Título: No puedo.
Personaje: Dick Grayson.

Dedicado a AnotherAnonimusTI 🌚❤❤❤❤

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Y allí estaba yo de nuevo, procurando que no tuviera más pesadillas por las noches, cuidándola desde la oscuridad de la habitación sin que ella se diera cuenta de lo que hacia, protegiéndola de ella misma.

Protegiéndola de Alice, su otra personalidad creada a partir de torturas del estúpido del Joker.

Torturas que fácilmente hubiera evitado si hubiese llegado a tiempo.

Y me odiaba por eso, me odiaba por no haber podido protegerla cuando era lo único que necesitaba, me odiaba porque ella había podido perdonarme por todo cuando ni yo mismo lo había hecho, me odiaba por todas las idioteces que le había hecho.

Sin darme cuenta, las lágrimas comenzaron a caer con regularidad de mis ojos, mis manos se empuñaron en un gesto inconsciente y caí de espaldas deslizando mi cuerpo lentamente hasta caer al suelo.

- ¿Dick? - Oí en un débil susurro la voz de mi princesa, sin saber qué hacer me quede callado, esperando a que no notara que estaba allí cuidando de ella. - Sé que estas allí, pequeño idiota.

Y al oír el leve canturreo, la voz coqueta, atrevida y con un leve deje de desquicia supe que Alice había tomado el mando.

- Dejala  tranquila - Le advertí mientras me levantaba de un brinco y limpiaba cualquier rastro de lágrimas.

- ¿Y si no quiero? Ella está dormida, no se da cuenta de que tomé el control. - Se levantó de la cama, dejando a la vista los pequeños shorts y la blusa de tirantes que traía para dormir, trague en seco cuando vino hacia mí y pasó sus manos por mi pecho, las subió hasta mi nuca y tiró de mí.

No, no Richard, ella no es _______.

- Deseas que se retuerza bajo tu cuerpo, sabes bien lo que quieres muchacho. - Susurró en mi oído, una corriente eléctrica viajó por mi espina dorsal y sentí un leve escalofrío. - Ella no está al mando... Nunca se dará cuenta de que hicimos algo más esta noche, ¿qué dices? ¿Quieres jugar un rato?

- N-No... Y-Yo no la tocaré.

- No, me tocarás a mí, estúpido, la única diferencia es que tendré la apariencia de tu princesa. Deseas su cuerpo, te mueres por ella y cada centímetro de su piel, bien sabes que quieres hacerlo y... - una de sus manos agarró la mía y la puso entre sus pechos, mi corazón se aceleró y quise llorar, la quería, la quería tocar y eso era un hecho, pero no de esa forma. No, nunca le haría algo así a ella. - Me tienes a mí, te daré permiso de hacer lo que quieras.

La empuje despacio hasta alejarla de mí.

- No, tú no eres ella y nunca lo serás.

- Algún día lo harás... - Susurró dándome la espalda y sentándose en la cama. - Tú sabes que no resistiras los impulsos y mucho menos cuando se te ofrece todo en bandeja de plata.

- Pero me vale una mierda de todas formas, no haré nada hasta que ella sea consiente de lo que hace, no la tocaré hasta que ella lo quiera, no usaré su cuerpo como un puto maniquí para saciar mis gustos ¿y sabes por qué? Porque la amo y si mi amor es lo suficientemente fuerte como resistir las tentaciones sabré que valdrá la pena todo el esfuerzo cuando sea recompensado.

Ella se rió amargamente.

- Te arrepentirás Grayson y ella te lastimará sin saber que lo hace.

- No, ella no me lastimara porque no haré nada malo, la que lo hará serás tú.

Y después de lanzarle un dardo tranquilizante para que desapareciera de mi vista me fui del cuarto azotando la puerta.

Esa noche no dormí, temiendo  la idea de lo que Alice pudiera hacer en el cuerpo de ______.

....

- Jay... - Susurré en el almuerzo, Todd y yo eramos los únicos que todavía seguían en la mesa y lo agradecía, Jason era el único que me podía ayudar con esto.

- ¿Hmhm? - Intentó preguntar con la boca llena de comida.

- Necesito tu ayuda. - Desvíe la mirada, él tragó todo lo que tenia tan rápido que casi se ahoga y me miró.

- ¿Qué sucede? ¿Te quedaste sin condones?

- Estúpida, es algo serio. - Contesté en medio de una risa. - Necesito que me acompañes con... El Joker.

La mirada de Jason se ensombreció.

- ¿Para?

Sabia que intentaba esconder un mar de emociones, en su mirada de notaba e incluso su agarre en el vaso de leche se hizo más fuerte, tanto así que el vaso se cuarteó.

- Quiero obligar al Joker a que regrese a Alice a su estado natural.

- La traumo Dick, es casi imposible regresarla a lo que era anteriormente, ese tipo de cosas causan que tus temores se vuelvan reales, que vivas agonizando y temiendo lastimar a la gente que quieres, hacen que te aisles de todos, que te vuelvas depresivo o que busques cualquier alternativa, sin importar sus consecuencias, para encontrar un estado de calma... Preguntale a Tim si quieres. Es imposible que ella vuelva a ser la misma.

- Claro que lo puede, ella es la misma, solo que el estúpido payaso verde creó otra tipa dentro de su cabeza y él es el único que sabe cómo sacarla... Necesito verlo, no quiero que _____ sufra más por culpa de Alice.

- Te ayudaré, pero solo si puedo llevar una palanca conmigo, tengo cuentas pendientes con ese pendejo.

Asentí satisfecho, mientras Bruce no se diera cuenta de que estaba dejando que Jason se vengará de una vez por todas, todo estaría bien.

...

- ¡Me van a llevar con papá! - Gritaba eufórica Alice mientras agitaba las piernas por fuera de la motocicleta.

- Richard, las callas o la callo. - Me amenazó Jay desde el intercomunicador, reí negando con la cabeza y me desvíe de lado para que la castaña sintiera que se caía y parara de gritar.

- ¡Oye! ¡Eso fue grosero, Playboy! - Rodé los ojos al oír mi apodo de nuevo.

- Ya casi llegamos. - Al oír la voz extasiada de Jason me recordé mentalmente que le pondría límites, ganas no me faltaban para acabar con el payaso de una vez por todas pero tenia que seguir mi código de conducta.

Bajamos de nuestra motos, estacionándolas en cualquier lugar, miramos la fábrica abandona con algo de recelo y tras ponerle una cinta en la boca a Alice decidimos entrar por las ventanas.

El aire era espeso y se notaba a kilómetros que nadie había entrado allí en años y lo hubiera seguido creyendo de no ser porque en en cuanto pusimos un pie dentro del establecimiento, las luces del centro del lugar se encendieron, encandilando nuestras vista y dejándonos fuera de combate por unos segundos.

- Veo que trajeron a mi princesa para jugar. - La risa sádica sacudió nuestros oídos, Jason apretó sus puños y sus movimientos dudaron en si ir corriendo para matarlo a palancasos, Alice brinco en su lugar e intentó gritar pero la cinta no la dejó, la agarré de la cintura para evitar que corriera con el payaso y ella gruñó.

- Nosotros también decidimos venir a tomar el té. - Contestó Jason.

- ¿A sí? ¡Genial! Porque traje muchas palancas para la ocasión.

Mi hermanastro bajó la vista, cerró los ojos y respiró con calma.

Lo miré, él me miró a mí y tras un asentimiento de cabezas simultáneo, le di en brazos a la castaña y salté ágilmente, cayendo frente a él y agarrándolo por el saco sin darle tiempo para reaccionar.

- Quiero que le quites de la cabeza a esa puta bastarda. - Le ordené sin rodeos.

- ¡Ey! ¡No le digas así a mi hija, si no no te voy a dar galletas!

- ¡Hablo en serio! - Mi agarré se hizo más fuerte, lo levanté y sus pies quedaron colgando.

- Es imposible que Alice salga de su cabeza, ¡ya es parte de ____! ¿No lo entiendes?

Mis ojos comenzaron a picar, mi pulso se aceleró y el repentino sentimiento de ansiedad y miedo me invadió.

- ¡Tiene que haber una forma!

- No, no hay, no existe.

Y solté el primer golpe que fue a parar en su quijada, salió disparado y la sangre me manchó el traje.

- Pues crea una. - Conteste llegando a su lado.

- Eres más terco que ella, niño. Pero no, ya no puedo ¿que te parece si mejor tomamos el té? Se está enfriando.

Soltó una de sus estúpidas risas y de una patada hice que se callara.

- Solo asegurate  de dejarme algo, viejo. - Oí gritar a Jason tras una risa que soltaría alguien que está disfrutando del espectáculo.

La rabia me dominó por completo, el sentimiento de abandono y de no lograr hacer nada por segunda vez me estaba carcomiendo vivo y lo único que quería hacer era golpear a ese cabellos de pepino.

Oí un golpe en seco, como una bofetada, me giré rápidamente y encontré a Jason sosteniendo su mejilla sorprendido.

Solo.

Joder, estaba solo.

Busqué con la mirada a _____, bueno Alice, y justo cuando me iba a girar, unas manos me agarraron de los hombros.

- Dick... - Susurró con la voz rota y de inmediato supe que era no era una creación del Joker.

Esa era mi castaña.

- _____... Susurré de vuelta, me di la vuelta e inmediatamente la envolví en un abrazo de necesidad. - Pensé que nunca más volvería a hablarte.

- Ni yo tampoco... - Murmuró despegándose de mi abrazo, me alzó de puntas y me robó un beso.

Me quedé petrificado.

Tanto así fue mi sorpresa que no me percate del momento en que ella agarró una pistola que estaba cerca, la cargo y apuntó directamente en la cabeza del payaso.

- ¡GRAYSON! - Gritó Jay y salí de mi pequeña sorpresa, lo sentí correr a un lado de mí y detener a _____ agarrándola por los brazos, la jaló hacia atrás y le arrebató el arma. - ¿Qué estas haciendo?

- La única manera en que puedo dejarlos en paz, la única manera en que ustedes sigan haciendo su vida sin preocuparse porque cause problemas es que él y yo nos larguemos para siempre. - Le contestó negando con su cabeza y soltando lágrimas sin parar, llegué junto a ellos y Todd la soltó mientras temblaba.

Quería matar a ese payaso... Yo lo sabía, pero había algo que se lo impedía.

- No puedes matarte, no es una solución y nunca lo será. - Intenté hacerla entrar en razón, acariciando sus mejillas y secando las lágrimas.

- Para esto sí, es lo u-

Y el sonido de una pistola disparándose, seguido de su cuerpo derrumbándose encima de mí fue lo que oí.