Capítulo 13: Roxy Foxy.

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Jueves, 2:30 pm
Roxana y Timoteo.

Con su mirada perdida y una sonrisa en sus labios, tocaba sus labios con su dedo índice.

—¿Qué te parece Roxy? –Preguntó con curiosidad viéndolo.

—¿Roxy Foxy? –Le respondió con amabilidad y una sonrisa.

—Oye si suena genial. –Respondió emocionada alejándose.

Timoteo terminaba de organizar las cámaras mientras ella sacaba de la bolsa la caja del vibrador.

—Vaya, ya sé de qué irá el vídeo. –Dijo él con algo de ironía en su voz sonriendo. —Dejaré tu celular aquí. –Lo mostraba mientras lo dejaba sobre la mesa.

Ella solo sonreía y soltaba un suspiro viendo la caja, sonrojándose por completo.

—¿Qué ocurre? –Preguntó él algo confundido, viéndola mientras en sus manos sostenía la cámara.

—Me tengo que masturbar enfrente de ti. –Susurró apenada con la mirada agachada.

—Bueno, en teoría muchos lo verán. –Le respondió con ironía viéndola.

—Timoteo, no me estás ayudando. –Se reía nerviosa estando muy sonrojada.

—Lo siento. –Se reía. —Pero es la verdad. –Levantó sus hombros perdiendo su mirada.

—Cállate. –Le respondió apenada y algo inquieta. —Déjame agarrar valor. –Tomaba aire y suspiraba profundo.

—Si no te sientes lista, puede no hacerlo. –Dijo con amabilidad perdiendo un poco su mirada.

—No, yo puedo. –Respondió con seguridad viéndolo. —¿Cuál será el libreto? –Preguntó muy decidida.

El presente.

—Claro que estaba nerviosa, muy nerviosa. –Confesó con seriedad. —Era difícil la idea de tener que hacerlo enfrente de un hombre que consideras tu amigo. –Se reía algo apenada. —Pero Timoteo era muy profesional, nunca me hizo sentir acosado o que me viera de forma pervertida. –Se expresaba con fluidez y sinceridad.

El pasado.

Roxana estaba sentada en un sofá con un vestido azul, con su antifaz puesto soltaba una corta sonrisa.

—Solo déjate llevar, improvisa. –Dijo él con calma teniendo la cámara entre sus manos.

Ella soltaba un suspiro y cruzaba sus piernas.

—Estoy lista. –Dijo decidía y sonriéndole a la cámara.

—Tres, dos, uno. –Hizo un leve movimiento con su dedo dando la señal que se empezaba a grabar.

Timoteo se acomodaba buscando los mejores ángulos, Roxana sonreía y acariciaba sus piernas con sus manos, juntaba y separaba sus piernas dejando ver por debajo de su vestido, repitiendo ese movimiento varias veces.

—Eso es. –Dijo él con seriedad mientras se levantaba grabando su rostro.

Se lograba ver sus ojos, era lo que más resaltaba en el antifaz, soltaba una sonrisa y chupando uno de sus dedos muy lentamente ante la cámara, alejándose un poco de la toma, Timoteo le grababa los senos donde ella los juntaba, haciendo movimientos circulares, se inclinaba hacia adelante haciendo resaltar sus senos en su escote.

—Perfecto. –Susurró él con seriedad bajando la cámara. —Acomódate en cuatro en el sofá y levanta muy lento tu vestido, y acompáñalo con un corto baile. –Levantaba su mano derecha señalando el sofá mientras explicaba.

Tragando un poco de saliva y muy nerviosa, ella suspiraba.

—Vale, dame un segundo. –Se sonrojaba mientras cerraba los ojos. —Vale, ya estoy lista. –Soltaba una sonrisa nerviosa.

Ella completamente decidía, se acomodaba en el sofá, levantaba sus nalgas y las comenzaba a mover junto a su cintura de lado a lado, del otro lado ella estaba muy sonrojada y tímida mientras se movía, detrás de ella estaba Timoteo que la grababa y buscaba la forma de hacerla ver más sensual.

—Sube el vestido. –Susurró él mientras la grababa.

Aquella palabra la hicieron sonrojarse más, soltaba un suspiro y comenzaba a subirse el vestido muy lentamente con su mano derecha, empezaba a verse sus nalgas, ya que no llevaba ropa interior, de golpe se subía el vestido dejando ver sus nalgas y su vagina en medio de sus muslos gruesos.

—¿Puedes voltearte para ver la cámara? –Preguntó él con seriedad.

—No, no puedo. –Respondió tímida, soltando una risa nerviosa.

—Vale, solo sé sensual. –Se pronunció algo apenado por como lo había pedido, mientras retrocedía para tener una toma de su cuerpo completo.

Ella comenzaba mover su cintura en círculos, de arriba abajo de forma lenta y sensual, se da una nalgada con su mano y se mordía los labios suspirando.

—Lo haces bien, continúa. –Le susurro mientras caminaba a su alrededor grabando sus nalgas.

Ella continuaba con los movimientos lentos y sensuales mientras él la grababa desde los mejores ángulos donde se pudiera ver todo, dándose de nuevo otra nalgada, él paraba la grabación bajando su cámara.

—Perfecto, ahora. –Hizo una breve pausa. —Las tomas principales. –Dijo con seriedad mientras ajustaba algo en la cámara.

Ella muy tímida, bajaba su vestido, sonrojada, evitaba su mirada con él.

—¿Puedo tomar unos minutos? –Le preguntó con timidez mientras se acomodaba el vestido.

—Claro, relájate y no te obligues. –Respondió con amabilidad dejando la cámara sobre la mesa.

Esta aún seguía grabando y él se sentaba a su lado.

—No eres alguien muy interesada en lo sexual, ¿Por qué aceptaste el trabajo? –Le preguntó con curiosidad viéndola.

—Estaba cansada de vivir mal, deber dinero, pagar alquiler. –Cada cosa que mencionaba levantaba un dedo. —No comer por días o preguntarte si hoy comerías o no. –Le respondió con algo de tristeza en su voz mientras agachaba su mirada. —Aquí me pagaría bien, lo dejaré, apenas pueda. –Levantó su mirada viéndolo a él.

—Entiendo, no sé qué decirte por qué nunca pase por ese tipo de dificultades. –Le respondió con sinceridad.

—Es horrible, tener que ir y dormir con hambre, trabajar tanto para los demás. –Soltaba un suspiro, pero se expresaba molesta. —Pero todo eso te hace fuerte como persona. –Soltaba una corta sonrisa.

Ambos se veían y ella sonreía.

—Continuemos, ya tengo la fuerza para hacer esto. –Dijo completamente decidida mientras se ponía de pie.

Timoteo solo sonreía y se levantaba, se tronaba los dedos mientras se acercaba a la cámara.

—Tu tranquila es únicamente una toma de diez minutos y terminamos. –Dijo con seriedad mientras tomaba la cámara y volvía, hacía a ella.

—Está bien. –Soltaba un suspiro. —Lo haré. –Tomaba aire y lo soltaba lentamente.

—Acuéstate y sé muy sensual. –Soltaba una corta risa mientras la grababa.

Acostada en el sofá, abría un poco sus piernas y ponía sus manos en el pecho y los apretaba, mientras sonreía.

—Tres, dos, uno. –Susurró sonriéndole.

Ella se estiraba y arqueaba su cuerpo hacía leves movimientos con su cadera, miraba a la cámara con seriedad intentando perderse en el momento, se bajaba el vestido sacando sus senos, los tapaba con su mano y le sonreía a la cámara, sus senos quedaba juntos y se veía más grande de lo que eran, seguía moviéndose mientras mordía sus labios y subía su vestido cubriendo sus senos con su brazo izquierdo, se veía su vagina mientras Timoteo se acomodaba para poderla grabar de la mejor manera, con su mano derecha pasaba sus dedos por su abdomen y comenzaba abrir las piernas de lado a lado, se comenzaba acariciar con sensualidad, pasaba su dedo por su vagina, pasaba toda su mano frotándola y soltaba un suave gemido, mordía sus labios para callarse y suspiraba.

Se acomodaba para sacar el vibrador de la caja y suspiraba, apretaba sus senos y abría sus piernas mientras comenzaba a introducirlo muy lentamente soltando un suspiro al instante mordiéndose los labios para no hacer ruido, entre más entraba más agitada se volvía su respiración, lo hacía lento, pero constante, exponía su cuello mientras jadeaba con suavidad.

Timoteo caminaba a su alrededor mientras la grababa, permanecía en silencio para no cortarle la inspiración, ella seguía aumentando la intensidad, sus senos se juntaba, ya que ella tenía sus brazos izquierdos debajo de ellos, abría un poco más las piernas y con la mano derecha agarraba con firmeza el consolador y lo introducía con más intensidad, dejando caer sus senos, con su mano izquierda comenzaba acariciar su clítoris con movimiento lento, pero contantes, entre más lo hacía más agitada se le veía.

—Aaah. –Gimió agitada, cerrando sus ojos y exponiendo su cuello. —Mmm, aaah aaah. –Gemía contante, mordía sus labios para no hacerlo seguido, dejando algunos gestos de placer en su rostro.

Se comenzaba a masturbar más rápido, se agitaba con más intensidad y su pecho se movía por su respiración haciendo que se movieran, con su mano izquierda y dos de sus dedos de aquella mano acariciaba los bordes de su vagina, soltando algunos gemidos y jadeos.

Cuarenta minutos después.

Roxana ya duchada y con su ropa se sentía apenada con todo lo que acababa de pasar, Timoteo terminaba de guardar las cámaras y de organizar el set.

—Lo hiciste muy bien. –Dijo él con amabilidad y una sonrisa. —Realmente todo te sale muy natural. –Se expresaba con sinceridad mientras cerraba algunas maletas.

Ella no le respondía, solo se sonrojaba y levantaba la mirada, un corto silencio se generaba en el ambiente hasta que ella se pronunciaba.

—Hagamos trato. –Dijo con seriedad y su mirada fija en él.

—Claro dime. –Le respondió con curiosidad, mientras tomaba la maleta.

—Nunca me menciones nada de lo que hago como Roxy Foxy. –Lo miraba con seriedad.

—Está bien. –Soltó una sonrisa extendiendo su mano derecha. —Es un trato. –Sonrió viéndola a los ojos. —Si tú prometes que confiaras en mí siempre. –Se expresaba con desinterés con su mano extendida.

Ella le estrechaba su mano con la de él y le sonreía sonrojándose.

—Trato hecho. –Le respondió con una sonrisa mientras ambos estrechaban sus manos.

—¿Qué harás ahora? –Preguntó él con curiosidad soltando su mano.

—Ir a mi casa. –Respondió sin interés.

—Vamos al centro. –Hizo una breve pausa dejando notar su timidez. —Compramos un nuevo celular para ti. –Le sonrió poniéndose la maleta sobre los hombros.

—¿Qué tiene de malo mi celular? –Preguntó curiosa mirando su celular. —Bueno, sí está algo viejo, pero que sea algo rápido.

—Claro, déjame llevar el material a edición y vamos. –Dijo algo emocionado mientras señalaba hacia atrás al hablar.

—Me parece bien.

—¿Podrías hacerme un favor? –Preguntó con amabilidad mientras caminaba.

—Claro dime. –Levantó sus cejas con curiosidad.

Ambos salían del set, ya con ambos en el pasillo.

—Puedes ir al tercer piso y recoger unos libretos, por favor. –Dijo amable sonriendo.

—¿En dónde están? –Preguntó sin interés.

—En el último set a lado de las escaleras. –Le respondió con amabilidad. —Gracias por hacerme el favor, te esperaré abajo en el cuarto de edición. –Se despedía con su mano mientras se alejaba hacia las escaleras.

Roxana caminaba en la dirección opuesta subiendo las escaleras rumbo al tercer piso, mientras subía escuchaba algunos gemidos, se topaba con algunas personas que no conocía, pero le saludaba con una sonrisa, llegando al lugar abría la puerta del set y entraba lentamente, se sentía solo.

—¿Hay alguien? –Preguntó al entrar moviendo la puerta levemente que rechinaba.

Con un leve levantamiento de hombros entraba buscando aquellos libretos, veía el set algo desorganizado, miraba cada rincón, veía la cama desordenada al igual que el sofá y a lo lejos veía una mesa con algunas cosas blanca sobre ella acercándose sin interés notaba que era los libretos que estaba regados sobre la mesa.

Empezaba a recogerlos con tranquilidad, los organizaba uno sobre el otro, de repente la puerta del set se cierra llamando la atención de Roxana que mira en aquella dirección, viendo a una chica muy joven y bajita que la miraba fijamente.

—Oh, que susto. –Dijo algo nerviosa poniendo su mano en el pecho. —Eres tú. –Dijo aliviada y tranquila.

—¿Podemos hablar Roxana? –Preguntó Honey con mucha seriedad.

—Claro, ¿Qué ocurre? –Preguntó confundida ante la seriedad de la pregunta, mientras continuaba recogiendo los libretos.

Ella se le acercaba en un silencio misterioso, llegando a la mesa, se sentaba sobre ella y juntaba sus piernas perdiendo su mirada.

—Me alegra mucho tu éxito. –Dijo en voz baja con cierta envidia.

—¿Gracias? –Le respondió con algo de incomodidad mientras juntaba los libretos.

—Tu éxito me está aplastando, no es envidia. –Levantó sus manos moviéndolas de lado a lado nerviosa. —Es que. –Hizo una breve pausa. —Tus vídeos tienen muchas más visitas y yo no estoy cumpliendo con las visitas del mes. –Dijo con seriedad y algo triste. —Quería pedirte un favor. –Fijaba su mirada en ella.

—Claro dime. –Le respondió con amabilidad mientras se recargaba sobre los libretos, prestándole atención.

—¿Podrías grabar conmigo? –Preguntó con timidez, perdiendo su mirada.

—Amm. –Balbuceó dudosa y sorprendida por aquella propuesta.

—No quiero grabar con Thiago, él puede ser el mejor acá, pero no me agrada para nada. –Susurró con su mirada agachada.

Roxana se sentía sorprendida con aquellas declaraciones llamando su atención.

—¿Por qué no te agrada? –Le preguntó con curiosidad viéndola.

—Es un doble cara, un hipócrita. –Susurró algo molesta. —Debes tener cuidado de él y conocerlo muy bien. –La miraba a los ojos hablando con seriedad. —No confíes en ningún hombre en esta empresa, todos son unos hijos de puta. –Susurró molesta sin quitarle la mirada.

Aquella palabra la sorprendida dejando a ambas en silencio, ella llevaba más tiempo aquí trabajando, quizás conocía más a las personas, aún así también era una desconocida.

—Hablando sobre el vídeo. –Se mencionó Roxana para romper el silencio entre ambas. —Te prometo que lo haremos, pero déjame estar lista primero. –Dijo algo nerviosa sonriéndole. —Es algo nuevo para mí, cuando esté lista te lo diré. –Le sonreía.

Honey agachaba la mirada ante esa respuesta saltando para bajarse de la mesa, ella era más bajita que Roxana, le llegaba a la barbilla y levantaba su mirada.

—¿No estás lista? –Susurró viéndola a los ojos.

—No. –Le respondió nerviosa al tenerla tan cerca.

Honey se paraba de puntas y le daba un beso chupándole los labios, la reacción de Roxana fue retroceder y la tomaba de los brazos, el beso continuaba por unos poco segundos hasta que Roxana la separa apartándose de ella viéndola algo sonrojada, ambas se miraban en un corto silencio.

—Olvidaré que hiciste eso. –Dijo algo apenada Roxana mientras tomaba los libretos.

Ella le pasaba, por un lado, mientras cargaba los libretos entre sus manos.

—¿Necesitas ayuda? –Le preguntó ella viéndola tan cargada con los libretos.

—Puedo sola tranquila. –Le respondió sin interés

Apenas acabó aquella oración se caían algunos libretos al suelo, Honey con amabilidad se agachaba y los recogía.

—Déjame ayudarte. –Dijo con amabilidad quitándole algunos libretos.

—Gracias. –Le respondió algo nerviosa.

Ambas caminaban hacia la puerta que estaba cerrada, Roxana se acercaba pensando en cómo abrirían la puerta, pero apenas llegaba Honey con su pierna derecha la abría sin ningún problema, la chica era muy flexible y ágil.

Ambas salían y caminaba rumbo al primer piso, mientras caminaba hacía aquel lugar, César le pasaba, por un lado, saludándolas, Roxana respondía el saludo con amabilidad y una sonrisa, en cambio, Honey lo hacía muy secamente, luego de algunos pisos llegaba al último piso acercándose a la sala de edición dónde estaba Timoteo hablando con Moon.

—Chicas, déjeme ayudarle con eso. –Dijo Moon con amabilidad tomando los libretos que llevaba Honey y Roxana. —¿Dónde te lo dejo Teemo? –Preguntó con algo de dificultad viendo Timoteo.

—Déjalo en esa mesa. –Le respondió señalando una mesa. —Listo ¿Vamos al centro comercial? –Preguntó con amabilidad viendo a Roxana.

—Vam...

Se sintió interrumpida, ya que Honey la tomaba del brazo y la abrazaba mientras veía en una dirección, fijando la mirada en misma dirección, veía a Thiago pasar que las miraba ambas, Honey le apretaba el brazo con suavidad, se sentía algo de miedo en ella al verlo.

Sin más, Thiago pasaba y Honey le soltaba el brazo.

—¿Pasa algo? –Le preguntó Roxana susurrándole.

—No estoy bien. –Le respondió con tranquilidad sonriéndole.

Timoteo se sentía algo confundido con lo ocurrido, pero no le daba mucha importancia, ya que no quería meterse en temas ajenos.

—¿Estarás bien? –Preguntó con algo de preocupación viéndola.

—Sí, ve con Teemo al centro comercial. –Le sonreía. —No pasa nada. –Una tranquilidad fingida se sentía en su voz.

—¿Todo bien? –Preguntó Timoteo algo confundido viéndolas a ambas.

—Si, cosas de chicas. –Le respondió Roxana con tranquila sonriéndole.

—Perdóname si me robó a Roxana. –Se excusó él con amabilidad viendo a Honey.

—Tranquilo Timoteo, todo bien. –Le respondió ella con una sonrisa.

—Gracias, ven Roxy. –Dijo él con amabilidad, viéndola con una sonrisa.

—Cuídate. –Le dijo en voz baja, viéndola girando para seguirle el paso a Timoteo.

Honey solo le sonreía, mientras Roxana y Timoteo se alejaban rumbo a la salida, Moon se le acercaba a Honey y mientras se alejaban se les escuchaba hablar.

—Honey, me acompañas al Set seis, me da miedo estar ahí solo desde el día del accidente. –Se le alcanzó a escuchar.

Mientras ambas parejas tomaban caminos distintos, Roxana recordaba que aquel set fue donde escuchó que la tabla se había caído sola.

El presente.

—Cada vez tenía más preguntas que respuestas. –Dijo aquella mujer con seriedad con su mirada perdida. —Cada uno de ellos tenía una historia que conocería uno por uno. 

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