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Título: De nuevo.
Personaje: Jason

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Como si fuera un robot, cerré la puerta detrás de mí con la mirada perdida en algún punto del suelo, dejé caer la maleta que tenia sobre los hombros y me quedé allí, estático.

Mi corazón seguía acelerado, mi pecho subía y bajaba de manera descontrolada, mis manos temblaban y todos los recuerdos azotaban mi mente de forma feroz, mi mente se estaba consumiendo sin piedad igual que una llama a un pedazo de papel, dejando a su paso las cenizas de un pasado que creí había olvidado.

¡Robar es malo! — Chilló cerrando sus puños. La miré sonriendo divertido mientras le daba una mordida a mi paleta helada.

Me vale una mierdasusurré cerca de su mejilla y ella abrió los ojos exaltada.

— ¡Eres un grosero! ¡Le diré a papá! — Me arrebató la paleta y la aventó al suelo, ¿quién se creía esa mocosa?

Me da igualme crucé de brazos para evitar golpearla —, puedo robar más y desaparecer de tu vista cuando yo quiera.

Eso quisiera, no quiero estar cerca de un niño tan tontome dio la espalda.

Ey, fuiste la que se acercó a en primer lugar, ¡chismosa!

Enojada, se giró más rápido de lo que creí.

— ¡Yo solo quería justicia! ¡No es justo que robes! ¡Y no soy una chismosa!

Justicia, era la primera vez que alguien me decía algo así.

Pero, como siempre, me dieron igual unas simples palabras.

lo eressonreí y le saqué la lengua —, así te diré ahora. Adiós, chismosa.

Asustado ante el recuerdo, me hice hacia atrás golpeando la puerta. Roy salió de la cocina con un tocino en la boca y apenas le dediqué una mirada.

— Viejo — Saludó algo asustado — ¿estas bien? Parece que viste un muerto...

— Allí estaba Roy... — susurré mirando mis manos temblorosas, el sudor comenzaba a escurrir por gotas y estaba completamente frío.

— ¿Qué ? ¿La abuelita de alguien desnuda?

— Ella... Sigue aquí, después de todo...

— ¡Jason! — Sollozó al verme y corrió desde su pequeña cama hasta mis brazos. Si no fuera porque soy genial y tengo un gran equilibrio, en este momento mi trasero estaría plantado unos tres pisos abajo en el césped.

Chismosa, pensé que no me extrañarías tanto, apenas y nos vimos hace una semana en el parque.

Se separó de e hizo un puchero. Noté que sus ojos estaban rojos y algo hinchados.

Ella me dejó pasar y con el cuidado que un pequeño ladrón profesional podía tener, me escabullí desde la ventana hasta su cama.

— ¿Estas bien? — Cuestionó ella con inocencia mientras acariciaba con el pulgar la herida que tenia en la mejilla izquierda.

Parecía olvidar que había estado llorando solo para  cuidar de . Como siempre.

Alejé sus pequeños deditos, sin embargo, no solté su mano.

Te iba hacer la misma pregunta a ti.

Desvío la mirada.

Estas conmigolimpió torpemente una lágrima traicionera con el dorso de su manoy con eso ya estoy más que bien.

— ¿ Quién? — Roy fruncio el entrecejo.

— Ella... Rose... — sentí que mi espina dorsal sufría una descarga eléctrica.

— Ve y aplasta tu trasero en el sillón — ordenó sin entender nada —, traeré cerveza para penas amorosas, un maratón de My Little Pony y un bolillo para el susto.

Y salió corriendo escaleras arriba.

Con dificultad, me acerqué al lugar indicado y me dejé caer.

— ¡Dejala! — Le gruñí a su padre sin pudor mientras la colocaba con toda la valentía que me quedaba detrás de .

Rose simplemente intentó controlar su respiración.

— ¿Quién te crees que eres para darle una orden a un mayor? — Cuestionó escondiendo toda su rabia tras una sonrisa fanfarrona.

Jason.

Ante mi respuesta, supe que había desconcertado a aquel asqueroso hombre.

No te metas en asuntos que no te correspondenniñolo dijo con tanto odio que sentí que me hacia más pequeño.

