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—Ellos no se pueden sacrificar por algo tan tonto. —miro al castaño.

—Aunque los intentes detener no podrás. —lo vio. —y si intentas matar a sus amores solo harás que entreguen más rápido sus vidas.

El dios desapareció de ahí y apareció en un parque mientras pensaba en todo lo que pasaba, él al sentir un suave aroma a fresas se giró y vio a una castaña la cual iba con una cesta en sus manos. Él la siguió de manera lenta y vio que estaba comprando comida para gatos, él al sentir algo extraño en su corazón decidió irse de ahí e ir a vigilar al omega de Yoongi, este vio al chico el cual está comiendo en una cafetería tranquilo.

—Disculpe. —escucho una voz.

Cuando miro era el omega el cual lo miraba algo confundido, él lo analizó de pies a cabeza y podía ver toda la energía y vida de Yoongi en el omega.

—Que. —dijo frío.

—¿Por qué me ve tanto? —pregunto. —me resulta incómodo.

—No te miraba a ti. —negó.

—Si lo hacía. —le dijo.

—¿Y si te miraba hay algún problema? —lo vio serio.

Jimin no dijo nada y solo prefirió volver a su lugar para tomar sus cosas e irse del lugar, él sintió una extraña sensación al sentir la mirada de ese alfa, era como un sentimiento de melancolía, enojó y dolor. Mientras él iba caminando en la casa donde el dios vivía los demás dioses lo buscaban por todos lados, pero no había rastros del dios del inframundo y en su estado era preocupante.

Por las calles tranquilas iba caminando un pálido alfa el cual llevaba la vista un poco perdida, en sus manos llevaba un pequeño peluche de una galleta que el omega le había dado cuando se habían hecho amigos y bromeaban que este se parecía a la galleta. Él sintió como chocó con alguien haciendo que tirará al suelo tan valioso regalo, cuando lo iba a recoger alguien más lo hizo, cuando levantó la vista vio al omega el cual le sonreía dulcemente.

—Esto te pertenece. —se lo entregó.

—Gracias. —lo tomó.

El omega sonrió, pero se preocupó al ver cómo la nariz del alfa extraño le sangraba por lo cual llevó su pañuelo a la nariz de este, pero se preocupó aún más cuando esté se desplomó en sus brazos alertando el interior del omega que le pedía a gritos que protegiera con fuerza y con su vida al alfa.

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