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Título: Fearless
Personaje: Jason
Advertencia: Siempre cuídense de la zarpa de un hombre lobo. 👀🌚

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— Entonces, ¿Sí me enseñarás a usarla? — cuestionó Jason Todd con gracia, saltando directo hacia la cama de Sky. La chica lo miró de reojo y negó con la cabeza, volviendo su vista hacia los apuntes de sociología.

— Si no estudias, mañana vas a reprobar el examen — reprendió.

Él sonrió de forma macabra y de inmediato la castaña se arrepintió de haberle dicho aquello. Sabía que ya tenía algo en mente para conseguir lo que quería.

— ¡Nunca he jugado a eso, Sky! — gritó lo suficientemente alto como para que la madre de la chica, quien se encontraba en la cocina preparándoles la merienda, lo escuchara. Jason comenzó a mover la cama junto con el respaldo de atrás hacia adelante, gritando: — ¡SKY, ¿Qué estás haciendo!?

De un segundo a otro la castaña le saltó encima y le cubrió la boca, alarmada.

— ¡Guarda silencio! — chillo abriendo los ojos.

— ¿Qué estás haciendo señorita? — cuestionó su madre en un grito que probablemente venía desde las escaleras.

— ¡Nada má, nada!

Skylar vio a Jason de forma acusatoria y él, sonriendo satisfecho, agarró los apuntes.

— ¿Ya vamos a estudiar?

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Skylar siempre había pensado que la oscuridad escondía los más horrorosos secretos del mundo. Recordaba, cada que tenía la terrible necesidad de caminar sola por las noches, entre callejones desiertos y las veredas de su vecindario, cómo de pequeña la valentía era una de sus mejores virtudes, acompañándola en todas sus aventuras por los sótanos para acabar con el mal que allí acechaba. Ahora todo era diferente, la oscuridad le aterraba, su valentía había corrido lejos de ella, la había abandonado.

Y el sentimiento de abandono era el vacío más horrible que pudiese existir. Extrañaba su valentía, su audacia, ahora simplemente se sentía como una cucaracha corriendo a esconderse en los rincones por cualquiera cosa.

— Carajo — gruñó por lo bajo después de sobresaltarse con un pequeño ruido entre los arbustos. Apretó una enorme carpeta contra su pecho y, con la mirada puesta únicamente en frente, aceleró el paso para llegar a casa de Todd.

Pensaba, mientras se debatía internamente entre sí era una buena opción o no regresar a su hogar, que aquel tipo de mirada encantadora y carácter más bipolar que las mujeres en sus días, tendría que besarle los pies por llevarle todos los apuntes que olvidó en su casa una noche antes del examen.

Las cuadras cada vez parecían hacerse más largas, aumentando su nerviosismo. Lo que menos deseaba en esos momentos era quedarse un solo segundo más allí, odiaba la sensación de sentirse una miniatura ante las inmensidad de los edificios; la situación era agonizante. Cruzó la calle sin pensarlo dos veces y siguió su trayecto por un sendero que tenía pinta de ser un pequeño bosque, o más bien, un atajo hacia la casa de Jason. De día, el pequeño bosquecillo era una obra de arte digna de admirar, rodeado de árboles de buen tamaño cubiertos de neblina, con pájaros cantando a todas horas y niños paseando con sus padres.

Ahora parecía el lugar perfecto para que un asesino enterrara un cadáver a seis metros bajo tierra.

— Enhorabuena por tu sentido común — se felicitó con sarcasmo antes de adentrarse en las entrañas del lugar igual que un ratón cayendo directamente en la ratonera. No pasó mucho tiempo cuando, entre la calma inquietante, un ruido llamó su atención — ¿Quién está allí?

Skylar volteó a los lados bruscamente, con el corazón bombeando veloz. El ruido se intensificó y ni siquiera se lo tuvo que pensar, se echo a correr hacia adelante, esperanzada con la idea de que faltaban unos doscientos metros para llegar a la casa de su amigo y salir del espantoso bosque que no hacía más que ponerle los vellos de punta.

Y entonces fue cuando lo vió por primera vez.

Un gruñido la obligó a girar en seco sus talones solo para encontrarse con la nada grata sorpresa de que una criatura de pelaje oscuro, de dos metros y semejante a un lobo de ojos azules la observaba fijamente; la luna parecía hacer contraste con los ojos de aquel animal, haciéndolos brillar igual que un par de zafiros. Sin embargo, su atención se desvió casi al instante al notar que la criatura iba herida de un costado.

— Juro que si salgo viva de esto, voy a recoger mi habitación y hacer mis tareas. Todas — susurró ella, dando pasos extremadamente pequeños hacia atrás, presa del pánico.

El lobo, si se le podía llamar así a una criatura tan grande, seguía mirándola con cautela y sin querer, lo alarmó un traspié que dió Sky cuando se dispuso a salir corriendo despavorida. Los apuntes terminaron esparcidos por el suelo y en menos de tres segundos el lobo ya estaba encima de ella, exhausto y olfateando su cuello con las últimas fuerzas que era capaz de soportar. No se atrevió a moverse mientras el lobo la escaneaba con su enorme nariz húmeda, sentía que la vida se le resbalaba de las manos y un nudo en su garganta no accesos a dejarla respirar. Y, ya rendida al observar al lobo abrir el hocico, se dedicó a subir su vista para mirar la luna.

El momento pasó más rápido de lo que a Skylar le hubiera gustado: las nubes de lo que parecía ser una tormenta cubrieron paulatinamente la luna y, como consecuencia, el lobo pareció desaparecer de su campo de visión periférico, sentía un peso algo más ligero encima, el olor a perro se había esfumado y sintió que algo se aferró a su cintura con fuerza.

— Lo siento... Casi te devoro, no pude controlarme con ese olor... — habló Jason, con la voz que ella hubiera podido reconocer en cualquier lado, agitado. Sky tragó saliva sin entender mucho e intento incorporarse para ver qué rayos estaba pasando, lamentablemente, un quejido la detuvo a mitad de la acción.

— ¿Jason?

Skylar lo contempló semidesnudo de de donde empezaban sus pantalones desgastados hacia arriba, sin contar que iba descalzo.

— No te muevas tanto, tal vez se me van a salir las tripas— tras el mal chiste, se recorrió a un lado con lentitud, dejando a la vista una perfecta herida en el lado izquierdo de las costillas, justo donde empezaba su abdomen trabajado.

La castaña desvió la vista sonrojada.

— ¿Qué está sucediendo? — se atragantó con sus palabras, dejando pasar el calor de sus pensamientos para centrarse en cosas más importantes como lo eran refugiarse de la posible lluvia y descubrir por qué el hombre más allegado a ella después de su padre era un licántropo.

— Te lo puedo explicar después — murmuró lanzando miradas furtivas. Su voz sonaba cansada y él se veía del asco, con los ojos cansados y un aura completamente distinta a la que solía tener cuando estaba con ella —. Vámonos de aquí.

— ¿Puedes si quiera moverte con eso allí? — cuestionó sorprendida.

— Estás hablando de Jason Todd, bonita — igual que todo un fanfarrón, dió un salto para levantarse del suelo que terminó por hacerlo doblegarse del dolor, casi volviendo a su antigua posición. Soltó un quejido y Skylar fue  a ayudarlo; la lluvia apenas había empezado a caer.

— Ven, vamos.

— Al parecer no soy tan invencible como creí — dijo entre dientes, mirando a su compañera.

— Tienes botiquín en tu casa, ¿Cierto? — cuestionó preocupada.

— Si no lo tuviera, no me pelearía casi diario — comentó dando una última mirada tras su espalda. La chica lo ignoró por completo y se limitó a avanzar hacia adelante con esfuerzo, permitiéndole a Jason darse cuenta de que ella se estaba debatiendo internamente y ya se encontraba planteando más preguntas de las que su cerebro pudiese soportar en tan pocos segundos sobre lo que acababa de presenciar  —. Sky, tengo muchas cosas que explicarte...

— Ni que lo digas, ¿Por qué demonios eres un perro grande y qué carajo te hiciste en las costillas? Tal vez contestando eso sea un buen inicio — gruñó de forma explosiva—, además de una buena disculpa y un pedazo de bolillo por el susto que me acabas de meter.

Jason soltó algo que se asemejó a una risa y después se quejó por el esfuerzo. Ambos siguieron avanzando con la lluvia azotando sobre sus cabezas.

— Te explicaré todo, cosita, solo necesitamos llegar sanos y salvos a mi casa.

Y tras decir eso, un aullido se escuchó no muy lejos de allí.

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