El resto de mis vacaciones de invierno pasaron sin incidentes. El día después de nuestras celebraciones de Navidad, mi padre volvió a su trabajo en el ministerio. Lo único realmente bueno que salió de esta festividad fueron los regalos. Mi madre y mi padre me compraron una escoba nueva, y Adrián me regaló un kit de limpieza de escobas. Katrina me regaló un conjunto de pendientes de diamantes que brillan maravillosamente en la luz.

Para colmo, Hermione, Harry y Ron trabajaron juntos para conseguirme una pluma gigante de chocolate que me había estado maravillando en el escaparate de Honeydukes.

Cuando volví a Hogwarts, Ron se apresuró a contarme sus aventuras mientras yo no estaba. Al parecer, Sirius Black había encontrado una manera de entrar en el castillo y entró en el dormitorio de los Gryffindor, sosteniendo un cuchillo sobre Ron. Extrañamente, de todos los estudiantes de Hogwarts, Ron parecía el menos asustado por todo esto, pareciendo más emocionado por contar su historia. Cada estudiante parecía tener su propia teoría sobre el asunto, algunos incluso diciendo que Sirius Black seguía merodeando por el castillo y esperando para atacar a los Gryffindor de nuevo.

Todo lo que puedo decir es que me alegro de haber quedado en Slytherin.

Miro fijamente al cielo, sentada en el pasto suave con la espalda posada contra el árbol liso detrás de mí. Las nubes esponjosas todavía seguían congeladas en el cielo azul claro. Después de Navidad, los meses parecen pasar rápidamente, atrayéndonos al calor de mayo. Todo el mundo parece estar disfrutando del nuevo clima, incluyendo las aves, que vuelan alrededor del cielo elegantemente, sus alas aleteando junto con la pequeña brisa. Mientras revolotean, no puedo evitar maravillarme con sus movimientos impecables en el aire. Me recuerda al Quidditch.

Hablando de eso, nuestro último partido de temporada de Quidditch llegó maravillosamente, y terminó horriblemente. En otras palabras, perdimos. Estuvo cerca, pero en el último segundo Harry atrapó la snitch justo delante de la nariz de Draco. En parte me culpo a mí misma, habiendo marcado casi ningún gol durante el partido. Mis amigos de Gryffindor (o más bien solo Ron) parecían ansiosos por presumir de su victoria, burlándose sin cesar de mí. Por mucho que los ame, he estado a punto de maldecirlos varias veces.

—Tierra a Ella —la repentina voz detrás de mí, me hace saltar físicamente en el aire, bruscamente sacándome de mis pensamientos.

Detrás de mí, Ryder me mira fijamente, su expresión es de pura molestia. Eso nos hace a los dos, amigo.

—¿Qué? —le espeté, deliberadamente aclarando mi irritación. Parece sorprendido por mi respuesta, probablemente exceptuando que me disculpe o algo así. No puedo evitar sonreír ante el pensamiento.

—Conozco tu secreto —gruñe, su asombro rápidamente se conviertió en ira.

Esta vez es mi turno de estar sorprendida. ¿Secreto? ¿Qué secreto? Rápidamente empecé a revisar mentalmente cualquier cosa que valiera la pena esconder de la que él podría haberse enterado. Lo peor que se me ocurre es que ha notado mi creciente renuencia hacia él.

Resulta que sólo tengo la mitad de razón.

—Has estado pasando tiempo con ese chico Malfoy —siento que mi boca se abre ante sus palabras. Por una fracción de segundo, todo lo que puedo hacer es soltar un pequeño jadeo.

—¿Qué? ¡No lo he hecho! —exclamé, profundamente sorprendida por su loca suposición.

—Sí que lo has hecho —Ryder dice esto como si fuera un hecho, y no saltando a conclusiones. Me encuentro luchando para mantener la calma.

—Y tienes pruebas, ¿verdad? —pregunto, con el sarcasmo goteando de mi voz.

—Bueno, incluso si no lo has hecho, lo que no estoy diciendo es que te creo, ¡puedo ver que obviamente sientes algo por él! —la voz de Ryder es de pura furia. Prácticamente está gritando sus palabras. Si no estuviera tan alterada, probablemente me preocuparía que alguien escuchara.

—¡¿De dónde sacaste esa idea?! —pregunto, mi voz ahora también se levantó. Veo como él pone sus ojos en blanco, como si estuviera hablando con una niña inculta.

—Oh, por favor. Veo la forma en que lo miras —dice, antes de añadir una voz más ronca—. Y el sonrojo en tus mejillas cada vez que él mira hacia ti.

Estas palabras me pillan desprevenida. No podría haber empezado a mirar más a Draco, ¿verdad? Quiero decir, a menudo miro al espacio en clase, y mis ojos probablemente caen sobre él accidentalmente. Sí, eso tiene que ser. Pero, ¿entonces qué pasa con la parte ruborizante? Está bien, no se puede negar, a veces me ruborizo cuando atrapo su mirada. Aunque, eso solo viene con el paquete de ser un chico guapo. Por supuesto que no siento nada por Draco.. ¿verdad?

—¿Qué- ¡No! —niego, recurriendo a mentir descaradamente. Decir la verdad, sobre cómo sólo lo miro por su buen aspecto, solo empeoraría las cosas.

—¿Sabes qué, Ella? —Ryder se detiene por un segundo, prácticamente escupiendo rabia. Admito que puedo decir lo que va a hacer a continuación.

Oh no, él no va a ser el que me deje.

—Shh —susurro, de repente de pie y llegando peligrosamente cerca de sus labios y forzando una sonrisa.

Observo, contraatacando una sonrisa, como sus ojos se vuelven anchos y la ira se agota rápidamente. Desliza su lengua sobre sus labios, delatando lo obvio, que está pensando que estoy a punto de besarlo. Ja, si sólo lo supiera.

—¿Quieres oír el poema que escribí? —pregunto, batiendo mis largas pestañas coquetamente. Puedo ver como tropieza con sus palabras, finalmente asintiendo con la cabeza. Respiro hondo—. Las rosas son rojas, las violetas son azules. La basura es dejada y tirada, y ahora a ti también.

Con eso, dejo a un Ryder de mirada aturdida parado solo mientras me alejo, con la cabeza en alto. Y esa gente, es la forma correcta de dejar a alguien.

¡Lo que todos han estado pidiendo por fin ha pasado! Aunque, les aseguro, este no será el final de Ryder en esta historia ;) Sé que este capítulo ha sido un poco cursi, pero me divertí mucho escribiéndolo/traduciéndolo. ¡Además, sólo queda un capítulo para terminar tercer año! Tendrá una escena de Ella y Draco (¿nombre del ship? ) y parte del capítulo será en el punto de vista de Draco. ¡Así que estén atentos!