Escucho la lluvia y no puedo hacer más que lamentar haber venido al trabajo.

No quedan casi huellas del accidente, es decir, mi costilla aún está algo resentida, pero el resto de mi cuerpo se recuperó bastante bien. No niego que todavía acarreo la pereza de los días de reposo viendo series y comiendo de todo menos lo que una dieta sana indica.

Cierto es que puedo pedir unos días más para descansar y me los concederían... Y cierto es que mejor no.

No.

De ningún modo. Porque quedarme en casa implica tener a Kim NamJoon como mi enfermero sexy y distante.

¿Cómo pretende jugar con tal rol y no esperar insinuaciones descaradas de mi parte?

Tal vez, fui muy insistente.

Lo reconozco, sí, pero nunca antes hubo problema con eso. Él venía y empezaba con sus besos húmedos y yo correspondía, y viceversa. Mas ahora que yo quiero iniciar algo termino frustrado por su rechazo y con el ego atropellado. ¿Y mi tratamiento especial? ¿Y mi final feliz?

En primera instancia supuse que se trataba de encontrar repelencia en los moratones que cubrían mi cuerpo, pero lo descarté enseguida porque no era muy probable. Tampoco podía ser que su consideración fuera mayor a la excitación de mis toques porque reconozco una erección cuando la veo. Él se negaba a complacerme y, para colmo, se negaba a autosatisfacerse en casa. Tal vez, concluí, tenía temor a que mientras arreglaba cuentas con su mano yo me uniera a la diversión.

Esto me llevó a construir otra hipótesis: pensé, no sin pavor, que se trataba de alguien más; de que quizá NamJoon había conocido a alguien y quería experimentar -por primera vez- ser fiel.

Me costó seguir tratándolo como si nada ocurriera tras esa teoría que me armé solito; de ahí que ni bien pude me encaminé al trabajo como buen esclavo asalariado que soy.

Le dí muchas vuelta a la posibilidad de que mi conjetura sea acertada y fue un bofetazo a mi ilusión. Pensar entonces que NamJoon seguirá recurriendo a mí cuando sienta que nadie lo ama totalmente resulta una ridiculez. Habrá alguien dispuesto a ocupar mi lugar y al que mi dongsaeng se entregará no sólo en cuerpo sino también en alma.

Y ya nada será Kim SeokJin en la vida de Kim NamJoon.

Podrá no ser una buena vida, pero era cuestión de acostumbrarse ¿No?

Nota:

Extraño a Got7; y afuera llueve y no tengo ganas de existir.

:)