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Los dioses solo lo vieron irse y se quedaron ahí solos, luego de un rato se fueron cada uno por su parte hasta que uno se topó con el dios Zeus el cual lo vio con una chica.

—Hoseok debemos hablar. —le dijo.

—¿Quién es el cariño? —pregunto la chica curiosa.

—Es un viejo conocido. —la vio y le sonrió. —adelántate ya te alcanzo.

La chica asintió y le dio un corto beso a su pareja y le hizo una corta reverencia al alfa para irse de ahí, ambos dioses se vieron por un momento y el otro resoplo molesto.

—Si no dirás nada, hablar contigo o intentarlo es una pérdida de tiempo. —lo vio. —si no notaste estoy ocupado.

—¿Qué tan importante es una mortal que yo? —le pregunto seriamente.

—Lo es mucho. —respondió. —si es acerca de Yoongi, él está bien, se ve sano, pero aún se le nota el aura débil.

—Ya veo. —asintió.

—Más te vale que no hagas nada estúpido Namjoon. —lo señaló. —que la vida de Yoongi depende del omega, si matas al omega, matarás a Yoongi.

El dios solo dijo eso y se fue, Namjoon vio como este sonreía a la chica y la tomaba de la mano para irse de ahí, él había estado observando y analizando cada mortal de los dioses y estos eran comunes y corrientes uno que otro siendo de familia adinerada, él resopló con fastidio, pero se giró al sentir el aroma a frutilla, ese mismo aroma de la otra vez. Cuando lo hizo vio a la misma chica caminar con unas bolsas de compras, pero esta vez iba acompañada de otra chica mientras hablaban y se reían, él llevó la mano a su pecho cuando la vista de la chica se poso en él y le dio una tímida sonrisa.

—Esto no puede estar pasando. —susurro.

Él se fue de ahí y mientras pasaba por una tienda vio al omega de su hermano Yoongi comprando unas cosas tranquilo, se miraba feliz, Jimin compraba un bocadillo nocturno, sentía que su felicidad había vuelto y todo era gracias a Hades, sonrió recordando los viejos tiempos en los cuales se la pasaba jugando y divirtiéndose con el dios, siendo infantiles. Jimin al ver al dios Zeus dejó de sonreír y apartó la mirada, cuando pagó lo que había comprado salió de la tienda sin ver al dios, el cual quiso seguirlo, pero prefirió irse a otro lugar; cuando Jimin llegó a su hogar toco su pecho mientras sentía unos leves temblores, sentía miedo y una vez estando en su habitación cerró los ojos y llamó a su alfa.

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