[8] Karma at it's Finest

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❝ El Karma es como un elástico, sólo puedes estirarlo hasta que vuelva a ti y te de en la cara 

Profesor Snape: profesor de pociones de pelo grasiento y nariz torcida. O lo amas o lo odias. Por lo general, depende de su opinión sobre ti. Es conocido por favorecer injustamente a su propia casa y despreciar a todos los Gryffindor. Personalmente, estoy en el medio. No lo odio, pero tampoco soy su mayor admiradora. Creo que sus sentimientos hacia mí son mutuos. Como soy Slytherin, él nunca ha sido injusto conmigo, pero tampoco se ha interesado por mí. Realmente no lo culpo, ya que mis habilidades en pociones no son particularmente las mejores.

—A la página trescientos noventa y cuatro —dice Snape, arrastrando las palabras con su aburrida voz. Obedientemente, la clase pasa las páginas de sus libros viejos hasta encontrar la página solicitada. Mientras escaneo la página, hago todo lo posible para no mirar a mi izquierda.

¿Por qué? Porque Draco Malfoy tan gentilmente decidió sentarse justo a mi lado.

Por suerte para mí, Katrina está sentada a mi derecha, y Harry, Ron y Hermione frente a mí. Lo que hace que Draco sentado cerca de mí sea aún más extraño. ¿Desde cuándo ha decidido libremente sentarse incluso remotamente cerca de Harry?

A diferencia de mí, Harry y Ron parecen estar decididos a mirar fijamente -fulminar- a Draco tanto como sea posible. Sin embargo, no parece darse cuenta, ya que está revolviendo su poción con determinación.

Regreso a mi propio caldero, preparada para agregar el siguiente ingrediente. Pero nunca llego a echarlo.

Un fuerte chillido suena desde el otro lado de la clase seguido de una pequeña explosión. Al instante, todos los ojos están puestos en el sitio proveniente del ruido. Pansy, sorprendida, mira con los ojos muy abiertos su poción, o más exactamente, lo que solía ser su poción. El vidrio está en todas partes, junto con una sustancia verde con un olor horrible. Si no estuviera tan asombrada, probablemente me habría reído.

—Señorita Parkinson, ¿qué pasó? —exige Snape, por una vez, su voz suena menos aburrida.

Por un breve momento, Pansy no dice nada, solo busca alrededor de la clase, antes de centrar su mirada en mí. Una sonrisa malvada se forma en su cara de barro amasado.

—¡Ella lo hizo, señor! —dice la cara perro, con los ojos en una expresión inocente. Snape no pierde el tiempo.

—¿Señorita Bloomwood? —dice él arrastrando mi apellido, con voz amenazante. Por un segundo me quedo en silencio, con mi boca abierta por el asombro.

Esa pequeña idiota y malvada asquerosa...

—¡Está mintiendo! —exclamo, mirando a mi alrededor en busca de apoyo. Rápidamente, Harry, Ron, Hermione y Katrina asienten al unísono, solo causando que la mirada de Snape se oscurezca.

—¿Y por qué debería creerles a ustedes cinco? —pregunta Snape, burlándose.

—Porque nosotros somos cinco y ella solo una —dice Harry, señalando a una sonriente Pansy. La mirada enfadada de Snape se vuelve hacia Harry.

—Mantente fuera de esto, Potter —Snape se vuelve hacia Katrina, Ron y Hermione—. También va para ustedes tres.

Su expresión se ve peligrosa, rápidamente los calla. Incluso yo, que generalmente no lo pienso dos veces antes de responder, me quedo callada. Sin embargo, mi voz no es realmente necesaria, ya que la expresión furiosa en mi cara es la que más habla. Siempre supe que Snape favorecía a Pansy por encima de mí, así que supongo que esto debería haberse esperado. Aunque, sinceramente, ¿cómo podría alguien creer la mentira descarada de Pansy? ¡Estoy sentada al otro lado de la habitación! ¡Por el amor de Merlín!

—Ahora, Señorita Bloomwood, creo que el castigo por una semana podría enseñarle a no-

Una voz le interrumpe, valientemente.

—Ella no lo hizo.

Todas las cabezas giran en dirección a la persona perteneciente de esa voz, pareciendo sorprendidas. Draco mira a Snape desafiante, con su voz alta y clara. Me giro para mirarlo, boquiabierta, tan sorprendida como todos los demás.

Una mirada feroz de ira atraviesa los ojos de Snape, mientras mira a Draco. Entre la furia en sus ojos, puedo ver que también está un poco sorprendido. Sin embargo, rápidamente recupera la compostura, y una mirada fría reemplaza su ira.

—Muy bien. Señorita Parkinson, castigo en mi oficina esta noche — la expresión de Pansy no tiene precio. Era obvio que pensó que yo iba a tener una semana de castigo. Para colmo, el 'amor de su vida' es el que me salvó de eso. Supongo que Pansy aprendió algo hoy: el Karma es una zorra. (Karma is a bitch)

—Hey, ¿cómo te fue en clase? —levanto la vista, sorprendida de la persona frente a mí.

Ryder se para frente a mí, sonriéndome. Muevo mi mochila sobre mi hombro, extrañamente incómoda. A mi lado, los estudiantes salen de clase, caminando a nuestro alrededor. No puedo evitar preguntarme cuánto tiempo estuvo Ryder esperando aquí. Ryder y yo solo hemos estado juntos por un par de días, pero ya está demostrando ser un poco empalagoso. De acuerdo, quizás bastante empalagoso.

—Bien —digo, recordando el intento de Pansy de conseguir que me castigaran. El pensamiento me hizo sonreír.

Cuando Ryder comienza a hablar sobre su experiencia con Lupin como profesor, me encuentro rápidamente perdiendo interés en la conversación. Olvidando a mi novio, giro la cabeza para mirar a la persona detrás de mí. Draco se encuentra con los brazos cruzados, mirándome enfadado.

¿Qué pasa con ese chico? Quiero decir que un minuto es considerado y divertido, y al siguiente me está fulminando con la mirada sin motivo alguno.

Ryder parece notar mi falta de atención y sigue mi mirada hacia el rubio platinado. Una sonrisa aparece en su cara, mientras pasa un brazo alrededor de mi hombro, dejándome con la más mínima urgencia de liberarme.

Observo mientras él mira a Draco con aire de suficiencia, casi desafiándolo a protestar. Instantáneamente recuerdo las palabras de Ryder el día anterior, en Las Tres Escobas: Creo que está celoso.

Sus palabras hacen eco en mi mente. No puedo evitar preguntarme si tiene razón. Quiero decir, tendría sentido por qué siempre nos está mirando a Ryder y a mí con enfado. ¿Pero podría Draco Malfoy estar realmente celoso?

Empujo el pensamiento fuera de mi cabeza. Ryder debe estar equivocado. De hecho, ni siquiera estoy convencida de que Draco me quiera como amiga. Mientras permanezco rígida bajo el peso del brazo de mi novio, me siento inmensamente estúpida por considerar la idea. Draco probablemente solo me está mirando porque soy una "traidora a la sangre". Después de todo, Draco nunca podría gustarme. Somos demasiado diferentes. Por alguna razón, ese pensamiento me entristece.

Querido Merlín, debo estar volviéndome loca.

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