es hora de la batalla

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

les doy las gracias por esperarme todo este tiempo. e tenido un bloqueo terrible de escritor pero ya estoy de vuelta. Espero que el cap sea de su agrado.


Es hora de la batalla.

a la mañana siguiente...—¡hachico! ¡no te comas las croquetas de Laila!Helen se levantó temprano para darle de comer a sus dos perros. Estaba muy feliz de tenerlos con ella. Siempre le hacen sonreír cuando está triste o estresada, como en ese momento.No sabía si habían comido así que se levantó a ponerles croquetas y agua.—sí, eso es. Come despacio -le dijo la joven a Laila—y tú ¡deja de tomar comida que no es tuya! -señaló a Hachico.Rio por lo bajo y suspiró. Definitivamente, no hay nada mejor para ella en ese momento que mirar a sus mascotas comer y jugar.Recordó a el redentor y a Amenadiel. Sin duda, son dos personas que también la hacen muy feliz.Los vio salir de la casa cuando se levantó. Seguramente habían ido a hacer algo muy importante. No solía verlos salir juntos pero suponía que se llevan bien ya que por lo que le contaron, Amenadiel es el favorito..No lo cree, pero es mejor no discutirlo.Levanta la cabeza y una sensación muy conocida la invade. Mira hacia el frente y sonríe.Puede percibir la presencia de alguien a su lado. Alguien más alto que ella y que huele muy bien. Alguien que la está mirando despacio.—hola, Sama -dijo la joven mirando a Lucifer con una ligera sonrisa.—¿como sabías que era yo? Preguntó sorprendido su hermano—creo que las personas ciegas como yo venimos con un censor incluido -respondió la chica con una sonrisa de triunfo —desarrollamos la capacidad de sentir lo que está a nuestro alrededor con el tiempo—¡no tenía idea! Padre eligió bien -alagó Lucifer tocándole el hombro a su hermana.—eso dicen. Pero yo creo...Algo captó la atención de ambos. Un gemido de dolor que provenía desde la sala—ay no -exclamó HelenAmbos corrieron a la sala y sus sospechas se confirmaron. Owen Alessandro Stones se encontraba con los ojos abiertos y con una expresión de total terror.Helen se acercó al joven sin vacilar y le susurró suavemente.—tranquilo, no pasa nada. No te voy a hacer daño—sí, claro -exclamó el chico encarándola de frente—si te lastimé, fue porque tu estabas por matar a mi amiga. Si hubiera sido tu hermano al que estuvieran apunto de matar ¿no harías lo mismo? -exclamó Helen buscando su mirada—bueno...la verdad es que quiero mucho a mi hermano -reflexionó el joven —sí, tienes razónHelen movió afirmativamente la cabeza y sonrió junto con su hermano.Lo sentaron en una silla y Helen decidió que era hora de preparar el desayuno.Cuando Sherlock se despertó, le dio los buenos días a su prometida y miró al joven que yacía sentado en el sillón.—veo que ya despertaste -exclamó—¿usted es el señor Holmes? -preguntó el chico—sí, lo soy, jovencito -respondió con una expresión neutra—dejaremos ese interrogatorio para después. Ahora hay que desayunar -terció Helen.Crisis evitadaGleri, Caleb, Amenadiel y Lucifer terminaron de poner la mesa. Todos se sentaron a desayunar en silencio. El desayuno transcurrió en silencio. Todos estaban tensos.cuando terminaron, Lucifer dirigió su mirada hacia Owen, que dejaba su plato en la mesa de la cocina.Amenadiel, al notar las intenciones de su hermano, le susurró al oído—relájate, el chico no parece ser mala persona. —¡es uno de los gemelos que casi matan a Caleb y a Gleri! -susurró Lucifer—Sherlock va a averiguar que está pasando. Pero no podemos actuar sin pensar ahora -respondió AmenadielLucifer suspiró y se dio la vuelta para sentarse. Su hermano tenía razón después de todo.Amenadiel, Lucifer y Helen acompañaron a Owen y los tres caminaron hacia el jardín..—lo siento si mi hermano les está causando problemas. Suele ser muy malhumorado -exclamó Owen cabizbajo—sí, lo sabemos. Parece que no se llevan muy bien -dijo Lucifer—sí, es cierto. El suele gritarme ha veces -respondió el chico con un gesto triste.—tranquilo, aquí no va a pasarte nada -dijo la chica poniendo instintivamente el brazo sobre su espalda en señal de protección.—gracias. Y perdón por llamarte monstruo -dijo Owen—no importa. Fueron los nervios del momento -respondió la joven sonriendo ligeramente

