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20 de marzo, 2022

Mis abuelos solían contarme una historia sobre un duende travieso que escondía las pertenencias de los aldeanos, solo por diversión. Una historia ficticia que recordaba con la voz de mis abuelos maternos, contándomela cada vez que se me perdía un calcetín. De niña quería encontrar ese duende y decirle que me devolviera todos los calcetines que había escondido y hoy por hoy, quería que me devolviera el brazalete que me regalo Pablo.

Había pasado toda la noche despierta, buscando por cada rincón de mi habitación aquel brazalete. No lo encontraba, no estaba, era como si el duende se lo hubiese llevado y escondido en una de sus travesuras.

Me di por vencida al ver que mi habitación estaba patas arriba, volví a acomodar todo en su lugar y dos horas más tarde me encontraba mirando el techo. Mi habitación ya estaba en orden, pero aun seguía sin saber el lugar del brazalete.

Prometí no quitármelo. Rompí la promesa, aquel brazalete no estuvo en mi muñeca por un tiempo, solo lo guardé en un cofre, queriendo dejar atrás los sentimientos. Y cuando quise volvérmelo a poner, el brazalete desaparecía por obra y magia del espíritu santo.

Perezosa me puse de pie y salí de mi habitación, bajé las escaleras y fui a la cocina por algo de comer. A medida que caminaba vi que la casa estaba limpia, nada roto, todo en orden y por un segundo pensé que todo era obra de mamá, que ella había vuelto a arreglar su hogar, luego recordé que ella ya no estaba más.

Llegue a la cocina y vi a Benjamín. Me debatí entre retroceder e irme o entrar e ir por mi comida. Iba a hacer la primera opción, pero los oscuros ojos de Benjamín me vieron.

—Buenos días.

Su voz se escuchaba normal, sin ningún rastro de esa pesadez al estar ebrio.

—Buenos días. Si me vienes a reclamar sobre todo lo que dicen de Pablo y yo, es mentira. No hablo con él, he roto todo con él y espero que sigas cumpliendo con tu parte del trato.

Dejo de mirarme y continuo con lo que estaba haciendo.

Fui a la cafetera, por algo de café. Me llevé la sorpresa de que estaba preparado, me serví una taza y observe a Benjamín.

No estaba hecho un desastre, su cabello estaba perfectamente peinado, se había afeitado la barba y desde donde me encontraba podía oler el perfume que mamá siempre le compraba.

—He comprado algo de comida, está en la nevera y también hay café.

¿Acaso estaba soñando con mi vida de hace unos meses?

—Estaré fuera unas semanas, iré a Madrid por el trabajo ¿Estarás bien?

Sus oscuros ojos dieron con los míos. Parpadeé.

—Sí, sí... Estaré bien.

—Eso espero y no hagas fiestas, ni traigas a chicos ¿Entendido?

Con ese "chicos" se refería a Gavi.

—No traeré a nadie.

Guíe la taza a mis labios y di un sorbo al café. Me le quedé mirando, estaba arreglando su maletín y luego arreglo la corbata azul que llevaba puesta.

—Hablaré con la directora de tu insti...

—No es necesario, he conseguido el dinero, la venta de la ropa ha funcionado muy bien.

—¿Te has encargado de ello?

—Debía. Son mis estudios.

Benjamín cerró su maletín y pude ver el anillo que llevaba. Aún seguía usando el anillo de bodas, y llevaba dos, el de él y el de mamá.

Y no sé con exactitud que paso por mi mente en ese momento, solo sé que verlo bien, como meses atrás, esa postura de señor elegante e importante me hizo creer que habíamos vuelto a lo de antes, que en cualquier momento mamá cruzaría el umbral de la cocina, lo saludaría con un beso y a mí me ahincaría las mejillas, me diría un "buenos días, chiquitita" me quitaría el café de las manos, bebería un sorbo y luego nos diría lo que tenía planeado para este domingo familiar.

Tuve esa sensación de un domingo familiar. Que todo sería lo de antes, que todos esos malos meses desaparecerían, eso creí.

Le di una oportunidad y me aferré al recuerdo de él con mamá.

—De hecho, yo no soy muy buena con eso de bancos, papeleo... Tú te podrías encargar de depositar el dinero al instituto, por favor...

—Puedo hacerlo, mi vuelo sale aún en unas horas, puedo pasarme por el banco.

—Claro, iré por el.

Fui a mi habitación, a por el dinero, al regresar se lo di a Benjamín y él guardó el dinero en su maletín.

—Todo regresará a la normalidad, Valeria... Se lo prometí a tu madre...

Promesas ¿En verdad existían?

A los minutos Benjamín se fue, volví a quedarme sola en casa, tomé desayuno y luego fui a alistarme para trabajar.

Sentía alivio de ya no tener ese peso de la deuda del insti y más alivio al creer que todo volvería a la normalidad.

Quizá era ingenua, quizá muchos me llamarían estúpida, pero, en realidad lo creí, que todo volvería a la normalidad.

Después de todo, mamá se casó con Benjamín porque le amaba... Debió de ver algo en él.

Eso creía.

💌💌💌

21 de marzo, 2022

Para: Pablo
De: Val

¡Ganaron!!! Vi el partido mientras trabajaba y aunque no entendí mucho, el marcador decía 0 - 4 y milagrosamente no te metiste en ninguna pelea, ni recibiste falta amarilla. Felicidades que has madurado

Te cuento algo de mi domingo ¿Vale? Luego tú me cuentas algo de lo que te ha pasado ¿Va?

Bueno, por primera vez siento que las cosas están yendo bien. Todo bien en casa, ningún libro me ha roto el corazón, me di cuenta de que mi nuevo trope favorito son los strangers to lovers y ya supere los enemies to lovers (no del todo) y aunque ya empiezan los exámenes (voy a morir) carla y Bruno me ayudarán a estudiar. Ya falta poco para terminar la escuela y no lo sé... Como que me alegra y me da un vacío a la vez.

¿Por cierto has visto las redes? Es que se han hecho una telenovela de nosotros.

Quisiera seguir escribiendo, pero ya llega el autobús.

Te escribe Val :)

💌💌💌

Al llegar al instituto, busque a Carla con la mirada. Al encontrarla vi que llevaba su boina y jugaba tiernamente con unos de sus ricitos. Me acerqué a e ella y le quité la ensoñación.

—Para Pablo —Le entregué la carta.

Carla me sonrió con sarcasmo.

—Buenos días para ti también, Val.

—Bon dia. Buen día.

—Mucho mejor —Me quede esperando a que me diera lo que siempre me daba, lo que Gavi le mandaba y ella se dio cuenta de lo que estaba esperando y dijo—. Perdona, me distraje en el camino y se me cayó.

—Entiendo.

El día paso de lo más normal, las clases terminaron, fui a trabajar, Bruno me hizo compañía de camino a la cafetería y luego se fue, después de decirme que Raúl me estaba tirando onda y que de seguro quería follar conmigo. Obviamente lo ignoré y continué con mi trabajo, Raúl había sido de gran ayuda, lo seguía siendo. Era amable y muy majo.

Llegue a la casa al rededor de las seis y media de la tarde y como a las 7 pm, recibí una visita que me alegro el día.

Era Carla y traía consigo la carta de Pablo.

Todo volvió a la normalidad.

O eso creí.

💌💌💌

Para: Val
De: Pablo. Tu Pablo.

Es ¡tarjeta amarilla! Y no me vengas con "es lo mismo" .-.

Y ya vez que me estoy controlado y espero que no te quedaras dormida viendo el partido, chica que prefiere la f1

Val que no eres una wag, eres mi guapa botinera. Y no te molestes eh, solo lo digo.

Y sí, he visto algunos tiktoks sobre nosotros, no me quejo de que ante todo el mundo tú y yo seamos novios. Y no me importa lo que piense ese imbécil que traes de novi*, tú y yo somos novios ficticios y que soporte.

No me ha pasado mucho, tenía el día libre, pero decidí que mejor sería ir a entrenar y seguir mejorando.

Has dejado tus enemies to lovers y ahora amas los strangers to lovers. Val, Val, Val ¿Te has dado cuenta de que tú y yo fuimos strangers to lovers?

Te escribe Pablo. Tu Pablo

<333

Ayer me sentía mal y no pude actualizar.

Aquí ya tienen el capitulo, algo corto, pero importante.

El capítulo del domingo es larguito
y ❤️‍🔥😏

Comentenme que les pareció el cap

Bueno les dejo

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Ig: ancovi12
Tiktok: ancovi12

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