28.

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—¡Déjalo! —Los ojos de todos se abrieron en grande cuando vieron que las cadenas de TaeHyun habían sido rotas y sus ojos no eran los mismos. Eran los ojos de un Hell.

El Sun dejo caer la bandeja con las inyecciones cuando la mano de TaeHyun se apretó alrededor de su cuello con una fuerza desmesurada cuando logro llegar a su lado, el Moon dejó de lado a SooBin y se acercó para tomar una inyección del suelo, dispuesto a frenar a TaeHyun quien estaba a pocos minutos de matar al Sun.

YeonJun aprovecho la distracción y al no tener la droga en su sistema pudo recuperar la fuerza y hacer que las cadenas se soltaran dejando solo una parte colgando de sus muñecas. Corrió para abrazar a SooBin como no lo había hecho en tanto tiempo, lo abrazó con tanto amor que no pudo evitar llorar y se separó rápidamente para dejar un beso corto en sus labios y mirar al Moon que intentaba tomar a TaeHyun del brazo que ahorcaba al otro.

—Voy a buscar las llaves y nos iremos de aquí —dijo mirando a YoonGi y el mayor de todos asintió mientras comenzaba a intentar jalar las cadenas, pero seguía algo débil, por lo que el intento fue en vano y solo pudo hacerse varios cortes cuando las cadenas se contrajeron en su piel.

YeonJun se acercó con cautela y tomó la inyección que estaba cerca de su pie y la elevó a la altura de su cuello, el Moon logró sentir una presencia detrás de él por los sensores que tenía y se giró para detener al Hell, pero el intento falló y YeonJun alcanzo a clavar la inyección en su cuello y dejo salir el líquido dentro de su sistema.

TaeHyun dejo caer el cuerpo inconsciente del Sun al suelo y le pateo el rostro mientras se giraba y corría a los brazos de sus amigos. Hacía tanto tiempo que no lograba sentir ese tibio calor corporal de sus hermanos, aquellos que lo intentaron proteger de JaeHyun cuando quería experimentar con él, recordaba cada día todas las veces que se sacrificaron por él y recibieron el dolor para que él estuviera bien. Todos se habían sacrificado entre ellos para evitar el sufrimiento de otro.

TaeHyun sentía que debía tanto y pensaba recompensarlo con sacarlos de ese infierno que habían vivido todos durante años.

—Aquí están —dijo YeonJun sacando las llaves de una pequeña bolsa de cuelo que colgaba del cuello del Sun. Se levantó con prisa y lo primero que hizo fue correr hacia SooBin y liberarlo de esas cadenas que los habían estado atormentando por años.

Las quito y tiró las llaves cuando los brazos de SooBin se enroscaron en su cuello y escuchó a SooBin comenzar a llorar con fuerza sin poder creer que entre sus brazos estaba el cuerpo de la persona que amaba.

—Bonito... —lo llamo SooBin y YeonJun río bajito mientras los separaba y entre sus manos tomaba el rostro del omega.

—Creo que soy yo quien debería decirte así, SooBin —dijo y sin pensarlo mucho le dió un suave beso en los labios, una caricia entre sus belfos que se notaba llena de amor, el temor de lastimar al otro o simplemente todo el cariño que les unía, les hacía sentir completos estando al lado del otro.

Se separaron cuando escucharon las cadenas caer y SooBin sonrió en grande cuando se giró y vio a BeomGyu abrazar a Kai y TaeHyun con fuerza, sonriendo y llorando cuando ellos devolvieron el gesto con la misma fuerza y ellos dos se acercaron para abrazarse entre ellos y llorar todos unidos.

YoonGi sonrió y se giró para ver la puerta entre abierta, los guardias tal vez no estaban, pues no habían aparecido cuando el escándalo comenzó. No había ventanas grandes, sólo una muy pequeña en lo alto de una pared y lo único que iluminaba eran las lámparas blancas del techo.

La única salida era la gran puerta de metal, pero también era la opción más peligrosa, pues ellos no sabían lo que había más allá de la habitación donde estaban encerrados ahora, pero si querían salir debían de intentarlo, así que fue por esa razón que YoonGi fue el primero en acercarse a la gran puerta y abrió el seguro para comenzar a empujar hacia la izquierda y poder abrirla, pero era tan pesada que YeonJun y Kai le ayudaron a abrirla mientras los otros intentaban calmar a SooBin quien seguía asustado por los toques de el alfa que ahora estaba inconsciente en el suelo.

Sus miradas se elevaron cuando oyeron a YeonJun decir «es muy oscuro» y vieron la puerta abierta y un largo pasillo que parecía no tener fin por la oscuridad que lo llenaba.

Ellos tenían la desventaja en ese momento, pero peor era morir sin intentarlo, que morir en el intento.

—Es ahora, tenemos aunque sea una mínima oportunidad —les dijo YoonGi elevando la esperanza que creía que perdida desde hace tanto.

Era todo un grupo el que iba a viajar con ellos.

JiMin y su padre junto a sus hermanos YongGuk y JungKook, el concejo entero, los amigos de YoonGi, Félix junto a ChangBin y otros amigos de ellos, fueron al menos unas seis personas las que aceptaron ayudar al señor Park mientras que muchos otros retrocedieron al oír la mención a los Hell.

Se podría decir que eran bastantes, pero los enemigos eran más y lo sabían bien, pero tal vez si lograban encontrar a YoonGi y él pudiera transformarse la ventaja sería inmediata sobre los Moon y Sun.

Todos se transformaron en sus formas animales menos Félix quien no podía hacerlo por ser un hechicero y tuvo que viajar en el lomo de su pareja, en las bolsas con armas también llevaban un cambio de ropa para cuándo lograrán llegar a tierra enemiga vestirse antes de atacar y estar preparados.

—¿A dónde tenemos que dirigirnos? —Le pregunto Félix y fue San quién se adelantó para guiarlos a todos los demás.

—San conoce bien ese camino, su antigua aldea estaba por esos rumbos, así que también nos dirá que caminos evitar para no ser atacados por otras aldeas que puedan pensar que somos enemigos —le explico YeoSang y ChangBin voló más rápido para llegar al lado de San y mirarlo de reojo.

—¿Por qué odian tanto a los Hell? Sé que son fuertes y eso, pero no entiendo todo ese odio innecesario y absurdo.

Félix también se preguntaba eso, así que de igual forma miró a San mientras sentía el aire chocar contra él por la altura y la velocidad a la que estaban viajando.

—Los Hell siempre han sido temidos, pero sobre todo venerados por las razas más viejas, los odian por ser mejores que ellos en muchos aspectos, en pocas palabras podemos decir que es envidia, pero hay un motivo aparte de esto por lo que desean acabar a los Hell y es que si ellos llegaran a morir totalmente los Moon y los Sun podrían tomar el orden de las razas, los Hell no sólo son dragones legendarios, ellos le daban orden a los demás —dijo y sintió que alguien se posaba a su lado y miró de reojo que era un hermoso dragón platinado y las orillas de sus escamas azules, supo de inmediato que era JiMin cuando pudo ver sus ojos—, si dos razas comenzaban a pelear por cosas estúpidas eran ellos los que sabían ponerles orden sin necesidad de golpes o más gritos, su presencia siempre ha sido imponente para los demás y los Moon sabían eso por lo que buscaron aliarse con otra raza para ser más fuertes y acabar a los Hell, comenzaron a poner a otros en contra de los Hell, todo esto lo hicieron con mucho cuidado y silencio pues nadie espero que los Hell fueran a ser atacados de la nada, estaban desprevenidos, en pocas palabras, se aprovecharon de ellos.

—¿Entonces quieres decir que intentan matar a YoonGi para ser oficialmente los más fuertes? ¿Sólo por eso? —Preguntó Félix conteniendo su rabia el saber la estúpida razón del sufrimiento de YoonGi.

—Pero aún si lo lograrán no creo que las otras razas fueran a obedecerlos, saben que son capaces de matar a aldeas enteras solo por poder —se expreso ChangBin y San se mantuvo en silencio por unos cortos segundos.

—En realidad sí terminarían por obedecerlos, por temor más que nada y si ellos toman el control entonces puedo asegurarse que el equilibrio entre razas se haría añicos y las guerras serían muy frecuentes —les dijo y Félix miró atento a JiMin para intentar descifrar el mar de emociones que seguramente consumía a su amigo.

«Por rencor, por odio, envidia y avaricia» fueron los motivos para asesinar a una raza inocente.

«El sufrimiento, el dolor y angustia» las causas de una estúpida guerra por el control.

«El miedo y incertidumbre» serían lo que podrían darle el poder a los enemigos.

Entonces no tenían que ser solo ellos quienes pelearán, la mayor cantidad de razas deberían de unirse pues no hacían todo esto para salvar solo a un Hell, buscaban salvar a las razas que seguían con vida para tener un futuro próspero y sin miedo.

Un mundo donde los Moon y los Sun podrían dejar de existir para siempre.


Los amo bebés. 💜

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