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La fiesta fue pequeña en la cual solo su hijo estuvo presente, ambos bailaban lentamente mientras la luna estaba en su máximo esplendor, la pareja reía y disfrutaba del momento en el que se encontraban, su hijo podía ver la felicidad en sus dos padres y luego de un rato se animó a bailar con su padre omega. Jimin se ocultó en el pecho de su hijo mientras bailaba con este, aún no lo podía creer, luego de la pequeña fiesta los tres estaban sentados en la playa viendo las estrellas y sonriendo al ver a unos delfines asomarse.

—Ya debemos irnos. —hablo Yoongi.

—Entiendo. —dijo Woozi. —gracias por permitirme estar en este momento especial para ambos.

—Eres nuestro hijo. —sonrió Yoongi. —merecías estar aquí.

El chico sonrió y movió a Jimin para que se despertara, el cual abrió los ojos de manera cansada y vio a los dos alfas los cuales lo miraban con una sonrisa, Yoongi se acercó a Jimin y lo cargo para llevarlo a la habitación para que descansara un poco y luego irse en la mañana muy temprano. Al llegar a la habitación puso a Jimin en la cama el cual se cubrió con la cobija mientras reía, Yoongi al notar eso le quitó la cobija viendo al omega el cual solo lo miraba.

—¿Puedo saber qué es lo gracioso? —le preguntó curioso.

—No, no puedes saberlo. —negó mientras se intentaba cubrir. —Yoongi.

—Creo que veré como te saco esa verdad. —se acomodó en las piernas del omega. —me veré obligado a castigarte.

—¿Y cómo me va a castigar el dios del inframundo? —pregunto curioso.

—¿En verdad quieres saber? —le dijo.

—Veamos que tiene Hades para mí. —se acercó a su rostro.

Yoongi sonrió y lo tomó de ambas mejillas para besarlo de manera lenta, Jimin cerró los ojos para poder disfrutar mejor el beso; Yoongi obligó al omega a enrollar sus piernas en su cintura y con una sonrisa de burla desapareció con el omega el cual gritó fuerte por el cambio repentino que hicieron y porque se encontraban en un lugar oscuro. Jimin llamaba al alfa, pero no tenía respuesta alguna de este, Jimin tocaba lo que parecía ser la pared, pero era roca, camino un poco hasta que vio algo de luz, sentía la tierra en sus pies lo que le daba a entender que estaba descalzo, además que su ropa era una toga, podía sentir en su cabeza también una pequeña corona; cuando llegó a la luz vio un pequeño manantial el cual estaba solitario, la luz de la luna era el único que daba luz y permitía ver el sitio, en la memoria del omega vino ese paraje y supo rápidamente que estaban en el templo de Hades.

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