Trague saliva.

—  La chismosa se convirtió en asunto desde que me acogió como nunca nadie lo había hecho antes, no puedo dejar que alguien dañe a la única persona que que me cuida.

Fruncí el entrecejo y cerré los puños.

Ah, así que eres el huérfano del que Rosalie ha estado hablando todo el tiempoacertó sonriendo —, lastima que ya no podrá verte, bueno, en realidad ella nunca podrá ver a nadie.

Una pistola salió de su bolsillo y mi pulso aceleró.

— ¡Los malos nunca ganan! — Grité juntando el coraje suficiente para lanzarme a empujarlo antes de que disparara.

Sin embargo, una bala pasó justo unos centímetros cerca de .

Todo se había puesto en cámara lenta.

Él cayó al suelo.

La pistola se deslizó por el piso.

Giré mi cabeza.

Y el color rojo fue lo primero que mis ojos captaron.

Rose...

Vámonosmurmuró apretando su hombro y soltando varias lágrimas. Me quedé estático en mi lugar —, por favor, solo vámonos.

Y desde ese día, perdí rastro de ella en cuanto me empujó para salvarme el pellejo.

Lo ultimo que recuerdo, fue nuestra promesa.

" ¿Te volveré a ver?"

"Siempre que quieras, podrás verme entre tus recuerdos, es lo único que puedo prometerte"

Era horrible pensar que esa sonrisa era hermosa a pesar de estar cubierta de sangre.

— Estas viva...

Ante la idea, sonreí.

— ¿Quién está viva? — Preguntó mi mejor amigo llegando con todo lo que había dicho.

— Sería muy largo si te explicara todo.

— A ver wey — Roy me obligó a verlo aunque mi concentración estuviera en el sin fin de emociones que me estaban torturando —, soy tu mejor amigo y para eso estamos, para que cuentes tus pendejadas y eso. Escupe.

Pasamos alrededor de una hora allí, conmigo hablando con los sentimientos a flor de piel, con él comiéndose el que se suponía que era mi bolillo y con el sentimiento de haber encontrado algo que había perdido.

— No puedo creer que ella esta viva — Murmuré restregando mis manos por todo mi rostro —, creí que había muerto por mi culpa, casi ni la recordaba, joder, tal vez ni siquiera se acuerda mí... Está mucho más hermosa que antes, ¿sabes?

— Ve por ella — comentó con la boca repleta de masa.

— ¿Cómo?

— Dices que ella es muy importante para ti, entonces ve por ella, nada terminó mal y pueden dar por acabado algo que dejaron empezado... ¿qué puedes perder?

— Tengo miedo...

— Tú mismo me has dicho que el miedo es para maricas cuando yo le temo a algo y ahora te diré lo mismo.

— ¿Será bueno ir? ¿Crees que siga en aquella cafetería?

— Pendeja, cierran en una hora y dices que ella por lo visto trabaja allí.

De una patada, me tiró del sofá y me obligó a ir a la puerta.

— Buena suerte pequeño Jason — sonrió y me cerró justo en la nariz.

Una vez afuera, con el casco puesto, el motor encendido y un corazón latiente al máximo, comenzó a lloviznar.

— Mierda — maldecí entre dientes y me dispuse a conducir lo más rápido que podía, a esas alturas, probablemente cerrarían antes de la hora habitual.

...

Mi cabello mojado se pegaba a mi frente y el que no, goteaba hasta más no poder.

Allí estaba, frente a las ventanas de la cafetería que había adquirido un ambiente acogedor por las tenues luces y el ruido de la lluvia. Mi mirada iba y venia en busca de su cabello, de su silueta o de su sonrisa.

No podía haber desaparecido.

Y entonces apareció como por arte de magia frente a mis narices, ajena a mi vista clavada en ella.

— Allí estas — susurré para mí pero levantó la vista.

Nuestros ojos se encontraron.

Ella los abrió igual que dos enormes platos.

El trapo que tenia en la mano se le cayó al suelo y a mí se me cayó el alma a los pies.

Y sonrió mientras un par de lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.




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