Capítulo 8

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Cadenas, mugre, humillación, sed y y hambre.

Estás eran la esencia de la vida de un esclavo, de su vida.

Cabellos rubios algo largos, enmarañados y sucios. Una camiseta que antaño fue blanca ahora yacía mugrienta y raída en su pequeño torso. Y unos pantalones demasiado grandes para su cuerpo se mantenían sujetos a sus caderas con una vieja soga, la parte inferior de las rodillas cortada hace mucho para poder caminar sin tropezar con la vieja tela de cuero. Su piel oscurecida por el sol y la suciedad y unos dorados ojos apagados yacían sobre sus pómulos, marcados por la delgadez del pequeño de 8 años.

Tan miserable. Y tan valioso al mismo tiempo.

El pequeño ya no emitía queja alguna ante las quejas de su "amo", quién lo ostigaba a llevar con más rapidez la mercancía que llevaban.

El joven no tenía ni el tiempo ni el derecho de detenerse a contemplar las magníficas construcciones de esa tribu.

Si bien la mayoría pensaba que los Kalezes eran unos salvajes subdesarrollados, la verdad no podía estar más lejos.

Eran una tribu guerrera, pero su conocimiento de la forja y las tácticas de guerra no tenían paragón. Al igual que su dominio de la flora que tampoco se quedaba atrás, usando las plantas no sólo como alimentos, sino para fabricar tanto medicinas como venenos de gran eficacia.

Sus construcciones, si bien de madera la mayoría, eran refinadas y con una arquitectura resistente. En los marcos de las puertas y las ventanas podías apreciar diferentes decoraciones, así ya fueran enredaderas de flores cuidadas por las amas de casa, decoraciones echas de plumas y colmillos que decoraban las casas de los cazadores, o diferentes artesanías típicas de la tribu.

Las carreteras perfectamente definidas al acercarte lo suficiente al pueblo. La gran plaza en el centro de la cual se ubicaba un círculo de piedra que rodeaba una gran llama que refulgía en tonalidades rojas y doradas. La cual era admirada por los vendedores y compradores que acudían al mercado que rodeaba la hoguera.

Tantas bellezas, y a él no se le había permitido levantar la cabeza y admirar ni una sola de ellas.

Incluso ahora no era capaz de ver nada excepto la caja de regalos que su dueño le llevaba al monarca de esas tierras y que el cargaba con su delgados brazos.

El no entendía de política, después de todo era un idiota. Solo sabía que su dueño había echo algo malo y por eso llevaba sus regalos a modo de disculpa.

Se paró junto a la gran puerta de madera de roble una vez entraron a la sala de audiencias, su cabeza siempre gacha sin mirar a nada ni nadie. Por eso no noto el disgusto que mostraron los monarcas al ver su decadente estado. Ni noto la penetrante mirada de cierto príncipe de cabellos cenizos.

Sólo se movió cuando su dueño lo llamo con su gruesa voz para que le acercara la caja. Lo hiso, siendo empujado nada amas entregar la caja. Ni siquiera se sorprendió.

Su dueño mostró lo que había traído, valiosas millas y telas de seda. El no entendía el porque esas cosas eran tan apreciadas.

Las joyas no motivaban el hambre si las conservabas. Y las telas de seda eran demasiado delicadas y se arruinaría por casi cualquier trabajo.

¿De verdad las posiciones sociales creaban diferencias tan grandes?

No entendía a los nobles que se regodeaban en lujos e hipocresía. Pero menos entendía a ese príncipe parado frente a el y lo que había dicho.

—A-alteza, ¿Qué acaba de decir? —sorpresa, al parecer su dueño están igual de consternado que el.

—Dije que si de verdad quieres que perdonemos tu insolencia, no aceptaré otro pago que no sea este esclavo —repitió con su mirada firme en el noble rechoncho.

— ¡P-pero el es solo un sucio esclavo de clase baja alteza! ¡No es digno de servir a alguien de vuestra noble cuna! —intentó persuadirlo con una sonrisa nerviosa.

¿Por qué intentaba conservarlo? ¿No debería estar feliz de poder deshacerse de aquel inútil al que debía patear a diario por su incompetencia?

—El que decide si es digno o no de servirme soy yo. ¿O acaso cree que no soy capaz de tomar esa decisión?

— ¡N-no he dudo de su capacidad alteza! Pero usted es aún algo joven e inexperto...

—Podra ser joven pero mi hijo a sido preparado para el trono desde el día en que nació —Interrumpió la reina al noble con su voz tersa pero imponente — nuestra tribu no considera la edad un limitante de nuestras habilidades. Y no apreciamos a aquellos que cuestionan nuestra capacidad sin siquiera conocernos —finalizo con una mirada fría en sus orbes rojizos.

—Si de verdad es su deseo redimir su invasión a nuestras tierras, pienso que debería de considerarse afortunado de que nuestro hijo esté dispuesto a perdonarlo por el precio de un simple esclavo —habló esta vez el rey, sereno pero firme.

— ¿Entonces que va a hacer duque? ¿Me dará a su esclavo? ¿O prefiere comprobar la fuerza de nuestros guerreros? —le preguntó de nuevo el pelicenizo, mostrando una sonrisa llena de un sadismo que no esperarías de un infante como el.

El joven esclavo tembló ante esa sonrisa. Pero el verdadero terror lo sintió cuando su ahora antiguo dueño acepto la oferta con una reverencia ante la familia real, abandonando la sala sin siquiera voltear y dejándolo a merced de su nuevo dueño.

—Mas te vale que sepas que hacer en verdad mocoso —le advirtió la reina a su hijo al pasar por su lado y dándole un "ligero" golpe en la cabeza antes de dejar la sala junto a su esposo, quién para sorpresa del desnutrido niño, sólo le dedicó una sonrisa consoladora y un leve asentimiento antes de seguir a su esposa.

—Maldita vieja... —masculló el príncipe mientras se frotaba la zona que su progenitora había golpeado.

El pequeño esclavo bajo la mirada en el instante en que sus dorados ojos conectaron con los rubíes del contrario, haciéndolo consiente que desde había levantado la cabeza desde el instante en que lo exigió a el como pago.

—Tch. Oye esclavo —lo llamó, recibiendo como respuesta solo un asentimiento —ahora eres de mi propiedad, así que más te vale obedecer la orden que te voy a dar —otro asentimiento —nunca jamás en tu vida —lo toma por el cabello levantando su mirada, la cual muestra el miedo ante la fiera mirada del príncipe frente a el —vuelvas a bajar tu cabeza ante otros, ¿Me escuchaste? Ni siquiera ante mi.

Tras decir estás palabras soltó su cabello y emprendió camino hacia la puerta de roble. Dejando al chico aturdido por sus palabras.

Nadie nunca le había dicho que levantara la cabeza.

Los esclavos eran la basura de la sociedad humana, no se les permitía mirar a las personas a los ojos, no se les permitía alzar la vista y observar lo que los rodeaba.

Ellos solo debían bajar la cabeza en sumisión y acatar las órdenes con tal de recibir un poco de pan y agua al final del día.

Y ahora frente a sus ojos, dos tronos de hueso y forrados en cuero rojo se mostraban imponentes al final de unas escaleras, bañados en los rayo del sol que entraban por el inmenso ventanal de cristal que abarcaba toda la pared tras los tronos. Las paredes de piedra, las telas de cuero cuidadosamente teñidas que condecoraban la sala. El candelabro de acero que colgaba en lo alto del techo y que iluminaba las numerosas pinturas que lo adornaban.

Se sintió hipnotizado por estas últimas, trazos de lo que parecían personas y siluetas difusas que te atraían como si contarán mil historias.

—Cuentan la historia de nuestro reino.

El joven se sobresalto al escuchar la voz del príncipe tan cerca de el. Volteó a verlo, el también contemplaba las pinturas del techo con detenimiento. Pero sus ojos mostraban algo más allá de la curiosidad o la admiración.

Tal vez fueron las palabras que le dedicó antes.

Tal vez fue su semblante sereno combinado con esa mirada intrigante.

Pero le hablo. Sólo una pregunta en un susurro que surgió por un impulso.

— ¿Cuál es la historia?

—Asi que sabes hablar —comentó mirándolo con una sonrisa socarrona para después volver su mirada al techo y decir —nadie lo sabe a ciencia cierta. Nuestros ancestros no nos dejaron escritos de lo que pasó, sólo esas pinturas y una vieja leyenda.

— ¿Qué leyenda? —preguntó, sus dorados ojos empezando a brillar con curiosidad.

—Si te ganas mi confianza puede que te la cuente algún día —le dijo con una sonrisa altanera.

— ¡Lo haré! Sólo dime qué hago —no sabía que le pasaba, pero estando en compañía de ese príncipe altanero empezaba a sentirse como lo que nunca pudo ser, un niño curioso e ilusionado.

—Pues deberías empezar por darte un baño para quitarte esa peste, la verdad apestas más que un jabalí —tras decir esto no pudo evitar el ataque de risa que le causo el gran sonrojo que se instaló en el rostro del esclavo, quién se cubrió el rostro avergonzado —oye esclavo, ¿Cuál es tu nombre?

¿Su nombre?

¿Tenía el derecho de ser llamado por el en esta tierra?

Sólo su madre lo había llamado así. Y había luchado mucho por no olvidarlo luego de que ella falleciera.

Descubrió su rostro para observar una vez más al príncipe frente a el, este empezaba a arquear una ceja y cruzarse de brazos por la impaciencia. De verdad quería saber su nombre.

—Denki... Kaminari —susurró con lágrimas asomándose en sus ojos y una sonrisa.

Continuará...

YO: ¡¡AL FIN APARECIÓ MI DENKI BEBE🥳😍🥳😍🥳😍🥳😍!!

MIC: ¿Qué tu bebé no era other🤨?

YO: Tengo dos bebés en este fic Mic (♡ω♡ ) ~♪.

MIC: And none es uno de los protas (ー_ー゛)

YO: Detalles Mic. Detalles (。♡‿♡。).

MIC: 🤦🏼‍♂️. Cambiando de tema (ಸ_ಸ), escribiste a lot en este chapter " ⊚ ͟ʖ ⊚ ".

YO: Me inspiré ( ˘ ³˘)♥. Y tuve ayuda de una gran amiga con la redacción de las descripciones. Muchas gracias CCmyc02 🤗🥰🤗🥰, sabes que te adoro a pesar de que me torres a mis niños en tus historias ಥ‿ಥ.

MIC: ¡TU NO HABLES QUE NO TE HAS LEIDO XILAN(ʘ言ʘ╬)!

YO: ¡PRECISAMENTE PORQUE ME TORTURA A MI NIÑO Y NO ESTA TERMINADA AÚN (ʘ言ʘ╬)! ¡SI ME LA LEO ASÍ ME DA ALGO😭😭😭😭!

XXX: ¿Van a parar con el spam y terminar la nota o lo hago yo (눈‸눈)?

YO Y MIC: ¡¡NO ES SPAM Y HAZLO TÚ (ʘ言ʘ╬)!!

XXX: Bien(ー_ー゛), déjame ver un segundo —revisa unas notas mientras la autora intenta asficciar a Mic en el fondo hasta que el se la quita de un grito, cabe destacar que XXX era inteligente y por eso tenía puestos tapones para los oídos — fueron 1607 palabras sin la nota en este capítulo... Creo que vamos en aumento(눈‿눈). Hasta la próxima (^._.^)ノ.

YO: ¡OYE🙀! ¡YO SOY LA DE LOS EMOTICONOS DE GATOS EN ESTA NOTA😾!

MIC: /ᐠ。ꞈ。ᐟ\/

YO: ┻┻︵ヽ('Д')ノ︵┻┻

LOS AMO A TODOS😻😽💞😻😽💞😻😽💞😻😽💞😻😽💞😻😽💞

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