XIV. Abrázame

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Si bastara con amar, las cosas serían sencillas —Albert Camus

═══🎸 ━━『🍸 °*• ♫Jungkook♫ •*° 🍸━🎸════

La noche que vi a Taehyung llegar a la azotea con sus ojos algo rojos y ligeramente hinchados, sabía que algo andaba mal y tenía la sospecha de que se trataba de su ex o lo que sea que fuera de él en ese momento. No podía hacerme de la vista gorda e ignorar el hecho de que claramente había algo de eso que él no me había me contado por completo, pero no tenía el derecho de exigirle nada porque a fin de cuentas no es nada más que... ni siquiera sé que somos realmente cuando estamos en medio de un coqueteo constante.

No puedo decir que somos amigos, porque es evidente que no es el tipo de relación que queremos tener, estaba seguro de ello porque estuvimos a punto de besarnos cuando Eun-joo interrumpió.

Tampoco iba a presionarlo para que me contara que era eso a esa persona, que le estaba haciendo pasar un mal momento hasta hacerlo llorar o que no fuera a trabajar, lo que empezaba a preocuparme. Es por ello que me esmeré más por hacer que él olvidara las cosas malas, que se divirtiera siempre que estuviera conmigo.

Quisiera no pensar tanto en las cosas, pero me era casi imposible cuando él empezaba a gustarme de verdad.

Aquella tarde después del trabajo, pretendía quedarme en casa descansando en lugar de salir a correr como todos los días, no tenía ensayo con la banda, pero todos mis planes cambiaron después de la llamada de Jimin, con quien no he podido hablar desde que tuve aquella cita con Taehyung, solo nos vimos para tocar en el bar. Empezaba a parecerme raro que no estuviéramos constantemente hablando, lo que era parte de mi día a día; ahora a la primera persona que le daba los buenos días era a Taehyung, aunque este por lo general siempre contestaba casi al medio día y lo entendía, trabaja de noche y duerme de día.

Jimin tenía nuevos muebles que acomodar en su apartamento y como era de esperar, para ese tipo de cosas, siempre pedía mi ayuda, aún cuando él era mejor que yo para armar cosas, así que siempre me dejaba el trabajo pesado.

Al salir de casa, encontré a Namjoon en el pasillo del edificio, quien me sonrió en el instante que me aparecí frente a él. Sé que él suele sacar la basura a esta hora de la tarde, es por ello que siempre que nos vemos él se ve tan relajado con sus pantuflas, medias y pantalones cortos, está vez llevaba sus lentes redondos y su cabello corto algo desarreglado. Tan despreocupado como siempre, lo que captó mi atención fue la camiseta gris que llevaba puesta, mucho más ajustada que las de siempre, lo que demostraba por supuesto lo tonificado que estaba su pecho.

—Hola hyung, ¿hay mucho tránsito afuera? —pregunté en cuanto llegué a su lado.

—Lo normal para las seis y media de la tarde —comentó removiendo su cabello—. ¿Y tu amigo? Ya no viene a verte.

—Creo que es posible que esté haciendo una escena de celos porque no tengo toda mi atención en él ahora —comenté riendo.

—Si, se ve que es celoso —expresó con una sonrisita—. Imagino que es por el hombre elegante que he visto salir contigo.

Su respuesta me sorprendió un poco, nunca me preocupé porque alguien viera a Taehyung visitarme en más de una ocasión, pero ahora que sabía que Namjoon lo había visto, en cierto modo me avergonzaba, no por Taehyung sino porque me gusta tanto que pensar en él siempre hace que me ponga nervioso.

—Ah, Taehyung, es... un amigo.

—Si lo pensaste antes de decirlo, no lo es —declaró Namjoon palmeando mis hombros antes de seguir el camino hacia su apartamento.

—Oye, Nam —lo llamé antes de que este siguiera caminando—. ¿Puedes venir mañana a vernos tocar en el bar?

—No sabía que tenías una banda —expresó frunciendo levemente sus cejas—. ¿El pequeño amigo tuyo es parte de esa banda?

—Por eso te invito, es el vocalista y creo que te encantará verlo —admití dedicándole una sonrisa cómplice, misma que el devolvió—. Tocamos en Tazzys a las 10.

—¿Oh ustedes son esa banda? —preguntó Namjoon algo incrédulo.

—Si, Blue Notes, ¿has escuchando de nosotros? —pregunté igual de sorprendido que el.

—Si, hay mucha gente hablando de ese bar y de ustedes, tienen muy buenas recomendaciones.

—Bien, entonces te veo allí mañana —le dije apuntándolo con el dedo índice mientras caminaba hacia las escaleras, solo recibí un asentimiento como repuesta.

Cuando estacioné mi moto frente al edificio de mi mejor amigo, me preparé mentalmente mientras esperaba a que este abriera la puerta, cuando lo hizo recibí de su parte una mirada fulminante como saludo. Sabía que él estaba haciendo una escena de celos y estaba casi seguro de que se trataba de Taehyung.

—¿Ni siquiera hay un abrazo? —le pregunté divertido, se veía mucho más tierno cuando hacía esas escenas.

—Sabes que no lo mereces.

—¿Se puede saber por qué todo este teatrito? —le pregunté mientras lo seguía hacia el interior de la sala de estar, donde se encontraban algunas cajas apenas abiertas, madera y mucho desorden de herramientas.

—Estoy en mis días —expresó llevándose la mano a la cabeza, fingiendo dolor de cabeza.

—También andamos chistositos por lo que veo —dije tomando en mis manos el manual del mueble que aparentemente Jimin quería armar.

—Me parece muy sin vergüenza de tu parte que ni siquiera me cuentes en qué etapa estás con Kim Taehyung, es obvio que tienen algo, ¿cuántas veces han salido? —consideró Jimin sentándose en forma de indio en el piso, tomando un martillo en sus manos—. Que conste que no estoy celoso de él.

—Primero, baja ese martillo, enano —le pedí casi arrebatándole la herramienta de las manos—. ¿No estás celoso?, ¿y todo esto qué es? Además, tu mismo me pediste que me acercara más a él, ¿y por qué lo llamas por su nombre completo?

—Alto ahí, una pregunta a la vez —me pidió poniéndose de rodillas al señalarme con su dedo índice—. Entonces, ¿si están saliendo? Por si no lo notaste no conozco al bartender tan bien como tu como para llamarlo por su nombre de pila.

—Bueno...

—Y no estoy celoso, solo me indigna que ya no me cuentes nada, ¿desde cuando nos conocemos tú y yo? Desde que éramos unos mocosos, más de 20 años juntos y ya ni hablas conmigo —me interrumpió Jimin, por la expresión de su rostro sabía que estaba realmente molesto.

—Si me dejaras hablar, te contaría, pequeño rabioso.

—¿Ya se besaron?, ¿hubo sexo?, cuéntame todo, vamos.

Ni siquiera intenté ocultar mi risa por su cambio de humor repentino, que estuviera molesto porque no le había contado era algo que esperaba de mi mejor amigo. Mientras intentábamos armar el escritorio y la mesita de muebles, le conté con detalles como surgió todo, desde cuando lo invité a salir hasta cuando lo dejé en su casa al siguiente día. No era necesario que dejara detalles de lado, mucho menos cuando Jimin parecía estar emocionándose por cada minima cosa que le contaba, sin poder creer que realmente yo había hecho todo lo que hice esa noche.

Es que ni siquiera yo podía creerlo, ese día fue como si alguien más estuviera dentro de mi, en todo momento tuve el consejo de Seokjin en mente, así que fue como si yo fuera otra persona. Pienso en las cosas que le dije antes de casi besarnos y siento mis mejillas, junto a todo mi cuerpo, arder. Que fue eso de "¿se te perdió algo en mi cuerpo?", "¿te gusta lo que puedes apreciar" y lo más atrevido que he dicho en mi vida "te lo debo, lindo", de solo pensarlo otra vez escondí mi rostro entre mis manos, causando que Jimin se riera de manera escandalosa.

—No te rías, ahora que lo pienso, ¿que habrá pensado él de mi? Que soy un adolescente hormonal, que me creo el chico popular que enamora a todos en la escuela y usa frases como: "te lo debo, lindo", Dios mío que vergüenza —expresé arrojando el manual a un lado, dejando caer mi cabeza sobre el sillón que se encontraba detrás mío.

—Jungkook deja de patalear, si suena como algo que dirías en las series que has estado, pero dime, ¿se besaron después de la interrupción? —preguntó a Jimin lanzándole uno de los cojines del sofá..

—No —dije peinado mi cabello hacia atrás—. Si supieras las cosas que pensé en hacer con él en ese momento, me siento como un degenerado, pero es que es tan... no te diré lo que pienso de él.

—Y no lo dudo, todos te ven tímido, pero yo te conozco, y tienes la mente más sucia —señaló Jimin lanzándole otro cojín—. Se iban a besar en la primera cita, hasta durmió en tu casa.

—Eso fue porque llovía muy fuerte —me excusé antes de que intentara insinuar algo más.

—¿Te vio el piercing en el ombligo? —preguntó alzando sus cejas y sonriéndole con complicidad.

—No lo tenía puesto porque recién lo limpiaba, así que no —respondí encogiéndome de hombros.

—Creo que se hubiera desmayado.

—Tampoco es para tanto.

—Es muy sexi, deberías usar una camiseta corta en alguna presentación y lucirlo —recomendó, en definitiva, es algo que mi mejor amigo haría.

—Cuando sane por completo.

—¿O sea que ya lo consideraste? —preguntó Jimin sorprendido.

—Si.

Ese piercing en el ombligo fue de las decisiones mas espontáneas que he tenido en mi vida, fue justo después de haberme hecho un tatuaje, vi a un chico hacérselo y dije "¿Por qué no?". En mi mente solo tenía la idea de que sólo lo notarían quienes me vieran desnudo o en traje de baño, pero no fue hasta hace algunas semanas que consideré usar ropa con la que pudiera lucirlo.

El resto de la tarde nos la pasamos terminando de armar todo lo que quedaba; cuando finalmente tuvimos todo listo, cenamos algo rápido mientras veíamos ese programa que empezamos a ver hace meses, pero nunca lo terminamos.

Mi mirada se quedó perdida en la guitarra acústica de Jimin, esa que casi nunca tocaba. Eran alrededor de las nueve de la noche cuando tomé la guitarra en manos solo para darme cuenta de que estaba desafinada, toqué la misma melodía que toqué para Taehyung, me pregunto que estará haciendo o como se sentirá después de que anoche estuvo llorando, él no tuvo que decírmelo, pero yo lo sabía por su mirada y su nariz roja.

Había terminado la canción esa misma noche. Hace mucho que no componía algo para desahogarme y dejar un poco de lado lo que he estado guardando. Esa canción era una forma de liberarme un poco y en ese momento necesitaba mostrársela a alguien y la mejor persona para ello era mi mejor amigo.

—Jimin —lo llamé aun sin dejar de tocar la guitarra, quien solo respondió con un "mmm" mientras zigzagueaba en la pequeña televisión frente a nosotros—. Escribí una canción y quisiera que hicieras la guía, no soy bueno cantando.

—¿Por qué quieres mi guía? —cuestionó sentándose frente a mi, ambos sentados de espaldas al mueble, con los pies en forma de indio.

—Primero la cantaré para que escuches la letra, melodía y el ritmo que lleva —le hice saber antes de aclararme la garganta.

Cuando solo obtuve como respuesta un asentimiento por parte de mi mejor amigo, empecé a tocar la melodía, no recuerdo cuando fue la ultima vez que canté algo, ni siquiera solo para mi, pero aquí estoy cantándole a Jimin la nueva canción, una que considero la mas honesta que he escrito.

No es que haya escrito muchas canciones, pero si las suficientes como para decir que tenia muchos cuadernos garabateados con melodías y letras, algunas que solo se quedaron allí, a medias, otras que terminé pero que nunca se las mostré a alguien más, era la primera vez que le mostraba a alguien mas una canción que si es bastante personal, aún para Jimin.

Puede que él conociera mi historia y mi sentir, pero una canción era como mostrarle mi diario, así de íntimo lo sentía. Pero por alguna razón me sentía listo para hacerlo. Empecé a arrepentirme cuando lo primero que recibí como respuesta por parte de mi mejor amigo fue un abrazo fuerte, él ni siquiera dijo nada mientras lo hizo, pero me las ingenié para devolverle el abrazo aún cuando tenía la guitarra en medio de mis piernas.

—Es bastante personal, ¿por qué querías mi guía? —cuestionó en cuanto se apartó.

—¿Crees que podamos tocarla en el bar? —pregunté casi en un susurro.

Por alguna razón sentía la necesidad de mostrarle esta canción a mas personas, que supieran lo que era sentirse de esa manera, atrapado si saber quien eres, tratando de encajar en todo para cumplir con los estándares de los demás.

—De poder podemos, ¿nos dejarán? —preguntó Jimin acomodándose en su lugar.

—Le preguntaré a Taehyung.

—¿Seguro que quieres cantar esto en público?

Esa es la pregunta que he estado esperando desde que le conté lo que quería hacer con esa canción, es la misma pregunta que me hice cuando empecé a considerar tocarla en el bar. Desde que Taehyung me preguntó por la canción que escribía, también cuando me preguntó si me gustaría tocar en grandes escenarios, pensé en como sería tocar aquella canción en vivo.

—¿No es buena? —pregunté con miedo de que no fuera tan buena como para ser presentada en Tazzys.

—Es muy buena canción, es acústica, así que creo que lo mejor sería si la cantas tú.

—Yo no podría, me da vergüenza cantar en público. —Le tenía terror a ese tipo de cosas, estaba mucho mejor detrás de ellos tocando la guitarra.

—Puedo acompañarte en el coro para que no te sientas solo —propuso Jimin.

—Lo pensaré —susurré—. Ya veremos que dice Taehyung.

—Taehyung, vaya, ya son así de cercanos —expresó golpeando ligeramente mi hombro.

—No empieces, Jimin —le pedí dejando de lado la guitarra, tratando de reprimir mi risa, porque sabía a dónde llevaría ese comentario.

—Si él supiera como le miras el culo —señaló Jimin rodando sus ojos al mismo tiempo que se ponía de pie.

No podía dudar de que realmente lo he visto con ojos lujuriosos y como no cuando era un gran atractivo sexual, uno que no podía ignorar. Además, estaba de más decir que ha encontrado a Taehyung mirarme de la misma manera, así que en ese sentido no me sentía culpable de hacerlo.

—No lo hago —negué dándole la espalda con la intención de recoger mi abrigo y al mismo tiempo ocultar mi sonrisa.

—¿A mi me dirás que no? Te he visto míralo.

—¿Tu se lo miras?

—Por supuesto que no. No me gustan los hombres de mis amigos. Además, me gustan más las mujeres en ese sentido —admitió entrecerrando sus ojos.

—No lo creo.

Él siempre decía eso, pero sabía que muchas veces prefería a las mujeres porque era mucho más fácil lidiar con ello frente a sus padres o la misma sociedad, quizás él se ha convencido de ello para evitar los problemas que causaría si estuviera con un hombre.

—¿Cómo que no?, ¿con cuántos hombres he estado?, ¿uno? —cuestionó

—Dos —le corregí.

—Bueno, dos y todo lo demás mujeres —especificó.

—Pero lloraste mares por esos dos. Es decir, aún cuando seguía mal por lo de... ese, tuve que soportar tu horrible llanto porque querías casarte con ellos.

—No es cierto, también lloré por Inah —comentó mientras recogíamos las cosas que dejamos en el piso.

—No porque querías casarte con ella, fue más por costumbre. Es decir, fue tu relación más larga —expresé dejando los desechos en el zafacón.

—La próxima persona con la que esté será mi último y confío en que me casaré con esa persona, sea hombre o mujer —especificó—. Ahora vete, estoy esperando a una linda chica. Hay necesidades fisiológicas que necesito atender.

—¿Al menos la conoces? —le pregunté desde el umbral de la puerta.

—Si. Claro, tranquilo, no estoy contratando a alguna mujer de la noche.

—Prostituta —señalé removiendo su cabello antes de dejarlo riendo en el interior de su apartamento.

El nombre y rostro triste de Taehyung seguían en mi mente, eran alrededor de las 12 cuando llegué a casa, sabía que el bartender podría estar llegando a casa o saliendo del bar, así que a pesar de ya tener sueño esperé a que respondiera el último mensaje que le envié durante la hora de almuerzo.

Estuve tumbado en la cama a punto de quedarme dormido cuando el sonido de mi móvil hizo que me despertara, estuve esperando un mensaje de su parte, no una llamada, pero no me quejaba si lo último que escuchaba antes de dormir era la voz de Taehyung.

Y me encantó cuando escuché su voz grave del otro lado de la línea, como un estúpido enamorado sonreí, ¿acaso lo estaba? Ni siquiera sería una sorpresa que lo estuviera precisamente de alguien que es prácticamente inalcanzable para mi. De todos modos, tampoco me he detenido a pensar que es lo que realmente siento por ese hombre, supongo que él ha despertado en mi lo que yo pensaba ya había muerto con la partida de Ji-seok.

Hace tanto tiempo que no sentía esto por alguien, que no me emocinaba por una llamada, mi corazón se aceleraba de solo pensar en la silueta de se hombre, que aunque estaba soltero, seguía estando en una posición que no estaba a mi nivel.

"Te veré mañana, ¿no?", preguntó Taehyung. Ya teníamos mas de diez minutos al teléfono, yo estaba cada vez mas dormido que despierto.

"Si, hyung, estaré en el bar mañana, espero que tu también", mascullé hundiendo aún más la cabeza en la almohada.

"Ya quiero verte tocar", admitió Taehyung. "Extraño verte hacer lo que te gusta".

"Puedo tocar la canción que me pidas, solo si me lo pides tu".

Estaba tan sonmoliento que ya no media las palabras que salían de mis labios.

"Pueden tocar una canción que me dedicarías".

"¿Cómo sabrás cual será?", le pregunté sonriente, agradecía que en ese momento no podría verme.

"No me mires en toda la noche hasta que empiecen a tocar esa canción, así sabré que me la dedicas", su voz empezaba a escucharme mas bajita.

Lo siguiente que escuché fue su calida voz llamar mi nombre en más de una ocasión, pero solo sentía como mis parpados se iban cerrando solos. Eecé a escucharlo lejos cuando me preguntó cual era mi mas grande sueño como artista, una que no respondi porque todo a mi alrededor desapareció gradualmente.

════🎸 ━━━━━『🍸 °*• ♫ •*° 🍸』━━━━━🎸════

La noche del miércoles llegó antes de lo esperado por Jungkook, quien no habia dejado de pensar en como se quedó dormido mientras hablaba con Taehyung.

Ya tenia en mente la canción que cantaría para el, aunque seria difícil no mirarlo durante las demás canciónes, se preparó mentalmente para dedicársela en completa discreción, aún si fuera difícil para el.

A pesar de no ser fin de semana, en cuanto llegó al bar lo primero que notó fue las mesas llenas, la barra concurrida, incluso grupo de personas de pie junto al ventanal de la entrada.

—¿Hoy hay algún especial del que no estemos enterados? —preguntó Hyun-jin encogiéndose de hombros mientras intentaban llegar al frente.

El escenario ya estabas vacío, siempre que ellos llegaban el grupo de jazz de tocaba antes ya no se encontraba allí. Al cruzar por la barra, Jungkook buscó con la mirada a Taehyung, en cuanto encontró aquellos ojos almendrados, este le guiñó un ojo mientras atendía a un hombre trajeado, Jungkook volvió su mirada al frente y se concentró y acomodar su guitarra.

—¿Invitaste a tu vecino? —cuestionó Jimin casi alarmado.

—Tu me habias dicho que lo invitara, ¿o tambien lo olvidaste? —preguntó el azabache aun sin ubicar donde se encontraba exactamente Namjoon.

Junhkook encontró el rostro sonriente de Namjoon, quien se encontraba sentado en la primera mesa de la esquina con un vaso de lo que parecia ser whisky entre sus manos. Su aparicencia era particularmente diferente a como estaba acostumbrado a verlo, en ropa mucho mas casual, pijama, a decir verdad.

Esa noche estaba mucho mas arreglado, y por supuesto que aquello no solo llamó la atención de Jungkook, quien se preguntaba desde cuando aquel hombre se veía asi de bien; el abrigo de cuello tortuga que se ceñias a su cuerpo, resaltaba sus hombros, su pecho, su cabello negro estaba peinado hacia atrás con el flequillo rozando las esquinas de sus lagas cejas. El pantalón de vestir negro, ni muy ajustado ni muy holgado, simplemente a su medida; con la correa de cuero brillando alrededor de su cintura.

El guitarrista solo pudo devolverle la sonrisa por breves segundos antes de ser interrumpido por Jimin.

—Si... pero, lo hice porque pensé que podrias ligartelo, ¿por qué lo invitaste? —cuestionó Jimin terminando de acomodar su micrófono.

—¿Por qué te preocupa tanto? —cuestionó Jungkook enarcando una ceja.

Jimin se quedó en silencio y continuó en terminar de acomodarse, no quería admitir que ese hombre se veía demasiado diferente a como lo recordaba de las pocas ocasiones que lo ha visto. Mientras que Jungkook notó como su amigo miraba a Namjoon de reojo, tratando de disimularlo, pero fallando en el intento, porque era más que obvio que llamaba su atención.

Durante la presentación, hizo un gran esfuerzo para concentrarse solo en la música que tocaban y en la gran energía que había en quienes disfrutaban de lo que ellos tocaban, de vez en cuando puso su atención en Namjoon, quien no dejó de bailar en su lugar.

Jungkook miraba a todos lados y evitó con todas sus fuerzas poner su atención en Taehyung, aunque sabía que debía estar bailando detrás de la barra; cuando lo miró al llegar no fue tiempo suficiente para apreciar su vestimenta como solía hacer, asi que no sabia exactamente que llevba puesto.

La noche estaba a punto de terminar cuando Jimin presentó esa canción que Jungkook insistió tanto en que tocaran, buscó casi de manera desesperada el rostro de Taehyung a quien encontró inmediatamente. Se encontraba conversando con el grupo de chicos que estaban al fondo, lo vio dejar una bandeja llena de vasos vacios y se puso aun mas nervioso cuando este se cruzó de brazos quedadose prácticamente en el centro del bar.

Seria la ultima canción de la noche y a diferencia de lo que tenían acostumbrado, cerrarían con una mucho menos movida que las demás, misma que causó discordia en el ensayo de ese dia antes de ir al bar, especialmente porque Jimin tocaria la guitarra acústia y el solo tendria participación en el ultimo miunto de la pista.

Queria dedicarle esa canción porque no era algo muy romántico, no seria demasiado para lo que ellos tenían, era lo justo sin tener que decía demasiado.

A pesar de que Jungkook no estuvo tocando activamente en toda la canción, Taehyung no podia apartar su mirada de el, especialmente cuando Jimin cantaba esa frase: "Hemos llegado demasiado lejos, no creo que podamos volver atrás, abrázame", pero tambien ese: "tú, al igual que yo, estás solo. Y tienes un espaci dentro que necesita ser llenado", lo sentía tan personal, algo que solo habia entre ellso dos en ese momento.

Cada que escuchaba ese "abrazame" en el coro de la suave melodía de la canción, solo podia pensar en aquella vez que estuvo a punto de abrazarlo, pero no lo hizo por el poco tiempo que tenían conociéndose, pero ahora cuando lo observaba desde el fondo del bar, escuchando con atención la canción que el le dedicaba, las ganas de abrazarlo no eran pocas. Ojalá pudiera hacerlo en ese instante.

El bar estaba sumido en silencio, de manera que solo se podia escuchar la voz de Jimin, mismo que hizo una pausa casi al final de la canción; Taehyung se sorprendio cuando seguido de la batería, Jungkook entró tocando la guitarra con la misma agilidad de siempre, destaba por encima del sonido de la batería y complementaba la voz de Jimin.

Para Taehyung parecia ser solo Jungkook y su guitrra, la manera en la que sus dedos marcaban las notas en aquel solo era algo a lo que podría acostumbrarse a escuchar todos los días. Su cabello caia sobre su rsotro, de vez en cuando encogia su hombro y fruncia levemente su ceño al mismo tiempo que deslizaba sus dedos de un lado a otro al presionar las cuerdas de la guitarra, cuando este levantó su rostro para mirarlo de nuevo, echando su cabello hacia atrás, Taehyung se sintió desafallecer.

Por su puesto que tuvieron una ovación por aquel cierre, como era de esperarse. Esa noche las personas tardaron mas en salir, algunos se acercaron a Blue Notes para felicitarlos, algo que empezaba a suceder frecuentemente.

Taehyung esperó pacientemente a que el bar estuviera casi completamente vacio para poder hablar con el grupo.

Aunque Jungkook siempre se quedaba de último y no era un secreto para sus amigos el que ellos estaban viéndose, es decir, a ese punto era obvio que se conocían mucho mas de lo que lo conocía Cyrus, Hyun-jin o el mismo Jimin a Taehyung.

—Chicos, regálenme un minuto —les pidió el castaño cuando estos empezaban a despedirse, Taehyung llamó la atención del castaño que tenia su mirada en el hombre que seguía en la misma esquina con su bebida frente a el.

Extrañados todos se detuvieron frente a la barra, Jungkook dejó descansar su guitarra en el piso. En el instante que vio la sonrisa que le dedicaba Taehyung, aquel gesto le dejaba claro que le habia gustado la canción que eligió dedicarle esa noche.

—¿Qué les sirvo? —cuestionó acomodando la americana que esa noche llevaba sin abotonar en el centro, mostradno su camiseta biege en forma de U, con sus collares alrededor de su cuello que resaltaba aun mas sus clavículas.

Jungkook se encontraba al extremo de la barra, junto a Jimin, quien parecia no estar completamente concentrado en lo que sucedia frente a el, mientras que Hyun-jin y Cyrus ya estaban tomando.

—¿Lo de siempre? —cuestionó Taehyung dirigiéndose a él. Antes estaba en el centro, pero ahora se encontraba frente a frente a el.

Aunque ha tenido la oportunidad de verlo mucho mas de cerca, apreciar su belleza aun con un mostrador de por medio era glorioso para Jungkook. Taehyung le sonrió cuando este asintió timido ante su pregunta. No se sentía avergonzado por el, sino por la mirada que le dedicaban sus compañeros mientras el bartender le preparaba el gin-tonic que dejó frente a el.

—Tengo una buena noticia para ustedes —comenzó a decir mientras se secaba las manos—. El viernes vendrá alguien de una compañía discográfica a evaluar a los grupos que tocan en el bar, qeuria avisarles para que se preparen muy bien y vengan en su mejor versión como Blue Notes.

Aun impresionado por la noticia, Jungkook sintió la mirada de alguien mas detrás de el, ladeó su cabeza para encontrarse con la mirada curiosa de Namjoon, mismo que llevó su mirada al castaño a su lado, es por ello que le hizo ademan con las manos para que lo esperara. Algo le decia que serviría de cupido esa noche.

—¿Es como una especie de cazatalentos? —cuestionó Jimin sorprendido—. ¿Podriamos ser contratados por un sello discográfico?

La respuesta a esa pregunta es lo que todos querían escuchar y por la sonrisa cuadrada de Taehyung, Jungkook ya sabia que seria una respuesta afirmativa, lo que le llenaba aun mas de emoción, tanta que quiso saltar por encima del mostrador para abrazarlo en cuanto este asintió con la cabeza, logrando que sus compañeros se emocionaran como el lo hizo en sus adentros para no hacer el ridículo frente al hombre que le gusta.

—¿Cómo sabes esto? —cuestionó Cyrus con los ajos muy abiertos, notablemte muy emocionado, tanto como el resto de sus amigos, quienes observaban a Taehyung atento.

Antes de responder, la mirada de Taehyung viajó a los ojos redondos y brillantes de Jungkook, quien lo observaba igual de expectante que el resto de la banda. Al ver como todos esperaban una respuesta de su parte, se dio cuenta de que el mejor momento para decirlo, porque no serviría de mucho usar la excusa de: "tengo mis contactos", si decía la verdad detrás de esa información se evitaría muchas otras preguntas y finalmente Jungkook sabría la verdad.

Una vez mas volvió a mirar al pelinegro que levantaba su vaso para llevárselo a la boca y tomó una bocanada de aire antes de responder.

—Porque soy el dueño del bar.

En el instante que esas palaras salieron de los labios de Taehyung, Jungkook casi se ahoga con el gin-tonic que cruzaba por su garganta.

—¿Estás bien? —preguntó Taehyung mientras le extendia una servilleta para que limpiara la comisura de sus labios empapados con el alcohol que tomaba, no podia dejar de toser.

—¿El dueño? —fue lo único que logró preguntar cuando se aclaró la garganta, Taehyung solo asintió con tatal tranquilidad, esbozando una sonrisita.

Kim Taehyng, era el dueño del bar y apenas se enteraba cuando incluso estuvo a punto de besarlo en la cocina de su apartamento. Kim Taehyung era el dueño del bar para el que tocaba, era el dueño del famoso Tazzys, algo que nunca cruzó por su mente y que seguía pareciendo irreal.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro