Título: Silencio.
Personaje: Dick.

Para quien no lo recuerde, la primera parte del Os  es el 6. En resumidas cuentas hay un pinshe asesino Alv que persigue a rayita, la wey le llamó a Dick y el puto asesino calenturiento se quería coger a rayita pero la morra le aplico unos vergazos y salio corriendo:v.

(México dónde? )
Adaptación de la película Hush. Disponible en netflix Alv :v.

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Cuando corría por mi vida a través del bosque con la respiración agitada, el corazón en la boca, las piernas temblorosas por las heridas y el miedo a morir asesinada solo se me venia una cosa la cabeza; Dick.

Su sonrisa, su cabello, sus abrazos, sus besos, su risa, su amor... Todos mis pensamientos se centraban en él, sin importarme que estuviera corriendo por mi vida seguía pensando en él.

Y no me arrepentiría si por ello muriera.

Muy a pesar de que estuviéramos enojados.

Seguí corriendo a mi propio paso, aguantando el dolor de la pierna y dejando un rastro de sangre temiendo que el asesino lo siguiera y diera conmigo en cualquier momento. Cuando llegué a un pequeño lago, con varias rocas al rededor pude notar que el asesino no me seguía, suspire algo aliviada y sabiendo que si me sentaba todo el dolor se cargaría en mis piernas siendo más difícil el poder pararme decidí seguir caminando.

- ¿______? - Un pequeño susurro llegó a mis oídos mientras caminaba a un lado del lago, trague en seco sintiendo cómo mi corazón comenzaba a acelerarse sin control, tomé valor y me gire para encontrarme con mi novio, si es que le podía seguir llamando así, en su traje y con el ceño fruncido, clara señal de que estaba realmente confundido.

- ¡DICK! - Grité sin tomar en cuenta las posibles consecuencias y corrí a abrazarlo, el dolor en mi pierna se hizo presente y solté algunas lágrimas pero no me detuve hasta que llegué junto a él dónde casi lo tiro al suelo por el abrazo. Sus fuertes brazos me envolvieron algo confundidos pero se relajaron cuando me cubrieron por completo.

- ¿Estas bien? ¿Te hicieron algo? ¿Por qué me llamaste? ¿Qué haces a medio bosque semi desnuda?  

Sus preguntas me confundieron un poco por la manera acelerada en que hablaba, pude uno de mis dedos en sus labios y sonreí  divertida a pesar del dolor.

- Gracias por preocuparte. - Me quería reír pero dudo que fuera un buen momento. - Pero preferiría contarte con más calma cuando estuviéramos a salvo.

- ¿A salvo de qué?. - Se separó de mí para verme mejor. Su mirada viajó desde mi rostro hasta la punta de mis pies  deteniéndose un poco en las zonas más afectadas, mirando los moretones que me recorrían y la herida en mi pierna. Sus facciones se endurecieron al darse cuenta de lo que sucedía y un repentino sentimiento de miedo me inundó.

- D-

Y me interrumpió antes de hablar.

- ¿Dónde está el bastardo que te hizo esto?

Me encogí de hombros.

- No sé, solo corrí sin parar hasta perderlo. - Su cuerpo se movió rápidamente de lugar dejando que por fin el frío de la noche me calara hasta en los huesos. Dick miraba de un lado a otro, esperando una señal o algo que le indicara que no seguíamos solos y al parecer así parecía ser.

Estábamos solos.

- Richard... - Murmuré con algo de pánico. - Deja al asesino aquí, nosotros vámonos.

- No puedo dejar vivo a ese bastardo sabiendo lo que te hizo.

- Tú no matas gente. - Retrocedí unos pasos algo asustada.

- A veces son necesarias la excepciones.

- En serio, ya vámonos a casa, no importa lo que me hiciera, estoy viva, es es lo que importa ¿no?

Mi piel comenzó a sudar en frío, mi voz y mis piernas temblaban como gelatinas haciendo que el dolor fuera más fuerte.

- Llegué tarde y te lastimaron ¿no crees que quiero lastimar al idiota que te lo hizo?

Negué con la cabeza.

- No tienes por qué hacerlo. - Retrocedí otro paso, el azabache me dio la espalda y caminó hacia el frente buscando más señales.

- Quiero hacerlo, al menos así podré compensar lo idiota que fui por no llegar antes de que te hicieran daño.

- Si quieres compensarlo  entonces vámonos a casa.

- Quiero ver su estúpida sangre recorrer mis puños..

Y antes de que pudiera contestarle y calmarlo un poco, alguien me agarró por la cintura y la otra subió hasta mi cuello que rápidamente fue aprisionado por un cuchillo y ejerciendo presión bastante fuerte.

- No hables si quieres vivir un poco más. - Mi sangre se heló al oír su voz.

- ¿Por qué te quedas callada, ____? - Mi novio se dio la vuelta algo confundido y juro que a pesar de la oscuridad de la noche, de la máscara que lo cubría y de mis lágrimas que nublaban mi vista se podía distinguir cómo se le había bajado la sangre hasta los talones.

- Veo que un héroe vino a tu rescate. - La voz del asesino sonaba algo arrastrada, Dick intentó caminar hacia mí pero le fue suficiente un gemido de dolor por mi parte para que se quedara completamente quieto. - Y el héroe tiene una debilidad.

Sentí su asquerosa sonrisa en mi cuello y las nauseas y repulsión me invadieron.

- Sueltala... - Susurró con sus puños cerrados y agachando la mirada en un intento de calmar su ira.

- ¿Y si no quiero? ¿Qué ? ¿Me vas a golpear? - El hombre se burló y sentí que frotaba su miembro contra mi trasero.

Una palabra.

Asqueroso.

- Te dije que la sueltes...

- Haré lo que quiera con ella y después te la entregaré. - Mi novio levantó la mirada lleno de furia.

- ¡Hijo de puta! ¡Te dije que la soltaras! - Y no le dio tiempo al hombre de reaccionar porque en una fracción de segundo se encontraba a un lado nuestro, tirando al hombre al suelo y haciendo que yo cayera hacia adelante cubriendo por instinto mi cuello y notando las pequeñas gotas de sangre que escurrían. Jadee con algo de tranquilidad y los sonidos de golpes en carne humana llegaron a mis oídos, me di la vuelta y me asuste más de lo que estaba por lo que veía.

Dick, matando a un hombre solo con golpes.

- ¡ERES UN MALDITO BASTARDO! ¡NADIE LA TOCA A ELLA! ¡NADIE LE HACE DAÑO A ELLA! ¡MALDITO HIJO DE PUTA!

Los golpes salían un tras de otro haciendo que la sangre se disparara por todo el lugar, el asesino se retorcía intentado liberarse y sin tener el tiempo suficiente para gritar por su vida. Dick no se detenía por nada, parecía estar extasiado por toda la sangre que lo salpicaba y buscaba la manera de obtener más.

Me acerqué como pude a él y acaricie su espalda con mi mano temblorosa.

- Estoy bien Dick, dejalo  ya.

Su cuerpo se endureció ante mi tacto e ignorando por completo mis palabras siguió masacrando al tipo intentado acabar de una buena vez con él a puros golpes.

- Te pudriras  en el infierno y yo voy a a ser el demonio que se encargará de hacerte una vida miserable, lo suficiente como para que desees que te corten una y otra vez tu miseria de miembro en vez de tenerme a mí bajo tu custodia.

Susurraba con furia, haciendo que el hombre lo viera con asombro y algo de miedo, sin contar el dolor.

Me lancé a abrazarlo sin pensarlo dos veces, mi pecho y mejilla tocaron su espalda bien trabajada y sentí cómo se tensaba un poco.

Su cuerpo se relajó un poco ante mi tacto y se bajó de encima del tipo que tenia la cara completamente desfigurada.

- Lo siento... - Susurró, lo miré confundida y su antifaz parecía estar mojado.

- ¿Sientes qué?

- No pude estar a tiempo allí para ti, no te hice caso y terminaste más lastimada.

Se abrazó a sí mismo  mi corazón se estrujó al oír su voz quebrada y verlo romperse poco a poco por mi culpa.

Negué con la cabeza.

- Tú no debes sentirte mal por nada, amor. - Me levanté con algo de dificultad y después le ayudé a él. - Si no hubieras llegado yo estaría muerta, mejor tarde que nunca.

Él asintió sorbiendo su nariz.

- ¿Nos vamos?

Y volvió a asentir.

Esa noche conocí a un Grayson más violento de lo que pensaba, pero también conocí a un Grayson que sabia perfectamente que estaría allí cuando lo necesitara, tarde seguramente pero sin falta.