Título: Gotas.
Personaje: Tim.

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Mi cuerpo se veía deformado en el agua de la bañera aunque ésta estuviera en un completo estado de calma, sin ningún movimiento alguno.

Así se veía mejor, no podía ver lo horrible que era.

Y entonces el agua comenzó a gotear de la llave con un ritmo lento.

Una gota.

Dos gotas.

Tres gotas.

Cuatro gotas y las ondas seguían allí, haciendo un perfecto trabajo en esconder mi cuerpo de mi propia vista.

Cinco gotas y las lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos.

Seis. Las lágrimas se mezclaron con el agua.

Siete gotas y el sonido de éstas cayendo en la bañera se había combinado con mis sollozos, como los únicos posibles sonidos que se escucharan en el departamento.

— ¿Ray? — Escuché el pequeño sonido de la voz de Tim llamar a la a la puerta del baño y mi cuerpo dio un salto, miré aquel pedazo de madera con miedo y de inmediato sumergí  mi rostro en el agua.

— Estoy aquí. — Susurré cuando saqué la cabeza, me hice pequeña y sentí mi pulso acelerarse.

— Escuché que estabas llorando... ¿Puedo entrar? — Negué repetidamente con la cabeza aunque él no pudiera verme.

No quería que me viera, ninguna parte de mí.

— Ray... — La advertencia en la voz de mi novio me hicieron tener más miedo, trague en seco y rápidamente jale la pequeña palanquita de la bañera, el agua comenzó a drenar y salté prácticamente fuera, mi vista chocó con el espejo y miré mi reflejo.

Horrible.

Me quedé allí, mirando todas mis imperfecciones, mi carne de más en algunos lugares y las cicatrices que me recordaban lo horrible que había sido mi infancia. Solté un sollozo y rápidamente me cubrí con la toalla saltando de nuevo en la bañera.

— Y-Ya voy a salir — Mentira, probablemente si me deja en paz, decida dormir aquí adentro.

— Respeto tu privacidad tocando la puerta pero reafirmo mi autoridad como novio entrando de todos modos.

Escuché el golpe en seco de su pierna golpeando la puerta, ésta se abrió de golpe y Tim entró con una camisa blanca pegada y el cabello recogido en una pequeña coleta baja.

— Sal — Le pedí.

— Pimienta — me contestó rodando los ojos y agachándose a la altura de la bañera, sentí sus ojos recorrer lentamente mi cuerpo cubierto hasta donde se podía y luego parar en mi rostro — ¿Por qué estuviste llorando de nuevo?

Me encogí de hombros sin contestar.

— ¿Te estuvieron diciendo cosas de nuevo? — Cuestionó escondiendo su enojo, sentí el crujir de la bañera tras su agarre con una sola mano y me asuste.

— No... Es solo que... ¿Cómo es posible que estés con un monstruo como yo?

Tras mi pequeño susurro, el baño quedó en silencio y Tim bajo la vista. 

— Un monstruo... — sus dedos tamborilearon en la tina — ¿te das cuenta de la gravedad de esa palabra?

— Eso lo ha dicho todo el mundo, supongo que es cierto.

Drake se rió amargamente.

— ¿Y dejarás que la gente te diga mentiras para que tú las creas?

— ¿Cómo sabes que es un mentira? ¡Por dios! ¡Mirame! — me apunté a mí misma sintiendo las lágrimas invadir mis ojos y un nudo empezando aprisionar mi garganta — ¡Soy una puta idiota subida de peso y que está llena de marcas! ¿Cómo es posible que un maldito ángel como tú esté conmigo? Si tan solo fuera por dinero o por alguna apuesta — solté un sollozo — pero no, tú eres jodidamente perfecto, eres un amor de persona y tienes a medio Gotham detrás tuyo ¿por qué sigues conmigo?

Suspiró amargamente y me tomó de los hombros, mis manos se bajaron por instinto y la toalla quedó algo floja.

— Porque te amo ya y a ti tendría que valerte una mierda lo que la gente diga de ti.

Su pulgar limpió las lágrimas de mis ojos y acarició con amor mi rostro.

Me hice para atrás rápidamente.

— Tú lo dices porque nunca nadie te ha dicho algo, porque eres alguien emocionalmente más fuerte que yo, porque eres Don Perfecto. ¿Cómo sabes lo que yo siento? ¿Cómo sabes qué se siente que siempre te insulten, que te digan cosas, que te molesten y que te hagan reflexionar sobre tu relación? Que te hagan sentir una completa mierda, que te hagan mierda y que todavía te lo repitan en la cara. Que constantemente llegues llorando a este lugar, que después te tengas que limpiar las lágrimas y fingir que no pasó nada para no preocupar a nadie. Que intentes superarlo, seguir adelante y que todos tus esfuerzo que vayan al caño porque el sentimiento nunca te abandona, porque allí están ellos para recordartelo  día con día.

No me di cuenta de que estaba llorando hasta que Tim puso una mano en mi boca, me alzó sacandome de la bañera y parando mi cuerpo en medio del baño, la toalla se bajó un poco más y él lo ignoró de manera olímpica.

— Vivo lo mismo que tú, porque si tú sufres yo sufro el doble al saber que no puedo hacer nada. Necesito que comprendas que a pesar de todas las idioteces que diga la gente tú tienes que ser fuerte, tienes que saber que solo ponen las cosas de un modo horrible para que te sientas así. Dios mio Ray, eres jodidamente hermosa y sí, tienes un par de kilos demás, pero eso solo es otra razón para amarte más.

— No creo poder seguir Tim...

— Si no puedes seguir, significa que eres débil, que la vida y las personas te pusieron un obstáculo y no lograste superarlo, ¿acaso quieres ser débil?

Negué con la cabeza.

— Pero es que...

— Pretextos, solamente son pretextos mi vida — me tomó por el mentón y me miró a los ojos —, si quieres y tienes el valor, podrás ignorarlos y seguiremos siendo felices, sin que los comentarios de la gente estúpida te afecten.

Sonreí entre lágrimas.

— Te amo.

Me besó la punta de la nariz y sus manos viajaron hasta mi toalla, ésta se cayó al suelo e intente cubrirme.

— Y yo te amo a ti y a todo tu ser. Prometo que si alguien te vuelve a lastimar, lo joderé hasta que se muera.

Y me abrazó como si nunca lo hubiera hecho.

..........

Bien, ahora siguen algunos especiales sad hablando de temas delicados como estos.

Espero que si alguien se siente identificada, algo así la haga recapacitar y si no, es libre de mandarme mensaje y desahogarse, quiero estar con ustedes mis niñas <3

P.D. también sigo trabajando en las partes que todavía les faltan por terminar algún pedazoV: