el hermaniversario parte III

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les doy las gracias a todos por esperarme . Ya omenzé segundo cuatrimestre en la prepa y no había tenido tiempo de publicar.ahora, sin más preámbulo, ¡que empiece el capítulo!El hermaniversario parte III Helen le había contado a su madre lo de la noticia y se puso muy feliz. Ella estaba muy segura de que Sherlock estaba enamorado de su hija, y no solo porque estaba muy nervioso el día que lo conoció, si no porque tenía un brillo especial en los ojos. Es como su hermana suele decirle, una madre jamás se equivoca.Helen está muy feliz porque su madre será su segunda dama de honor. No podría pedirle otra cosa.Caleb será su padrino de anillo y aunque aún faltan muchos detalles por arreglar, está tan emocionada que de solo pensarlo tiene ganas de gritar ¡se va a casar con el amor de su vida!Va a la cocina y se sirve un baso con agua. Tiene mucha sed.¿qué estarán haciendo los gemelos?Seguramente deben estar furiosos. No tienen idea de donde está Sherlock ni mucho menos Caleb o Ella. Lo bueno es que nadie en Chicago sabe que ellos están en...¡no puede ser!Un pensamiento surge en su cabeza y es tanta la impresión, que el vaso se resbala de su mano y termina rompiéndose en mil pedazos.Holmes, sobresaltado, corre a la cocina y ayuda a su prometida a limpiar el desastre.—¿estás bien? -le preguntó el detective observándola detenidamente —estás muy pálida—sí, yo si Pero Gleri tal vez no -respondió ella —sabe que estamos aquí ¿verdad?—si, y es mi culpa -dijo Helen con la voz quebrada—no, no lo es. De todas formas hubieran ido a buscarla si no le hubieras dicho -respondió Holmes para tranquilizarla—¡hay que hacer algo! -dijo Helen desesperada.Sherlock y Helen fueron hasta la sala y el detective tomó su lupa.La miró un segundo, y desapareció.Unos minutos después, reapareció y dijo—Helen, me temo que tenías razónEn ese preciso momento, Amenadiel, Lucifer y el redentor entraron corriendo a la casa, seguidos de John y Caleb..—¿tenemos un plan? -preguntó Lucifer —¿ustedes saben lo que pasó?—sí, Sherlock me llamó a mí, yo llamé a Lucifer y Lucifer llamó a Caleb -explicó Amenadiel—eso no es importante ahora, hay que buscar a Gleri -dijo Caleb preocupado—a esta hora, Gleri debe estar en su casa -observa Helen—pero no podemos arriesgarnos. Ellos deben llevar la daga -dijo Amenadiel—no me importa si debo morir ¡la voy a salvar! -dijo Caleb—Cal tiene razón. Gleri es nuestra amiga y no vamos a dejarla sola -afirmó Helen—sí, tienen razón. Pero será mejor que solo los ángeles ballamos -dijo Lucifer pensativo—no podemos arriesgarnos. No sabemos si la daga puede matar ángeles -intervino Holmes mirando fijamente a Lucifer—sí, lo se. Pero solo vamos a salvarla. No es necesario pelear -terció Amenadiel—Sherlock, no te preocupes. Te prometo que voy a estar bien -dijo Helen suavemente—Helen...no quiero perderte -exclamó Holmes intentando no mostrar su preocupaciónLa joven o abrasa y Holmes le corresponde.—no me vas a perder. Aún tenemos una boda que planear ¿recuerdas? -le susurró Helen a su prometido—si, es cierto -respondió el detective con una sonrisaAmbos se separaron y Lucifer exclamó—muy bien tórtolos, hay una chica que salvar —la vamos a traer, te lo prometo -dijo Helen a su amigoLucifer, Amenadiel y Helen se teletransportan a Chicago y Caleb susurra.—tu puedes, Helen En Chicago...Amenadiel, Helen y Lucifer caminan hacia la casa de Gleri con semblante serio y firme.La gente los mira pasar. Les parecen Tres personas muy extrañas, hasta podrían ser que son militares apunto de iniciar una guerra.—esta es -dijo Helen deteniéndose frente a una casa grande con portón azul.Antes de que alguno intente abrir la puerta, un grito desesperado los pone en alerta.—estaba equivocado, si vamos a pelear -dijo AmenadielLucifer se adelanta y derriba el portón de una patada. Amenadiel toma de la mano a Helen y los tres corren hacia dentro de la casa.—te lo voy a preguntar una vez más ¿Dónde está Helen wembley? -preguntó frenéticamente una voz de chico desde una habitación.—¡aquí estoy! -dijo Helen en voz alta y segura—pero si es la noviecita del detective -exclamó uno de los gemelos —y hablando de él ¿Qué te parece si me dices donde está? No querrás que algo le pase a tu amiguita ¿verdad?