequeña banca de color pastel. ______ tomó aire y lo miró.

— No me siento tan mal como creí que lo haría. Siempre imaginé este momento como mi perdición total, ¿Sabes? Como un tsunami que llegaría arrasando con toda mi felicidad. Imaginarme un mundo sin él me parecía imposible, porque lo único que me venía a la mente era a mí hecha una mierda, casi necesitandolo de la misma manera que necesitas al oxígeno para vivir. Pero aquí estoy y creo que sobreviví al desastre Grayson. No fue mi perdición — las lágrimas empezaron a brotar, pero a pesar de ello siguió sonriendo —. Puedo vivir sin él, ¿Verdad Roy?

El chico le sonrió y acarició su mejilla, recorriendo su delicado rostro hasta llegar a sus labios con el dedo pulgar.  El tacto se sintió correcto, de una manera tan familiar que a ____ no le molestó en lo absoluto.

— Puedes vivir sin él perfectamente, princesa. Y lo puedes hacer porque eres la chica más perfecta que conozco. Eres fuerte, lista, eres mucho más que una cara bonita. Ningún hombre te hará falta en la vida porque tú eres todo lo que necesitas.

Lentamente, teniendo miedo del rechazo que podría llegar a generar en ella, Roy se acercó para plantarle un beso en la frente y después abrazarla. No era una mentira que los años que habían pasado juntos, fortaleciendo su amistad, se voltearon en su contra una noche y su corazón lo traicionó.

Cometió el error de enamorarse de ella.

Pero, ¿Quién era él para manejar sus sentimientos? El ser humano que pudiera controlar a su corazón, evitando sentir donde estaba prohibido, le parecía la criatura más desdichada que pudiese existir en el planeta.

— Te quiero, Roy.

— Y yo a ti ______. Más de lo que podrías imaginarte — soltó, nostálgico.

— Quédate conmigo hasta que me sienta mejor, por favor.

Roy soltó una risa medio amarga.

— Quedarme contigo cada maldito segundo de mi vida es parte de mis planes. No tienes que pedirlo dos veces.