Título: ¡Mejores! ¿Amigos?
Personaje: Jason Todd.

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— ¡Maldita pendeja! — Me gritaron nuevamente, apreté los tirantes de mi mochila negra y tuve que respirar con lentitud para no voltearme a golpear a Less. — ¡Oye! — volvió a chillar y escuché las estúpidas risas de sus compañeras — ¡Te estoy hablando!

— ¡Y yo fingiré que no te escucho! — Le grité por fin y acelere el paso. Los pasillos, las aulas, e inclusive la dirección estaban completamente desiertas por el toque de la campana y la junta de todo el personal educativo en los patios traseros.

Jason y Roy no habían venido a la escuela así que estaba sola.

Sola.

Bueno, al menos podía defenderme por mí misma.

— ¡Vuelve aquí! ¡O le diré a todos que la emo de la escuela está enamorada de su mejor amigo!

Sonreí a medias y haciendo una mueca pero no me voltee.

— Especifica cuál de los dos. — Intenté despistarla ansiando que no supiera si era Roy o Todd.

— Obviamente el de ojos bonitos y cabello raro, Jason Todd.

Mierda y más mierda.

Trague en seco pero no me detuve, no podía ser tan idiota como para buscar problemas nuevamente.

— ¡Ey! ¡En serio, se lo diré a toda la escuela y arruinare  tu reputación!

— ¿Reputación? ¿Acaso quieres verme la cara de estúpida? No tengo, no hay y no existe.

— Bueno, entonces te daré una nueva en donde lo único que tengas sean las primeras seis letras de la palabra.

Me detuve en seco.

Bien, ignorare  el hecho de que empiece a inventar cosas de mí.

— ¿Y para qué carajo  quieres que vaya para allá? — Cuestioné alzando una ceja y volteando mi cuerpo lentamente.

— Para charlar.

— Lo último que harás conmigo es charlar. — Concluí y seguí caminando tranquila. Faltando metros para llegar a la entrada de la escuela, sentí y escuche los irritantes pasos en tacones de las posibles secuaces de la azabache que hacia mi vida imposible, maldije por lo bajo y justo cuando me estaba dando la vuelta para enfrentarlas un puñetazo llegó directo a mi nariz.

Me quejé mientras me iba para atrás cubriendo mi rostro y levanté la vista. 

La estúpida allí estaba.

— ¡¿Tienes algún puto problema conmigo?! — Le grite sin importarme en lo absoluto que mi vista se empezaba a poner borrosa y que sentía el líquido carmesí descender de mis fosas nasales. Me levanté de un salto siendo impulsada por la rabia y la miré con el entrecejo fruncido.

— ¡Sí! — Chilló cerrando sus puños y copiando mi gesto. Su cabello azabache se movió con agresividad y se intentó abalanzar hacia mí.

— ¿Ah sí? ¡¿Cuáles?! Tal vez aquí podamos arreglar todo — Animé esquivando la y haciendo que se cayera de boca.

— ¡Te gusta el mismo hombre que a mí! ¡No puedo dejar que él se enamore de ti!

Dios mio, es lo más estúpido que he escuchado en mi vida.

— ¿Y por eso hiciste mi vida imposible? ¿Por eso hiciste que me convirtiera una maldita puerta depresiva la mayor parte de mi vida? ¿Por ello ahora que soy libre de todo eso me vuelves a joder la vida?

Vi sus ojos agrandarse y comenzar a lagrimear.

— Y-Yo... Esa no fue mi intensión — susurró sollozando como niña pequeña. Maldita pendeja — t-tenia envidia de ti ¿entiendes? Yo sufría mucho y te veía tan feliz...

Cualquiera la perdonaría. Yo no.

Allí en el suelo, la patee justo en las costillas y ella pareció quedarse sin aire, escupió algo de sangre y me vio sorprendida.

— Gracias por pasarme tu sufrimiento.

Y salí de la escuela sintiendo las lágrimas inundar mis ojos por fin, cubrí mi boca para evitar que los sollozos llamaran la atención de las personas y pequeños flashbacks de mi pasado empezaron a atacarme sin piedad.

Y la verdad era que tenia miedo de que esos tiempo volvieran, todo porque sabía que Less  les diría a todos que amaba a Jason.

Ahora tenía razones para decirles a todos.

......

— ¡Ey! ¡Pequeña aprendiz! — Roy llegó a mi lado, pasando su brazo por mis hombros y sonriendo.

— Hola flechitas — Saludé riendo — ¿Por qué me abandonaron ayer? 

Mi mejor amigo hizo una mueca.

— Asuntos confidenciales — asentí sabiendo perfectamente a qué se refería y ambos caminamos hacia la cafetería.

Antes de entrar, ya estábamos consientes del alboroto que Less  estaba causando porque en el centro del lugar, parada en una mesa, estaba ella gritándole a Jason quién respiraba con aceleración y sus puños estaban firmemente apretados.

— ¡Justo a quién quería ver! — Gritó sonriendo y me señalo.

— ¿Qué quieres? — Pregunte intentando parecer calmada, me sentía nerviosa por todas las miradas encima mío y Roy pareció notarlo porque no hizo nada más que aferrarse más a mí.

— ¿Ya no recuerdas nuestra pequeña discusión de ayer? Es momento de que le diga a todos.

— ¡Dejala en paz! — Me defendió Jay sin saber la razón.

— Ey, tranquilo viejo, es algo que tú no sabes de ella y apuesto que estas muriendo por saberlo.

— Es mi mejor amiga, no hay algo que no sepa de ella — Si no lo conocías bien, no sabrías que había algo de duda en voz.

Nuestros ojos chocaron y yo desvíe la mirada instantáneamente.

— Roy... — murmuré mirando a mi amigo — ¿podríamos irnos?

— ¿Suce-

— ¡LA EMO TE QUIERE! — Gritó sin pudor, sonriendo en el acto y haciendo que un silencio impresionante inundara el lugar completo. Creo que hasta las cocineras estaban prestando atención.

Jason se giró levemente hacia mí, mirándome asombrado.

— ¿Ella... Dice la verdad? — Me preguntó directamente, noté que un pequeño tic en su ojo izquierdo empezaba a molestarlo y una pequeña mueca apareció en su rostro.

— Y-Yo — bajé la mirada sintiendo el nudo en mi garganta —. Sé que soy horrible, que tengo problemas y qu-

Sentí que unos fuertes brazos empujaban a Roy y se abalanzaban contra mí.

— ¡Estúpida, mi trasero, idiota! Se me van a sumir las nalgas. — Reí ante la queja del arquero y sonreí  al sentir el olor de Jason invadir mis fosas nasales.

— Es la mejor noticia que he tenido en mi vida — me susurró al oído acariciando mi cabello.

Sonreí inconsciente y le correspondí el abrazo totalmente contenta.

Tal vez era mi hora de dejar de sufrir.