—¿que quieres conmigo? -preguntó HelenEl gemelo se adelanta. Tiene una pistola en la mano—quiero matarte -respondió él apuntando a la joven con el armaHelen rio y se acercó a él—con eso no vas a poder -dijo ella—no te creas invencible, linda -dijo el gemelo con voz melosa—¡aléjate de mi hermana! -dijo Lucifer dándole una patada.El chico disparó y la bala le dio a Helen en un hombro. La joven se recuperó rápidamente y de un momento a otro, sus ojos adquirieron visión.—ve por tu amiga, yo me encargo de este idiota -dijo Lucifer amenazadoramente.—te crees muy fuerte ¿no? -dijo el joven furioso—no, es que lo soy -dijo Lucifer firmementeSin que el gemelo se lo esperara, Lucifer le dio un fuerte puñetazo por la espalda y Helen, aprovechando su distracción, corrió hacia la habitación más cercana.Un grito puso en alerta a la joven. Intentó abrir la puerta, pero estaba serrada.Era hora de usar la fuerza. Tomó aire y se impulsó hacia adelante. De una patada, la puerta quedó destrozada

Dentrode la habitación, Gleri se encontraba atada de pies y manos, con el segundo gemelo con un látigo en la mano

El chico miró a Helen y se acercó con el látigo girando en su mano—no te va a servir de nada -dijo lentamente Helen.—como estás tan seguraHelen no respondió. No valía la pena.Tomó al chico de el brazo y lo azotó contra la pared. Rápidamente, el chico reaccionó y golpeó a Helen con su látigo.Helen le dio una patada en el estómago y un puñetazo que probablemente le rompió un par de costillas.—espero que dios te perdone. No pareces ser tan malo después de todo -dijo ella con una sonrisa de comprensión —solo estás dejando que tu hermano te manipule.—eres un monstruo -dijo el chico aterrado mientras intentaba levantarse—no, solo soy alguien que quiere proteger a su amiga, mi pequeño corderitoHabía aprendido esa palabra de Arcenio Lupin. Leer tanto sirvió de mucho.Se giró hacia Gleri y la desató.—¿Estás bien? -le preguntó aligerando el tono de su voz—sí, gracias -dijo Gleri sonriéndole a su amiga—no iba a dejarte sola, Gleri-respondió HelenAmbas se abrazaron y por instinto, Helen desplegó sus alas—tú... —soy mitad ángel -le interrumpió la joven—¡santo dios!—luego te lo explico -dijo Helen tomando en brazos a chico que yacía junto a la cama Helen cargó a Gleri y dijo a el joven.—eres Owen ¿verdad?Pero el chico no respondió.voló fuera de la casa, cargándolos a ambos.—¡no puede ser! ¡estoy volando! -dijo Gleri emocionada—es genial ¿verdad?—¡sí!La joven llevó a su amiga a Londres y tras explicarle rápidamente lo referente a sus hermanos y avisar a Caleb y a Sherlock de todo lo que pasaba, volvió a la casa de su amiga para ayudar a sus hermanos.Dentro, Los dos hermanos peleaban con el gemelo más bajo. El chico era rápido, pero ambos sabían que no duraría mucho.Ambos hermanos fueron en direcciones diferentes y el chico no sabía por quien ir primero. Aprovechando su distracción, Lucifer tomó al chico por ambas piernas y lo lanzó hacia atrás y le rompió un hombro al hacerlo chocar contra una mesa.—¿quieres más? -dijo él en su oído.—¿quién eres? -preguntó el gemelo con la voz entrecortada—soy e diablo -respondió Lucifer mostrándole su verdadera cara. —muy bien, fue suficiente Luci -dijo Amenadiel.Estrella de la mañana no soltó y el chico calló a suelo dando un grito—no será la última vez que me veas. Te lo prometo -exclamó el chico —puede que seas el diablo, y tu hermanita sea un ángel. Pero no van a detenerme—a mí tampoco -dijo Helen apareciendo de repenteLa joven tomó al gemelo y lo llevó hasta un rincón alejado de la casa. El chico forsegeava, pero Helen era más fuerte.—¿Dónde está mi hermano?—tranquilo. Lo vamos a cuidar -dijo Helen —tienes suerte de que sea tan considerada—¿considerada? Eres la peor. Pero te aseguro que te voy a encontrar y la próxima vez que nos veamos me voy a llevar tus alas y las voy a colgar en mi sala -amenazó el joven —y tu amado detective va a estar muerto, te lo prometo.—¿dónde está Gleri? -preguntó Amenadiel evadiendo el comentario de el joven—asalbo -respondió Helen.—entonces vámonos -respondió Lucifer.Los tres se teletransportaron al 221 C y Sherlock y el redentor los recibieron.Tras contarles lo sucedido, Lucifer exclamó —no sabía que tenías un lado oscuro—yo tampoco. Amiga, eso fue increíble -exclamó Gleri—todos tenemos un lado oscuro. Hasta Helen -replicó Amenadiel—sí, tienes razón. Estaba enserio furiosa -explicó ella—no te preocupes. Todos lo entendemos -dijo Caleb —¿creen que nos encuentren? -preguntó Gleri—no lo se. Pero ya no hay que seguir escondiéndonos. Tarde o temprano se dará cuenta de que estamos aquí -dijo Sherlock pensativo —tenemos que acabar con esto de una vez—¿y qué se supone que hagamos? -preguntó Caleb—pues no hay que hacer mucho. Tenemos a uno de los gemelos y no pasará mucho antes de que se recupere. En cuanto lo haga lo haremos hablar -dijo Holmes—¿saben cuál de los dos es? -preguntó el doctor Watson—es Owen -respondió HelenTodos quedaron asombrados por aquella revelación.—¿cómo lo sabes? -preguntó Caleb—porque hoy me di cuenta de que Noah es más bajo que Owen. Además, el es más tímido—entonces ambos gemelos están conspirando para asecinar a Sherlock ¿verdad? -preguntó el doctor Watson—no, solo uno de los dos quiere verme muerto y estoy seguro de que es Noah -dijo Holmes—por qué el querría verlo muerto, señor Holmes -dijo Glerimirándolo con sorpresa —eso es lo que hay que averiguar -respondió el detective con severidad —por ahora lo mejor será que nos despejemos un rato de la situaciónTodos hicieron una exclamación de asentimiento y se dispersaron.Caleb y Gleri salieron a dar un paseo, dios, Sherlock y Lucifer decidieron ir a el club de los ángeles y John se fue a su casa, sin antes decirles que lo llamaran si había un problema.El resto de la tarde, Helen y Amenadiel se la pasaron juntos. Intentaban disipar la tención que se había formado entre.—esto es demasiado, Amenadiel -dijo Helen caminando de un lado a otro de la sala.—si, lo se. Pero tienes que mantener la calma -respondió su hermano—¿mantener la calma? Eso es muy fácil de decir para ti. No tienes nada que perder. Eres un ángel y yo no.—la mitad, sí—¡eso no me importa! No quiero que nadie muera ¿lo entiendes? -dijoHelen con lágrimas en sus ojosAmenadiel se paró y fue hasta su hermana. La tomó de la mano y la sentó en el sofá.—¿sabes por qué tu alma está dividida en dos? -le preguntó suavemente el ángel a su hermana.Ella negó con la cabeza.—es porque padre vio algo en ti. Sabía que serías una chica fuerte, dulce e inocente, lista para enfrentar cualquier cosa. y por eso dividió tu alma en dos. Mitad celestial y mitad humana. El sabía que serías especial y yo también lo se, Helen. Además, todos aquí estamos dispuestos a luchar sin importar que pase. No se por qué, pero tengo el presentimiento de que nadie va a morir, y si alguien lo hace, siempre podrás ir al cielo -dijo el ángel con una ligera sonrisa.—gracias, Amenadiel -respondió la chica secándose las lágrimas—no tienes que agradecerme, hermanita. Para eso son los hermanos -respondió el ángel sonriendo.Ambos se dieron un abrazo. Tal vez ese no había sido el hermaniversario que hubieran querido, pero estaban juntos y nada es más importante que eso.Unos minutos después, Caleb y Gleri entraron a la casa. . No lo podía creer ¡estaban tomados de la mano!—¡dios santo! Ustedes dos...¿están juntos? -preguntó ella sonriente—Helen...nosotros...sí, estamos juntos -admitió Gleri —no te lo habíamos contado porque pensamos que no era buen momento—¿es broma? ¡es el mejor momento! -respondió Helen —si no es ahora ¡entonces cuando!Los cuatro rieron y reanudaron la conversación por un rato.Bromearon un poco para disipar el temor y la tención que sentían por lo que se avecinava y nadie se fue a dormir hasta pasadas las 11 de la noche, cuando Sherlock, Lucifer y el redentor llegaron y comenzaron a repartir las habitaciones.—nosotros tres nos vamos a quedar aquí -dijo Lucifer señalando a su padre y su hermano.—¿seguros? -dijo Helen—sí. Caleb y Sherlock dormirán en la habitación de padre y tú y Gleri en la otra. Es increíble que yo diga esto, pero no es momento para el... —sí, ya lo entendimos -le interrumpió Caleb enrojeciendoTodos rieron por lo bajo y comenzaron a acomodarse.—¿vamos a dejar a Owen en el suelo? -preguntó Lucifer mirando al chico que aún seguía inconsciente.—sí, creo que si. Ya no hay espacio -dijo el redentor con voz lastimera.—bueno, por lo menos va a estar cómodo -dijo Amenadiel poniéndole un par de mantas encima. Los tres asintieron.Nadie en esa casa imaginó lo que el día siguiente les traería... ¡hola!¿qué les pareció el cap?les leo en comentarios.prepáren sus antorchas, porque la guerra ba a empesar.nos vemos en el siguiente capítulo.leos quiero.Elunei, Jadziry, Kuymi, Maimará, Malen, Paqari, Quetsaly, Xaman, Yexalen.

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