De repente, la puerta se abrió y Sherlock apareció en el umbral con una mirada seria.—señor Holmes, yo enserio lo lamento. No queremos hacerle ningún daño. Mi hermano solo está furioso. Es un buen chico, Pero no sabe medir su ira—¿por qué está tan furioso? -preguntó Holmes evadiendo por completo las disculpas del chico—porque si no lo mata a usted o a Helen, Mackenzie no se lo va a perdonarAl escuchar ese nombre, los tres pusieron caras de total confusión—¿Mackenzie? ¿Mackenzie Williams? -preguntó Holmes—si. -respondió el joven con una expresión de terror.—¿cómo la conoció?—fue hace mucho tiempo. Ella se había mudado a los ángeles, en donde vivíamos. Aunque es unos años mayor que nosotros, logró enamorar a Noah. Yo tenía un mal presentimiento sobre ella pero si me agradaba u n poco. Ella le contó a Noah que detestaba por completo a Sherlock Holmes y mi hermano nunca creyó en los detectives. Además, mis padres habían sido cercanos a el coronel Moran y él no le tenía mucho aprecio a usted que digamos. Un día, Mackenzie nos contó que había conseguido una daga, quese suponía que había sido hecha en el infierno. Ninguno de los dos le creíamos hasta que nos mostró como funcionaba—¿es la daga de la muerte? -preguntó Helen—sí. De haber sabido...yo hubiera podido...Su voz se entrecortó. Owen recordó como su hermano había dejado inconsiente a su propio mejor amigo ¡y todo por una chica!—tranquilo, jovencito. No tienes la culpa de lo que hiso tu hermano. -dijo Sherlock suavizando un poco el tono de su voz.Puede verlo en sus ojos. Ese chico está perturbado por o que su hermano le hiso a Caleb y a esa chica. Sabe que no puede ablandarse, pero no puede evitar sentir algo de compasión. Su prometida tenía razón. Tal vez sea detective, pero también es un ser humano con sentimientos.—gracias, señor Holmes -respondió Owen recuperando la compostura—¿qué pasó después?—cuando atraparon a Mackenzie, ella le dio la daga a Noah y le contó su plan. Tenía que encontrar a Helen y matarla. Así llegaríaa usted. Mi familia y yo nos mudamos a Chicago y Noah encontró el departamento perfecto. Justo en tu vecindario, Helen -prosiguió el joven mirando a Helen.—espera... ¿te inscribiste a clases de piano solo para ganar mi confianza? -preguntó Helen mostrándose indignada—sí, algo así. Mi hermano y yo te investigamos y descubrimos que ibas a clases de piano. Se nos ocurrió la idea de que yo me inscribiera para conocerte pero no sabía que eras la Helen que buscábamos hasta que fuiste a vernos. Lo siento, Helen -dijo el chico con voz apenada—está bien, te perdono -dijo Helen tras pensar un pocoNo era experta en vengarse de alguien. Además, ese chico estaba sufriendo mucho.—entonces...la chica... Alice Turner -dijo Holmes para regresar al tema de conversación —¿la dejaron inconciente con la daga?—yo...no se de que habla -admitió Owen muy confundido —muy bien. ¿tu hermano sabe donde estamos? -preguntó Holmes pensativo.Estaba claro que Owen no tenía ni idea de lo que le había pasado a Alice. Pero él pensaba que era muy probable que Noah la habría usado como práctica.—no lo se. Pero estoy seguro de que si me deja hablar con él, puedo hacer que deje este absurdo plan -dijo el joven armándose de valor.—no, es muy peligroso -intervino Helen —elestá muy enojado. Se que lo quieres mucho, pero podría lastimarte—mini Keller tiene razón. Tu hermano está muy inestable ahora -replicó Holmes—yo...solo prométanme que no lo matarán -dijo el chico suplicante—no te preocupes, nadie va a matar a nadie – intervino Amenadiel de forma conciliadora—gracias -respondió Owen con la preocupación en su rostro—¿hay otra cosa que debamos saber? -preguntó Holmes mirando al chico—sí, creo que si. No se si sea importante, pero el nombre real de Mackenzie Morgan es...Maxine Lupin -respondió el joventodos pusieron expresiones de asombro—¿Lupin? Como...¿Cómo Arcene Lupin? -dijo Helen atónita—sí, creo que si -respondió Owen—¡eso lo explica! -dijo Holmes con una evidente sonrisa de triunfo.—Mackenciequiere terminar loque Arcenio empezó -explicó Helen ante las expresiones atónitas de los demás.—está bien, eso es todo-dijo el detective tras una pequeña pausa.Todos volvieron a la sala y Helen subió rápidamente a su cuartomiró la hora en su teléfono y tragó grueso—¡por el amor de dios! -exclamó—no me metas en esto -dijo dios sobresaltando a Helen—padre...yo...no quería ofenderte, solo es una expresión -dijo ella apenada—está bien, creo que aún tengo mucho que aprender -respondió el redentor —¿qué te pasa? -preguntó —resulta que me acabo de enterar que mi enemiga mortal es familia de el ladrón más escurridizo de toda Francia. Si esa daga puede matar ángeles, podría no vivir para casarme con el amor de mi vida y ¡tengo mucho miedo! y por si fuera poco, tengo una clase de piano en veinte minutos y lo había olvidado por completo ¡jamás olvido mi clase de piano! -respondió Helen frustrada—tranquila, hija mía. Eres una chica fuerte y valiente. Todo se resolverá, créeme -dijo dios abrazando a Helen —¿quieres que balla contigo?—si, gracias, padre -respondió Helen con lágrimas en sus ojosSe separaron unos minutos después, y cuando el redentor salió de su cuarto, Helen terminó de cambiarse y tomó su libro de partituras..Salió de la habitación y Sherlock caminó hasta ella—no sabía que tenías clase de piano -dijo —sí, olvidé que la tenía -respondió ella avergonzada—¿segura que quieres ir? Es muy peligroso -exclamó Holmes—sí, padre irá conmigo -respondió ella relajando su rostro.—que alivio. Así estarás segura-dijo Holmes acariciando la mejilla de su prometida—Helen, es hora de irnos -dijo dios desde la puerta—nos vemos, mi pequeño detective -dijo Helen dándole un beso a Holmes Se encaminó hacia la puerta y tomó la mano de su padre.Se teletransportaron a Chicago y se encaminaron hacia la clase de Helen—buenos días, Helen-dijo el profesor Carson cordialmente—buen día, profesor -respondió la joven sentándose en uno de los pianos.—voy a esperarte afuera, mi niña -dijo el redentor sonriendo a Helen.Ella asintió con la cabeza y el redentor se alejó.El profesor miró a el redentor alejarse y preguntó—¿su tío?Helen reaccionó al instante. Era evidente que ella y su padre no se parecían mucho—sí, así es -respondió rápidamente.Una hora después, la clase de Helen terminó—¡excelente! -aplaudió el profesor a el ávil arpegio de la joven—¡lo logré! -exclamó ella—si, lo lograste. Con práctica y paciencia se logra todo, señorita -afirmó el profesor —muy bien, entonces nos veremos la próxima semanaElla se levantó y tomó su bastón. Se despidió de el profesor Carson con undemán de la mano y salió en busca de su padre.El la esperaba sentado—¿cómo te fue? -preguntó mientras caminaban—¡muy bien! ¡por fin me salió ese arpegio! -dijo la chica orgullosa—eres buena en el piano, Helen. Igual que tu hermano -respondió dios sonriente—gracias padre -respondió la chica.Se teletransportaron a Londres y llegaron al departamento. Al abrir la puerta, los ojos de Helen adquirieron visión y al mirar hacia enfrente, se puso pálida de el terror.—¡no puede ser!Todo se encontraba desordenado y Lucifer y Amenadiel yacían en el suelo, inconscientes. Y eso no era todo.En toda la estancia, habían rastros de sangre.—¡padre! ¿dónde está Sherlock? -preguntó a su padre mientras lo ayudaba a levantar a sus hermanos—me temo que se lo llevaron -respondió dios severamenteHelen recorrió desesperadamente la estancia y en una avitación, encontró a Gleri y Caleb en el suelo.Miró hacia la cama y soltó un grito de horror, al ver a Owen Stones ccon una herida sangrante en la caveza.Se acercó con los sojos llorosos y sus sospechas se confirmaron al tomar su pulso. Estaba muerto.—¡ese desgraciado! -hecha una furia —¡mató a su propio hermano y se llevó a Sherlock!—tranquila, lo vamos a salvar -dijo su padre desde la salaHelen retiró a sus dos amigos de el suelo y los puso en la cama. Al contacto, ambos recobraron el conocimiento.Fue corriendo hasta la sala e hiso lo mismo con sus hermanos.—¿están bien? -les preguntó a todos una vez que se reunieron en la sala—si -respondieron—fue Noah ¿cierto? -preguntó dios—sí, y Maxine estaba con ella -respondió Lucifer rojo de ira—esto solo puede significar una cosa. Es hora de la batalla -anunció el redentor sombrío.



¿qué les pareció? ¿creen que Maxine si sea familia de Arcenio Lupin?

dejen sus teorías en los comentarios. Estaré feliz de leerlas

es increíble que ya estemos llegando al final de esta vella historia. Gracias por haberme acompañado en este vello camino.

me siento muy triste y feliz al mismo tiempo porque nunca pensé que podría llegar hasta aquí. Me pregunto que pasará en el siguiente capítulo...

se les quiere muchísimo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro