44

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Titulo: Estrellas.
Personaje: Dick.

~~~•••~~~                       ♥                         ~~~•••~~~

El viento helado de Gotham me calaba de una manera agradable en el rostro, las luces nocturnas me encandilaban un poco la vista y a pesar de sentir mi corazón en la boca, seguía tarareando la canción que más amaba.

Mi cuerpo se balanceaba de atrás hacia adelante con fuerza, debatiendo internamente conmigo si ya era el momento adecuado para dejarme caer cerrando los ojos y no abrirlos nunca más.

Ya había dejado todo preparado, estaba recién bañada y portando mis mejores y estúpidas garras, el departamento que compartía con mi mejor amigo estaba reluciente, mi cuarto estaba ordenado, había dejado cartas a el pequeño grupo de personas que aún me querían y me aseguré de no dejar clavos sueltos.

Podía morir en paz.

Paré mi pequeño juego en seco cuando me di cuenta de que realmente lo iba a hacer, realmente iba a matarme, iba a saltar de un puto edificio para acabar con mis problemas, para dejar de sentir el vacío que la vida me provocó, para dejar de herir a la gente.

Para ya no permitir que los demás me hicieran sufrir...

Sonreí y reí amargamente sintiendo el líquido salado entrar en mi boca, grité y me dejé caer hacia atrás chocando bruscamente con el cemento del techo.

Miré por ultima vez las estrellas y la forma tan magnífica en que estaban desordenadas, y que de alguna forma, se veían ordenadas a su manera.

Las estrellas siempre me había encantado porque me recordaban a Gotham, me recordaban que los desordenes pueden ser hermosos a su manera, que el caos puede ser bello y crear paisajes perfectamente caóticos.

Lista para terminar con mi vida, me levanté, suspire y me puse en la orilla del lugar, mirando directamente hacia abajo y sin sentir ningún tipo de vértigo.

— Estoy en la orilla de la desquicia — hable conmigo misma — estoy en la orilla de la locura y del dolor, y por ello, esta noche decido saltar de esta orilla para evitar caer más bajo.

Puse una mano en mi pecho, aferrándome al collar que alguna vez había fortalecido mi amistad con Dick...

Y salté cerrando los ojos.

— Ha llegado el Príncipe de la noche, porque el caballero está arreglando unos asuntos — al sentir unos brazos rodear con delicadeza mi cintura, abrí los ojos asustada y me encontré con el mismísimo Nightwing, casi literalmente, volando conmigo. Aterrizamos en un techo y me hice hacia atrás, él se limitó a sonreír — ¿qué tal la noche, lindura?

— ¿Por qué me salvaste? — Sentí la impotencia recorrer mis venas, mi rostro se tornó de un rojo intenso y voz sonaba llena de cólera.

— Porque hay un millón de personas en esta ciudad que no quieren morir y las matan, tú tienes una vida perfecta y quieres morir, ¿te das cuenta de cuántos quisieran tener la oportunidad de vivir?

— Nadie quisiera tener mi vida — susurré bajando la vista —, además, es la mía y puede decidir qué hacer con ella.

Él se acercó a mí y yo retrocedí.

— ¿Y tus familiares? ¿Amigos? ¿Te das cuenta de todo lo que estas dejando atrás solo por pensar en ti?

— Y dime, chico en mallas, ¿quién ha pensado en mí?

— Te apuesto que todos han pensando en ti, pero no tocan el tema porque los evitas.

Sentí un pequeño escalofrío recorrer mi cuerpo.

— ¿Cómo lo sabes?

— Cualquier persona que se quiere morir haría eso.

Negué rotundamente con la cabeza.

— No todas.

Lo miré por última vez y la imagen de mi mejor amigo acudió a mi cabeza.

Lo empuje y volví a correr hacia la orilla con el corazón desembocado. Cuando tenia un pie en el vacío, me jaló hacia atrás y me envolvió en un abrazo.

— No voy a dejar que te lances de aquí. — Susurró acariciando mi brazo, sentí sus labios besarme en la frente y quise alejarme pero él era más fuerte.

