❝Antes❞

15 de septiembre, 2021

Un polvo mañanero me dejó más cansada de lo que pensaba. Envuelta en una toalla me dejé caer en el colchón.

Miré a Pablo quien empezó a vestirse sin detenerse a fantasear de que estaba con solo una toalla en su cama.

—Y si falto a la escuela y nos escapamos un rato a la playa. Podemos ir en la vespa…

—Me encantaría… —Sonreí y dejé de hacerlo al escuchar lo siguiente que dijo—. Pero, tengo entrenamiento y quiero llegar temprano.

—Verdad…

Ya se me había olvidado que tenía entrenamiento.

—¿Quieres que te lleve? Puedo llamar a Dany.

—Papá pasará por mí —Ya estaba vestido—. Más bien deberías vestirte, así te llevamos al instituto.

Cerré los ojos e hice un puchero.

—Y si pierdo las dos primeras clases —pedí con morritos—. Estoy cansada.

—Levántate —Pablo me jalo de los brazos—. Anda, debes de ir temprano. Si no te pillaran.

Mis pies tocaron el suelo y mis brazos se enredaron en el cuello de Pablo. Buscaba cariñitos, muchos cariñitos.

—¿Me vas a hacer vestirte? —preguntó enarcando una ceja.

—Mejor un beso, así me despierto —Miré sus labios acercarse y cuando pensé que me daría un fogoso beso, aplastó sus labios en mi mejilla—. Eso no va…

Su boca me detuvo. Me besó con fuerza y con lengua, dejándome sin aire y atontada que hasta deje caer la toalla. Quede desnuda y el cuerpo de Pablo lo sintió.

Miré el bulto en su entrepierna. Y alcé la mirada al sentir como sus dedos acariciaron mis duros pezones. Jadeé y le miré a los ojos.

—¿Un rapidín? —preguntó y mi respuesta fue besarlo hasta caer en la cama.

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Me apoyé en mi casillero y escuché a mis amigas quejarse por la resaca. Las tres iban con gafas de sol, ocultando sus ojeras.

Bebí el último sorbo de mi quinto café y recuperé energías. Aunque el café no fue el que me hizo recuperar energías, fue el rapidín que tuve con Pablo. Me dejó agotada en cierto sentido, pero me quitó toda esa pereza. Era verdad que los polvos mañaneros te alegraban el día.

—¿Y esa sonrisita? —Pau sé bajó las gafas hasta la punta de su nariz.

—Está que recuerda como nos dejó abandonadas por irse a follar con su novio.

Las mejillas me ardieron al escuchar lo que dijo Ester.

—No las abandoné —me defendí—. Ustedes se estaban divirtiendo, además ni siquiera notaron que me fui.

La única que me llamó fue Carla y le informé que me quedaría con Pablo.

La campana sonó y fuimos a nuestra clase. Caminamos por los pasillos y me bajé las gafas de sol. Ester dijo que para llamar la atención, las cuatro debíamos de parecer misteriosas con ese accesorio que cubría nuestras miradas.

—Luego te cuento los detalles —le susurré a Carla en el oído.

Escuché la risa de Ester y volteé a verla. Entendí de lo que se estaba riendo o más bien de quien, Bruno. Un compañero de clase que estaba pillado por Ester y ella solo se burlaba de sus lindos gestos.

Regresé a mirar al chico, estaba en el suelo ¿Ester lo había dejado caer? No me sorprendería deducir que ella le puso el pie.

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Querido diario…

El "Querido" sigue sonando muy aniñado, pero es nuestra tradición ¿verdad?

Hoy fue un día muy ¿caliente? Bueno empezó caliente, continuó siendo ñah por las clases y espero que continúe muy romántico…

Con Pablo ya llevamos 3 meses de noviazgo, 3 meses y 14 días, pero ¿quién los cuenta? Yo siento una eternidad a su lado.

Confieso que se olvidó de nuestro aniversario de 3 meses, pero no le juzgue, ni le replique. Él está muy comprometido con el Barça y eso le mantiene muy ocupado. Está logrando sus sueños y eso es lo más importante. Me alegro muchísimo por él, no sabes cuanto o bueno te harás una idea porque en los últimos meses he escrito todo sobre Pablo en estas hojas.

Hoy cuando nos acurrucamos luego de hacer el amor, él me dijo que era la niña más linda del mundo entero. También me regaló un libro, un libro. Ya sabes que siempre me regala libros y siempre me emociono por ello. Es perfecto.

Hace unos días quedamos en ir a por helados. Lo iré a recoger en la vespa y de sorpresa lo llevaré a la playa.

Probablemente regrese algo tarde a clase y también me pierda la segunda fiesta de la semana de inicio de clases. Probablemente Ester se enoje, pero ella mismo lo dijo, debemos de crear recuerdos y es lo que yo voy a hacer. Crear recuerdos con mi primer amor y guiñó que también puede ser el amor de mi vida.

Te escribe Valeria, Val, y ya no tengo 7 años.

Cerré el diario, agarré mi bolso y apresurada salí de mi habitación. Corrí a la cocina y besé la mejilla de Margarita en forma de agradecimiento por la canasta llena de comida que preparo para mi cita con Pablo.

—Diviértete, mi niña.

—Es lo que haré.

Me subí a la vespa y me percaté de que llevaba todo. Conduje hasta La Masía. En todo el camino, el sol acariciaba mi rostro y el aire despeinaba mi cabello que no era cubierto por el casco. No escuchaba los ruidos de la ciudad, solo escuchaba a Harry Styles, llevaba mis audífonos.

Me detuve al llegar a La Masía. Me quité el casco y también uno de los auriculares, escuché un bullicio y miré hacia donde provenía el sonido.

De milagro llevaba las lentillas y visualizaba a Pablo junto a personas que le pedían fotos y autógrafos. Saqué mi móvil y le tomé una fotografía para molestarlo un rato en la playa. Mis ojos siguieron al castaño, llevaba una sonrisa. Le hacía ilusión que niños chiquitos lo vieran como su ídolo.

Puse en marcha la vespa y esperé aparcada a unas dos cuadras. Seguí escuchando música a la espera de que Pablo me enviará un mensaje diciendo que ya puedo ir por él. Ese mensaje no llegó. Lo esperé por dos horas hasta que me fui.

Tuve el pícnic. No en la playa, ni tampoco estuvo Pablo. Tuve el pícnic en mi cama y con mi soledad. Me estaba metiendo una uva en la boca cuando mamá llegó con una gran mochila, de esas en la que entra de todo.

—Decidí tomarme unas vacaciones de trabajo —mencionó y se quitó la mochila para dejarla en el piso.

—¿Te irás de mochilera? —pregunté burlándome de su gran maleta.

—Nos iremos —corrigió sonriendo de oreja a oreja.

Se metió a mi armario y empezó a sacar ropa.

—¿Qué haces? —Me puse de pie—. ¿No es una broma?

—Iremos a Grecia e Italia y por toda Europa.

—Pero tengo insti.

—Faltaras —dijo como si fuera la mejor respuesta de todo el mundo.

—Europa no se recorre en un día y no puedo faltar muchos días, puedo perder el semestre.

—No me importa si lo pierdes Val.

—¿Te has drogado?

Mamá me miró con las cejas fruncidas

—No. No soy una mamá irresponsable.

—Pero me estás pidiendo que pierda el semestre.

—Será por una buena causa.

—La idea es tentadora, pero no perderé el instituto. Quiero graduarme con mis amigas, además iríamos de viaje en vacaciones. Es lo que dijimos.

—Pero falta mucho para vacaciones —Se quejó mi madre y aprecié lo pálida que estaba, sus ojeras eran muy notorias.

—Pareces un zombi.

—Estoy bien.

—Si fueras mi hija, te llevaría a arrastradas al doctor.

Mi madre me saco la lengua y dijo:

—Suerte que yo soy la mamá —Se echó a mi lado y se cubrió con mi manta—¿De mochileras en vacaciones?

—De mochileras.

Enredamos nuestros mequiñes y juntamos nuestras frentes.

Tuve el pícnic con ella en mi cama y escuchamos ABBA. Pasamos una noche de chicas, la cual terminó cuando ella se durmió.

Besé su mejilla y la abrigué con mi sabana.

Los ojos se me cerraban por sí solos. Me mantuve despierta y fui al baño a cepillarme los dientes y trenzar mi cabello. Vi mi apariencia en el espejo.

Era bonita. Pablo no se aburriría de mí.

Me apoyé en el lavabo y saque mi móvil, me tomé una foto e iba a enviársela a Pablo deseándole buenas noches. Me detuve a enviarle la foto. Vi el chat, yo fui la última que le habló, deseándole un buen día.

Él ni me leyó y me dejó plantada. Otra vez.

«¿Hay un problema conmigo?» Me pregunté viéndome al espejo.

Me entró una llamada y vi que se trataba de Pablo. Una parte de mí quería rechazar la llamada y darle algo de su propia medicina, pero la otra quería escuchar su voz. Ganó esa parte.

Apenas contesté escuche sus disculpas.

—Perdón, perdón, perdón. Se me olvidó la cita —Se le escuchaba sincero—¿Me lo perdonas? Te lo compensaré, te lo prometo.

—No es para tanto —mentí—. Me dejaron tarea, aproveche el tiempo para hacerla.

No le iba a decir que me quedé esperándolo dos horas. Entendía su situación, su agenda estaba llena y yo debía de apoyarlo. No me iba a enojar porque él estaba haciendo lo que amaba.

—De igual forma, perdón. Joder, ni siquiera te deseé un buen día.

—No te preocupes. Fue un buen día, lo inicié de muy buenas maneras —No lo podía observar, pero ya me imaginaba su sonrisa.

—Lo podemos repetir… si vienes.

—Es muy tentadora la idea—Mordí mi labio inferior y negué a su propuesta—. Pero no iré. No tengo permiso, además que mañana debo de ir temprano al insti y contigo sería perder la primera clase.

—¿No hay tiempo para mí? Quiero abrazarte.

—No empieces que me darán ganas de ir.

—Veen

—No.

—Porfis.

—No.

—¿Y si voy yo?

—Mamá está durmiendo en mi habitación, tuvimos una noche de chicas…

—El tiempo no está de nuestro lado.

—Ya tendremos un momento —suspiré y jugué con el hilo de mi camiseta—. Buenas noches.

—¿Ya vas a dormir?

—Tengo sueño.

—Vale. Te mando un beso y sueña conmigo.

Sonreí y miré a mi alrededor, estaba sola en el baño y aún así tapé mi boca con mi mano y avergonzada le dije:

—Tú también sueña conmigo, desnuda y follándome.

Xoxo. Holii es un capítulo corto y medio 💔💔💔
Me duelen, pero ya sabemos que unos meses Pablo viene con la cola entre las patas para una segunda oportunidad de Val ¿Ustedes se la hubiesen dado?

Por cierto, a estas alturas ya deberían deducir porque Pablo le terminó a Val (leo sus teorías) pista LEAN ENTRE LÍNEAS

Espero les haya gustado. No se olviden de votar y comentar que les pareció el capitulo.

Nos leemos el jueves

Beeeesos 

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Tiktok: ancovi12

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