La pareja se encontraba acostada en la cama mientras el alfa le daba suaves caricias en el vientre, Jimin se mantenía oculto en el pecho del alfa sintiéndose seguro y protegido, Yoongi solo susurraba cosas a los cuales Jimin sonreía; el omega se sentía tranquilo que Yoongi no se sobrepasará con él debido a su celo.

—Me gusta estar así contigo. —dijo Jimin. —me siento en paz.

—Me quedaré todo el tiempo que quieras. —le beso la cabellera rosa. —estaré siempre para ti.

—Sé que prometimos no hablar ya del pasado, pero quiero que hablemos de nuestro hijo. —hablo Jimin. —¿Cómo está él?

—Woozy está bien. —sonrió. —a finales de mes nos vemos, ya que él está ocupado en sus cosas.

—Ya veo. —murmuró.

—¿Quieres verlo? —preguntó el alfa.

—Eso me gustaría. —se sonrojó. —me pregunto si algún día tendremos un hijo que si podamos criar ambos.

—Lo habrá. —lo atrajo para besarlo. —pero mientras eso no suceda, solo seremos tú y yo.

—Eres un alfa celoso. —se rio entre el beso el omega.

—No quiero compartirte es todo. —dijo Yoongi.

—Entonces márcame. —habló Jimin mientras se subía sobre él. —así nadie me tendrá solo tú.

—Jimin, no puedo marcarte. —lo vio. —te mataría si lo hiciera y no volvería a verte nunca más.

—¿Qué? —lo vio confundido.

—Somos muy diferentes Jimin. —se sentó aún con el omega sobre él. —mi marca te mataría.

—¿Por qué está tan seguro? —le pregunto. —¿Cómo estás seguro de que tu marca me mataría?

—Solo lo sé. —contestó.

—¿Ya has marcado a alguien para que lo digas? —dijo.

—No, pero Nam. —fue interrumpido.

—Si tu hermano se los dijo, puede y sea falso. —habló rápidamente el omega. —dijiste que él les había dicho millones de mentiras.

—¿Y si esto es real? —lo vio con pánico. —no quiero ser yo el que te cause nuevamente la muerte y esta vez para siempre.

—Está bien. —susurro Jimin. —no habrá marca.

El pálido pudo notar la decepción en las palabras del omega, pero tenía miedo de perderlo, temía que al marcarlo Jimin muriera y que este no volviera a reencarnar, él si deseaba marcarlo y que todos vieran que ese hermoso omega que le había robado el corazón era su otra mitad, su complemento, su vida.

—Investigaré Jimin. —habló luego de un corto silencio. —si es falso que si te marco morirás, te juro que la tendrás muy pronto, pero si es real, buscaré la forma en que estés conmigo para siempre.

—No tienes que hacerlo. —negó.

—Jimin yo también deseo que todos vean que tienes un alfa. —le acaricio la zona donde debe ir la marca. —deseo que luzcas con orgullo mi marca, pero mi miedo a perderte es más grande que cualquier otra cosa.