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Titulo: baile.
Personajes: Dick y Jason.
Advertencia: No.

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- ¿Entonces el rojo? - Pregunté mirándome en el espejo, di una vuelta en mi lugar para terminar mirando a Tim que se encontraba recostado en mi cama con ambos brazos cruzados observándome fijamente.

- Está más que claro la respuesta. - Me dijo sonriendo. - Te aseguro que Dick caerá a tus pies con eso lindura. - Me guiño un ojo y salio de la habitación dando pequeños saltos.

- N-No quiero conquistar a Dick.. - Susurré cubriendo mi sonrojo aunque en lo más profundo de mi ser sabia que era cierto.

Suspire resignada y me di la vuelta. Era hora de poner manos a la obra.

...

— ¿Lista? .- Me dijo Tim sonriendo. Tenia puesto un traje color negro y por el interior era rojo. Totalmente diferente a los de Dick y Jason que eran blancos y cada un tenia un color distinto: Dick azul y Jason rojo.

- Lista. - Conteste tomándolo del guante. Me ayudó a subir a la limusina de los Wayne dónde ya estaba toda la familia y el chófer arrancó una vez que Tim y yo nos acomodamos.

- ¿ Con quién irá ____?.- Preguntó Jason de brazos cruzados. Al notar su siempre ceño fruncido y sus brazos cruzados podría deducir que estaba molesto. Siempre se molestaba en mi presencia.

- Con quien ella quiera. - Contestó Dick sonriente. Ambos me vieron fijamente como deseando que escogiera a uno de los dos. Me hice más pequeña en mi asiento, sentía sus miradas penetrar en lo más profundo de mi alma deseando adivinar si me quedaría con alguno de los dos y al parecer Tim lo notó.

- Ella decidirá. Dejen de comerla con la mirada idiotas. - Tim se cruzó de brazos, volteó a verme y me sonrió. - Tranquila ____, ellos no muerden.

Trague saliva e intente parecer cómoda.

- Ella irá con el más guapo. Osea yo. - Dijo Jay  agarrando su cabello con aspecto salvaje.

- Solo haría eso si estuviera ciega y no tuviera buenos gustos. - Dick se cruzó de brazos y volteó a verlo.

- Y dudo mucho que contigo también sea el caso. - Contesto Jay  algo molesto.

- ¡Al menos yo tengo buen trasero!. - Respondió Dick algo irritado.

- ¡Y yo tengo más fuerza!

- ¡Tengo una sonrisa de dioses!

- ¡Tengo los ojos más lindos!

- ¡Tengo más agilidad!

- ¡Tengo más técnica y estrategia!

-¡ Al menos yo no estuve muerto!

Jay  se quedo en silencio por un momento. Pude ver algo de dolor en sus ojos pero rápidamente fueron sustituidos por un brillo travieso.

- ¡Yo la tengo más gran-

-¡ Fue suficiente! .- Gritó Tim al darse cuenta de la idiotez que iba a decir Jason. Les dio un jalón de orejas y se volvió a sentar en su lugar.

- Señores Wayne, señorita Luthor, hemos llegado. - Nos aviso el chófer desde la ventanilla. Tim sonrió, se levantó de un brinco y me ayudo a bajar. Suspire al ver todas las cámaras de los periódicos y revistas abalanzándose contra nosotros para intentar hablarnos. Sonreí lo más que pude una vez ya mentalizada al escandalo de las cámaras y pose para las fotos.

Sin previo aviso Dick me tomo por la cintura y comenzó a posar conmigo sonriendo abiertamente. Jason llegó de repente y lo empujo para tomar su lugar, Dick lo volvió a empujar después de un rato y Jay  hizo lo mismo. Rodé los ojos una vez que estuve harta de sus tonterías y me largue directo a dentro del edifico dejándolos con su pelea de nenas frente a las cámaras.

Entre elegantemente yo sola al salón ganando algunas miradas con diferentes emociones por parte de la mayoría del publico, sonreí  abiertamente y continúe caminando hasta llegar al hermoso jardín que tenían en la parte trasera del salón. Arbustos estratégicamente cortados en distintas figuras, flores de todos colores, una hermosa fuente y una especie de mini laberinto me dejaron sin aliento y con el corazón acelerado.

Entré lo más rápido que pude al laberinto dando pequeñas risas de alegría, me sentía niña pequeña. Después de estar un rato vagando en el laberinto con la intención de perderme entre las hermosas plantas por el resto de la noche.

Llegué al centro del laberinto más rápido de lo que creí y decidí acostarme sintiendo el césped algo húmedo.

- Es fácil seguirte. - Una risita bastante confiada hizo que abriera mis ojos de golpe interrumpiendo mi momento de paz.

- ¿Qué haces aquí, Jay? Pensé que solo me querías para que tuvieras alguien a quién presumir frente a cámaras.

Hizo una mueca rascando su nuca algo apenado.

- No es así de simple. - Siguió caminando alrededor del centro del laberinto donde también había una fuente. - Seré un idiota descarado pero no llego tan lejos. Ambos reímos sin darnos cuenta.

- Pensé que me odiabas. - Le mencioné sin pensarlo.

- ¿Ah sí? - Asentí poniéndome de pie para sentarme de una vez por todas en la fuente. Él llego a sentarse conmigo, muy muy junto.

- Siempre estas enojado cuando yo estoy cerca. - Murmuré algo hipnotizada por sus ojos, Jason había tomado mi barbilla con una de sus manos obligándome a verlo directamente, con el pulgar acarició levemente mi labio inferior y de pronto todo el frío que pude llegar a sentir allí afuera desapareció.

- Te diré la verdad solo porque no te odio del todo, Luthor. - Su mirada no se apartó de la mía y ambos cortamos un poco la distancia que nos separaba. - Siempre me molesto contigo porque me haces sentir de manera extraña, me haces... Feliz, en cierto sentido, me molesto porque Dick se acerca mucho a ti y, joder, hace que me enfade mucho más que cuando Damian me pone tinte rosa en el Shampoo. Creo que en cierto modo tú me gustas y me Gustas mucho _____. - Abrí los ojos tanto como podía y noté un sonrojo enorme cubriendo sus mejillas, bajo la mirada de golpe y miré cómo temblaban sus manos.

- Y-Yo...

- Me voy por un rato y los dos se declaran. - Dick apareció frente a nosotros de brazos cruzados. - Eres muy astuto Jay, declararle tu amor mientras yo estaba distraído.

Ambos se miraron fijamente entrecerrando sus ojos.

- ¿Dick? ¿Qué estas diciendo? - Pregunte atónita, si no mal pienso las cosas como lo hago ahora y todo resulta cierto, Dick también me quiere.

- Grayson te ama. - Me aclaró levantándose de su lugar junto a mí, su voz se oía recelosa y cuando terminé de procesar las cosas los dos se peleaban como nenas igual que siempre.

Golpee mi frente negando con la cabeza.

- Nunca van a cambiar.

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