XV. Encontrarme

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La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad —Séneca.

¿Qué si estaba bien? Por su puesto que no estaba bien, acababa de enterarse de que Taehyung es el dueño del bar, fue algo que no esperaba para nada, pero muchas cosas cobraron sentido ahora que lo sabía.

Todas las veces que se preocupó por las bebidas que él le brindaba por cortesía, las ocasiones que no fue a trabajar, y joder su vestimenta tan diferente a la de los demás, el hecho de que él tuviera acceso a la parte trasera del bar, ahora todo parecía tan obvio que quería pegarse contra la pared al recordar todas esas ocasiones en las que hizo el ridículo con algún comentario sobre su jefe, cuando es su propio jefe.

Sabía que debía tener algún puesto de gerente, porque después de todo era quien abría y cerraba el bar, pero nunca cruzó por su cabeza que él fuera el dueño del bar más famoso de Gangnam.

Ni siquiera era capaz de responder a una simple pregunta por parte del castaño. Más que estar sorprendido por la posibilidad de obtener un contrato con un sello discográfico, el saber lo de Taehyung era aún más sorprendente y por supuesto que aumentaba su nerviosismo.

Recordó cuando llegó al bar y llenó su solicitud para empezar a tocar con su banda, lo que no recordaba es que este haya sido quien lo llamó para contratarlos, y cada cosa que pensaba lo llevaba a otra que era aún más vergonzosa cuando tenía en frente a Taehyung, mirándolo expectante a su reacción cuando seguía intentando regular su tos.

Cada cosa dicha en sus anteriores conversaciones, tenía muchas preguntas que hacer respecto a su reciente confesión, pero no podía hacerlas mientras sus amigos estuvieran presentes.

—¿Todo bien? —preguntó Taehyung cuando este terminó de tomarse el agua.

—¿No? —susurró Jungkook al aclarar su garganta.

—No es la gran cosa, ¿o sí? —cuestionó Taehyung con toda su atención en Jungkook.

—Es un detalle que no mencionaste antes —consideró.

—¿Habría alguna diferencia? —preguntó Taehyung acercándose más a dónde estaba Jungkook acomodando su cabello con nerviosismo.

—La verdad es que no —contestó en un susurro.

Al dar esa respuesta, Jungkook se cuestionó si realmente no hacía ninguna diferencia el saber que él era el dueño, que el hombre que le gustaba era el dueño.

Ninguno de los dos se dio cuenta de cómo el resto de la banda observaban como ellos parecían olvidar que no estaban solos, como si hablaran en un lenguaje que solo ellos podían entender.

—Señor Kim, una pregunta. —La voz de Cyrus interrumpió el juego de miradas entre Jungkook y Taehyung.

—No les dije quién soy para que empezaran a tratarme de señor. No es necesario —dijo casi entre risas por el repentino cambio de nombre.

—Eres quien nos paga a nosotros, debemos de hacerlo —consideró Jungkook terminando de tomarse el Gin tonic, si iba a hablar por más tiempo con Taehyung, iba a necesitar la ayuda del alcohol para ello.

—Yo les digo que no —señaló Taehyung—. ¿Cuál era tu pregunta?

—¿Será una presentación exclusiva para esa persona o vamos presentarnos cómo lo hacemos siempre? —expresó Cyrus con cierta preocupación.

—Se presentarán como siempre así que descansen, ensayen y den lo mejor de ustedes como en cada ocasión.

Taehyung respondió a cada una de las preguntas de la banda sin dejar ningún detalle fuera. Al menos ya sabían cómo debían vestirse, que debían presentar para impresionar, se notaba que él ya tenía una idea de eso que llama la atención de hombres así.

Jimin no ocultó su emoción tras escuchar a Taehyung, de solo imaginar todas las cosas que podrían hacer para obtener del cazatalentos alguna propuesta, estaba que saltaba en un pie porque además de que es algo que siempre ha soñado, también es una oportunidad con la que podría demostrarle a sus padres que si se puede vivir de la música y que él sí era bueno para ello.

Jungkook escuchó como Jimin propuso un viaje para celebrar, con Hyun-jin secundándolo y Taehyung escuchando la propuesta del chico sentando frente a él. Por un momento el guitarrista dejó de tener su mirada y pensamientos únicamente en el propietario del bar.

Buscó con la mirada a Namjoon, con quien no ha podido hablar desde que llegó al bar, pero sabía que el hombre seguía en espera de que ellos terminarán su conversación con Taehyung para poder acercarse. Cuando finalmente logra hacer contacto con su mirada, le hace señas para que se acerque a ellos y este termina de tomar su bebida con el móvil en manos.

La presencia de Namjoon fue notable para el resto de los chicos que antes conversaban sobre un posible viaje de celebración, algo de lo que Jungkook solo escuchó a medias. Hizo un espacio entre él y Jimin para que estuviera a la vista de todos mientras les dedicaba una sonrisa aún con aquel vaso de whisky en manos, antes de que pudiera presentarlo, Namjoon se adelantó al felicitarlos por la presentación que tuvieron esa noche.

Jimin no quiso mirar hacia atrás porque tan solo el sentir la presencia de ese hombre detrás suyo, era suficiente como para ponerle nervioso, pero lo hizo cuando este halagó su voz en específico y solo pudo sonreír sin mostrar sus dientes y hacer una reverencia en forma de agradecimiento.

En el momento que ladeó su cuerpo para tener una visión completa de Namjoon, la brisa que atravesó el centro del bar hizo que su aroma llegara a su nariz de inmediato, lo que por supuesto le trajo recuerdos que hasta el momento solo habían sido sueños, mismos que ha tratado de evitar porque le eran muy vergonzosos.

En el instante que percibió el aroma tan fresco a mar, mandarina y hojas como la yerba mate, pero también con toques más dulces como el almizcle, se dio cuenta de que sus sueños no eran más que simple recuerdos de aquella noche que vomitó hasta lo que no tenía, y lo hizo frente al hombre que ahora tenía a su lado, recordó las cosas que le dijo y quiso desaparecer.

No ayudaba que Namjoon se diera de cuenta la manera en la que lo observaba, con una expresión sorprendida. Hasta ese momento, Jimin no recordaba quien era el dueño de sus sueños, ahora que estaba seguro de que era el vecino de su mejor amigo y que lo tenía a su lado mirándolo con una sonrisa ladina, deseaba con todas sus fuerzas que la tierra lo tragara.

Namjoon sabía que él recordaba las cosas dichas y hechas durante su borrachera, lo sabía por su mirada y mejillas sonrojadas. Esperaba de él todo, menos timidez.

Para su suerte, Jungkook interrumpió lo que sea que ellos tuvieron en ese momento que sus miradas se encontraron, y lo presentó con el resto de la banda.

—Jimin estaba hablando de un viaje que quiere hacer a modo de celebración porque tendremos una presentación especial el viernes —comentó Jungkook siguiendo con su mirada los movimientos de Namjoon, quien se acercó más al pelinegro para dejar el vaso, que ya se encontraba vacío, sobre la barra, frente a frente a Taehyung.

—Me parece una buena idea —consideró Namjoon.

Desde donde estaba, Taehyung solo podía ver como Jungkook miraba a Namjoon a los ojos cuando le hablaba, retiró el vaso de la barra en silencio mientras estos seguían hablando del viaje. Ni Taehyung ni Jimin podían ignorar lo alto que era el amigo de Jungkook incluso estando junto al guitarrista, que también era alto.

—¿El lindo va? —preguntó Namjoon con la mirada puesta en Jimin. Todos se quedaron en silencio esperando a que Jungkook o Jimin en cuestión, respondiera.

—¿Quién?, ¿yo? —preguntó Jimin incrédulo, sorprendido de que estuviera hablando de él, y el que usara ese adjetivo para dirigirse a él lo ponía aún más nervioso de lo que solo con su presencia podía lograr.

Nervios era una sensación que hace mucho no sentía cuando se trataba de chicos, por lo general cuando era él quien tenía que dirigirse a las chicas con ese tipo de apodos, no florecía aquel sentimiento que no era para nada de su agrado porque apenas y tenía control de sí mismo y de las cosas que hacía en el momento. Hace mucho tiempo que no tenía a un hombre coqueteándole de frente y sin siquiera tratar de ocultarlo, para rematar frente a sus amigos.

Y no podía negar que era débil con esos apodos, sobre todo si venían de un hombre como él, con quien ha tenido un momento bastante cercano a pesar de que fue durante una borrachera, estuvo en sus brazos y estaba casi seguro que si había usado aquellas palabras que estuvieron en sus sueños en forma de recuerdos, ese "hueles rico" vergonzosamente fue pronunciado por él.

—Sí, tú.

—Por supuesto que sí, él fue quien propuso el viaje —respondió Jungkook cuando Jimin no supo que más decir.

—En ese caso, les puedo prestar mi casa de playa en la isla Jeju —comentó Namjoon metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones, sonriendo de una manera que sus hoyuelos se marcaron en ambas mejillas, el notar ese detalle en su rostro fue la perdición para Jimin, era extremadamente débil con los hoyuelos, incluso cuando él y Jungkook eran pequeños, se impresionaba cuando los hoyuelos de su mejor amigo se notaban.

La repuesta de Namjoon fue algo que ninguno de ellos esperaba, es más, tenían pensado que recomendaría algún lugar, no que pondría su propia casa de playa a la disposición, Jungkook en particular siquiera llegó a imaginarse que su vecino sería la clase de hombre con una casa cerca de la playa.

Por otro lado, Taehyung se dio la vuelta para dejar los vasos vacíos en el fregadero, poniendo sus ojos en blanco tras escuchar la propuesta del hombre que seguía junto a Jungkook, consideraba la actuación de Namjoon muy santurrona para su gusto, en cierta forma, le molestaba un poco que Jungkook estuviera impresionado por ello.

¿Eran celos lo que sentía? Solo pudo pensar que no tenía derecho a sentirlos cuando ellos no tenían nada en concreto, pero no podía evitar sentirse de esa manera.

—¡Genial Hyung! —chilló Jungkook notablemente muy emocionado—. Deberías venir ya que serás nuestro anfitrión— sugirió tocando el hombro de Namjoon, quien solo apartó su mirada de Jimin para ver el rostro iluminado del azabache.

—Ya que esto es una celebración por la buena noticia de Taehyung-ssi, por lo mínimo deberíamos invitarlo —comentó Jimin llevando su mirada a la del hombre que volvió a estar de frente a ellos.

—Estoy de acuerdo —expresó Cyrus.

—¿Tienes algo que hacer en el fin de semana? —preguntó Jungkook en un tono de voz mucho más bajo del que había usado con Namjoon.

—En realidad, si —comentó Taehyung terminando de limpiar la barra, aún sin mirar a Jungkook, pero cuando lo hizo y vio su expresión decaída, se apresuró en aclarar—. Pero puedo alcanzarlos en cuanto termine, no estaré ocupado todo el día.

—¿Seguro que no quieres que pase por ti? —cuestionó Jungkook mirándolo con ojos brillantes.

—Creo que sería más cómodo ir en auto hasta el aeropuerto, no es caro desde Seúl hasta la isla Jeju y llegaríamos más rápido —consideró Taehyung.

—Tienes razón, iré con Jimin o Namjoon hyung, ¿no? —cuestionó Jungkook mirando a sus amigos, quienes solo asintieron.

De esa manera quedó por terminado aquel momento. Jungkook volviendo a pensar en lo que Taehyung había digo al inicio, se dijo para sus adentros que no era un momento para reclamos, simplemente no se permitiría provocar un berrinche ya que la tensión de la próxima presentación era más que suficiente, era tiempo de centrar sus energías en sí mismo y su banda, ya habría tiempo suficiente para Taehyung; en aquel instante sintió la intensidad de la mirada del castaño que lo escudriñaba aún como buscando signos de inconformidad, sin embargo, Jungkook le sonrió y se despidió deslizando el vaso donde había sido servido su Gin tonic.

—Hasta luego, lindo —susurró mientras los demás salían, dejando a un Taehyung sorprendido por la clase de momentos en las que Jeon Jungkook dejaba su coquetería en el aire, así sin más, sin que le diera tiempo a reaccionar.

Finalmente era viernes, un día que prometía un sin número de emociones nada más abrir los ojos, era el día en que probablemente un anhelo profundo ya no era más idealizado, era real y lo estarían viviendo. Como banda habían sorteado las típicas y penosas dificultades que habían forjado todo lo que eran ahora.
El sentimiento general era que no querían suspender todas sus emociones en ese solo momento pero imposible pensar que iban a mantener la calma. Cuando se trataba de la música que ellos tocaban no existía calma, y si había aún palpitaba la incertidumbre y la constante premisa de si "lo que estamos haciendo es suficiente".

Era difícil ver el camino recorrido en un momento como aquel porque la mayoría se reducía a muchas ocasiones amargas. "Vivamos en el presente, vivamos lo que tenga que venir", era una frase que constantemente se repetían era como un lema intrínseco que los trataba de mantener a flote como un salvavidas.

Vivir el día a día era el impulso que los mantenía motivados, alejados de la pena del pasado y de las altas expectativas del futuro, tenían un sueño y una meta pero pensar que cada día tenían la oportunidad de simplemente tocar música, de que la gente los escuchaba era una dosis de fe, de que en algún momento podría ser posible estar en un estudio, grabar sus propias canciones, establecer sus propios límites... pero por hoy, solo eran una banda que salía de su mantra sanador y ponía su futuro en manos desconocidas, sabían que por más que se esforzaran todo dependía de esa persona.

Antes de empezar la función, se reunieron en un abrazo grupal, como los equipos deportivos. No es algo que frecuentaban hacer, aquella era la primera vez que lo hacían, algo que simplemente nació por la emoción del momento, de la noche, de lo que les esperaba al cruzar por las puertas de Tazzys.

—Sin importar lo que pase de aquí en adelante, vamos a divertirnos esta noche. —dijo Jimin con entusiasmo.

—¡Blue notes! —gritó Cyrus poniendo su mano al frente a la cual se fueron agregando las demás.

—¡El cielo solo es el comienzo! —gritaron al unísono, una frase que habían practicado antes para momentos como ese, uno que no había llegado hasta esa noche.

Las canciones que eligieron para la presentación fueron extremadamente poderosas y electrizantes. Aquella noche en Tazzys, Blue Notes decidió ser una tormenta de relámpagos que no pasó desapercibida para ninguno de los presentes, parecían estar en su propio concierto.

La presencia escénica de Jimin estaba al tope y sacar su chaqueta de leader negra en más de una ocasión era la prueba de ello, su voz parecía deslizarse como suave mantequilla en los oídos de las chicas que gritaban eufóricas. Para esa noche habían acordado vestir vaqueros, camisetas blancas y chaquetas de leader con detalles metálicos, lucían realmente atractivos cosa que para nadie era un secreto pero aquella noche era difícil centrar la atención en alguien en particular, todos estaban sumergidos en aquella ola musical, puro rock, sudor y euforia.

Para ellos ni siquiera fue perceptible que persona podría ser ese cazatalentos, cada uno cumplió diligentemente lo que había dicho Jimin antes de comenzar, por lo que para cuando se hubo desvanecido el último acorde de la canción de cierre, el sudor que corría por sus cuerpos y la lluvia de aplausos, ya era muy tarde para pensar qué clase de persona los había estado evaluando.

La emoción electrizante seguía a flor de piel, aunque sus oídos zumbaban, Jungkook podía sentir la yema de sus dedos arder por la presión que ejerció al tocar la guitarra como si fuera la última vez que la haría, pero solo podía pensar en lo mucho que valió la pena cuando al terminar recibieron su mayor ola de aplausos y silbidos. Desde donde estaba, pudo ver la sonrisa de orgullo de Taehyung mientras aplaudía junto al resto del público.

Su mirada se perdió en la sonrisa de oreja a oreja del bartender, en su cabello, en todo él. Esa noche no podía sentirse más atraído hacia ese hombre, fue como una especie de magnetismo impulsado por alguna fuerza invisible que lo atrajo a él en el instante que todas las personas dejaron el bar al terminar la función. Le gustaba de eso que ya no podía tener dudas, porque estaba seguro de que le encantaba.

Pero aun gustándole así de mucho, estaba esa cosa que evitaba el que intentara hacer algo, puede que este relativamente soltero, y eso es lo que seguía teniendo mente desde esa noche que enteró de que estuvo llorando.

La noche terminó cuando el bar quedó completamente vacío, Taehyung marchándose en su Cadillac y Jungkook en su moto. Cada uno a lugares distintos, pero sin dejar de pensar en el otro.

══🎸 🍸 °*• Jungkook •*° 🍸』━🎸════

Suena la alarma y a pesar de haber dormido las horas justas como para no quejarme, tenía una queja: me costaba abrir los ojos más que nada en el mundo. Traté de retirar las legañas y por fin vi la luz. Al instante que estuve medio despierto, un pensamiento atravesó mi mente: viaje, Taehyung y yo, la banda, Jimin y Namjoon, la playa y una casa.

Pensar en que podría pasar ni siquiera era posible para mí en este momento, la adrenalina de la noche anterior parecía haber drenado mi energía vital, sin embargo, me sentía satisfecho y de buen humor. La ducha fría y el café terminaron de espabilarme y solo así pude poner en orden las cosas que iba a llevar al viaje.

Una vez estuve listo, avisé a Namjoon hyung, quien ya esperaba mi llamado. Sinceramente ahora pensaba que no era una buena idea haber acordado irme con él hasta el aeropuerto. Después de haberlo visto la noche que lo invité al bar, me resultaba imposible no admitir que cuando no estaba en su pijama regular lucía como la clase de hombres que antes solían llamar mi atención, si bien Taehyung era el hombre del que no podía despegar mis ojos, Kim Namjoon representaba ahora la clase de chicos de los que prefiero huir.

—Hyung, tienes un gran sentido de la moda — dije para variar y no parecer un tonto que solo mira sugerentemente y no dice nada.

—Es solo ropa casual, no es para tanto —restó importancia haciendo ademán de señalar todo su cuerpo. Llevaba una camiseta blanca con letras rojas, una chaqueta azul navy, pantalones verdes grisáceo, un beanie negro cubriendo su cabeza y aretes de aros plateados apenas visibles.

Casi sin darme cuenta, ya Namjoon tenía mi bolso listo para ponerlo en la parte trasera del auto y supe que tenía la boca entreabierta cuando finalmente tragué en seco luego de ver flexionarse sus bíceps al soltar el equipaje en el maletero y me dije: "Es solo porque es primera vez que lo ves así, tampoco estás ciego".

Seguía teniendo envidia de su cuerpo, aunque traté de evitarlo, comparé el mío con el suyo, me seguía pareciendo irreal que él tuviera más cuerpo que yo, cuando apenas y lo veía ejercitarse. Esta es una de las razones por las que digo que hay muchas personas con suerte o él simplemente soy un desgraciado más que debe hacer muchos ejercicios para verse más o menos con un cuerpo decente del que pudiera presumir.

Luego de habernos encontrado en la entrada del bar con el resto de los chicos, quienes decidieron ir juntos en el auto de Jimin. El clima era muy bueno y eso solo me hacía extrañar la presencia de Taehyung, en el momento que él aceptó ir al viaje, lo primero que pensé es que iríamos juntos.

Cuando la brisa que entraba por la ventanilla del auto de Namjoon, hizo que mi mente se trasladara automáticamente a como hubiera sido si estuviera en el Cadillac de Taehyung, con la capota hacia abajo y la brisa moviendo nuestros cabellos, con algún jazz o las cintas de Elvis reproduciéndose.

—¿Qué tanto piensas? —la voz de Namjoon interrumpió mi burbuja de pensamientos.

—En lo que podríamos hacer para el almuerzo, nos detendremos en algún supermercado, ¿no? —cuestionó Namjoon.

—No creo que haga falta, a menos que quieran algo en específico —comentó Namjoon mirando por el retrovisor, quizás para asegurarse de que Jimin seguía detrás de ellos.

—No soy muy exigente con la comida.

El silencio volvió a reinar entre nosotros, donde solo se escuchaba la música bajita de algunos de las bandas de rock que escuchaba mi vecino, la fuerte brisa y los carros pasando por nuestro lado a una gran velocidad.

—Querías venir con tu... amigo, ¿no es así? —cuestionó Namjoon, causando que ladeara la cabeza hacia él.

—¿Taehyung?

—Sí, el bartender del bar.

—En realidad, es el dueño del bar, lo cual me parece una completa locura. Taehyung nunca dejará de impresionarme —admití.

Antes de que pudiera arrepentirme, ya había dicho más de lo que realmente debía.

—Sí, era bastante evidente por su forma de hablarle a los demás y su vestimenta. Lo imaginé —expresó Namjoon, lo que me dejó aún más perplejo. El dedujo en cuestión de un momento para darse cuenta, sin embargo, yo lo sé porque él lo dijo—. Lo que aún no me queda claro es que son ustedes, ¿hay algo? O solo observé mal.

—No hay nada, solo nos estamos conociendo, aunque no es en plan de amigos, no creo que yo tenga oportunidad con el —confesé al mismo tiempo que amarraba parte de mi cabello en una coleta, ya que la brisa empezó a ser más fuerte a medida que nos fuimos a acercando a la carretera.

—¿Cómo que no tienes oportunidad con él?, ¿por qué crees eso? —cuestionó Namjoon.

—Bueno, hemos estado saliendo y hablando, pero no lo sé. Siento que él no está en su mejor momento como para empezar algo y no quiero ilusionarme o esperar algo de él que quizás no pueda darme.

Aunque él y yo no fuéramos de mucho hablar, Namjoon es ese tipo de persona que te da confianza, había escuchado a Seokjin halagarlo por ser una persona muy buena escuchando, ahora podía confirmarlo.

—¿Pero has hablado con él de cómo te sientes? —cuestionó mirándome de reojo.

—No exactamente, es decir, no le he dicho que me gusta y él tampoco lo ha hecho conmigo, pero supongo que es algo que está intrínseco entre nosotros, él debe de saber que me gusta.

—¿Él debe de saber? Imagino que si han salido se han besado o algo —consideró cambiando la canción que tenía de fondo.

—En realidad no, pero hemos tenido algunos roces y ese tipo de cosas que haces cuando te gusta alguien —aclaré—. Antes no estaba seguro de lo que sentía, ahora sí, pero él a veces me confunde y por eso digo que quizás no tenga oportunidad con él.

—Jungkook, te diré algo sinceramente —empezó a decir Namjoon dejando su mano derecha sobre la palanca de cambios—. Nunca lo sabrás si no le dices cómo te sientes o se lo demuestras, imagino que las señales están ahí porque lo vi la noche que fui a verlos tocar, yo apenas lo conocí ese día, así que no te puedo decir lo que creo que él pueda sentir por ti, pero lo que vi fueron celos.

—¿Celos? —cuestioné caos riéndome al escuchar aquella palabra.

—Sí, pero lo que quiero decir es, no te hagas la cabeza pensando, díselo con palabras y así sabrás que hacer antes de que el sentimiento crezca y ya no puedas deshacerte de él —comentó—. Puede que él no quiera estar en algo serio o puede que sí, pero te aconsejo que sigas saliendo con él, lo conozcas más y aproveches cada momento para dejarle saber que te gusta.

—Ya veremos qué pasará en este viaje —susurré con la mirada en los arboles de la carretera—. Trataré de no pensar mucho, pero no prometo nada. Y que pase lo que tenga que pasar durante el fin de semana.

—Me parece que puede funcionarte para acercarte más —consideró con una sonrisa llena de complicidad que no pude ignorar—. Espero que estés preparado, ¿traes condones?, ¿lubricante?

—¡Hyung! Por Dios, no, no traigo nada de eso, es un viaje de amigos no pienso tener sexo y mucho menos en tu casa —exclamé completamente sorprendido de lo directo que estaba siendo el hombre a mi lado.

—No me importaría, las habitaciones no están tan cercas una de la otra. La verdad dudo que seas ruidoso, eres un vecino muy callado.

—Dios mío, y tampoco lo sabrás, descuida. No pienso hablar de esto contigo, que vergüenza.

—¿Me dirás que nunca has pensado de esa manera en tu bartender? —cuestionó alzando sus cejas.

—No lo negaré, pero prefiero tenerlo de amigo a tener algo de solo sexo con él. Taehyung es el tiempo de hombre con el que me gustaría tener una conexión más allá de la carnal y lujuriosa —le explico manteniendo mi mirada en el exterior para que el no viera mis mejillas sonrojadas—. No soy el más santo, pero me gusta llevar las cosas despacio y a su tiempo, ni siquiera nos hemos besado.

—Bueno Jungkook, el mejor sexo empieza por un beso —consideró—. Aunque me parece bastante romántico el que pienses en el más como alguien a quien podrías querer, no solo desear. Los hombres de hoy en día no hacen eso y muchas mujeres tampoco.

Antes de poder decir algo más, me di cuenta de que habíamos llegado al aeropuerto. Mantuve mi pasaporte y boleto en manos en cuanto bajamos del auto. El resto de la banda llegó a nuestro lado.

Nunca había extrañado tanto a Taehyung como ese momento en el que entrabamos al aeropuerto, le hubiese gustado que él estuviera con nosotros, lo único que me mantenía más tranquilo era el saber que el llegaría más tarde a la casa de Namjoon, y yo no podía esperar a que ese momento llegara.

Después de esa conversación con el anfitrión de nuestro viaje, no pude dejar de considerar todas las cosas que podrían pasar durante el fin de semana. Quizás tendría más tiempo a solas con Taehyung, o quizás no, pero me conformaba con estar con él, mientras sus lágrimas fueran reemplazadas por risas, todo estaría bien.

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Taehyung no podía decir que era la mañana más feliz, tenía sus maletas listas para irse al aeropuerto en cuanto saliera del juicio, no tenía idea de cuál sería el veredicto final pero su abogado afirmaba que ganarían la demanda.

Quería pensar que asa seria, pero todo ese asunto de Juwon usando a Jungkook en su contra seguía rondando por su cabeza, quería asumir su culpa por haber salido con el guitarrista de una manera no tan amistosa, pero luego pensaba en que lo único que lo declaraba esposo de Juwon era un papel firmado por ambos, pero el sentimiento, la relación entre ellos era casi inexistente. Se convenció de que el también necesitaba alguien en quien apoyarse o al menos con quien compartir buenos momentos aun si solo fuera en plan de amigos.

En el instante que se sentó frente al estrado con Wooshik a su lado, tuvo la esperanza de que ese día finalmente se desligaría de Juwon, que ya no sería su esposo en ningún sentido de la palabra y eso solo quería decir que estaba completamente soltero y no lo pensaría antes de besar a Jungkook si volvía a darse el momento.

Desde esa noche en la que casi hubo un roce entre sus labios, no ha dejado de pensar en lo que sería besarlo luego de haberse quitado el peso de encima de un matrimonio fallido. El solo quería terminar con todo eso que aún lo ataba a Juwon para sentirse en completa libertad.

El juicio empezó con la presentación de caso por parte del abogado de Juwon, quien seguía diciendo lo mismo que planteó en la mediación que para ellos fue como un tiempo perdido cuando el hombre no quiso llegar a un acuerdo y no tener que estar en medio de un juicio porque quería divorciarse.

Taehyung tuvo en su poder los mensajes de textos de meses atrás cuando Juwon hablaba con Minsi, fotografías de ellos en parques de diversión, teniendo citas, de solo recordar el tiempo que estuvo con esas fotos sentía nauseas; fue la rabia de que su exesposo haya utilizado la misma estrategia para llevarle la contraria en la mediación, con la diferencia de que él y Jungkook no tenían algo romántico como lo que Juwon y Minsi sí.

Se sentía incómodo en aquella silla de madera, no creía que sería capaz de soportar otro día más escuchando como sus abogados se peleaban entre ellos sobre quien tenía la razon respecto a su matrimonio y todo lo que estuvo mal hecho en el mismo. Era agotador y le traía recuerdos que prefería mantener en el fondo de su mente.

Apenas escuchó la defensa de Wooshik, hasta que este mencionó tener la prueba de paternidad que evidenciaba el adulterio por parte de Juwon, levantó su mirada que mantuvo en sus manos debajo de la mesa, solo para ver un sobre en las manos de su abogado.

—Su señoría, esta evidencia no se presentó de antemano —objetó el abogado de Juwon.

—La recibí hoy, señoría —contestó Wooshik al ponerse de pie.

—Continúe.

—Cito textualmente: Con un nivel de certeza del 99%, podemos afirmar que el padre presunto es el padre biológico.

Aquella información no era algo nuevo para Taehyung, mucho menos para Juwon.

—Señoría, esa prueba de ADN no fue hecha con el consentimiento de mi cliente, pudo ser estar alterado, no puede usarse como base legal —declaró el abogado contrario.

—Esta vez no puedo darle la razon, el señor Lee fue voluntariamente a hacerse la prueba porque no creía que fuera su hijo —contraatacó Wooshik, haciendo que el abogado mirara furioso a Juwon—. Pero si aún tiene dudas, me gustaría interrogar a la señorita Kang Minsi

Taehyung miró hacia atrás rápidamente, apenas dándose cuenta de la presencia de la mujer embarazada que se ponía de pie de los asientos vacíos detrás suyo. Quien sabe cuánto tiempo estuvo allí, ni siquiera estuvo pendiente a lo que hablaban los abogados, mucho menos notaria la presencia de Minsi sí estuvo detrás suyo todo el tiempo.

La mujer se sentó en el estrado con su mirada gacha, haciendo que parte de su cabello cayera sobre su rostro. Taehyung no podía negar que era hermosa y aparte de eso podía darle un hijo biológico a Juwon.

Estaba sorprendido de verla allí, no fue algo que él y su abogado hayan hablado antes, así que no estaba preparado para escuchar las respuestas de todo lo que le preguntaría su abogado.

—Señorita Kang, ¿es cierto que usted y el señor Juwon tuvieron una aventura juntos? —preguntó Wooshik al estar frente a ella, luego de haber hecho la juramentación de lugar.

—Si —apenas masculló.

—¿Nos puedes decir desde cuando empezaron a verse románticamente? —cuestionó colocando sus manos detrás de su espalda.

La respuesta de Minsi fue algo que Taehyung no esperaba, él tenía la sospecha de que ellos tenían algo, pero saber con certeza que han estado juntos desde hace un año fue aún más doloroso para el, por menos que amara a su esposo, de todos modos fue su esposo y lo quería, eso no podía negarlo.

—¿Sabía usted que el señor Juwon estaba casado con Taehyung? —preguntó el abogado acomodándose las gafas blancas que descansaban sobre el puente de su nariz.

—Su señoría, esta es una pregunta humillante para mi cliente y para el señor Kim también —objetó él abogado de Juwon.

—Escucharé la respuesta, continúe abogado —señaló el juez.

—Si lo sabía —declaró finalmente mirando a Wooshik a los ojos.

—Y aun así lo hizo.

—No me siento orgullosa de eso —admitió apartando el cabello de su rostro.

—Señoría, está preguntando cosas que ya sabemos.

—Vaya al punto señor Choi.

—Lo que quiero es, que quede todo claro desde cuando inició y demostrar que ese bebé efectivamente es del señor Juwon, su señoría —declaró Wooshik.

Escuchar con detalle como ellos se veían fuera del trabajo en la noche, las citas que tuvieron, cuando se hizo la prueba de paternidad. Juwon supo desde mucho antes de que Taehyung se enterara del embarazo, saber que fue hace cuatro meses cuando para esa fecha le estuvieron dando la noticia de que no le darían la adopción, estrujó su corazón.

—¿Ha considerado preguntarle si fue para poder darle el hijo que tanto deseaba tener su esposo? —cuestionó el abogado contrario al ponerse de pie, lo que hizo que Taehyung lo mirara con indignación.

—Su señoría, la gestación subrogada en el país no es legal para parejas del mismo sexo, por lo que de ser así, cualquier posible acuerdo entre el señor Juwon y la señorita Minsi no hubiese sido bajo bases legales —aclaró Wooshik—. De igual manera haré la pregunta, ¿usted y el señor Juwon hicieron algún acuerdo para alquilar su vientre y que el bebé al nacer le sería entregado a la pareja?

—No, no es así. No sabía que él estaba en un proceso de adopción, hasta hace poco —susurró Minsi.

Taehyung ni siquiera era capaz de mirarla a la cara mientras ella seguía respondiendo las preguntas de Wooshik con tal sinceridad que hasta le llegaba a sorprender. Podía sentir la mirada de Minsi en el, mientras que Taehyung solo llevó su atención a Juwon, quien por primera vez no tenía esa expresión jactanciosa, su mirada estaba gacha.

Solo podía pensar en cómo era posible que el mismo hombre con el que se casó, estuvo con alguien más. Los recuerdos de él entusiasmado después de cada visita a la casa de acogida en la que pudieron compartir con el pequeño recién nacido, fue como un balde de agua fría saber por qué Juwon no estuvo tan deprimido como él cuando le negaron la adopción.

Aquel recuerdo se volvió tan gris que sintió su vista nublarse, no solo las lágrimas que se acumulaban en las esquinas de sus ojos, sino el malestar de tan solo imaginar que mientras el estuvo entusiasmado por formar una familia, Juwon estuvo acostándose con una mujer, y con él también, de solo imaginarlo sentía que le faltaba la respiración.

La mentira en la que vivió por meses, por todo un año, era peor de lo que imaginaba. Las voces empezaron a escucharse lejanas y se sintió mareado mientras escuchaba la conclusión detallada de su abogado. Ya no soportaba más, la opresión en su corazón y el nudo en su garganta provocaría que se desmayara pronto si no salía de ese lugar pronto.

En el momento que dio tan sólo dos pasos con la intención de irse por algunos minutos, sintió sus piernas flaquear en el proceso y posterior a ello unas manos que lo sujetaron de la cintura para evitar que cayera al piso. Al mirar de quien se trataba, vio el rostro afligido de Juwon.

—N-no me toques —apenas pudo decir mientras apartaba las manos del hombre de su cuerpo.

Salió casi corriendo de allí y sintió que pudo respirar cuando estuvo afuera, apoyó sus manos de la pared del exterior del edificio y apretó sus ojos cuando las náuseas se hicieron presente. Creyó que sería fuerte hasta que terminara el juicio, pero mientras más lo pensaba peor se volvía.

Respiró profundo y se apartó las pocas lagrimas que rodaron por sus mejillas de manera involuntaria. No merecía sus lágrimas, no merecía nada de él. No podía dejar de pensar en que cosas había fallado para merecerse un trato como aquel, ¿un año? Le vio la cara de idiota por tanto tiempo, que todo lo que sentía en ese momento no podía ser expresado en palabras, la rabia, la tristeza por haber sido tan ingenuo.

—Taehyung, ¿te encuentras bien? —escuchó la voz de su abogado detrás suyo, a quien solo le respondió con un asentimiento.

—Debemos volver, el juez dará el veredicto —dijo palmeando su espalda mientras Taehyung limpiada su rostro con un pañuelo—. Lo siento si mis preguntas fueron demasiado para ti, debí decirte.

—Tranquilo, es tu trabajo, lo entiendo —susurró en un tono de voz bajo.

Al volver a la sala, todas las miradas se posaron sobre él. Odiaba sentirse como la víctima, aunque realmente lo fuera. Se mantuvo de pie frente al escritorio, con sus manos al frente, enderezó su espalda mientras escuchaba la sentencia del juez, en la que claramente le concedía el divorcio.

—Declaro disuelto por divorcio el matrimonio contraído por los cónyuges Lee Juwon y Kim Taehyung en Inglaterra el día 21 de septiembre de 2015, con todos los efectos legales inherentes a dicha declaración —expresó el juez.

Lo último que Taehyung escuchó fue la separación de bienes que tenían mancomunados con Juwon, como la era las dos casas que ambos han adquirido con el tiempo. Juwon se quedó en posesión de la casa en la que Vivian juntos en Gangnam, mientras que él se quedó con el pequeño apartamento que tenían en Londres, ya que de los dos Taehyung es el único con nacionalidad inglesa.

Se supone que debía sentirse feliz de que finalmente tenia lo que quería, el divorcio. Pero se sentía como un hombre completamente vacío, no sabía que sentimientos reconocer primero, era una mezcla de emociones que ni siquiera podía entender.

Todo lo que hizo en ese momento fue agradecerle a Wooshik por el buen trabajo que hizo, le dio una última mirada a Juwon y se fue teniendo en mente que su matrimonio había roto sus adentros. La humillación a la que estuvo expuesto, las heridas a su orgullo, todo.

Mientras caminaba hacia su auto, con sus manos escondidas en sus bolsillos y la mirada en el cielo despejado de aquella mañana de sábado, dejó caer sus hombros y ese dio fue el fin definitivo de su matrimonio con Juwon.

Se declaró a sí mismo, que a partir de ese día su corazón estaba sin cerraduras para ser amado de verdad, de nada le sirvió evitar el amor o esconderse detrás de un muro si al final de todos modos fue herido, quizás el ser una persona tan desinteresada en cuestiones del amor fue lo que hizo mal durante su matrimonio.

Se preguntó: ¿qué es lo peor que pasaría si se permitía amar y ser amado?, ¿qué tan vulnerable seria si mostraba sus verdaderos sentimientos? Esas preguntas que rondaban por su cabeza solo le demostraban lo poco que conocía el amor, lo poco que sabía de este sentimiento, pero ¿estaba realmente dispuesto a experimentarlo en su faceta más natural, sin mascaras?

Iré subiendo los capítulos poco a poco solecitos.

A quienes son nuevos leyendo, no olviden contarme que les parece. Me gusta leerlos💜✨

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