Capítulo 8: La Fiesta, Parte 2.

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Miércoles 1:30 am
Timoteo.

Timoteo salía de la fiesta y veía que su auto se movía de lado a lado.

—Maldita sea, no puede ser cierto. –Susurro al ver cómo se movía la camioneta.

Timoteo se acercaba y se escuchaba a una mujer gemir, abriendo la puerta del piloto entraba sorprendiéndolos, ambos desnudos, ella estaba sobre él y de espalda se cubría los senos.

—Bueno, vayan y paguen un cuarto, porque me tengo que ir. –Dijo molesto mientras chasqueaba sus dedos.

—Teo, ya vamos acabando. –Dijo Blue mientras movía su cintura.

—Me importa una mierda, además este es mi auto. –Dijo molesto mientras se acomodaba en la parte del piloto. —Además, ustedes saben que no puede tener relaciones fuera de cámara, ya sabe cómo es César con esto. –Se metía la mano en el bolsillo sacando su celular. —Los puedo grabar ahora y se meterá en un buen problema.

—Vale, Teo tú ganas. –Dijo Sure preocupado mientras Blue se levantaba.

—Déjanos ponernos la ropa. –Dijo Blue algo nerviosa mientras se colocaba el brasier.

—¿Cómo entraron a mi auto? –Le preguntó con seriedad.

—La puerta trasera estaba abierta. –Le respondió Sure mientras se colocaba el pantalón.

—Thiago eres un idiota. –Susurró Timoteo poniendo las manos en el volante.

Colocaba la llave y la giraba encendiendo el auto, el motor sonaba y las luces se encendían.

—Ya bájense. –Dijo molesto viendo por el retrovisor.

—Vale, tranquilo.

Las puertas traseras del auto se abrían con ambos bajándose del auto, Blue cerraba la puerta trasera, apenas se cerraba el auto arrancaba levantando algo de polvo.

—Es un idiota. –Dijo ella molesta mientras veía que el auto se alejaba.

Timoteo conducía a gran velocidad, molesto, mientras tomaba una curva para incorporarse en la carretera, miraba su retrovisor izquierdo para ver si algún auto se acercaba.

—Ya no hay respeto por las cosas, solo por ser famosos, creen que pueden hacer lo que quieran. –Se quejaba susurrando mientras conducía rumbo al estudio.

Miércoles 1:40 am

Roxana.

La fiesta continuó con normalidad, licor, música a todo volumen y muchos actores porno disfrutando en el momento, por la pista pasaba Thiago llevando de la mano a Roxana, al llegar al centro de la pista colocaba una silla sentándola ahí.

—Sabes cuánto cobró por estos bailes, y tú recibirás uno gratis. –Susurró él cerca de sus labios.

Ella únicamente sonreía y sonrojaba.

—¿Qué planeas? –Susurró nerviosa.

Thiago se empezaba a quitar su traje, quitándose el chaleco, la corbata y abría su camiseta, en medio de la oscuridad se lograban ver sus pectorales y su abdomen marcados.

Abriendo sus piernas para quedar sobre ella, la miraba, y se mordía el labio inferior, ella nerviosa y sonrojada de tenerlo tan cerca, solo escondía sus manos entre sus piernas.

La canción cambiaba y Thiago comenzaba a mover su parte pélvica con sensualidad, ella nada más desviaba la mirada y sonreía tímida.

El baile era lento y sensual, su abdomen se movía a ritmo de su cintura, poniendo su mirada sobre él, Roxana logra verle el abdomen y como algo comenzaba sobresalir en su pantalón, Thiago la tomaba del brazo y colocaba las manos de ella en su pecho.

—Ay no. –Susurró tímida y sonrojada.

Lograba sentir su piel, su cuerpo se sentía algo duro, mientras baja del pecho al abdomen, él seguía moviendo su parte pélvica al ritmo de la música, cada vez más cerca de ella, con el sentido del tacto pasó de sentir su piel a sentir su correa, haciendo que se sonroje más y retire la mano, levantando su mirada ella le sonría.

—¿A eso le llamas bailar? –Preguntó con sarcasmos Moon. —Yo te voy a enseñar a dar un baile. –Se comenzaba quitar la camisa mientras se acercaba.

Thiago lo miraba y sonreía, levantaba sus cejas desviando su mirada.

—Hazte a un lado, niño bonito. –Dijo de forma retadora haciendo a un lado con su mano.

Moon tenía levemente el cuerpo marcado, no tanto como Thiago, pero se le lograba ver el abdomen, él bailaba lento, moviéndose atrás hacia adelante mientras bajaba lentamente, no le quitaba la mirada a Roxana que sonreía nerviosa, su moviendo era más violento, tanto que Roxana trataba de echar un poco más atrás, comenzaba bailar lento mientras movía su cadera bajando lento tanto que con sus nalgas tocaba los muslos de ella.

—Na, eso no es nada. –Dijo Thiago al verlo bailar. —Hazte a un lado novato. –Se expresó de misma manera retadora mientras se acercaba.

Thiago lo apartaba con sutil golpe con el hombro y comenzaba a bailar de nuevo al lado derecho de Roxana que sonría apartando su mirada a otro lado.

—Te falta estilo. –Le respondió Moon acercándose a la izquierda de ella.

La mirada de Roxana quedaba posada en el abdomen de Moon, que comenzaba a bailar más pegado, casi tocando el brazo de Roxana, que sonría nerviosa y escondía su mirada.

—Chicos, ambos bailan bien. –Dijo nerviosa tratando de apartarlos un poco con sus manos.

Ambos la tomaban de un brazo y lo ponía sobre su pecho bajándolas al mismo tiempo.

—No esperen, no es necesario. –Dijo nerviosa tratando de levantarse.

Ambos la sentaban poniendo sus manos sobre los hombros de ella.

Ambos chicos se paraban al frente de ella dándole la espalda y comenzaba a mover su cintura, bajaba y subía lentamente, Thiago era más nalgón de Moon, así que se sentía más cerca sus nalgas.

—Chicos, en serio no es necesario. –Sonrió nerviosa levantando su mirada.

—Disfrútalo nena. –Le gritó Cat.

Soltando un suspiro, los miraba, sus espaldas eran hermosas, estaba tan recta que hacía sobresalir muy bien sus nalgas, ambos se acercaban más a ella, poniendo su mano en la espalda de ella, cada uno la deslizaba de arriba abajo, mientras ellos se agachaban lentamente siguiendo un ritmo erótico.

Miércoles 2:10 AM
Timoteo.

Timoteo conducía a gran velocidad hasta que para en un semáforo, checaba su celular dónde Honey le había mandado un mensaje, al verlo era un corto vídeo de cómo ambos le bailaban a Roxana.

—No te dejé engañar. –Susurró al ver el vídeo.

Él comenzaba a escribir un mensaje, pero el semáforo cambiaba de color, el color verde iluminaba la camioneta haciendo que avance sin fijarse, lograba mandar el mensaje y al mirar al frente veía un retén policíaco.

—No puede ser. –Susurró nervioso.

Su aliento aún olía a licor, frenando trata de dar reversa, pero un auto ya está detrás de él.

—Maldita sea. –Dijo enojado poniendo su mirada al frente.

Veía como un policía le pedía que avanzará con su mano, soltando un suspiro avanzo lento, al llegar un policía golpeaba el vidrio de su ventana, bajando el vidrio miraba al oficial.

—Por favor, apague el auto y entregue las llaves junto a sus documentos. –Dijo serio el policía.

Timoteo apagaba el auto pasándole la llave al oficial que las dejaba sobre el parabrisas, buscaba en la guantera de su auto, sacaba los documentos del auto, su licencia y seguro de auto, metiéndose la mano en su bolsillo, sacaba su billetera donde guardaba su identificación.

El policía recibía esto algo molesto, revisándolo con una linterna.

—Señor Timoteo, que hace tan tarde. –Preguntó el oficial.

—Ammm. –Susurró. —Llegó del trabajo. –Dijo en voz baja sin mirarlo.

—Podría repetirlo, y esta vez mirándome. –Dijo con seriedad agachándose, mientras apuntaba con su linterna al interior del auto.

Timoteo sentía un escalofrío recorrer su espalda y miraba al policía.

—Vengo de trabajar. –Le respondió con firmeza y confianza.

El policía sentía el olor a licor en su aliento, levantándose con una mirada seria daba un paso atrás.

—Podría salir del auto. –Dijo con seriedad apuntándole con la linterna.

Timoteo se acomodaba y se quitaba el cinturón de seguridad, abriendo la puerta y saliendo del auto.

El oficial sostenía en sus manos un alcoholímetro y se lo acercaba.

—Por favor, sople aquí. –Dijo con autoridad y seriedad.

Timoteo obedecía soplando en aquel aparato.

Miércoles 3:50 am
Roxana.

La fiesta estaba igual de animada y hasta mucho más, todos estaban reunidos en la barra girando una botella, entre risas, a todos por igual se le veía algún nivel de estar ebrios.

La botella giraba y el cristal sonaba al girar, de a poco iba parando deteniéndose en Roxana.

—¿Verdad o reto? –Preguntó Cat algo ebria soltando una risa nerviosa.

—Verdad. –Le respondió segura, algo mareada, pero riendo de igual forma.

—¿Te gusta Thiago? –La señaló con un vaso de licor en su mano.

—Aaahh. –Se detuvo para pensar. —No. –Respondió con firmeza.

—Mala suerte Romeo. –Dijo Cat golpeándole en el pecho mientras se reía.

—No, no sé. –Sonrió Roxana mientras tomaba un poco más.

—Uh, uh, uh. –Dijeron entre todos al escuchar aquella respuesta mirando a Thiago.

—No se te olvide que es... –Dijo Honey algo ebria, pero era interrumpida por Thiago que le cubría la boca.

—Saben, ya deberíamos de parar, mañana tenemos trabajo. –Dijo con seriedad, Thiago, que se levantaba, mientras también daba unos pasos atrás por el mareo.

—Thiago, Thiago. –Dijo Cat acostándose en el suelo. —La fiesta acaba cuando sale el sol.

—No, en serio ya tenemos que descansar, mañana hay trabajo. –Le respondió con seriedad.

—Si tiene razón. –Se levantaba Roxana y se acomodaba el vestido. —Timoteo no ha vuelto y no sé cómo me voy a regresar.

—Yo no me quiero ir. –Dijo Cat molesta moviéndose en el suelo.

—Cat, don César se va a enojar dónde descubra que estuvimos de fiesta de paso, no lleguemos mañana. –Dijo Moon levantándose.

—¿Quieres esperarlo? –Preguntó Thiago mirando a Roxana.

—Ya es tarde, se van a preocupar en casa si no llego. –Intentaba sostenerse de pie sonriendo. —¿Puede darme para un taxi? O algo. –Preguntó con amabilidad y una sonrisa.

—Yo los llevaré a casa. –Propuso Moon levantando su mano.

—Yo puedo manejar, estoy perfecto. –Le respondió Thiago sacando las llaves de su auto.

Daba tres pasos y se caía por lo ebrio que estaba haciendo sonar las botellas que estaban en el suelo.

—¿Decías, niño bonito? –Dijo con sarcasmos al verlo en el suelo. —Pásame las llaves. –Se agachó quitándole las llaves de la mano. —Black carga a Honey y a Cat, iré a fumar para disimular el olor a licor.

Black solo hacía un gesto de aprobación mientras cargaba a Horney en su hombro.

—A mí no me llevan a ningún lado. –Dijo molesta Cat mientras volvía a tomar de una botella.

Black solamente la cargaba en su brazo derecho y está se movía tratando de bajarse.

—Suéltame demonio oscuro. –Gritó mientras pataleaba.

—Adelantesé, yo esperaré aquí con Roxana. –Dijo Thiago levantándose del suelo.

Roxana estaba a su lado y le ayudaba a pararse.

—Cómo quieras. –Le respondió Moon sin interés mientras bajaba su celular de su oreja. —Teo no responde. –Se sentía una leve preocupación en su voz.

—Tú tendrás que ser el conductor designado hoy. –Dijo Thiago mientras caminaba apoyado de Roxana.

—Como sea, vamos ya. –Respondió con un leve desinterés.

La puerta se abría y la luz de la luna iluminaba el lugar, entre los cuatro actores se subía al auto, subiendo a fuerzas a Cat, se iba dejando solo a Thiago y Roxana debido al espacio dentro del auto, ella miraba la luna.

—¿Timoteo estará bien? –Preguntó preocupada mirando al cielo.

Thiago veía como el auto se alejaba y dejaba de fingir, le tomaba la mano a Roxana.

—La pregunta es, ¿Tú estás bien? –Le preguntó con una sonrisa.

Roxana lo veía y le sonreía.

—Un poco mareada, pero estoy bien. –Dijo con timidez desviando la mirada.

Miércoles 2:15 am

Timoteo.

La cabeza de Timoteo chocaba fuerte contra el capó de la patrulla, una mano le presionaba la cara, mientras tenía las manos atrás.

—Le estoy diciendo que solo fue un trago. –Le respondió con dificultad, ya que sus labios estaban presionados con la mano y capo.

—Cállate ebrio inmundo. –Dijo el policía con odio. —Eso lo que dicen todos. –Lo levantaba con fuerza llevándolo a empujones.

—Esto es un abuso de fuerza. –Se quejó mientras era llevado.

—Ya te enseñaré que es un abuso de fuerza malparido. –Dijo con más odio mientras lo subía a empujones a la patrulla.

Algunas horas pasaba hasta que llegaba a una estación de policía, llevado a la fuerza y casi a empuje, ambos entraban a la estación, ya en la estación de policía, Timoteo era llevado por dos policías que sujetaba de cada brazo.

—Espéreme, esto es una injusticia. –Gritó mientras ponía fuerza para ser llevado.

Entre los policías se llevaba a una de las celdas más lejana, la celda número doscientos cuatro, tirando a Timoteo esposado a dentro.

—Sabes ¿Qué es injusto? –Preguntó el oficial mientras veía a Timoteo en el suelo asustado. —Que tu esposa muera por culpa de ebrios como tú.

—Espere, yo no tengo culpa de eso –Le respondió asustando, tratando ponerse de pie.

Sin mediar palabras, el oficial lo golpeaba con su bolsillo en el rostro y entre cuatro policías más le pegaba desde patadas hasta con los bolillos con fuerza y odio, Timoteo intentaba cubrirse de los golpes sin lograrlo.

Entre la golpiza en fondo se le escucha alguien gritar.

—Ey, ey, ey. –Dijo repetidamente un hombre de traje y con barba.

Aquellos gritos llamaban la atención de los policías.

—¿Qué están haciendo? –Preguntó molesto viéndolos a todos.

—Y ¿Tú quién eres? –Preguntó uno de los oficiales.

—Jefe de oficina de investigación. –Dijo con seriedad mientras mostraba su placa. —Ahora lárguese de mi vista, les pasaré un informe a su coronel. –Dijo molesto y enojado, señalándolos con su dedo índice.

Los policías salían uno por uno de la celda, mientras un chico con mechones rojos que estaba detrás del detective escribía algo su libreta.

El detective entraba a la celda y veía a Timoteo golpeado con sangre en sus labios.

—Ven, lamento eso. –Dijo aquel hombre mientras se arrodillaba

—Está bien, hay muchas injusticias en este país. –Le respondió agitado.

—Un gusto, detective Alejandro. –Dijo este hombre con seriada mientras le ayudaba a tomar asiento.

—Timoteo, soy camarógrafo. –Le respondió con amabilidad mientras se acomodaba en la silla.

—Alex. –Ordenó con seriedad viendo a su compañero.

—Dime tick tack. –Respondió aquel joven de mechones rojos.

—Trae una botella de agua, y las llaves de la esposa. –Le ordenó con seriedad.

—Claro.

El joven chico salía de la celda.

—No eres de este país, ¿Verdad? Se siente en tu acento. –Dijo Timoteo viéndolo.

—Si, me han pedido venir a investigar los feminicidios de este país. –Le respondió sin mucho interés. —Para compensar esta mala experiencia. –Se metía la mano en sus bolsillos sacando una tarjeta. —Nunca sabe cuándo necesita a un detective.

—Te recibiría la tarjeta, pero tengo las manos esposadas. –Respondió con ironía y una corta sonrisa.

—Claro. –Se reía.

Miércoles 4:28 am
Roxana y Thiago.

Roxana temblaba por frío de la noche, Thiago se quitaba su saco.

—Ven, tienes frío. –Dijo con amabilidad viéndola.

Roxana se acercaba y él la abrazaba mientras la cubría con su saco.

—Gracias. –Tartamudeo mientras se pegaba a él.

Thiago la abrazaba y ambos se miraba, la luz de la luna los cubría sin pensarlo, ambos se acercaban a los labios del otro para besarse muy lentamente abrazados, el beso sonaba hasta que llega un auto a cortar el momento, haciendo sonar su claxon.

—¿Los novios necesitan un aventó? –Preguntó Moon viéndolos.

Ambos se separaban y Thiago se reía.

—Vaya que si te demoraste. –Le respondió él levantándose del suelo.

Thiago ayudaba a Roxana a levantarse y este le abría la puerta para qué se subiera en la parte del copiloto, ya con ella dentro del auto cerraba la puerta, luego lo hacía él subiéndose atrás cerrando la puerta.

Mientras el auto se ponía en marcha, Roxana miraba por retrovisor parpadeando, veía que estaba Celeste parada a los lejos, asombra se levantaba y miraba por la ventana, pero ella ya no estaba ahí, al mirar de nuevo el retrovisor tampoco estaba, quizás el efecto del licor la hacía ver cosas, cerrando sus ojos se quedaba dormía por lo cansada y mareada que se sentía. 

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