— Sueltame, maldito pervertido — Gruñí removiendome  incómoda.

— No hasta que entiendas que no puedes morir.

— ¿Y por qué no?

— Porque estarías dejando que la vida te gane la pelea, estarías dejando más sufrimiento del que existe en la vida de otros, porque estarías dejando de pelear.

— Cuando tu alma queda rota, es la única opción viable — Susurré dejandome  caer en el frío techo, Nightwing cayó junto conmigo y siguió sin soltarme.

— No, no es la única opción, solo que eres terca y no quieres buscar otra.

— Buscando otras, me di cuenta de que era una carga para todos — mi voz sonaba demasiado apagada aunque allí estaba, apenas perceptible, el pequeño nudo en mi garganta que no me quería dejar hablar bien.

— Nunca  serías una carga para tus seres queridos, tú lo ves así porque te hundes en tu propia miseria pero siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte.

— A todo esto... ¿Por qué te interesa la vida de una civil depresiva? Y no me sagas con tus mamadas de que es porque es tu deber y que es lo que haría un héroe pendejo y blablablabla — Conteste agitando mis manos, lo escuché reír con fuerza y, dios mio, juro que escuché a Dick.

— Me importas, Caro, me importas demasiado.

— ¿Khe? — Me alejé de él rápidamente y un destello atrajo mi atención, mi vista bajó hasta su pecho y noté un collar de plata que colgaba de su pecho, por instinto, agarre el mio observando la similitud entre ambos.

— Caroli-

— ¡AY NO ME JODAS! — Grité y salté hacia atrás — ¡¿DICK?! 

— ¡N-No!

Me abalancé rápidamente sobre él en intento fallido de quitarle la máscara, me agarró ambas manos subiéndolas encima de mi cabeza y sonrió pícaro una vez encima mío.

— ¡Sí eres tú, maldito idiota! — chillé frunciendo el ceño — ¿Qué carajo?

De repente, sentí unas ganas de llorar tremendas por el hecho de que no me dejó matarme, sabiendo que la principal razón era él.

Bueno, lo sabría si ya hubiera leído su carta.

— ¡No puedo dejar que te mates! — Me gritó arrancándose el mismo la máscara, mostrándome sus ojos cristalizados y su aparente desesperación. — ¿No lo entiendes? Te necesito...

— ¿Y cuando yo te necesite estuviste allí ?

El miró hacia otro lado.

— Sabes que me comporte como un idiota porqu-

— Porque no soportaste la idea de que tu mejor amiga te confesara sus sentimientos — voltee mi vista hacia otro lado — allí fue cuando todo se me vino abajo, cuando empezaron las burlas, seguido del accidente de mis padres, para que después jugaran con mis sentimientos, me mintieran, me humillaran públicamente, para luego ser torturada por un clan de villanos, ¿y dónde estabas tú? Ofendido conmigo y sin hablarme, a pesar de que viviéramos bajo el mismo techo.

— Si tan solo me lo hubieras dicho, las cosas no hubieran acabado así... ¿Sabes por qué no me cabía la idea de que me amabas? Porque yo siento lo mismo y cuando leí la carta... Dios, fue un sentimiento horrible — negó con su cabeza y unas cuantas lágrimas me salpicaron el rostro — n-no puedo perder a nadie más, no lo soportaría, perdí a mis padres y si puedo evitar perderte a ti, lo haré.

Y allí estaba lo que necesitaba escuchar.

Nuestros ojos se encontraron entre el río de lágrimas, intentamos sonreír y él se lanzó a abrazarme allí tirados.

— Por favor — le rogué acariciando sus cabello y concentrando mi vista en las estrellas nuevamente, sintiendo la respiración agitada de Dick en mi cuello mientras intentaba pegarse más a mí — no vuelvas a dejarme.

— La ironía es que necesite casi perderte para entender que te necesito más que todo lo que me rodea.

Me sonrió y se acercó a mí.

— Te por seguro que te abandonaré hasta que deje de respirar.

Y me besó.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro